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martes, 18 de enero de 2022

Se mata lo que se ama

    La actriz Jeanne Moreau cantaba en la película Querelle (1982) de Reiner Wender Fassbinder, basada en la novela homónima de Jean Genet, un fragmento de la Balada de la cárcel del Reading del genial Oscar Wilde. Eran estas tres estrofas:


Yet each man kills the thing he loves,
By each let this be heard;
Some do it with a bitter look,
Some with a flattering word;
The coward does it with a kiss,
The brave man with a sword!

Some kill their love when they are young,
And some when they are old;
Some strangle with the hands of Lust,
Some with the hands of Gold:
The kindest use a knife because
The dead so soon grow cold.

Some love too little, some too long,
Some sell, and others buy;
Some do the deed with many tears,
And some without a sigh:
For each man kills the thing he loves,
Yet each man does not die.


Que dicen más o menos esto:

Y todos matan lo que aman,
que lo oiga todo el mundo;
unos con la mirada
amarga,
otros con un piropo,
lo hace el cobarde con
un beso,
y el que es valiente a espada.

Su amor lo matan mozos unos
y cuando viejos otros:
con manos unos de lujuria
lo ahogan, y otros de oro;
usa el mejor la daga, pues
se enfría el muerto pronto.

Mucho aman unos, otros poco,
vende uno y compra otro;
 
con mucho llanto matan unos
y otros sin un sollozo:
y aunque lo que aman matan todos,
no dan la muerte a todos.


    El tío Oscar, en efecto, nos narra en la larga
Balada de la cárcel del Reading (1896) cómo un hombre tenía sangre y vino en sus manos: había asesinado a la mujer que amaba. Este hombre había sido condenado a la horca por asesinato, por lo que hoy llamaríamos violencia de género con una simplificación estúpida. “Matado había lo que amaba / e iba a morir por eso”. Sin embargo, como razona la balada, todos los hombres hacen, hacemos, lo mismo de alguna forma y no somos condenados a muerte por ello. Este es el mensaje: Cada hombre mata la cosa que ama: Cada uno mata el objeto de su amor, sea cosa o sea persona: Cada hombre mata el amor que siente cuando reconoce el amor que siente, cuando declara solemnemente que lo que siente es amor y pronuncia la fórmula sacramental "te quiero", y le pone nombre, una etiqueta, a sus sentimientos nunca antes experimentados con tanta intensidad. 


    Para mí es la reflexión más importante que inspira la balada: algo que va más allá del tópico "la maté porque era mía", pero que profundiza en él: matamos todo aquello que amamos porque somos incapaces de quererlo en libertad. No podemos gozar de aquello que poseemos: la posesión mata el goce. 

    Como dicen que le dijo Rousseau a Madame de Houdetot: "Si vos llegáis a ser mía, voy a perderos, precisamente porque luego os poseeré a vos, a quien adoro".

    La declaración solemne de un sentimiento mata el sentimiento. Tal vez era eso lo que quería decir la mítica canción de Joy Division: "Love will tear us apart" (El amor nos desgarrará) Que concluía con aquella reflexión: Love, love will tear us apart again. El amor nos separará de nuevo. No es la muerte lo que va a separarnos, sino el amor.