miércoles, 30 de junio de 2021

QVIS EVADET? (¿Quién escapará?)

    Me he entretenido últimamente mucho y distraído de otras preocupaciones más acuciantes con dos grabados de Hendrik Goltzius, representante del arte manierista holandés, que muestran a un putto o Amorcillo, aunque desprovisto de arco, flechas y alas, que hace pompas de jabón que suben al cielo como el humo del pebetero difuminándose en el aire, niño que se apoya sobre una descarnada calavera,  y con los versos latinos de Franco Estius, poeta humanista del siglo XVI, que lo ilustran. Las iniciales del autor del grabado HG figuran enlazadas debajo de la calavera y debajo de ellas el año de composición 1594.
 
Homo Bulla, Hendrik Goltzius (1594)
 
    El texto, titulado "QVIS EVADET?" (¿Quién escapará?) son cuatro hexámetros dactílicos. En el segundo encuentro un error de transcripción: donde pone “ali”, en mitad del verso, debe leerse “ah” por razones morfosintácticas, léxicas y métricas -sobra una sílaba- en las que sería muy prolijo entrar aquí. No es difícil confundir la letra "h" con "li" unidas por un trazo intermedio, y viceversa, separando el trazo que las une y creando una sílaba vocálica más. Veo también que en el cuarto verso algunos leen la cuarta palabra "uanitas", quizá por aquello de que el grabado representa lo que tradicionalmente se entiende por una vánitas -representación artística que resalta la vacuidad y vanidad de la vida humana ante la presencia de la muerte en forma de calavera generalmente señalando el fin de los placeres mundanales-, pero que métricamente es imposible dado que es un crético que no tiene cabida en el hexámetro, por lo que es preferible la lectura "uanique".  Entiendo pues los versos del siguiente modo: 
 
Flos nouus, et uerna fragrans argenteus aura
marcescit subito, perit, ah, perit illa uenustas. 
Sic et uita hominum iam nunc nascentibus, eheu, 
instar abit bullae uanique elapsa uaporis. 
 
Y los traduzco rítmicamente así: 
Fresca la flor plateada y fragante en la primavera
pronto se aja, perece, perece, ah, su belleza. 
Tal la vida también de los hombres, ya en cuanto nacen, 
ay, cual burbuja se va disipando y humo en el aire.
 

    El tema de los versos es lo que se denomina homo bulla (πομφόλυξ ὁ ἄνθρωπος, en versión griega, “el hombre es una pompa de jabón”), una variante dentro del género de las vanitates. La palabra latina bulla significa burbuja, y es el origen etimológico de nuestra "bola".

Homo bulla, Jacob de Wit (1724)
 

    La metáfora está atestiguada ya en Varrón que al comienzo de su De re rustica dice que tiene que darse prisa en escribir su obra (esse properandum) porque si se dice que la vida del hombre es como una burbuja o pompa de jabón, la de un hombre viejo como era él lo es más aún (quod, ut dicitur, si est homo bulla, eo magis senex). Contaba Varrón ochenta años cuando escribió la obra. En el Satiricón de Petronio (42) encontramos también atestiguada esta metáfora: nos non pluris sumus quam bullae: nosotros no somos de más valor que burbujas de aire.

    En la literatura griega, por su parte, en el Caronte o Los contempladores (19) de Luciano de Samósata, el barquero del mundo subterráneo le pide permiso a Hades, el dios del inframundo, y de la mano de Hermes se da una vuelta por la Tierra y en su ascenso de los infiernos le explica a Hermes lo que es para él el hombre y su vida: “¿Has visto alguna vez las burbujas (πομφόλυγας) que se producen en el agua cuando uno llena el caldero a cierta altura bajo el chorro de la fuente? Esas pequeñas pompas quiero decir, de las que se forma la espuma. Algunas de ellas son pequeñas y en cuanto se revientan se desvanecen; otras en cambio duran más. Cuando se les acercan otras, infladas, van creciendo hasta formar una gran bola, y, sin embargo, después, también ellas estallan. No es posible que suceda de otro modo; así es también la vida del hombre: todos se hinchan por acción del aire, los mayores, los menores; y unos mantienen el soplo de aire por un breve espacio de tiempo y un destino rápido; otros dejan de existir al instante mismo de su constitución; pero a todos no les queda más remedio que romperse” (traducción J. L. Navarro González). 

 

Homo bulla, H. Goltzius (circa 1590)

    Otro QVIS EVADET? de H. Goltzius, conservado en el Museo Británico, presenta al putto haciendo pompas de jabón, junto al pebetero que echa humo y al jarrón con flores. En esta ocasión los versos son cuatro dísticos elegíacos de hexámetro y pentámetro latinos, donde se plantea el subtema de la “uita quasi fumus, bullula flosque perit”, es decir, la vida humana que se desvanece como el humo, como una burbujita y como una flor.

    En cuanto al texto sólo encuentro un error de transcripción en el último verso: un imposible *calica, que debe interpretarse por razones semánticas y métricas como “caelica”, el adjetivo que suele acompañar al sustantivo “turba” en muchos textos cristianos: la corte celestial o angelical.

    Mantengo, por otra parte, la lectura “Momento”  de la primera palabra del poema (En un instante, en un momento) y no considero que sea una corrupción de “Memento” (Recuerda, como en el célebre memento mori),  como podría parecer a simple vista.

Momento breuis haec, certeque obnoxia morti

uita, quasi fumus, bullula flosque perit.

Cur ergo teneris (proh stulti!) fidimus annis!

Cur non sponte mori discimus ante diem?

Habida cuenta de la complejidad del texto, ofrezco, además de la versión rítmica, una traducción más pedestre en prosa.

Pronto la vida, breve y, seguro, sujeta a la muerte,

nuestra perece al igual     que humo, que pompa, que flor.

¿Cómo entonces nos fiamos de tiernos años, ah necios,

no aprendiendo, mejor,     antes de la hora a morir?

(En un momento esta vida breve y sujeta ciertamente a la muerte se desvanece como el humo, como una pequeña pompa y una flor. ¿Por qué entonces (ah estúpidos de nosotros) nos confiamos en nuestros tiernos años? ¿Por qué no aprendemos a morir voluntariamente antes del día?)

 Excussa blandae carnis, dum uita superstes,

compede, post mortem liberiore gradu

spiritus astra petet, iam sedem ubi fixerat ante,

ciuemque agnoscet caelica turba suum.
 

 Roto el grillete de blanda la carne, mientras hay vida,

tras la muerte con un     paso más libre, a subir

va a los astros el alma, donde antes ya tuvo su sede,

y ciudadana la hará      suya la grey celestial.

(Una vez sacudida la cadena de la blanda carne, en tanto presente la vida, después de la muerte con un paso más libre el espíritu ascenderá a los astros, donde ya antes había fijado su sede, y donde la corte celestial reconocera a su conciudadano.)

 

Chico haciendo pompas de jabón, Manet (1867)
 
    El poeta francés Charles Baudelaire le dedicó al grabado de Goltzius un poema de sus Flores del Mal, el titulado "El amor y el cráneo (Viñeta antigua)".
 
El amor se sienta en el cráneo / de la humanidad, / y sobre este trono, el profano, / con risa mordaz, / sopla orondas pompas con júbilo / que aire arriba van, / como para alcanzar los mundos / de éter celestial. / El globo luminoso y frágil / se despega ya, / quiebra y escupe su alma grácil, / cual sueño ideal. / Oigo el cráneo a cada pompa / rezar y llorar: / -“Tu atroz y ridícula broma / ¿cuándo acabará? / Pues lo que esparce por el aire / tu boca brutal, / es mi cerebro, sangre y carne, / monstruo criminal.”

martes, 29 de junio de 2021

El quinto jinete del Apocalipsis

    Apocalipsis es voz griega que significa descubrimiento. Se denomina así al último libro del Nuevo Testamento de la Biblia escrito por Juan evangelista en la isla griega de Patmos, donde tuvo una visión reveladora -de ahí el término apocalíptico- de lo que sería el fin del mundo -y de aquí la connotación tremebunda de "situación catastrófica, ocasionada por agentes naturales o humanos, que evoca la imagen de la destrucción total" que otorga al término la docta Academia
 
    Así pintó Hans Memling a Juan el evangelista recibiendo la revelación. En el primer plano de la visión de Juan pueden verse los cuatro jinetes del apocalipsis:

   Juan recibiendo la revelación, Hans Memling (1433-1494)

    Buñuel, clarividente, dejó escrito en alguna parte que la Información era el quinto jinete del Apocalipsis que no acertó a ver el evangelista, y que era el que se iba a tragar a todos los demás. Y acertó. ¿Qué iba a ser, en efecto, de los otros cuatro jinetes apocalípticos sin la Información? ¿Qué habría sido del caballo blanco cabalgado por la Victoria, del rojo de la Guerra, del negro del Hambre y del pálido montado por la Muerte sin los medios de comunicación que constantemente nos bombardean con las tropelías de los otros jinetes: las victorias relativas que hay en el mundo, los derramamientos de sangre en esas guerras que ahora se denominan "misiones humanitarias" con lenguaje políticamente corregido, las hambrunas y, en definitiva, las muertes y pestes de los hombres?

 Apocalipsis, Viktor Anetsov (1887)

    Los cuatro jinetes del Evangelio no son nada sin el más apocalíptico o revelador de todos ellos: los medios de formación de masas, según la denominación de Agustín García Calvo. Los mass media, en la lengua del Imperio, serían el cuarto poder, el único poder, una vez que ejecutivo, legislativo y judicial, que son los tres poderes clásicos del Estado que distinguió Montesquieu, han demostrado su radical impotencia, frente al poder del dinero, que se ha revelado como el único Dios verdadero que a la vez que crea el mundo lo destruye en el mismo acto de la creación. De los tres poderes fácticos: iglesia, ejército y banca... sólo queda como tal la banca, que, pase lo que pase, siempre gana y no se declara nunca en bancarrota. La iglesia ha sido sustituida por la Ciencia, la nueva religión. Y el ejército es lo que ahora se llama, con denominación más amplia y rimbombante, "Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado", incluyendo las distintas policías y la Guardia Civil, así como las tropas de tierra, mar y aire, de carácter profesional y permanente, al servicio de las administraciones públicas para el mantenimiento de la idea de seguridad en detrimento de la libertad.

    Los media, que ya no son sólo la prensa escrita en el papel y lo que sale, o nos echan como dice la gente, por la tele sino lo que aparece en nuestras pantallas individuales, vía internet,   son el cuarto poder. Los media nos informan, crean el fantasma de la opinión pública o mainstream, es decir, conforman nuestras opiniones políticas idiotizándonos, nos manipulan e inoculan el miedo, a fin de que nos acostumbremos a malvivir con él, o, lo que es lo mismo, para que no vivamos y nos limitemos de ese modo sólo a existir.

    Pero algo de rebeldía contra el orden establecido que nos condena al consumo masivo de información terrorista late todavía acaso en nuestros corazones. Hace tiempo que no reivindicamos ya como los cristianos bienintencionados pero errados que se dispense un trato humanitario a los esclavos, sino la abolición efectiva de toda forma de esclavitud de una vez por todas. Y es que con el paso del tiempo, los esclavos se convirtieron en siervos,  y los siervos en empleados -eufemismo que oculta la verdad, y la verdad es que sólo han cambiado las denominaciones, pero que perdura inalterable lo esencial de las cosas hasta el fin de los tiempos. Tampoco reivindicamos una información veraz, en estos tiempos de fake news, sino la desintoxicación de todo tipo de informaciones que nos impidan ver la falsedad de la realidad del mundo.

 Los cuatro jinetes del Apocalipsis, Beato de Liébana (circa 798)

lunes, 28 de junio de 2021

Diálogo entre dos cajeras

(Diálogo entre dos cajeras de un supermercado mientras cobran a los clientes. No intervengo pero transcribo, oído avizor, con la mayor fidelidad que puedo y recuerdo sus palabras. La más joven, vamos a llamarla Marga, que es la que inicia el diálogo, tiene veintitantos años; Loly, la otra, anda por los cuarenta, la franja de edad que está siendo objeto de vacunación en la actualidad en Cantabria).

-¿Qué tal estás, Loly?

-Estoy, que no es poco, hijuca.

-¿Qué te ha pasado que has estado mala, me han dicho, toda la semana?

-¿Que qué me ha pasao? Lo que me ha pasao, Marga, hija, no se lo deseo ni a mi peor enemigo.

-¿Tan malo fue?

-Malo no, peor.

-¿Qué dices?

-Lo que yo te diga.  Fue ponerme la dichosa vacuna de Dios,  que es peor que el covi, me cago en ella, y me dieron unas jaquecas por la noche que creía que se me rompía la cabeza en dos mitades, me subió la fiebre y me entró una diarrea que me cagaba por las patas abajo...

-¿No te tomaste un paracetamol?

-Me tomé unos cuantos, y me dio igual.

-¡Qué barbaridad! Se te ve mala caruca, pobre, todavía.

-¡No he estao peor en toda mi vida! No, pero ya estoy algo mejor dentro de lo que cabe.

-Se te nota que adelgazaste un montón, chica.

-Mira, eso es lo único bueno que he sacao en limpio de toda esta historia: los quilos que he perdido, así que ya no tengo que preocuparme de la operación biquini del verano.

-Y ¿todo fue por la vacuna, dices?

-A ver, ¿por qué va a ser si no? Yo, ya te digo, antes de pincharme estaba como una rosa.

-Y ¿qué te dijo el médico?

-Pues qué me va a decir, que era normal, que no me preocuparía, que eran efectos adversos o no sé cómo lo llamó.

-Y te firmó la baja...

-Sí, claro. ¡Cómo para no dármela con cuarenta de fiebre que tenía y temblaba toda y no me tenía en pie! ¡Además con la escurribanda de la cagalera como para venir a trabajar! ¡Tendría que haberme puesto pañales además de la mascarilla!

-Hay gente a la que le hace reacción el pinchazo, sí. A algunos les da después de la segunda dosis. 

 


-Pues a mi me hizo reacción después de la primera.

-¿Y qué vas a hacer cuando te toque la segunda?

-¿Que qué voy a hacer? Pues me parece a mí que no me va ta tocar más: una y no más, santo Tomás. A mí no vuelven a pillarme en otra como esta, Marga, que, si llego a saberlo, no hay ni primera vez siquiera.

-Pero no podemos ser tan irresponsables, Loly. Tenemos que hacerlo las unas por las otras. Tienes que completar la vacunación por el bien de todos. No puedes quedarte así, a medias. Dicen que hasta quince días después de la segunda dosis, no estás inmunizada.

-Pues ¿sabes que te digo? Que yo no me inmunizo, que a lo mejor soy una irresponsable, no te lo voy a negar, que no te digo que no lo sea, pero a mí me engañan una vez, pero dos no, porque tonta, desde luego, no soy.

domingo, 27 de junio de 2021

Algunos jaicus o jaicús más.

Llega ahora ya / de la escuela lo mejor: / la hora de salir. 
 
El verano al fin: / las cigarras otra vez / cantan su canción. 
 
Volveremos a ir / zarzamoras a buscar, / niños como ayer. 

Dentro del pajar, / heno seco cuyo olor / hace suspirar.
 
Nunca olvidaré / lo que no llegó a pasar / el verano aquél. 
 
 ¡Qué palpitación! /Otra vez, ninguna vez, / la primera vez. 
 
Ah, qué raro es / que se mueva y que a la vez / quieto el mundo esté.
  
La fiesta de san Juan,
Jules Breton (1875)
 
Tú, la luna y yo, / perfecto ménage à trois, / noche de san Juan.
 
Echan a volar/ pompas que hago de jabón / y estallando están. 
 
Yo te olvidaré / pero mi recuerdo a ti / no te olvidará.
 
En el abedul / una urraca se posó, / tormenta estival.
 
Porta cada cual /(porque siempre es carnaval) / máscara y disfraz.
 
 Si temo sufrir, / sufro ya por el temor / que albergando estoy.

Derecha que va / ya la flecha al corazón; / no hace mella en él.

 No, nada pasó / ni tampoco pasará: / solo paso yo.
 

sábado, 26 de junio de 2021

De algo hay que morirse.

-He decidido que voy a dejar que me inyecten.

-¿Y si te da por desarrollar un síndrome de trombosis con trombocitopenia de esos que dicen que te puede dar?

-¿Un trombo? Es un riesgo muy infrecuente que se corre.

-Sí, pero más de uno se ha ido al otro barrio a cuenta de eso.

-Bueno, no seas exagerado y no vayas a caer tú en la falacia del cum hoc uel post hoc ergo propter hoc.

-¿Qué quieren decir esos latinajos, porque eso es latín, no?

-Sí. Quieren decir que no puedes trasformar una relación de mera coincidencia (cum hoc, con esto) o posterioridad (post hoc, después de esto) en una de causalidad (propter hoc por causa de esto). 

 

-Ya capisco, quieres decir que no porque algunos se hayan muerto después del pinchazo se han muerto por causa de él, aunque hayan muerto con él puesto.

-Exacto. Afirmar lo contrario es caer en el sofisma de la falsa causa.

-Pues aplícalo también a la estadística de los que después de haber dado positivo al capcioso test del bichito han fallecido al poco tiempo y los cuentan, sin embargo, como víctimas del bicho.

-No es lo mismo.

-No es lo mismo pero es igual. Tendrás que reconocer que alguna relación hay, aunque solo sea de concomitancia o de posterioridad, si no quieres establecer la de causa-efecto directa o indirecta.

-No sé si a eso puede llamarse una relación... Simplemente son dos sucesos independientes, que no tienes por qué relacionar: una casualidad.

-Ya, quieres decir que si tú te dejas inocular y al cabo de un par de horas te atropella un coche y te mata, no tienes derecho a establecer una relación de causa a efecto entre lo uno y lo otro.

-Exacto.

 

-...Aunque fueras distraído pensando en el viaje que te ibas a regalar a las Quimbambas este verano gracias al pasaporte sanitario que te otorgaba la inyección y no vieras ni oyeras el auto eléctrico -creo que son muy silenciosos- que se te echaba encima...

-¡Bah! Mira, no le des más vueltas buscándole los tres pies al gato y dando pábulo a teorías de la conspiración...

-A eso que tú llamas teorías de la conspiración, en mis tiempos, que son también los tuyos, no lo olvides, se le llamaba espíritu crítico, un espíritu crítico que no acepta el trágala de los medios de masificación que te quieren hacer comulgar con ruedas de molino. 

-No confundas el espíritu crítico, que es algo positivo, con el complotismo conspiranoico.

-Vale, pero, mira, yo lo único que te digo es que, si dejas que te metan doblada la dosis, que tengas muchísimo cuidado con las "coincidencias" y "las casualidades", que son, según la prensa del Régimen, las principales causas de muerte entre los sedicentes inmunizados. 

-Lo que está claro es que la segunda dosis, que es por ahora la definitiva, te inmuniza del covi, pero no de que te vayas a morir. Puedes morirte, de hecho, inmunizado.

-Pues es una suerte entrar así en el Reino de los Cielos, aunque lo de que te inmunice no lo tiene claro ni el que patentó el invento.

-Pues ¿sabes que te digo que si no te inmuniza y te mueres, de algo habrá que morirse, no?


-Pero que no se diga, hombre, que vas a palmarla sin haber vivido.

-Y ¿qué quieres que haga?

-Pues no sé, eso: vivir: quítate el bozal, que ese no me dirás que ha servido para inmunizarnos...

-No le llames bozal a la mascarilla, que no es lo mismo. Además a partir de hoy mismo, ha dicho el presidente, ya podemos quitárnosla en espacios exteriores... aunque no se descarta la posibilidad de que haya que volver a usarla en algún momento si la situación empeora pese a todas las medidas...

-Sí, claro, porque el presidente ha prohibido que el virus circule en espacios exteriores a partir de ahora, y sólo se le permitirá hacerlo en interiores...

-No seas sarcástico... Se debe al éxito de la inyección, que está frenando los contagios. Aunque algunos han cogido tanto miedo al virus que dicen que no piensan quitarse la mascarilla al aire libre de por vida...

 

-La mascarilla, como tú llamas al bozal, no te engañes, sólo ha servido para librarnos de la multa correspondiente si nos pillaba la pasma sin ella por la calle...

-Sirve para frenar la propagación de las nuevas variantes, por ejemplo de la variante delta, que es como llaman ahora con el nombre de esa letra griega a la variante india, que es muy contagiosa.

-Pues ya verás cuando empiece a propagarse la variante omega, que es la última letra del alfabeto, que debe ser la del apocalipsis, el acabose y el Juicio Final...

-No hagas chistes con eso, tío, que es muy serio. Pero volviendo a lo que decíamos antes ¿qué puedo hacer para no palmarla, como tú dices, sin haber disfrutado de la vida en plena juventud?

-...bueno, pues quítate la mascarilla y respira a pleno pulmón, deja de guardar las ridículas distancias de seguridad, da la mano, abraza, besa... Haz como los goliardos aquellos que cantaban: Goza, chinga, bebe, / que la vida es breve / y una puta cruz./ Bebe, goza, chinga / antes que se extinga / esta poca luz. / Chinga, bebe, goza / de la buena moza / de tu juventud.

-¿Y si pillo entonces el covi y me muero?

-Pues en ese caso, que te quiten lo bailao, y como tú muy bien decías  antes, “de algo habrá que morirse ¿no?”.