La actriz Jeanne Moreau cantaba en la película Querelle (1982) de Reiner Wender Fassbinder, basada en la novela homónima de Jean Genet, un fragmento de la Balada de la cárcel del Reading del genial Oscar Wilde. Eran estas tres estrofas:
Yet
each man kills the thing he loves,
By each let this be heard;
Some
do it with a bitter look,
Some with a flattering word;
The
coward does it with a kiss,
The brave man with a sword!
Some
kill their love when they are young,
And
some when they are old;
Some
strangle with the hands of Lust,
Some
with the hands of Gold:
The
kindest use a knife because
The
dead so soon grow cold.
Some
love too little, some too long,
Some
sell, and others buy;
Some
do the deed with many tears,
And
some without a sigh:
For
each man kills the thing he loves,
Yet
each man does not die.
Que
dicen más o menos esto:
Y
todos matan lo que aman,
que
lo oiga todo el mundo;
unos con la mirada
amarga,
otros
con un piropo,
lo hace el cobarde con un
beso,
y el que es valiente a espada.
Su
amor lo matan mozos unos
y cuando viejos otros:
con manos unos
de lujuria
lo ahogan, y otros de oro;
usa el mejor la daga,
pues
se enfría el muerto pronto.
Mucho
aman unos, otros poco,
vende uno y compra otro;
con
mucho llanto matan unos
y otros sin un sollozo:
y aunque lo que
aman matan todos,
no dan la muerte a todos.
El
tío Oscar, en efecto, nos narra en la larga Balada
de la cárcel del Reading (1896) cómo
un hombre tenía sangre y vino en sus manos: había asesinado a la
mujer que amaba. Este hombre había sido condenado a la horca por
asesinato, por lo que hoy llamaríamos violencia de género con una
simplificación estúpida. “Matado había lo que amaba / e iba a
morir por eso”. Sin embargo, como razona la balada, todos los
hombres hacen, hacemos, lo mismo de alguna forma y no somos
condenados a muerte por ello.
Este es el mensaje: Cada hombre mata la cosa que ama: Cada uno mata el objeto
de su amor, sea cosa o sea persona: Cada hombre mata el amor que
siente cuando reconoce el amor que siente, cuando declara solemnemente que lo que
siente es amor y pronuncia la fórmula sacramental "te quiero", y le pone nombre, una etiqueta, a sus sentimientos
nunca antes experimentados con tanta intensidad.
Como dicen que le dijo Rousseau a Madame de Houdetot: "Si vos llegáis a ser mía, voy a perderos, precisamente porque luego os poseeré a vos, a quien adoro".
La declaración solemne de un sentimiento mata el sentimiento. Tal vez era eso lo que quería decir la mítica canción de Joy Division: "Love will tear us apart" (El amor nos desgarrará) Que concluía con aquella reflexión: Love, love will tear us apart again. El amor nos separará de nuevo. No es la muerte lo que va a separarnos, sino el amor.