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sábado, 25 de marzo de 2023

Gobernar es mentir (y II)

    Gobernar es, en efecto, mentir, sin que pueda afirmarse lo contrario, que mentir sea gobernar, pero sí que parece que para gobernar es preciso engañar, y para engañar hay que mentir, porque el Poder se basa en dos pilares fundamentales que son uno solo en definitiva: la mentira y el miedo. 
 
    Tanto la una como el otro son imposiciones de arriba, y se basan en que para lograr la obediencia es preciso intimidar, como seintimida al niño para que se duerma o para que coma y, en definitiva, para que obedezca. Hay que engañar al niño diciéndole que viene el coco, o que viene el lobo. Y hay que engañar al hombre porque el hombre es por naturaleza ingobernable y para lograrlo es preciso engañarle, mentirle. 
 
    Recurramos a la etimología de las dos palabras que componen la ecuación de nuestra fórmula. Gubernare era en latín 'dirigir una nave' y más exactamente 'pilotarla, timonearla' es decir, manejar el gubernum, que era el timón, también llamado en castellano gobernalle, como hacía el timonel, que era quien dirigía el rumbo de la nave. 
 
Alegoría: la nave del Estado, Frans Francken (1562-1616)
 
         En griego 'gubernare' se decía κυβερνᾶν (kybernân), de donde deriva nuestra 'cibernética'. Enseguida se nos aparece como sin querer la metáfora de la nave del Estado, de largo recorrido en nuestras letras: el Estado sería una nave -y todos iríamos juntos en el mismo barco, como suele decirse-, y el gobierno sería el timón que dirige esa nave hacia buen puerto. El problema de esta metáfora es que parece que se conoce previamente el destino o puerto al que se dirige dicha nave, su rumbo. Se diría que el que maneja el timón -o el gobierno- sabe a dónde dirige la nave, cuando no es cierto, porque no se sabe a dónde vamos si no hemos ido antes, pero se actúa como si se supiera, como si la travesía estuviera hecha antes de hacerse, y en eso consiste el engaño. 
 
    Algo en ese sentido de que no hay meta ni por lo tanto camino previo sugería Antonio Machado cuando decía en aquellos versos: Caminante, son tus huellas / el camino y nada más. / Caminante, no hay camino / se hace camino al andar. Y al final del poema: Caminante, no hay camino / sino estelas en la mar
 
    En cuanto a la etimología de 'mentir', es bastante curiosa, porque procede del verbo latino mentiri, derivado de mens mentis 'la mente', que en principio no significaba “engañar, no decir la verdad', como acabó significando, sino 'inventar, imaginar'. Pero eso es lo curioso: que las palabras mente y mentira comparten un mismo origen común: Tendemos a creer que nuestra mente es el templo de la verdad y nada más que la verdad, cuando lo que sugiere el expediente etimológico es todo lo contrario: que la fabuladora mente nos engaña como una bellaca, urdidora de mentiras y embelecos. 
 
    El caso es que para gobernar es preciso mentir. Y se miente creando miedo, intimidando: Se ha dicho muchas veces que el pastor engaña a las ovejas mentándoles al lobo, cuando probablemente quien va a matarlas no es el lobo, sino el propio pastor que las llevará al matadero. También se ha repetido a veces el dicho espurio que Séneca le habría soltado a Nerón, personificando uno y otro respectivamente al sabio y al poderoso: Tu poder se basa en mi miedo. Si yo no tengo miedo, tú no tienes poder.

sábado, 6 de agosto de 2022

Proxima Centauri

    Próxima Centauri o Alfa Centauri C​​ es una enana roja situada aproximadamente a 4,22 años luz ​ de la Tierra, en la constelación del Centauro. Es la estrella más cercana al Sol. 
 
    El científico y filósofo de la ciencia francés Étienne Klein, director de investigación de la Comisión de Energía Atómica, ha subido a las redes una imagen de dicha estrella tomada por el Telescopio Espacial James-Webb (JWST), subrayando que la imagen mostraba un nivel de detalle que abría un nuevo mundo para la Ciencia. He aquí la imagen:
 
 
    Después de viralizarse rápidamente la noticia, Étienne Klein reveló que la fotografía era una rodaja de chorizo, y que se trataba de una broma que debería enseñarnos a desconfiar de los argumentos de autoridad tanto como de la elocuencia espontánea de ciertas imágenes.

    El problema de las imágenes es que enseguida las consideramos artículos de fe y hacemos de ellas santos de devoción, como decía mi difunta abuela analfabeta cuando veía un libro que contenía muchas ilustraciones, que ella denominaba "santos". 
 
    Las noticias falsas siempre tienen más éxito que las verdaderas en las redes sociales precisamente porque no se acomodan a lo que consideramos real y su novedad hace que se asimilen y pasen enseguida a ser parte de la realidad. 
 
Étienne Klein (1958-...)
 
     Las noticias falsas, obviamente, no son verdaderas, no hace falta decirlo, pero sí son reales y configuran, por lo tanto, la realidad, que tampoco es, hay que decirlo y repetirlo, verdadera.

    Esta anécdota nos lleva a plantearnos el fenómeno de redefinición del vocabulario que hace que las palabras se vacíen de su significado o adquieran otro que no tenían. Podemos tomar como ejemplo, precisamente, la palabra “verdad” que la RAE define en primer término como “Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente”, o, dicho de otra manera más sencilla, verdad es la correspondencia o adecuación entre algo que se dice y la cosa a la que se refiere. Eso era, más o menos, lo que se creía en el mundo antiguo hasta la fecha, porque ahora, dentro del sistema político democrático vigente, la verdad se redefine como lo que la mayoría de la gente cree que es verdad, independientemente de que sea cierto o no lo sea, porque lo dicen los expertos a través de los medios masivos.
 
    Y la gente cree a pie juntillas, sin cuestionarlo en absoluto, lo que dicen los medios de información, especialmente si viene avalado  por un experto como en el caso que nos ocupa de la Proxima Centauri, quien nos ha engañado con una fotografía falsa con la mejor intención del mundo, para desengañarnos y que desconfiemos del criterio de autoridad. 
 
    También se ha redefinido hoy en día la palabra “experto”, que ya no es aquel que tiene grandes conocimientos en una materia especializada, sino aquel que es reconocido como autoridad en la materia por los medios de comunicación que lo presentan como tal a la opinión pública. El especialista es aquel que cada vez sabe más de menos. El nivel de especialización es tan alto que los conocimientos especializados no pueden ser asimilados por la gente.  
 
    Las noticias falsas son noticia antes que se descubra su intrínseca falsedad. Las fake news son noticias: su función es dar cuenta y razón de algo. Que ese algo sea luego razonable, que sea verdad o mentira es lo de menos. Porque es real. Y, por lo tanto, falso.

martes, 3 de mayo de 2022

El esparcidor

    En el momento en que alguien se propone organizar eventos no virtuales en el mundo real, corre el riesgo de perder el control, mientras que el control de la narrativa que esparce ideas falsas -miedo y mentiras fundamentalmente- es más efectiva a corto y a largo plazo desde luego a la hora de dominar a nuestros semejantes. 
 
    Es más fácil, en efecto, propagar mentiras que víruses reales, que podrían tener consecuencias imprevisibles y nefastas como, por ejemplo, la de salir el tiro por la culata y contagiar al propagador,  mientras que las mentiras son más fáciles de manejar, aunque también es verdad que como dice la gente se coge antes a un mentiroso que a un cojo. 
 
    He aquí algunas de esas mentiras que se esparcen para divulgación mediática: "Los parados no quieren trabajar", "No hay ocupación israelí en Palestina", "Un nuevo virus va a diezmar el planeta", "Putin es el nuevo Hitler", "La OTAN representa el bando del Bien", "Rusia va a destruir Londres, París  y Madrid en unos segunos. No sobrevivirá nadie"... 


     Así por ejemplo cuando alguien defiende la existencia de un virus mortal ( "Un nuevo virus va a diezmar el planeta") por el número de fallecimientos que nos han dicho que ha causado, olvidamos que no han sido tantos, sólo un 0,2 por ciento según las estimaciones más objetivas y fehacientes, es decir, 2 de cada mil infectados, la misma tasa de letalidad que la gripe de toda la vida, dato que está corroborado en este caso por nuestra experiencia, ya que a toro pasado, como dicen los taurinos, no hemos visto tantos cadáveres como nos decían que íbamos a ver asomándonos a la ventana de nuestro encierro. Sin embargo, se encargaban de mostrarnos ataúdes y más ataúdes por la caja tonta y noticias de números de muertos, que es la única ventana -la caja bobalicona- que se mantenía  -no nos quedaba otra- abierta al exterior. 
 
    El arte es también un arma de esparcir mentiras. Prueba de ello son estos óleos del artista ucraniano Oleg Shupliak, que imagina así la Gran Batalla de las fuerzas angelicales del Bien contra las fuerzas demoníacas del Mal, con una simplificación poco menos que infantil:
 
La Gran Batalla de Ucrania con Mordor, Oleg Shupliak (2022)
 
   

miércoles, 18 de agosto de 2021

Ate

    Traigo aquí unos versos (90-94) del canto XIX de la Ilíada de Homero en tres traducciones diferentes para presentar a Ate, un significativo personaje femenino de la mitología griega, con distintas versiones de su nombre propio, que en realidad es un nombre común ascendido de categoría que en principio remonta a un verbo ἀάομαι aáomai que significa  "turbar el espíritu, trastornar, engañar". He aquí los mentados versos en boca de Agamenón, que trata de justificarse,  en su versión original: ἀλλὰ τί κε ῥέξαιμι; θεὸς διὰ πάντα τελευτᾷ, / πρέσβα Διὸς θυγάτηρ Ἄτη, ἣ πάντας ἀᾶται, / οὐλομένη. τῇ μέν θ᾽ ἁπαλοὶ πόδες· οὐ γὰρ ἐπ᾽ οὔδει / πίλναται, ἀλλ᾽ ἄρα ἥ γε κατ᾽ ἀνδρῶν κράατα βαίνει / βλάπτουσ᾽ ἀνθρώπους· κατὰ δ᾽ οὖν ἕτερόν γ᾽ ἐπέδησεν.
 
    Comenzamos por Rubén Bonifaz Nuño, que traduce Ate por Ajenación: ¿Pero qué iba yo a hacer? Lo cumple todo una diosa, / la augusta hija de Zeus, Ajenación, que a todos engaña, / funesta; y los pies de ella, tiernos, pues no sobre el suelo / se apoya, pero ella en las testas de los hombres camina, / golpeando a las gentes, y encadenó a uno de dos, a lo menos
 
    Continuamos con Emilio Crespo Güemes, que traduce Ate por Ofuscación: Mas ¿qué podría haber hecho? La divinidad todo lo cumple. / La hija mayor de Zeus es la Ofuscación y a todos confunde / la maldita. Sus pies son delicados, pues sobre el suelo no / se posa, sino que sobre las cabezas de los hombres camina / dañando a las gentes y a uno tras otro apresa en sus grilletes
 
    Y acabamos la muestra con Agustín García Calvo, que traduce Ate por Yerra, que sólo figura en el diccionario de la RAE como variante de hierra, con el significado de acción de marcar con hierro al ganado. Sin embargo figura yerro (del latín errare: vagar, vagabundear, equivocarse) como falta o delito cometido, por ignorancia o malicia, contra los preceptos y reglas de un arte, y absolutamente, contra las leyes divinas y humanas. Por lo que yerra, su femenino, es neologismo creación de García Calvo para este personaje: Mas ¿qué iba yo a hacer?: diosa es la que cumple y trae todo eso, / Yerra, la hija de Zeus veneranda, que a todos en yerro / hunde, maldita; suaves sus pies: pues nunca en el suelo / pisa, que sobre cabezas de hombres anda con tiento / a hacerlos caer; y a uno que otro atrapa de cierto. 
 
Nix, la Noche Gustave Moreau (1880)
 
 
    ¿Quién es esta Ate? Según el padre Homero, Ate es la culpa que a todos ciega, hasta a Zeus mismo, cuando Hera lo engañó a propósito del nacimiento de Heraclés, al que ella odiaba con toda su alma. Zeus anunció solemnemente a los dioses que el niño que iba a nacer era hijo suyo que reinaría sobre todos los hombres, pero Hera detuvo el parto inminente de Heraclés y adelantó el de Euristeo, por lo que Zeus, cuando se dio cuenta del engaño del que había sido objeto por parte de su hermana y esposa, arrojó del cielo a Ate, personificación del engaño. 
 
     Me da a mí que el día en que Zeus echó del monte Olimpo a patadas a su hija mayor Ate, por haberle engañado y confundido debió de coincidir con el día en que la Justicia, Astrea, la Virgen, abandonó nuestro planeta en plena Edad de Hierro y subió a los cielos y se catasterizó como la constelación de Virgo. 


 
    En los versos 126-131 del mismo canto, se narra este episodio de la expulsión del cielo: Y al punto a Yerra agarró por sus bien-ungidos cabellos, / en sus entretelas dolido, y juró con juro muy recio / que nunca al Olumpo ya más ni a los estrellares del cielo / a entrar volvería Yerra, la que hunde a todos en yerros / (tal dicho, a revuelta de brazo, del cielbo abajo sereno / él la arrojó; y cayó en las humanas obras de presto)
 
    Se puede considerar, por lo tanto, que a raíz de esa expulsión abunda la mentira en la Tierra. El diccionario de griego-francés de Anatole Bailly define Ate por un lado como azote enviado por los dioses como castigo por una falta, en parte ceguera espiritual, extravío, locura. También es la falta cometida a consecuencia del extravío del espíritu. Usada en plural la palabra, significa 'engaños, mentiras'. Como consecuencia de todo ello, Ate es también la desgracia, la ruina misma. Y por otro lado, Ate es también la Fatalidad, la diosa de la desgracia que inspira todas las malas acciones y que provoca todas las calamidades. Como diosa del castigo y de la venganza, se la equipara a veces con las Erinias.

    Ate es para Pierre Grimal la personificación del Error, una divinidad ligera, cuyos pies solo se posan sobre la cabeza de los mortales sin que ellos lo sepan.

    Hesíodo en la Teogonía (vv. 226-232) dice que es hija de Eris, la Discordia y hermana y compañera de la Ilegalidad, por lo que la considera la personificación de la falta o de la injuria, especialmente de la debida a la obcecación de la mente: La aborrecible Eris produjo el molesto Trabajo, el Olvido, el Hambre, los lacrimosos Dolores, los Combates, las Peleas, los Asesinatos, las Batallas, las Matanzas de hombres, los Discursos mendaces, las Disputas, la Ilegalidad con Ate, su compañera (Δυσνομίη τ' Ἀάτην τε, συνήνθεας ἀλλήλλῃσιν) y a Horco, el que más daña a los terrestres hombres cuando perjuran voluntaraimente (traducción de Luis Segalá y Estaleya). A veces se identifica a la hija con la madre. No menciona a su padre, que según Homero era Zeus. 


Eris, la Discordia, hija de la Noche y madre de todas las calamidades.

    Cuenta la leyenda que cuando Zeus precipitó a su hija Ate desde lo alto del Olimpo, fue a caer allá en Asia Menor,  en una colina que tomó su nombre, la colina de Ate, donde Ilo levantó la ciudad de Ilión, o sea Troya, por error. Por eso acabará siendo destruida. Pero lo importante no es esa ciudad, origen de la primera guerra mundial, sino el hecho de que Zeus al arrojarla del cielo, le cerró para siempre las puertas del Olimpo, y por eso el Error es una triste herencia de la Humanidad que habita entre nosotros y puede llevarnos a cometer un acto alocado y desastroso que acarree nuestra ruina y la de los demás.

sábado, 30 de enero de 2021

Mentes mentirosas

Cabe decir, a propósito de la etimología de “mente”,  que el derivado más chocante a primera vista de esta palabra es el verbo mentir, que ya existía en latín MENTIRI, y que en principio significaba inventar, imaginar, derivando después a su significado actual y más conocido de no decir la verdad y, por lo tanto, engañar.


La aliteración de la expresión "mentes mentirosas" revela el parentesco etimológico que  nos invita a hacer una interesantísima reflexión sobre la relación entre la “mente”,  antiguas "mientes", y la “mentira”.
 
A primera y simple vista parece algo descabellado pensar que "mente" y "mentira" compartan la misma etimología latina, procedentes ambas de MENTEM, pues algo nos hace pensar que lo que tenemos en mente, nunca mejor dicho, es una factoría de verdades. Nada más lejos de la verdad. La etimología nos enseña que lo propiamente mental es la mentira, lo que explica que quien se fía de lo que le dicta su propia mente se engaña torticeramente.
 
 
Cuando creemos que tenemos una idea clara y cierta de las cosas, lo que tenemos, en su lugar, es un indicio delator del error y del engaño. Cualquier cosa sobre la que nuestra mente reflexiona de manera razonable o irrazonable es una realidad, no cabe duda de ello, pero esa realidad que fragua nuestra mente no tiene nada que ver con la verdad, sino todo lo contrario, no deja de ser una creación de nuestra mente, un engaño.

Aceptamos la realidad como si fuera la verdad, y cuando alguien nos dice que son dos cosas distintas, que la realidad es falsa, una mentira mental, pero real que nos condiciona, necesitamos mucha energía y lucidez para romper ese condicionamiento, el hechizo de ese encantamiento.

La mente, al igual que un paraguas, no sirve si no se abre (abiertamente=mente abierta)
 

Forma parte de la educación hacer que aceptemos la realidad. Hay quien dice que tenemos que tener conciencia de la realidad, como si la conciencia fuera un espejo donde se refleja esa vieja y arrugada dama,  sin percatarse de que la conciencia es la realidad, por lo que no conviene contradecir una opinión con otra contraria, sino, más bien, librarse de todas las opiniones: ese es el proceso de la razón en marcha que destruye allá por donde pasa todas las mentiras.


lunes, 18 de enero de 2021

De lo que Séneca le dijo a Nerón

Circula por ahí una frase atribuida a Séneca que le habría dicho en algún momento a Nerón y que, por lo que a mí se me alcanza y he podido averiguar, no tiene mucho fundamento histórico. Se trata de una cita espuria, pero que está muy bien traída sin embargo porque se puede aplicar a cualquier relación humana de poder y de dominio. 

Nerón y Séneca,
Eduardo Barrón González (1904)

La frase vale para cualquiera del común si se entiende que “Séneca” no es ahí Lucio Anneo Séneca, nacido en Córdoba en torno al año 4 de nuestra era y muerto en el 65, filósofo estoico y preceptor del emperador Nerón, sino “séneca”, un nombre común y no propio dentro de la Historia de la Cultura, y como define nuestro Diccionario de la Real Academia “hombre de mucha sabiduría”, y si se entiende que Nerón, por su parte, no es el emperador romano de la dinastía julio-claudia nacido en el 37 y muerto en el 68, sino “nerón”, con minúscula, es decir un “hombre muy cruel”, según el citado Diccionario, definición a la que habría que añadir la nota imprescindible de “poderoso, el hombre más poderoso del mundo en su tiempo”. Como se sabe, Nerón acusó a su antiguo maestro de haber participado en la conspiración de Pisón contra el Imperio y le concedió la gracia de quitarse voluntariamente la vida.

Hay que tener en cuenta que la institución del Poder se basa en dos cosas: la mentira y el miedo. ¿En qué consiste la primera? ¿Sobre qué engaño se fundamenta? Entre nosotros, occidentales, hay que remontarse hasta, por lo menos los griegos, y en concreto hasta el maestro Aristóteles, que escribió en la Política lo siguiente: "Mandar y obedecer no sólo son cosas necesarias, sino también convenientes, y ya desde el nacimiento algunos están destinados a obedecer y otros a mandar". (Política. 1.1254a, τὸ γὰρ ἄρχειν καὶ ἄρχεσθαι οὐ μόνον τῶν ἀναγκαίων ἀλλὰ καὶ τῶν συμφερόντων ἐστί, καὶ εὐθὺς ἐκ γενετῆς ἔνια διέστηκε τὰ μὲν ἐπὶ τὸ ἄρχεσθαι τὰ δ᾽ ἐπὶ τὸ ἄρχειν). 

Aristóteles estableció la necesidad y conveniencia de que haya gobierno, unos hombres que manden y otros que obedezcan, y lo justificó diciendo que era natural que así fuera, es decir, que lo que había era así porque lo había querido la naturaleza y no se podía evitar. Justificaba así la existencia de la esclavitud y la supremacía del varón sobre la mujer. Si negamos que sea verdad lo que dijo Aristóteles, ¿qué les queda a los poderosos de este mundo para sustentar y sostener el Poder que encarnan, una vez denunciada la mentira? Sólo  les queda el miedo.

 ¿Qué le dice un hombre sabio, en el sentido popular de la palabra, es decir, un hombre del pueblo, que es consciente de su vasta ignorancia, pero que pone en duda, precisamente porque nada sabe, las palabras del maestro Aristóteles de que sea necesario y conveniente que haya gobierno, un hombre que ni siquiera tiene nombre propio, sino común, al poderoso? Le dice algo que le puede decir cualquiera al poderoso para, de ese modo, desempoderarlo: “Tu poder radica en mi miedo; yo ya no tengo miedo, tú ya no tienes poder”.