martes, 3 de octubre de 2023
Pareceres XXX
martes, 28 de marzo de 2023
De la brevedad de la vida
Dicen que la vida son dos días. Y lo dicen para animarnos a disfrutar de ella encareciendo su valor ante la caducidad y urgencia de su efímera brevedad. Pero no es verdad. La vida no es ni breve ni larga porque no es tiempo mensurable que pueda cronometrarse, no es algo cuantitativo sino cualitativo que cabe tanto en el recipiente de un minuto como en el de un siglo.
Óscar Guail decía que la mayoría existimos y que
muy pocos son los que viven....(To live is the rarest thing in the world. Most people exist, thast is all: "Vivir es la cosa más rara que hay en el mundo. La mayoría de la gente existe, eso es todo"). ¡Qué razón tiene casi siempre el tío Óscar, ese entrañable mariconazo víctima del puritanismo victoriano, uno de los espíritus libres más agudos que en el mundo han sido, que sin embargo se mantiene, pese a estar muerto y enterrado, muy vivo, vivito y coleando todavía!
martes, 18 de enero de 2022
Se mata lo que se ama
La actriz Jeanne Moreau cantaba en la película Querelle (1982) de Reiner Wender Fassbinder, basada en la novela homónima de Jean Genet, un fragmento de la Balada de la cárcel del Reading del genial Oscar Wilde. Eran estas tres estrofas:
Yet
each man kills the thing he loves,
By each let this be heard;
Some
do it with a bitter look,
Some with a flattering word;
The
coward does it with a kiss,
The brave man with a sword!
Some
kill their love when they are young,
And
some when they are old;
Some
strangle with the hands of Lust,
Some
with the hands of Gold:
The
kindest use a knife because
The
dead so soon grow cold.
Some
love too little, some too long,
Some
sell, and others buy;
Some
do the deed with many tears,
And
some without a sigh:
For
each man kills the thing he loves,
Yet
each man does not die.
Que
dicen más o menos esto:
Y
todos matan lo que aman,
que
lo oiga todo el mundo;
unos con la mirada
amarga,
otros
con un piropo,
lo hace el cobarde con un
beso,
y el que es valiente a espada.
Su
amor lo matan mozos unos
y cuando viejos otros:
con manos unos
de lujuria
lo ahogan, y otros de oro;
usa el mejor la daga,
pues
se enfría el muerto pronto.
Mucho
aman unos, otros poco,
vende uno y compra otro;
con
mucho llanto matan unos
y otros sin un sollozo:
y aunque lo que
aman matan todos,
no dan la muerte a todos.
El
tío Oscar, en efecto, nos narra en la larga Balada
de la cárcel del Reading (1896) cómo
un hombre tenía sangre y vino en sus manos: había asesinado a la
mujer que amaba. Este hombre había sido condenado a la horca por
asesinato, por lo que hoy llamaríamos violencia de género con una
simplificación estúpida. “Matado había lo que amaba / e iba a
morir por eso”. Sin embargo, como razona la balada, todos los
hombres hacen, hacemos, lo mismo de alguna forma y no somos
condenados a muerte por ello.
Este es el mensaje: Cada hombre mata la cosa que ama: Cada uno mata el objeto
de su amor, sea cosa o sea persona: Cada hombre mata el amor que
siente cuando reconoce el amor que siente, cuando declara solemnemente que lo que
siente es amor y pronuncia la fórmula sacramental "te quiero", y le pone nombre, una etiqueta, a sus sentimientos
nunca antes experimentados con tanta intensidad.
Como dicen que le dijo Rousseau a Madame de Houdetot: "Si vos llegáis a ser mía, voy a perderos, precisamente porque luego os poseeré a vos, a quien adoro".
La declaración solemne de un sentimiento mata el sentimiento. Tal vez era eso lo que quería decir la mítica canción de Joy Division: "Love will tear us apart" (El amor nos desgarrará) Que concluía con aquella reflexión: Love, love will tear us apart again. El amor nos separará de nuevo. No es la muerte lo que va a separarnos, sino el amor.
martes, 9 de noviembre de 2021
De la brevedad de la vida
Suele decirse que la vida son dos días. Y se dice para animarse uno a
disfrutar de ella encareciendo su valor ante la caducidad y urgencia de su
efímera brevedad. Pero no es verdad. La vida no es ni breve ni larga porque no
es tiempo mensurable, no es algo cuantitativo sino cualitativo que cabe tanto
en el recipiente de un segundo como en el de un siglo.
Oscar Wilde decía que la mayoria existimos y que muy pocos son los que viven.... ¡Qué razón tiene casi siempre el tío Oscar, ese entrañable mariconazo víctima del puritanismo victoriano, uno de los espíritus libres más agudos que en el mundo han sido, que sin embargo se mantiene, pese a estar muerto y enterrado, muy vivo, vivito y coleando todavía!
La vida debe ser vida, sea esto lo que sea. Para que sea así, lo esencial es que no se la cuantifique, que no se la considere tiempo ni breve ni largo, ni mucho ni poco, que no se temporalice, y ya que 'time is money' en la lengua del Imperio ('el tiempo es dinero', 'oro' decimos nosotros, si se me permite, que no se mercantilice, es decir, que no se prostituya en el mercado laboral del trabajo asalariado). O, por lo menos, que no lo haga mucho, que no se vuelva toda de oro como el rey Midas, o sea, mierda, porque 'time (and life) is money', sí, pero 'money is shit', ergo 'time (and life) is shit': silogismo impecable, razonamiento lógico.
En una carta fechada el 3 de agosto de 1878, el escritor francés Guy de Maupassant (1850-1893), considerado como uno de los grandes maestros del cuento de la literatura universal, le decía literalmente al novelista Gustave Flaubert: «Je ne comprends plus qu'un mot de la langue française, parce qu'il exprime le changement, la transformation éternelle des meilleures choses et la désillusion avec énergie: c'est "merde"». Lo que, traducido literalmente, quiere decir: “Ya no comprendo más que una palabra de la lengua francesa, porque expresa el cambio, la transformación eterna de las mejores cosas y la desilusión con energía: es "mierda"”.
miércoles, 21 de octubre de 2020
Una vida infernal (Acherusia uita)
domingo, 20 de septiembre de 2020
Reescribiendo el mito de Narciso
Un texto manuscrito en prosa del insigne e ingenioso poeta en lengua inglesa Oscar Wilde (1854-1900), titulado "The disciple" (El discípulo) reformula el antiguo mito de Narciso, dandole una vuelta de tuerca: el auténtico Narciso no será Narciso sino la fuente cristalina, que se contempla a sí misma y admira su propia belleza en las pupilas del muchacho que se ahogará en ella.
Oscar Wilde nos tiene acostumbrados a juegos de ingenio como este de El discípulo. En su única novela "El retrato de Dorian Gray", el personaje que ha sido retratado por el artista conserva la belleza de su juventud, mientras que es su retrato el que se desfigura y envejece. Aquí, en The disciple asistimos a una trasposición: Narciso es el espejo del agua cristalina en que se refleja el joven, y el espejo son las niñas de sus ojos, en las que naufraga su belleza.
When Narcissus died the pool of his pleasure changed from a cup of sweet waters into a cup of salt tears, and the Oreads came weeping through the woodland that they might sing to the pool and give it comfort.
Cuando Narciso murió, el remanso de agua de su complacencia se transformó de una copa de aguas dulces en una copa de lágrimas saladas, y las Oréades (1) vinieron llorando por los bosques a cantarle al remanso y a darle consuelo.
NOTA.- Las Oréades eran ninfas que se llamaban así porque custodiaban las grutas de los montes (ὄρος, oros, "monte" en griego). Una de las cuales fue Eco que, privada por la diosa Hera de la facultad de hablar, se limitaba sólo a repetir las últimas palabras que oía. La oréade se enamoró de Narciso, que la rechazó, como a todos sus pretendientes, dejándose ella morir petrificada de tristeza.
And when they saw that the pool had changed from a cup of sweet waters into a cup of salt tears, they loosened the green tresses of their hair and cried to the pool and said, `We do not wonder that you should mourn in this manner for Narcissus, so beautiful was he.'
Y cuando vieron que el lago se había convertido de una copa de agua dulce en una copa de lágrimas saladas, deshicieron los bucles verdes de su cabellera y le gritaron al lago y le dijeron: -No nos extraña que llores de ese modo por Narciso, tan hermoso como era.
`But was Narcissus beautiful?' said the pool.
-¿Pero Narciso era hermoso?, dijo el remanso de agua.
`Who should know that better than you?' answered the Oreads. `Us did he ever pass by, but you he sought for, and would lie on your banks and look down at you, and in the mirror of your waters he would mirror his own beauty.'
-¿Quién mejor que tú puede saberlo?
-respondieron las Oréades. -A nosotras siempre nos desdeñó, pero a ti te cortejaba, y se tumbaba sobre tus orillas y bajaba su vista a ti, y en el espejo de tus aguas contemplaba su propia belleza.
And the pool answered, `But I loved Narcissus because, as he lay on my banks and looked down at me, in the mirror of his eyes I saw ever my own beauty mirrored.'
Y el lago contestó: -Pero yo amaba a Narciso porque, cuando se tumbaba sobre mis orillas y bajaba su vista a mí, en el espejo de sus ojos veía siempre yo mi propia belleza reflejada.