domingo, 23 de julio de 2023

¿Qué pinta un negro en la Casa Blanca?

    La llegada de Barack Obama (2009-2017) a la Casa Blanca supuso, para algunos, un hito sin precedentes en la historia de los United States y de la Humanidad, que es la historia de la dominación del hombre por el hombre. Algunos creyeron que eso era un considerable progreso en el camino hacia la libertad. Era, en efecto, un progreso, un paso ('-greso') hacia delante ('pro-') sí, pero en el sentido, contrario, en el afianzamiento del dominio del Estado y el Mercado sobre la gente. Me explicaré.

   Podía haber llegado Hillary antes que él, y habría sido otro hito: una mujer, por primera vez, en la Casa Blanca no como primera dama, sino como presidenta... Pero los americanos prefirieron darle el cheque en blanco de su voto a un hombre, aunque de raza negra, que a una mujer aunque de raza blanca. Quizá dentro de una legislatura llegue una mujer negra a la Casa Blanca por primera vez en la historia. Y ¿qué? No significaría más que otro paso adelante, otro progreso en la misma senda del dominio del hombre por el hombre.

   El único cambio posible y deseable sería que ningún inquilino ocupara la Casa Blanca y que se convirtiera, por ejemplo, en una mansión desocupada y abandonada o en un museo de los horrores donde los visitantes pudieran comprender lo que significaba el bipartidismo y la alternancia de los presidentes en el Poder en una época en que los hombres creían que porque un hombre negro pudiera llegar a ser presidente de su país eran más libres, y no se daban cuenta de que quien gobernaba auténticamente no era el presidente sino la economía, ni siquiera la política, siempre subordinada al dinero, es decir, la ley de la jungla del mercado capitalista, y que los presidentes y las presidentas, demócratas y republicanos, de izquierdas o de derechas, no eran más que meros títeres del Capital, de ese dios en quien dicen creer los norteamericanos, cuya epifanía es el dólar, el dios en el que depositan su fe.

   Demócratas y republicanos se alternan en Estados Unidos, igual que liberales y conservadores en el Reino Unido, o socialistas y populares en el reino de España. Izquierdas y derechas son las dos manos financiadas por el Capital, que es ambidiestro, así que su función es perpetuarse hasta el infinito alternándose y sucediéndose impunemente en el Poder.

   Obama fue elegido presidente por la gracia de ese Dios que es ahora el pueblo a través del sufragio universal. Su nombre sonaba a góspel, a espiritual negro, a aleluya. Decían las ingenuas y cándidas almas que hiciera lo que hiciese Obama ya había hecho bastante porque el solo hecho de su elección había cambiado el mundo y abierto una puerta a la esperanza de todos los oprimidos del planeta, como si se hubiera cumplido el sueño aquel que había tenido Martin Luther King de que la humanidad se libraba al fin de sus cadenas seculares. 

    No se daban cuenta entonces de que el tan cacareado cambio no era más que un recambio: había quedado vacante por exigencias del propio sistema democrático de dominio vigente el puesto de presidente del gobierno de los United States, la Casa Blanca, para entendernos, y fue convenientemente cubierto tras pública subasta, refrendado por la mayoría que respaldaba así la secularización del Capital. A rey o emperador muerto, rey o emperador puesto, como dice el pueblo, ese gran desengañado.

   La victoria de Obama no fue la victoria del pueblo llano, sino la del Estado que se impone y oprime a los de abajo, a los que precisamente lo elevaron a los altares. Fue la victoria del omnipotente Capital que había optado por apoyar a un hombre negro para granjearse la simpatía de la mayoría democrática de la población.

    Obama suena a “Hosanna en el Cielo; / bendito el que viene en nombre del Señor”. Ya sabemos quién es ese Señor que se cree todopoderoso. Algunos vieron en este hombre que se instaló en la Casa Blanca un nuevo Mesías que redimiría a los United States, y en el colmo de los colmos le otorgaron el Premio Nobel de la Paz, a él, que gobernó dos mandatos enteros sin cerrar nunca las puertas  del templo de Jano. Necesitaban agarrarse al clavo ardiendo de la esperanza en el cambio: al final llegó el desencanto del desengaño. Fueron necesarias dos legislaturas para comprobar que no había cambiado nada sustancial. ¿Qué pintaba un negro en la Casa Blanca? Nada que no fuera lo mismo que un blanco.

sábado, 22 de julio de 2023

Doce años después

 
    Merece la pena leer a Ana Iris Simón, que nos ha regalado una hermosa carta publicada en la prensa a un joven indignado quincemayista, escrita desde 2023, que es una preciosa reflexión sobre el 15M doce años después: "Una década más tarde seguimos siendo mercancía en manos de políticos y banqueros y siguen mandando los mercados (...) nadie habla ya del pueblo contra la casta ni de los de abajo contra los de arriba, sino de fascistas y socialcomunistas. Daría miedo en vez de pena si no fuera porque ninguno de los dos existe más que en la imaginación y la retórica de su contrario".  Nos recuerda al italiano Diego Fusaro,  que señala como características de la política europea moderna: el antifascismo en ausencia de fascismo y el anticomunismo en ausencia de comunismo, lo que supone la estupidez al servicio del capital financiero.
 
    Anna Iris le recuerda al indignado veinteañero que el grito que coreaba en la plaza sigue vigente: "PSOE, PP, la misma mierda es". Y le da la razón, y critica a uno de los líderes de aquel movimiento, cuyo nombre propio omito como de costumbre por delicadeza, que criticaba a la casta política, y que repetía aquello de Isabel Escudero que tantas veces soltamos por aquí: "Ni derecha ni izquierda / entre arriba y abajo / está la pelea". Pues bien aquel líder acabó convirtiéndose en casta política, vicepresidente segundo del gobierno más progresista de las Españas y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, y acabó diciendo, en el colmo del más hipócrita de los cinismos, que "olían parecido (PP y PSOE), pero era mierda distinta".
 
     Un vídeo de Ana Iris Simón se ha hecho viral ante el presidente del gobierno hablando de la España vaciada de su infancia en el pueblo de Ontígola (Toledo) que retrata en Feria.
 

viernes, 21 de julio de 2023

El espacio, el tiempo y yo.

       Leyendo “Feria” (2020), la novela con la que Ana Iris Simón dio el campanazo hace un par de años, recuperando su infancia y la España rural ahora vaciada, me sorprendió este recuerdo infantil de la autora que, viendo el vídeo de la boda de sus padres, le pregunta a su padre (págs. 40 y 41) dónde estaba ella, que no aparece: 
 
    Me gustaban mucho los efectos del caleidoscopio y los filtros de colores con los que había editado el vídeo el de Pacheco, la tienda de fotos de mi pueblo, y también las hombreras y los encajes del vestido de novia de la Ana Mari. Más de una vez les reproché a mis padres -a mi padre y a la Ana Mari- que no me hubieran esperado, que me hubieran excluido de algo tan importante, a lo que mi padre siempre me respondía que no sabían que yo iba a llegar ni que cuando llegara me iba a apetecer tanto haber ido a su boda.
 
    Entonces yo le preguntaba que dónde estaba yo en su boda y él me decía que no existía y yo le respondía con otra pregunta, la de dónde estaban los niños antes de existir. 
 
 
    Él me decía que en ninguna parte, que no existían, que no eran. Yo aseguraba que eso era imposible porque cuando me quedaba embobada y él me preguntaba que en qué pensaba y yo respondía que “en nada” él me decía que en nada no se podía pensar. (…) El caso es que si la nada no se podía pensar era porque no existía y si no existía, ¿cómo iban a ser nada los niños antes de nacer? 
 
    La pregunta de la niña Ana Iris sigue viva e hiriéndonos en lo más hondo, porque la respuesta que le da su padre, que simboliza lo que le dice la sociedad adulta al niño que mata con la respuesta, no resuelve el interrogante, siempre vivo, ni satisface la inagotable curiosidad infantil.

    Por eso puede hacerse esa pregunta cualquiera, niño o adulto: ¿Dónde estaba yo cuando aún no había nacido? Y usando los tiempos futuros de nuestro verbo: ¿Dónde estaré yo cuando ya no esté? Y las preguntas siguen vivas, sin respuesta que valga. La pregunta con el verbo en presente -¿Dónde estoy?- no tiene mucho sentido. Se responde sola: aquí y ahora. Yo estoy aquí y ahora, vivo siempre. El pasado y el futuro son solo trampantojos, espejos cóncavos que deforman la realidad configurándola.  

jueves, 20 de julio de 2023

Riestra de breve mensajería

El contrato laboral fijo-discontinuo encubre un concepto contradictorio que sirve tanto para el trabajador como para el parado temporales y oculta el desempleo.

 Han cargado intencionadamente el término 'progresista' de valor positivo, como si todo lo que progresa fuese bueno o como si fuese bueno que todo progresara.

 La candidata de Caminando Juntos inicia la campaña electoral en un burdel granadino, lugar habitual para políticos, fomentando el empoderamiento de las putas.

 

 Hay gente tan influenciable que se pone a sudar la gota gorda con solo oír la mención de la ola de calor infernal que nos achicharra, como pasaba con el virus.

 Dada la emergencia climática, la situación está fuera de control. Hoy más calor que ayer y menos que mañana. Si quieres salvar el pellejo, quédate en tu casa.

 Para mantener su hegemonía mundial, el tío Sam utiliza un instrumento que tiene un alcance global: crea crisis económicas, sanitarias, militares, ambientales... 

 

 Inventarán más crisis como la del 11S contra el Medio Oriente y el terrorismo, la financiera de 2008, la sanitaria de 2019 y ahora la guerra contra Rusia.

 El Amo de las Barras y Estrellas, una vez declarada la emergencia de las crisis, se presenta como el único actor capaz de salvarnos ofreciéndonos su solución.

 Lo más sospechoso de las soluciones, escribió Ferlosio, es que se las encuentra siempre que se quiere, a veces, digo yo, antes que se planteen los problemas.

 

 La crisis ambiental del calentamiento global del planeta producida por el cambio climático se encuentra actualmente en la agenda de cualquier país occidental.

 Dos fantasmas recorren el viejo continente: el fascismo y el comunismo; mientras los europeos luchan inútilmente contra uno y otro, triunfa allí el capitalismo.

 USA nos usa a los europeos de la Unión en general y a los españoles en particular para luchar con la ayuda a Ucrania en su particular guerra santa contra Rusia.

 

 Sin sacar una crisis de la manga por arte de magia o fabricarla adrede no puede declararse una emergencia, y sin emergencia no puede imponerse ninguna solución.

 Funcionó con la pandemia, está funcionando con la guerra de Rusia y funcionará con el cambio climático creado para la transición energética mediante propaganda.

 Teóricos de la conspiración son los que organizan y llevan a cabo -o implementan, como les gusta decir- conspiraciones, no aquellos que tratan de alertarnos.

 

 Los turistas se autorretratan sonriendo ante el Coliseo, el Cañón del Colorado, las pirámides de Egipto... para documentar que están allí con prueba fehaciente.

 Pocos quieren la libertad, escribió Salustio, la mayoría sólo quiere jefes justos (humanitarios, diríamos, que hagan humana y humanicen la inhumana esclavitud).

 Algunos tienen la piel que recubre su cuerpo tatuada como los frescos que decoran el techo de la capilla sixtina, son pinturas andantes con tintes coloridos.

 

miércoles, 19 de julio de 2023

A toro pasado

    Volvamos, ahora que ha pasado todo, un poco la vista atrás, a toro pasado, como dicen los taurinos. Si alguien se resistía a creer que fuera contagioso en acto, y podía serlo de hecho y no tener ningún síntoma porque se había creado la entelequia de 'enfermo asintomático', o en potencia aristotélica, daba igual, te decían: Actúa como si lo fueras. No nos decían “Actúa como si tuvieras sentido común”, porque de lo que se trataba era de privarnos de la comunidad y del común sentido. 
 
 
    Nos decían, por ejemplo en este significativo anuncio del NHS, el Sistema de Salud Nacional británico, el equivalente de nuestra Seguridad Social: Act like you've got it. (Actúa como si lo hubieras pillado, como si lo tuvieras -se sobreentiende el virus-). Anyone can spread it. (Cualquiera puede propagarlo) Stick to the rules to stop the spread. (Aférrate a las normas para detener la propagación). Y a continuación las tres reglas: STAY HOME (Quédate en casa), PROTECT THE NHS (Protege el Sistema de Salud Nacional, en el colmo del enrevesamiento, porque nos están diciendo que no acudamos a los hospitales a colapsarlos, cuando se supone que es el NHS o la SS y los propios hospitales los que deberían protegernos a nosotros), SAVE LIVES (Salva vidas). 
 
    La imagen, por otra parte, dice sin palabras mucho también: un rostro enmascarado tras una pantalla protectora y una inevitablemente obligatoria mascareta.
 
    Analicemos a toro pasado también esta infografía terrorífica que he podido fotografiar en el servicio de Urgencias del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander (Cantabria, España), recientemente, cuando ya ni siquiera es obligatoria la última de las reglas: la mascareta que muchos sanitarios temerosos del contagio portaban todavía sin embargo.


    La infografía o diagrama visual informativo viene firmada por el Gobierno de Cantabria, pero pertenece  a la Consejería de Salud del Gobierno del Principado de las Asturias. 

    Analicemos en primer lugar la pregunta maliciosa que dice: ¿Por qué no debes quedar con tanta gente? Tras el signo de interrogación se oculta la orden de que debes reducir tus contactos, porque es la única manera de reducir los contagios. Nótese cómo se equiparan torticeramente contactos y contagios: ¿Cómo disminuyen los contagios según tu número de contactos? La infografía parte de la premisa de que el individuo de la izquierda, que representa a cualquiera de nosotros porque nadie está libre de pecado está contagiado y por lo tanto es contagioso, y de que ese individuo puede ser cualquiera de nosotros, un asesino en potencia, pese al sentido común que sugiere que sólo puede ser contagioso un contacto... contagiado (y eso no siempre). 
 
 oOOo
 
 
     Una persona que no reduce sus contactos y sigue haciendo vida normal como si nada, se convierte en lo que se llamó un supercontagiador que contagia en 5 días “a menos de 3 personas”, es decir, a 2,5 ó dos y media -con el delirio matemático del concepto inconcebible de 0,5 ó "media persona"-, y en un mes “a 406 personas” enteras exactamente, una barbaridad. 
 
   oOOo
 
 
     Si esa misma persona contagiosa reduce sus contactos a la mitad, contagia en 5 días “a menos de 2 personas”, o sea, según la ilustración gráfica, a una y media, y en un mes a 15 personas. 
 
oOOo 

 
   Si esa persona reduce sus contactos a la cuarta parte, contagia en 5 días “a menos de 1 persona”, según el dibujito, a media persona, si eso tiene algún sentido, que no lo tiene, y en un mes a 2 personas (en la ilustración gráfica a 2,5 o sea dos y media). 
 
 oOOo
 
    A buen entendedor, nos decían... Si reducimos nuestros contactos al cien por cien, es decir, si no tenemos contacto más que con nosotros mismos porque nos aislamos como si fuéramos ermitaños, no contagiamos a nadie, pero como se supone que estamos contagiados, enfermos que somos todos y cada uno, ya sea sintomáticos o asintomáticos, y que debemos permanecer en casa y no colapsar los hospitales y contagiar a los sufridos sanitarios... moriremos como perros abandonados y sarnosos.

    De eso se trataba probablemente, de que no quedáramos con tanta gente. No de que no contagiáramos a nadie, si no de que redujéramos tanto nuestros contactos que no hiciésemos ninguna vida social, que dejáramos de ser un animal social o zóon politikón, como nos definió Aristóteles, y que nos muriéramos de asco y soledad, a no ser que recurriéramos a las nuevas tecnologías de la comunicación y la información y aumentáramos, como por arte de magia y sin ningún riesgo de contagio viral, aunque sí para nuestra salud mental, el número de nuestro contactos virtuales por teléfono y videoconferencia, porque las relaciones digitales, fingiendo que nos unen, nos aíslan más de lo que estamos.

martes, 18 de julio de 2023

El baile de las olas (y II)

-La ola de calor que nos invade. El caso es que, una vez normalizado el destape y 'gripalizado', Sánchez dixit, el coronavirus, tocaba hablar del tiempo atmosférico y del clima y la consiguiente crisis climática producida por el (re)calentamiento global del planeta, ese socorrido tópico o lugar común al que se recurre como tema de conversación en los ascensores cuando uno no sabe de qué hablar con los extraños que coinciden en tan reducido y claustrofóbico recinto montacargas.    

    Y llegan así las olas de frío polar en el invierno, y las de calor extremo en el verano. Y a estas oleadas también se les pone nombre propio, para lo que se echa mano del acervo mitológico grecorromano. Por ejemplo: El anticiclón Cérbero -nombre mítico del cancerbero, el perro guardián del averno, el mostro tricefálico que aparecía en el infierno de la Divina Comedia de Dante- no es nada en comparación con lo que vendrá después. Él es el portero, detrás de él, la mansión infernal de Hades, o, en el imaginario popular, las calderas de Pedro Botero.

Hércules y el Cancerbero, Francisco de Zurbarán (1634)
 

    Se esperan, están pronosticados, 48 grados en algunos puntos de Italia. Olas terroríficas de calor extremo asolarán, están asolando ya, el sur de Europa y el noroeste de África. Está a la vuelta de la esquina que las temperaturas batan récords superiores a los 40 grados. España ha sido y será azotada durante días con temperaturas de hasta 45°C y durante la noche en gran parte del país no bajará de los 25°C, por lo que no se podrá dormir. 

     Y llegando al colmo de los colmos, una imagen de satélite captada por la misión Copernicus Sentinel reveló que la temperatura terrestre en la región de Extremadura había alcanzado los 60 grados.

 

    Las previsiones meteorológicas son infernales. Se intensifican las temperaturas... Los mapas meteorológicos se pintan de rojo fuego, se rompen los termómetros: Los meteorólogos/futurólogos italianos advierten que la próxima ola o tsunami de calor, llamada Caronte, en honor al barquero que traslada las ánimas de los difuntos a través de la laguna estigia al averno donde no vuelan los pájaros, elevará las temperaturas a 43 grados en Roma y 47 grados en la isla de Cerdeña. Las calderas infernales están preparadas. Los meteorólogos han sustituido a los virólogos en su papel de sembradores de pánico. 

 

 La barca de Caronte, José Benlliure (1909)

   Noticia terrorista: 'El anticiclón Caronte podría subir el termómetro a 48C/118F a medida que se intensifica la ola de calor en el Mediterráneo' (The Guardian). (16 de julio 2013) Más titulares frescos de otros medios: De España a Texas: cientos de millones de personas 'abrasadas' por el calor extremo; El calor y la contaminación vuelven al polen más agresivo y provocan un repunte de alergias; España es un horno: 15 grados por encima de lo 'normal'...

     Y, claro, gobiernos, agencias meteorológicas y periodistas terroristas nos informan de las alertas de salud emitidas mientras el calor abrasador abrasa, valga la redundancia, el sur de Europa, sobre todo a los países PIGS -cerdos en la lengua del Imperio- Portugal, Italia, Grecia y Spaña, que son por otra parte los preferidos por los turistas nórdicos que buscan el sol para salir de su largo y gélido invierno contumaz, como sugirió Bob Moran en plena pandemia, cuando iban buscando con su mascareta y su pasaporte sanitario de haberse inoculado el Sur. 

 

(Oh, por supuesto, cumplimos con todo porque solo queremos poder ir a un lugar cálido).
 
   Pero, si bien nos amenazan con las olas futuras e inminentes de calor, la amenaza no surte mucho efecto si no nos traen a la memoria también el pasado: la ola de calor extremo del año pasado, afirma taxativamente ahora uno de los periódicos más terroríficos y serios del mundo, el mencionado The Guardian, mató a más de 60 mil personas, exactamente 61.672 más de la cuenta, en una tasa de sobremortalidad inédita que se achaca al cambio climático de origen antropogénico, según descubrieron los científicos, en un desastre que se volvió más mortal debido a los gases de efecto invernadero que cuecen el planeta (sic), por lo que la ola de calor que nos invade y nos inunda puede matar a otras tantas personas por lo menos si no tomamos las debidas precauciones. El virus mata, la calor también. 
 
    ¿No será que lo que nos está matando, me pregunto yo, más que la calor y el virus, es la información desquiciada que se siembra para ocultar las cosas que pasan y para que cunda el pánico advirtiéndonos de estos peligrosos cocos inminentes a fin de que veamos cómo mira por nosotros y se preocupa de nuestra salud el Estado terapéutico?

lunes, 17 de julio de 2023

El baile de las olas (I)

    Metáfora es término griego cuya traducción latina equivalente sería translatio, o si se prefiere, traslación, o, más sencillo, traslado. No es solo una figura literaria propia de vates líricos que se transponen con sus hallazgos poéticos, sino, sobre todo, un recurso retórico que puede llegar a condicionar nuestro pensamiento y nuestra visión, que es interpretación, de la realidad, utilizado ampliamente por los medios de (in)formación de masas, mal llamados de comunicación, pues su función es formarnos como masas de individuos personales, para masificarnos, pero no comunicarnos. 
 
    Una de estas metáforas que piensan por nosotros o que nos piensa, según la afortunada denominación de Emmanuel Lizcano, y de las más recurrentes de estos últimos años es la del baile de las olas. 
 
La ola gigante de la costa de Kanagawa, Katsushika Hokusai
 
     Se me ocurren, así a bote pronto, tres ejemplos del metafórico va y ven marino de las olas: 
 
-La ola de pornografía que nos invade. Cuando desapareció la censura en el viejo régimen, moribundo ya el decrépito dictador nacional-católico, salieron a relucir tetas y culos por doquier que habían estado pudorosamente velados hasta entonces y a vislumbrarse incluso algún que otro coño velludo -donde hay pelo hay alegría, dice el refrán taurino que la gente aplica a sus intimidades-, aunque pronto comenzara la moda de la depilación, en revistas satinadas a todo color y películas. Se conoce aquella época como la del destape o descubrimiento de lo que había estado hasta entonces censurado.
 
    Se hizo proverbial durante la transacción -perdón, quiero decir transición- la expresión “ola de pornografía (y erotismo) que nos invade”, convirtiéndose la metáfora en el cliché de una frase hecha y formularia. 
 
Portada de la revista Interviú, septiembre 1976
 
     Las frases hechas son un buen recurso periodístico, un comodín que sirve tanto para remendar un roto como un descosido. Otro ejemplo de estas frases que comenzó a aparecer por entonces fue la también socorrida “crisis de la economía mundial”, que venía a justificar el colapso de la economía nacional convirtiéndola en internacional, o global, como prefieren los anglófilos; había crisis dentro porque también fuera la había. 
 
-La ola de virus que nos invade. Durante la pandemia se usó y abusó también de las olas como metáfora. Se hablaba de la llegada de olas víricas tanto pasadas como futuras con un ordinal delante: primera, segunda, tercera ola... Al final uno perdía la cuenta y ya no sabía si seguíamos en la cuarta ola coronavírica o ya nos había inundado la quinta haciéndose viral... 
 
    He aquí un titular periodístico terrorista recogido al azar de aquellos años tan convulsos: El covid entra en su tercer año de pandemia con la amenaza de nuevas variantes de coronavirus y la previsión de una nueva ola. 
 

      Las olas de virus coronado eran mortales, a diferencia de las olas de erotismo y pornografía que, como mucho, podían hacer que algún adolescente pajillero se "matara a pajas", y según la iglesia pecara de onanismo, o, según la ciencia de aquel entonces, se quedara ciego, tuberculoso, tonto, impotente y le salieran granos en la cara, contrayendo un sinfín de enfermedades a fuerza de masturbaciones, pero nada más.
 
    Como perdíamos la cuenta de las olas con los numerales, periodistas, políticos y virólogos decidieron ponerles como nombres propios las letras del alfabeto griego: delta, ómicron... Y como el virus originario mutaba como Proteo y no se dejaba nunca secuenciar ni atrapar y generaba variantes y subvariantes en las sucesivas oleadas, se recurrió a nombres propios que infundieran terror, como, por ejemplo, Kraken, un mostro marino con forma de calamar gigantesco de la mitología nórdica que hacía naufragar a las naves, y para infundir más terror aún se aplicaban denominaciones más científicas e incomprensibles para el vulgo con letras y números como: Kraken XBB.5.1 se ha extendido por el noreste de EE.UU, cuya función es describir una realidad que al mismo tiempo se estaba inventando y pergeñando.

domingo, 16 de julio de 2023

Más leña al fuego (para que más arda)

 Nuestro gobierno, que es el más progresista de cuantos hemos sufrido a lo largo de toda la historia, se apunta pronto el primero, a la guerra y tomando la delantera, va a desplegar en misión militar novecientos cincuenta nuevos soldados allá, en Eslovaquia y en Rumanía, en las inmediaciones de Ucrania, de Rusia y de la Bielorrusia, recrudeciendo la guerra, en vez de enfriar el conflicto y promover la negociación. 
 

 
 La atlántica alianza echa al fuego más leña a fin de que más se enardezca y arda, enviando más cada vez armamento y más tropas, multiplicando el riesgo de conflagración que resulte guerra mundial que será nuclear. 
 
El títere se halla solo, perdido como un convidado de piedra en ajena fiesta, fuera de sitio con los mandamases que poco mandan si no es lo que está mandado, luciendo vistosos trajes, sonriendo y charlando entre ellos.
 
 
 Él, taciturno, va disfrazado con burdo atuendo guerrero, creyendo que hace favor a su pueblo enviando tropas al frente, carne que son de cañón, a matar y morir por la patria, y a derramar por la idea la sangre, maldita que sea. 
 
¿No sospecha que es marioneta del imperialismo yanqui de rostro humanitario, trágico tonto, cómico útil que ignora que sirve al peor de los amos?
 

sábado, 15 de julio de 2023

Transición Ecológica

    La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de las Españas, ahí es nada el titulito del cargo ministerial, cuyo nombre propio omito por delicadeza como de costumbre, ha sido objeto de la sátira mordaz de un programa de la televisión australiana, que la pone como ejemplo de hipocresía climática porque llega en bicicleta, promoviendo el ejemplo de su uso, a un encuentro de los ministros de medioambiente y energía de la Unión Europea que previamente había organizado en Valladolid, pero sólo lo hace cien metros antes de la sede donde se celebra el evento...
 
 
   
     Se dijo, y la televisión australiana recoge el bulo, que previamente había viajado de la capital del reino a la del Pisuerga en un jet -se supone que en un Falcon que se había visto merodeando por los cielos vallisoletanos. Su Ministerio tuvo que desmentir enseguida que hubiera utilizado un Falcon para trasladarse a Valladolid, que no llega a distar doscientos quilómetros de la capital del reino, diciendo que utilizó el AVE, el tren de Alta Velocidad Española, que hace ese recorrido en una hora escasa. Eso fue el 9 de julio, pero dos días después, el 11 de julio, el Ministerio se desdijo y admitió que la vicepresidenta tercera había viajado en coche a Valladolid, pero el resto de la delegación lo había hecho en tren, que es más ecológico.
  
    El postureo de la vicepresidenta tercera y patatín y patatán del gobierno de las Españas  resulta hiriente e insultante: hizo acto de presencia montada a lomos de una flamante bicicleta eléctrica, que habían sacado del coche oficial, sin casco, luciendo sus cabellos  al viento,  siendo precedida y seguida por sendos coches oficiales. 
 
 
    El hecho de haber viajado con varios autos oficiales -se supone que eléctricos- hasta Valladolid para luego hacer un recorrido de unos metros en bicicleta y predicar con el ejemplo, resulta bastante hipócrita como dice el locutor australiano, sobre todo cuando en esa reunión, la ministra apremió a los veintisiete a llegar a un acuerdo «cuanto antes» respecto a la propuesta de normativa “Euro7”, dirigida a la descarbonización del sector automovilístico. Entiendo yo que se refiere con lo de “descarbonización” a la sustitución de los viejos autos por automóviles eléctricos,  la reconversión del viejo parque automovilístico. O como dice su Ministerio: Estrategia a largo plazo para una economía española, moderna, competitiva y climáticamente neutra en 2050. Transición ecológica que no es más que transición económica -que no quiere decir "barata" precisamente, sino impuesta por el Mercado.
 
 
    Además, la bicicleta es más ecológica que el automóvil, por supuesto, pero la bicicleta de toda la vida, impulsada por el propio pedaleo, no la que necesita energía eléctrica para moverse... 
 
 
     No se puede pretender que la tomen a una en serio, cuando ni siquiera se la ve muy ducha en el manejo del velocípedo, pedaleando inútil- y patéticamente al revés, lo que demuestra que no utiliza ese medio de transporte a menudo. La Vicepresidenta tercera no entiende que "ofenda" utilizar la bicicleta para desplazarse. Yo creo que la que no ha entendido la cosa es ella: no ofende la bicicleta, lo que ofende es que ella haga una cosa y predique la contraria. Su intención de que se viera que predica con el ejemplo quedó empañada cuando algunos peatones grabaron el pedaleo de la ministra en sentido contrario al de la marcha precedido por un automóvil de su seguridad y seguido por un segundo coche del que una persona de su equipo, con medio cuerpo fuera de la ventanilla, grababa tan espectaculares imágenes.

viernes, 14 de julio de 2023

Una etimología discutida: religión.

    Se ha repetido y se repite hasta la saciedad que la etimología de religión es la acción de religare, religar, reunirse, volverse a unir (con la divinidad). Esta teoría, que es la más difundida en la actualidad, estaba representada por los autores cristianos Lactancio y Tertuliano en la antigüedad, que derivaban el término de 'ligare' (ligar, atar, unir), intensificado con el prefijo 're-'. Lactancio, por ejemplo,  defiende que la religión es un vínculo de piedad que nos religa a la divinidad: uinculo pietatis obstricti et religati sumus: con el vínculo de la piedad estamos sujetos y religados

 

    Pero el término religio es anterior al cristianismo y es, por lo tanto, pagano y, a la vez, latino en el sentido de que no tiene correspondencia exacta en ninguna de las otras lenguas indoeuropeas hermanas. 

    Si examinamos, como hace Benveniste, los usos antiguos del término “religio” y su adjetivo “religiosus”, vemos que el primero significa 'escrúpulo' y su adjetivo, por lo tanto, 'escrupuloso'.

    La acción de re-ligare es en latín re-ligatio (no re-ligio), paralelamente a como la acción de ob-ligare, que es otro compuesto del mismo verbo, es ob-ligatio, términos que hemos heredado ambos en castellano: religación y obligación.

    La etimología del término “religión” se discute desde la antigüedad. Los antiguos no se ponían de acuerdo, y los modernos seguimos estando divididos. En lo único que se ponen de acuerdo ambas explicaciones es en que el prefijo re- sirve para intensificar la acción del verbo en ambos casos. 

    Un romano culto como Cicerón nunca relacionó el término religio con ligare, sino con legere (recoger, de donde nos viene a nosotros 'leer' como cosecha de letras). Este es el texto de Cicerón (De natura deorum, 28, 72): "Por otra parte, a quienes volvían a tratar con diligencia (diligenter) y -por así decirlo- 'releían' (relegerent) todo lo referente al culto de los dioses, se les llamó 'religiosos' (religiosi), de 'releer' (relegendo) (como 'elegantes' de 'elegir', 'diligentes' de 'mostrar diligencia', porque en todas esas palabras se alberga el mismo sentido de 'recoger' que se halla presente en 'religioso' "(qui autem omnia quae ad cultum deorum pertinerent diligenter retractarent et tamquam relegerent, i sunt dicti religiosi ex relegendo, tamquam elegantes ex eligendo, tamquam ex diligendo diligentes, ex intellegendo intellegentes; his enim in uerbis omnibus inest uis legendi eadem quae in religioso).