viernes, 31 de octubre de 2025
Pareceres LXXXVIII
jueves, 30 de octubre de 2025
El discurso de Han
El Poder premia y promociona a intelectuales 'críticos' como Han cuyo discurso no supone ningún peligro para sus intereses. Byung-Chul Han, "considerado uno de los filósofos contemporáneos más destacados", ha recibido en Oviedo el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades del año del Señor de 2025, dotado con una escultura del Joan Miró, un diploma acreditativo, una insignia y 50.000 euros, que no son pocos.
A pesar de algunos acertados dardos de Han, que se repiten a lo largo de sus muchos y breves libros, como "la ilimitada libertad que nos propone el neoliberalismo no es más que una ilusión", "aunque hoy creamos ser más libres que nunca, la realidad es que vivimos en un régimen despótico neoliberal que explota la libertad"...), su crítica no deja de ser tibia y superficial, porque no profundiza en lo estructural.
Uno, dice Han, se imagina que es libere pero, en realidad, lo que hace es explotarse a sí mismo voluntariamente y con entusiasmo hasta colapsar.
Hace suya, sin citar la autoría, la cita de un aforismo de Franz Kafka (1883-1924), cuando dice que somos como aquel animal que le arrebata el látigo a su amo y se autoflagela, creyendo que así se libera. Franz Kafka, en efecto, había dejado escrito: "El animal arrebata el látigo al amo y se fustiga a sí mismo para convertirse en amo, y no sabe que esto es solo una fantasía producida por un nuevo nudo en la correa del látigo del amo" ("Das Tier entwindet dem Herrn die Peitsche und peitscht sich selbst, um Herr zu werden, und weiß nicht, daß das nur eine Phantasie ist, erzeugt durch einen neuen Knoten im Peitschenriemen des Herrn").
Frente a fenómenos contemporáneos como la digitalización (teléfonos inteligentes, redes sociales, Inteligencia Artificial...) Han insiste en que nos hemos convertido en esclavos de la tecnología, en lugar de ponerla a nuestro servicio, de forma que no es nuestro producto, sino que nosotros somos su producto. Las redes sociales, por ejemplo, no nos socializan sino que nos aíslan más de lo que estamos.
Frente a la democracia como régimen político dominante propone que debe basarse en la moral y en la virtud del respeto. Su discurso se vuelve así moralista.
miércoles, 29 de octubre de 2025
In memoriam Georges Brassens
martes, 28 de octubre de 2025
Mayoría absoluta y silenciosa
lunes, 27 de octubre de 2025
En una palabra: No.
domingo, 26 de octubre de 2025
Mínimas máximas

sábado, 25 de octubre de 2025
Avec te temps / Con el tiempo
En Tiempo contra amor, amor contra tiempo analizábamos algunos tratamientos pictóricos del combate a muerte entre el amor, que hace que nos olvidemos del tiempo, y el Tiempo, el Chronos (χρόνος) griego, representado a veces con un reloj de arena o una clepsidra, e identificado enseguida con el Saturno romano por una falsa homonimia con Cronos (Κρόνος), el titán padre de Zeus/Júpiter, una divinidad en principio agrícola cuyo símbolo era la guadaña, que acabará simbolizando a la mismísima muerte inmortal, que con su paso y su peso le corta las alas literalmente a Eros, o sea a Cupido, el amor.
Añado aquí un tratamiento pictórico muy distinto a los que veíamos allí, se trata del cuadro de Bernardino Mei, "Amor curado por el tiempo con el agua del río Leteo", pintado a mediados del siglo XVII, donde aparece Cupido, o sea Eros, en el centro, desnudo, con las alas abatidas, desarmado con la aljaba caída y sus flechas a la derecha, y a su izquierda Chronos, el Tiempo, caracterizado como un anciano, también alado como el amor, con una jarra de agua del río Leteo, que es el del olvido -todos los que beben sus aguas olvidan su biografía-, y con la mano derecha, curando con una pluma impregnada en el agua las heridas sangrantes del amor. En el extremo izquierdo del cuadro un reloj de arena simboliza el tiempo, que aparece en este lienzo como curador de todas las heridas, incluso de las del amor. Es un tópico que a veces repite la gente: todo se cura con el tiempo o el tiempo lo cura todo. Al no aparecer la guadaña entre los atributos del tiempo, este se presenta aquí como sanador, no como destructor.
Me viene a la memoria, volviendo al primer tratamiento del tema, a propósito de la guerra entre el tiempo con el amor y el amor contra el tiempo, la bellísima canción de Léo Ferré: "Avec le temps", grabada por primera vez en octubre de 1970, que viene a decirnos que el amor, que mientras dura es eterno, deja de serlo cuando tomamos conciencia de él, y entonces la muerte del amor, de puro sabido, nos separa, y ya dejamos de querernos. La canción fue escrita, después de la ruptura con su segunda mujer al parecer.
Dice el oráculo digital, la IA de Gúguel que la canción de Léo refleja, además de la pérdida del amor, el paso del tiempo y el borrado de los recuerdos, 'une vision anarchiste et pessimiste de la société', en la que la pareja está destinada al fracaso.
viernes, 24 de octubre de 2025
Ni por mí, ni por ti, ni por los demás
Hemos visto cómo en Gaza han vacunando a los niños gazatíes contra la poliomielitis (lo que no está mal) pero para, acto seguido, asesinarlos o mutilarlos con los bombardeos del ejército de Israel. Es decir, hay que salvar vidas para que estén sanas a la hora de matarlas.
jueves, 23 de octubre de 2025
Soberanía popular y soberanía nacional













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