domingo, 6 de junio de 2021

Del suicidio

    La palabra "suicidio" proviene del latín suicidium, pero, paradójicamente, no figura en ningún diccionario de latín clásico. Su creación suele explicarse como compuesto del sufijo -cidium, matanza, derivado de caedere matar, de donde homicidio, genocidio, etc. y el pronombre reflexivo sui de sí mismo. De haber existido este palabro en latín clásico, se hubiera entendido  como matanza de un cerdo (de sus suis, cerdo, de donde nuestro suido), habida cuenta de que son los nombres y no los pronombres los que suelen utilizarse como prefijos en la lengua del Lacio. 

    La primera mención del término neolatino suicida fue registrada por Gauthier de Saint-Victor en el siglo XII y es la única hasta el siglo XVII, por lo que podríamos decir que en la Edad Media, propiamente, no hay suicidas, sino "sui homicidae" homicidas de si mismos o "desperati" desesperados, que es como se denominaba, un tanto imprecisamente, a los que se infligían una muerte voluntaria.

    En latín clásico, en efecto, se prefiere la expresión mors uoluntaria, o se dice que alguien propria se manu interfecit, como dice san Jerónimo que hizo el poeta Lucrecio a la edad de 44 años.

    En la antigüedad el suicidio nunca fue condenado ni estuvo mal visto, como en nuestra época donde el llamado “suicidio asistido” está penado por las leyes en la mayoría de los países.

    El ejemplo clásico digno de muerte voluntaria sería Sócrates que, condenado a morir mediante ingesta de cicuta, tal como la presenta Platón en el Fedón, fue visto como un suicidio por algunos de sus seguidores, ya que pudiendo huir de la prisión no quiso hacerlo. Este modelo socrático de aceptación voluntaria de la muerte fue el que siguieron en Roma estoicamente Marco Porcio Catón, que no quiso el perdón de César, y Lucio Anneo Séneca, al que Nerón le ordenó que se diera muerte, y se abrió las venas en el baño. 

Ayante (también llamado Ayax) prepara su suicidio

    ¿Qué nos dice el epicúreo Lucrecio del suicidio? Que paradójicamente es lo que empuja a algunos a darse la muerte, porque revela que lo que hay por detrás del deseo de quitarse la vida es el miedo a la Muerte, o sea el Miedo por antonomasia, que es lo que promueve, todos los crímenes y asesinatos, hasta que en el último término, como dice Agustín García Calvo, "obliga a darse uno mismo la muerte, olvidado de que aquello hacia lo que va era aquello de lo que huía”. 

    Es lo que con otras palabras decían aquellos hexámetros del libro III de De Rerum Natura, 79-82 de Lucrecio: et saepe usque adeo, mortis formidine, uitae /  percipit humanos odium lucisque uidendae, / ut sibi consciscant maerenti pectore letum  /  obliti fontem curarum hunc esse timorem (y hasta a veces, por miedo a la muerte, tal odio a la vida / entra a los seres humanos y a ver la luz de los días, /  que ellos mismos la muerte se dan con alma afligida, / olvidando que es ese temor la raíz de sus cuitas)

 Muerte voluntaria de Ayante

    Recordemos también aquel breve epigrama de hexámetro y pentámetro dactílico de nuestro Marcial criticando el suicidio estoico: hostem cum fugeret, se Fannius ipse peremit. / hic, rogo, non furor est, ne moriare, mori? Así lo tradujo don Manuel de Salinas con una afortunada redondilla donde reprueba la muerte voluntaria de Fanio, que fue acusado por Tiberio y condenado por haber conspirado contra Augusto: Fanio, ansioso por huir, / del que su muerte procura / se mató. ¿No es gran locura /  matarse por no morir?  
 
    Algo de esa locura, sin embargo, consistente en "matarse para no morir", como dice el poeta, es lo que de siempre nos piden el Estado y el Capital: que nos matemos ahora a trabajar o a hacer planes, por ejemplo, para vivir después en la tierra de nadie prometida de un futuro inalcanzable por esencia, lo que en la coyuntura sanitaria actual en la que llevamos inmersos un año ya bastante largo se le ha pedido a la gente de mil y una maneras desde las altas instancias: renuncia a lo que consideras que es vivir para poder hacerlo en el porvenir, es decir, acepta tu muerte voluntariamente.
 
 

 

1 comentario:

  1. La VOLUNTAD mortífera, por el miedo a la muerte se quitan la vida.

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