sábado, 6 de agosto de 2022
Proxima Centauri
viernes, 5 de agosto de 2022
Nos amenazan
jueves, 4 de agosto de 2022
Varia variorum (Espectáculo de variedades III)
Alegato contra las personas mayores. Este alegato no va dirigido contra los ancianos, porque en realidad, benditos sean, son como niños, sino contra los adultos, es decir, contra aquellos seres humanos que han dejado atrás su infancia y su juventud, pisoteándola como Atila el rey de los hunos, y han alcanzado la meta de la madurez entrando por el aro de la sociedad organizada y establecida; contra aquellos que, dejando de ser incendiarios, se han convertido en bomberos de sus propios fuegos revolucionarios y ardores juveniles; contra aquellos que se han acomodado en el sistema; contra aquellos a los que sólo importa la cantidad y no la calidad, quienes para conocerte quieren saber cuánto ganas, porque ya no vale aquello de “tanto tienes, tanto vales” sino “sólo vales lo que ganas”; contra aquellos que se preocupan por las cifras y sólo entienden de números, es decir, de dinero; contra aquellos que han fraguado su personalidad, su persona, la máscara hipócrita del actor de teatro antiguo, sobre el asesinato del niño que fueron alguna vez y que era capaz de interesarse por cualquier cosa excepto por los números y las cifras, lo único que les preocupa ahora a ellos, los adultos, los adúlteros, los adulterados.
Sesentayochistas. Los jóvenes que se rebelaron en aquel mayo glorioso de 1968 en París no hicieron más que someterse a la ley de los mercados, plegarse al mercantilismo y a la mercantilización general del universo mundo. Todos -bureno, todos todos no, pero sí la inmensa mayoría- se han convertido en capitalistas y en gobernadores democráticamente electos que saben controlar a las mil maravillas el márketing electoral mediático. Los sesentayochistas son los viejos que detentan ahora el poder, malditos sean: reclamaron que la imaginación, o sea ellos, debía llegar al poder, y llegaron. Se olvidaron de muchas cosas por el camino, se olvidaron de que la imaginación debe rebelarse siempre contra el poder que la hace impotente.
La voz de los espíritus. En una sesión de espiritismo, el espíritu de un fallecido recientemente se comunica a través de un médium y proclama que los muertos somos nosotros.
Primaballerina en la Ópera de Breslavia, fotografía de Stefan Arczyński (1953)
Del arte contemporáneo. Resucitamos aquí el viejo debate entre los modernos y los antiguos en favor de los antiguos. No es verdad que, como dijo Duchamp, todo lo que se ponga en un museo, que es un espacio consagrado a las musas y por lo tanto a las artes, se convierta por arte de magia, valga la redundancia, en obra de arte, como tampoco es verdad la fórmula más chabacana y warholiana de que todo lo que hay en un supermercado, por ejemplo una lata de cerveza, pueda entrar en un museo y, por ende, convertirse en una obra de arte. La gente lo sabe. Los modernos críticos de arte, artistas frustrados, no quieren darse por enterados. El arte contemporáneo no merece por lo general el apelativo de “arte”: es basura abstracta, una mierda pinchada en un palo, pero no arte. No denominemos, pues, arte al arte contemporáneo. Atrevámonos a desengañarnos.
Gana la banca. La banca siempre gana. ¿Quién va a desbancarla? ¿Quién será el desbancador que desbanque a la banca? ¿Será el banquero el que gane el dinero de la banca? ¿Se producirá alguna vez la quiebra del sistema bancario usurero universal? ¿Lo verán mis ojos antes de que se los trague la negra tierra?
Desengaño. Shepard Frairey es el nombre propio del joven artista de segunda o tercera fila que realizó el cartel guarjoliano de Obama con la palabra “HOPE” que en la lengua del imperio significa “esperanza” en la campaña electoral, estampada bajo la efigie del futuro sheriff y mesías electo democráticamente. Pues bien, el creador de esa imagen lamenta ahora en unas declaraciones a la prensa algo que yo, que no me creo nada, ya dije en su momento: que el primer presidente negro de los Estados Unidos ha decepcionado a la juventud porque no ha luchado contra el status quo como prometió reiteradamente. Y es que el tan prometido y cacareado cambio (CHANGE, en la jerga imperial) no era más que un recambio en el poder para que todo siguiera, si no iba a peor, por lo menos igual de mal. Más vale tarde que nunca. El desengaño, digo.
¿Cada uno es cada uno? Nos dicen que cada uno es cada uno, y es mentira. Nos falta mucho y nos sobra mucho para ser el que somos, para ser cada uno. Por eso, porque cada uno no es cada uno, no hay manera de contarnos ni puede haber una mayoría que se haga pasar por el conjunto totalitario de todos.
Horrores televisados. Las imágenes vistas a través de la pequeña pantalla estupefaciente nos ayudan a asimilar la represión, el dolor y el sufrimiento propios y ajenos, desposeyéndonos de sentimientos. El primer gran reality show bélico fue la masacre de Golfo Pérsico en el año 1991, cuando por primera vez asistíamos desde las butacas de nuestros comedores a las imágenes en directo de los bombardeos sobre Bagdad con toda la naturalidad del mundo. Asistimos después a muchos otros, destacando la guerra contra el virus y la pandemia durante los años 2020 y 2021. Ahora tenemos, además de la actualización COVID-22 Plus, la guerra de Ucrania.
¿Por qué no muere el Poder? Mal se plantea el pintor brasileño las cosas. Se pregunta, en efecto, el artista ingenuamente que por qué las personas del poder, los poderosos, no mueren. Y él se ha retratado apuntado con una pistola a la Reina de Inglaterra, al presidente de Irán y al de su país, al que degüella con un cuchillo, entre otros mandamases potentados del mundo. El autor comenta que la idea de pintar las obras que ha pintado donde él ajusticia a los poderosos surgió cuando empezó a ver a los líderes mundiales como responsables de la «gran cantidad de males que afectan a una enorme cantidad de gente en todo el mundo». Y se justifica considerando que como ellos matan a tanta gente, no sería mala cosa matarlos a ellos. No se da cuenta el artista de que los poderosos, como él dice, son impotentes al fin y a la postre y de que muerto el perro no se acaba la rabia, porque lo importante no es matar al individuo-títere que supuestamente encarna el poder, sino el poder mismo que él encarna porque nosotros delegamos irresponsablemente en él nuestro voto.
miércoles, 3 de agosto de 2022
Mitología comparada: Heraclés y Cristo.

Ascensión a los cielos: Tras su muerte, tanto Heraclés como Jesús fueron ascendidos al Olimpo y al Reino de los Cielos, respectivamente. La apoteosis de ambos es, obviamente, favorecida por su condición heroica, es decir, de hijos de un dios y de una mortal. En el caso del griego, su glorificación se produjo cuando el héroe iba a ser incinerado pero Zeus decidió salvarlo de sus llamas y ascenderlo al Olimpo en un carro de caballos. Por su parte, la ascensión de Jesucristo se produce tras su resurrección del reino de los muertos al tercer día de su óbito.
martes, 2 de agosto de 2022
O Jesús o Cristo.
lunes, 1 de agosto de 2022
Placer de amor
domingo, 31 de julio de 2022
Pánico en la charcutería
sábado, 30 de julio de 2022
Glamour y propaganda de guerra.

viernes, 29 de julio de 2022
Bulimia en Zampalatraga
Se ha celebrado en la pequeña localidad cántabra de Ambrosero (que a partir de ahora podría llamarse Zampalatraga) y en el marco de las fiestas locales de Santa Ana el pasado 26 de julio un insólito concurso: el I Campeonato Mundial (sic, pero quizá hubiera estado más in haber dicho 'global') de Comedores (mejor Devoradores, o Tragones) de Sobaos, que figurará ya, supongo yo, en el libro Guinness de los récords.
El evento ha sido presidido, cómo no, no podía ser menos, por su majestad el mediático gerifalte de la taifa cántabra, entregado devotamente a la promoción de los productos de la tierruca, made in Cantabria (anchoas con las que obsequia a todos sus visitantes, quesadas artesanas y sobaos pasiegos básicamente), al que se le caía la baba contemplando la proeza gastronómica que exhibían los concursantes del evento.
En este ridículo a más de patético campeonato inspirado en los concursos televisivos norteamericanos y japoneses se trataba de premiar al tragaldabas, o mejor dicho, zampabollos, que engullera más sobaos lo más rápido posible. Premiaba así la Junta Vecinal de dicha localidad, junto con una empresa fabricante de los bizcochos elaborados con harina azucarada amasada con huevos y mantequilla a la que se añade ralladura de limón y se cuece al horno, al concursante que mostrase mayores y más raudas tragaderas a la hora de engullir el producto.
Los 30 zampasobaos participantes, 25 varones y 5 mujeres, podían engullir los típicos dulces pasiegos con la ingesta de agua a discreción para permitir la más fácil asimilación del bolo alimenticio, evitando el reflujo de desagradables eructos, atragantamientos y vómitos muy frecuentes en estas exhibiciones de bulímicas proezas.
Sólo faltó en este concurso el traje regional y la ejecución de la ancestral baila de Ibio al son del tambor y la caracola, danza políticamente correcta si incluye a las mujeres, para exaltar el color y el sabor folclórico local, culminando con el tradicional ¡Viva la Montaña! o, el más actual y autonómico, ¡Viva Cantabria!
Es una lástima que el ganador absoluto de esta primera edición y, por tanto, el primer campeón del mundo de esta nueva especialidad regional, que embuchó la decena de sobaos en tan solo 6 minutos, recibiendo un premio en metálico de 300 euros, haya sido un madrileño y no un cántabro. Quizá ha faltado la placa conmemorativa escrita en cántabru: Campeón nel primer cuncursu de tragonis y comilonis de sobaos pasiegos del mundu. Ha habido también un premio de 100 euros, no faltaba más, para la primera de las participantes femeninas.
jueves, 28 de julio de 2022
Trabajo asalariado y esclavitud
Una cita de David Graeber sobre la relación que puede haber entre el trabajo asalariado y la esclavitud pone las cosas para que las entendamos en su sitio: Los primeros contratos salariales que se conocen fueron en realidad los de los esclavos. ¿Qué os parece un modelo de capitalismo surgido de la esclavitud? Donde algunos antropólogos como Jonathan Friedman afirman que la esclavitud no era más que una versión antigua del capitalismo, nosotros podríamos argumentar fácilmente, de hecho con mucha más facilidad, que el capitalismo moderno es en realidad una versión renovada de la esclavitud. Ya no es necesario un grupo de personas que se dedique a vender o alquilar a otros seres humanos, nos vendemos nosotros mismos. Pero en definitiva no existe una gran diferencia. ('Fragmentos de antropología anarquista', edit. Virus, Barcelona 2017).
En La agonía de Eros (edit. Herder 2015) desarrolla Byung-Chul Han esta teoría: El sujeto actual del rendimiento se parece al esclavo hegeliano, si bien con el detalle de que no trabaja para el amo, sino que se explota de manera voluntaria a sí mismo. Como empresario de sí mismo es amo y esclavo a la vez. Se trata de una unidad funesta que Hegel no pensó en su dialéctica. El sujeto de la propia explotación está privado de libertad en idéntico grado que el sujeto de la explotación ajena. Si entendemos la dialéctica de amo y esclavo como historia de la libertad, no se puede hablar del final de la historia, pues todavía estamos muy lejos de ser realmente libres. Bajo esa hipótesis, hoy nos encontramos en un estadio histórico en que el amo y el esclavo forman una unidad. Somos amos del esclavo o esclavos del amo, pero no hombres libres, cosa que habría de hacerse realidad, justo al final de la historia. Y según lo dicho, la historia, entendida como historia de la libertad, no ha llegado al final. Sólo llegaría al final cuando nosotros fuéramos libres de hecho, cuando no fuéramos ni amos ni esclavos, ni esclavos del amo, ni amos del esclavo.














