domingo, 20 de junio de 2021

"Vacúname otra vez"

No sé si recordarán (los más viejos quizá sí, los mileniales nacidos en el nuevo milenio seguro que no) el escándalo político que se organizó en el año del Señor de 1997 a cargo del Presidente del Congreso de los Diputados y Diputadas, un tal Trillo vacunando a sus hijos de la meningitis C y saltándose los protocolos para acceder a las vacunas con la utilización de su coche oficial para ir a buscarlas... 

 Con motivo de aquel incidente, Nino Montana hizo una parodia satírica titulada “Vacúname otra vez”, que era una versión de la canción “Ven, devórame otra vez” del portorriqueño Lalo Rodríguez, con letra del dominicano Palmer Hernández, que se oía mucho por aquel entonces en la versión sobre todo de Azúcar Moreno entre nosotros. La letra original de la canción aportaba a la salsa un componente erótico muy acentuado. Una de las gracias de la parodia es el simbolismo fálico de la jeringuilla.
 
He aquí el vídeo de Nino Montana, que va alcanzando más gracia según avanza la actuación hasta el apoteósico final:
 
 
Modificándole la letra y adaptándola a la situación actual en que la vacunación de la mayoría democrática de la población se ve como única (falsa) salida de la crisis sanitaria, podemos a su vez hacer una parodia de aquella parodia con su mismo ritmo salsero:
 
    Yo no sé por qué algunos critican, si es lo más normal, / comulgar con la santa vacuna, como es natural. / Conque venga, no se me demore, no lo piense usted, / pida cita para que le inyecten y arremánguese. 
 
    Que el Gobierno y la tele predican a la población / que no existe el más leve motivo de preocupación. / Mi vecino ya se inoculó / y hasta al loro se lo vacunó. / Y mi abuelo y mi madre, y la tía Isabel / y un cuñado que tengo en Teruel. 
 
    Ven, vacúname otra vez, vacúname otra vez / en el brazo o la nalga y, si quieres, / ponme dosis hasta en el carné. / Ven, vacúname otra vez, vacúname otra vez / que aunque tengan efectos adversos, / algo bueno tendrán que tener. 
 
    Impacientes algunos no pueden, qué exageración, / esperar que les llegue su turno de vacunación, / y se quieren colar de rondón, / y no muestran mucha educación. / Están locos de atar, / y se van a matar / por dejarse chutar la inyección. 
 
 
    Ven, vacúname otra vez, vacúname otra vez, / que me quede bien inmunizado, / a la una, a las dos y a las tres. / Ven, vacúname otra vez, vacúname otra vez, / que por más veces que me la metas / encantado estaré de volver. 
 
    La vacuna es la hostia bendita, pan espiritual, / lo que va a devolvernos la vida, en carne mortal. / Si nos sube la fiebre un montón / y los trombos a todo meter, / es por el subidón / de nuestra salvación: / ya podemos morirnos después. 
 
    Ven, vacúname otra vez, vacúname otra vez. / Han comprado millones de dosis, / no se van a quedar sin poner. / Ven, vacúname otra vez, vacúname otra vez. / Pónsela a viejos, jóvenes, niños, / y al que no quiera, a ese también. 
 
    Ven, vacúname otra vez, vacúname otra vez, / de la covi, del sida, del cáncer, / de la peste futura, y amén. / Vacúname otra vez, vacúname otra vez, / para que el pasaporte a la Gloria / telemático y verde me den. 

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