martes, 3 de junio de 2025

A vueltas con el chocho

    El libro 1724 Birth of the Cunt ('1724 Nacimiento del Coño') de Jason Rhoades (1965-2006) es una obra provocadora y conceptual que acompañaba a su instalación My Madinah, in pursuit of my ermitage. ('Mi Medina, en busca de mi retiro espiritual'), presentada en una galería de arte en Suiza en 2004. Esta instalación fue concebida por el artista como una especie de mezquita contemporánea, un espacio de contemplación no dedicado a una deidad, sino al cuerpo femenino en general y en particular a la vulva, para el retiro espiritual. La instalación incluía aproximadamente 240 letreros de neón que mostraban términos en jerga para referirse al coño tales como "Satan’s cave", "magic handbag" y "yoyo smuggle", colgados sobre un suelo cubierto de toallas baratas, que evocaban alfombras para la oración, creando una atmósfera que mezclaba lo sagrado y lo profano. 
   El libro, por su parte, recopilaba 1724 sinónimos en inglés básicamente estadounidense del término "vulva" ordenados alfabéticamente. Más que un libro al uso se trata de un objeto artístico para lectura táctil, con un diseño que incluye una encuadernación en piel de cordero y una caja de lino. Se publicaron 172 ejemplares numerados y firmados por Rhoades -la firma del artista le confiere al objeto la categoría de obra de arte, estableciendo su culto-, junto con 4 ediciones especiales con encuadernación en forma de cojín, integradas en la instalación que hemos mencionado. Esta obra se inscribe en la práctica del artista, caracterizada por instalaciones a gran escala que combinan escultura, lenguaje y crítica cultural. 
 
    1724 Birth of the Cunt es una reflexión sobre cómo la sociedad moderna y contemporánea a través del lenguaje, que refleja y perpetúa estructuras de poder, censura el sexo femenino. Dada su rareza y valor artístico, ha sido objeto de subastas y es considerado una pieza destacada entre los coleccionistas de libros de artista, habiendo sido tasado entre los setecientos y los mil dólares estadounidenses. 
 
    El libro incluye una introducción a modo de prólogo de Gianfranco Sanguinetti (1948-...) en francés e inglés simultáneamente (La chatte, hier et aujourd'hui y The pussy -past and present), cuya traducción castellana presentamos en exclusiva, creemos, en página adjunta aquí, titulada El coño, ayer y hoy, donde Sanguinetti analiza cómo la censura ha acompañado a la apropiación del sexo femenino por la economía y la política actuales. 
 
    Comento de pasada aquí cómo en francés el femenino de chat ('gato'), chatte se convirtió en la forma habitual, familiar y coloquial, desde el siglo XVII de referirse al sexo femenino, de forma que ya no significa 'gata' como en su origen sino 'coño', como en el título de Sanguinetti, mientras que 'gata' se dice ahora chat femelle ('gato hembra') en la lengua de Molière. 
       Curioso, por otra parte, resulta el significado de la cifra 1724, que por un lado es el año del nacimiento del filósofo Immanuel Kant, que en la historia de la filosofía representa -especialmente por su obra Crítica de la razón pura- el pensamiento racional y fundacional de la Ilustración moderna, que excluyó el sexo femenino, y resulta significativamente irónico que Rhoades haya encontrado 1724 sinónimos nada más y nada menos que del coño. 
 
    Si 1724 fue el nacimiento del pensamiento moderno, también puede ser una fecha imaginaria para señalar el inicio de la censura sistemática del chocho en el lenguaje y la cultura racionalista occidental. El título del libro nos pone además sobre la pista de que en 1724 nació algo más ('birth'). Y es que hay una curiosa homofonía, podría decirse, entre la pronunciación del apellido del filósofo Kant (/kɑːnt/) y el nombre del coño 'cunt' (/kʌnt/), donde ambas vocales se distinguen pero con una diferencia tan sutil que en algunos acentos de la lengua del Imperio y en lenguaje relajado pueden sonar igual prácticamente. El libro artístico de Rhoades contiene en la última sección precisamente una reproducción fotográfica del cráneo del Emmanuel Kant, de manera que 1724 se puede considerar el año de nacimiento del filósofo racionalista por excelencia, y de la censura del coño, que se oculta paradójicamente detrás de sus muchas denominaciones simbólicas, metafóricas y figuradas, a propósito de lo cual resulta interesante también recordar el soneto de Giuseppe-Gioachino Belli, que exploraba alguno de esos sinónimos antiguos en italiano, faltando el que ahora es más habitual en el italiano oficial contemporáneo, que es 'la gnocca': La madre de las santas

lunes, 2 de junio de 2025

Micropoemas

Jaicus (o jaicús) 
 La rana croó, / dio un salto y se sumergió / en el lodazal.

Me iría de aquí, / si no es porque voy a estar / allá donde vaya.
 
 Palabras obreras, / y, dicho al revés, también: / obras palabreras.

¿Por qué hay que sacar / siempre alguna conclusión / como colofón?

 La voz interior / del socrático demón / calla o diz que no.

Cavernícolas / en la cueva de Platón, / la realidad.

Cautivo en prisión, / en celda del corredor / de una muerte atroz. 

¿Comete Israel / crímenes de guerra en Gaza? / La guerra es el crimen.

Un ménage à trois: / No somos dos, sino tres. / Tú, yo, y nuestro amor.

Es el celular / nuestra personalidad: / ánima inmortal.

La realidad / no puede ser lo que ya es: / imposible, pues.

 Lenguas de Babel: / muchas formas de decir / nunca la verdad. 
  
 Tancas: 
Es universal / ya la pena capital / en el mundo actual: / condenados a existir, / que es lo mismo que morir. 

O ganas o pierdes / si juegas; una de dos. / Pero no es verdad: / puedes perdiendo ganar, / ganando puedes perder.

El mirlo cantor / entonaba su canción, / canto encantador: / poesía musical / sin nombre propio de autor. 
 
 ¿Dónde estaba yo, / solo por curiosidad, / antes de nacer? / ¿Dónde ahora mismo estoy? / Cuando muera, ¿a dónde voy? 
 
El futuro es hoy, / ya ha venido el porvenir, / ya llegó, está aquí: / propaganda electoral, / nada menos, nada más.

 Tiene cada cual / su culo, que es su opinión: / llévalo a concejo: / unos te dirán que blanco / y otros dirán que bermejo.
 
Goliardescas 
Ya lo veo, / ya lo creo, / porque es lo que hay que creer: / un futuro / prematuro / y no hay nada más que ver. 

Diferida / fue la vida / a un presunto porvenir / sostenible / y terrible,/ que tenemos que sufrir. 

  Yo no quiero / ser yo mismo / ni existir, que es padecer. / Soy un cero, / no un guarismo, / a la izquierda y a placer. 

¿Más Europa? / Toma estopa, / y cuanto peor, mejor. / Marcha en bloque / hoy a toque / y a redoble de tambor. 
Solo existe / -no es un chiste- / lo que puede ver usted / divulgado / y amueblado / en la nube tras la Red. 

Habanera: 
Por ti me olvidé de Dios, / la gloria eterna perdí ; / y ahora me quedo al fin, / sin Dios, sin gloria y sin ti.


domingo, 1 de junio de 2025

A la tercera va la vencida.

    La impresentable presidenta que regenta la Unión Europea ha recibido el premio Carlomagno 2025, el máximo galardón del viejo continente para quienes como ella promueven los devaluados valores europeos: una defensa ofensiva, mayor innovación tecnológica -¡lo que nos faltaba!-, ampliación de la UE a nuevos miembros -más Una, más Grande, más Libre-, y la protección de la democracia -no faltaba más, la democracia es la perfección ideal del Régimen- y de la resiliencia, que es el nombre secular de la vieja resignación cristiana. 
 
    La lógica implacable del lenguaje orgüeliano se ha implantado en el discurso político europeo en la lengua del Imperio, of course, que ya no es el latín, sino el inglés. Según dicha lógica, war is peace,  la guerra es el camino hacia la paz -si uis pacem, para bellum, que decían los romanos, y así les fue- mientras que la paz es solo una tregua para preparar la guerra, que es el objetivo de toda política que se precie, por aquello de aquel barón y militar prusiano de que la política no es más que la continuación de la guerra por otros medios (no menos violentos al fin y a la postre), y, podemos añadir nosotros, viceversa, la guerra no es solo la continuación de la política, sino el acto esencialmente político que fundamenta el dominio del Estado sobre el pueblo. 
 
     Los europeos nos hemos visto embarcados de la noche a la mañana en un buque pilotado por unos gobernantes que cual caballeros medievales pretenden “hacer sangrar a Rusia”, con el declarado pretexto de salvar a la princesa que es Ucrania atacada por el dragón, que es Rusia,  para lo que es preciso no solo armarse de valor, sino además de armas de destrucción masiva, no vaya a ser que la ocasión nos pille indefensos e inermes. Nos arrastran, pues, con los ojos vendados a la que ya se ha bautizado, por aquello de que no hay dos sin tres, como la tercera guerra mundial, y ya se sabe que como dice a veces la gente, a la tercera va la vencida: el desastre de un conflicto en el que todos seremos perdedores. Europa vuelve a ser raptada y arrebatada por el toro bravo de la beligerancia geoestratégica.
 

    El silencio del pueblo, de la gente, clama al cielo y resulta ensordecedor en todos los países, por no hablar de los presuntos intelectuales orgánicos, que callan como putas, lo que son. Hemos sido anestesiados, insensibilizados a fuerza de informativos telediarios. Cuando alguien levanta su voz contra el rearme enloquecido que predican, proponga o no otra cosa, porque para oponerse a algo no hace falta dar alternativas, sino decir simple- y llanamente que no, es enseguida tachado de “marioneta de Putin”, de hacerle el juego al zar ruso, que es lo que él quiere, que todos bailemos a su son. No hay matices: o estás conmigo o contra mí.
 
    Uno puede condenar la invasión rusa de Ucrania, camuflada de operación especial (militar), pero puede comprender a la vez que es la lógica consecuencia de la persistencia de una organización (militar) cancerígena como es la OTAN, calificada de defensiva, y que, lejos de disolverse cuando desapareció el Pacto de Varsovia, como hubiera sido lo esperado al no tener en frente al bloque comunista rival, siguió ampliándose y llevó su expansión, que ya es metástasis, hasta las fronteras mismas de Rusia, violando los tratados internacionales.
 

    La guerra de Ucrania, que vino a sustituir a la guerra contra el virus coronado en todas nuestras pantallas, tanto las hegemónicas del salón de casa familiar, presidido por el televisor, como las de nuestros móviles individuales, dura ya tres años; las víctimas a ambos lados superan con mucho el millón, aunque ninguno de los países enfrentados dé cifras fidedignas de muertos, heridos y mutilados. A lo que hay que añadir los millones de ucranianos -o ucranios, según el execrable Periódico Global(ista), que huyeron del país, unos a Europa Occidental, llegando algunos hasta las Españas mismas, otros a Rusia, todos ellos intentando escapar de la violencia desatada por sus democráticos gobiernos, un auténtico desastre. Y nuestros democráticos gobiernos, negándose a aceptar que, dada la desigual relación de fuerzas, la guerra está perdida, arropan al presidente ucraniano, el títere NATO de los Estados Unidos,  prometiendo el envío de más armas y dinero y hasta tropas auxiliares si hacen falta, para que el ejército de ese país siga luchando hasta el último hombre y la última mujer equiparada al hombre en el arte de la guerra. 
 
    Buen tema musical sobre manipulación mediática en el siguiente vídeo del rapero Yaco: Ucrania.
 

sábado, 31 de mayo de 2025

Coge el día

Hay que recordar la poesía de Fernando Pessoa (1888-1935), uno de cuyos heterónimos, Ricardo Reis, que anhelaba el retorno del paganismo, le debe tanto a Horacio, inspirándose, sin ningún género de duda, en la poesía clásica de sus odas. 
 
 

Afortunadamente disponemos en la red del Archivo Pessoa que nos ofrece la obra de este autor. De allí he tomado esta oda que es una recreación del tópico horaciano del "carpe diem", que Pessoa traduce literalmente al portugués como "colhe o dia" (coge el día). Otros la han vertido al castellano como goza del día (Manuel Fernández-Galiano), échale mano al día (José Luis Moralejo), coge la flor que hoy nace (anónimo), cosecha el día (Alejandro Bekes), goza el hoy (Alfonso Cuatrecasas), pilla del hoy (Agustín García Calvo), aprovecha el día (Vicente Cristóbal López), goza este (día) que se va (Miguel Antonio Caro), hoy goza (Alejandro Aráoz)... Pero la de Reis/Pessoa es sin duda la más literal: colhe o dia: coge el día
 
Uns, com os olhos postos no passado, / Vêem o que não vêem; outros, fitos / Os mesmos olhos no futuro, vêem / O que não pode ver-se.
 
Porque tão longe ir pôr o que está perto — / A segurança nossa? Este é o dia, / Esta é a hora, este o momento, isto / É quem somos, e é tudo.
 
Perene flui a interminável hora / Que nos confessa nulos. No mesmo hausto / Em que vivemos, morreremos. Colhe / O dia, porque és ele.
 

 (Unos, puesta la vista en el pasado, / ven lo que no ven; otros, con los mismos / ojos fijos en el futuro, ven / lo que no puede verse.
 
¿Por qué buscar tan lejos lo de cerca -/  nuestra seguridad? Este es el día, / esta la hora, este el momento, esto / lo que somos, y es todo.
 
Perenne fluye la hora interminable / que nos proclama nulos. En el trago / en que vivimos, moriremos. Coge / el día, porque él eres).
 
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Encuentro en el esmerado libro Fernando Pessoa: Obras completas de Ricardo Reis, publicado por Editorial Pre-textos, Valencia 2025, que incluye además de la obra en verso por primera vez en castellano textos en prosa, la siguiente traducción a cargo de Max Hidalgo Nácher, que se basa en la edición de Jerónimo Pizarro y Jorge Uribe, con dos estrofas, fusionando en una la segunda y la tercera de la versión de arriba con alguna variantes textuales en la segunda.
 
Uns, com os olhos postos no passado, /Vêem o que não vêem; outros, fitos /Os mesmos olhos no futuro, vêem / O que não póde ver-se.  

Porque tam longe ir pôr o que está perto - /O dia real que vemos? No mesmo hausto / Em que vivemos, morreremos. Colhe / O dia, porque és ele.
 
Los ojos de unos vueltos al pasado /ven lo que no ven; otros, orientando /los mismos ojos al futuro, ven /lo que no puede verse.
 
¿Por qué poner tan lejos lo cercano - /el día real que vemos? En el soplo / en que vivimos, moriremos. Coge /el día que tú eres.
 

viernes, 30 de mayo de 2025

Parada de postas V

 
 El objetivo de las noticias de los medios informativos que configuran la realidad es distraernos y atraer nuestra atención hacia espacios al fin publicitarios.
 
Una nueva variante del virus coronado cosecha 2019 se propaga rápidamente por Asia, Europa y Estados Unidos a modo de secuela o remake de un clásico de Disney.
 

Ya está operativa y actualizada convenientemente la «nueva variante y temporada» del covid-19, bautizada NB.1.8.1. Permanezcan atentos a todas sus pantallas. 
 
El vendedor de humo no solo vende algo de poca monta, sino además muy nocivo: el humo del tabaco, por ejemplo, contiene más de setenta sustancias cancerígenas.  

  
 A la pregunta del doctor sobre qué dolencia lleva al paciente a su consulta, cualquiera de nosotros como tal respondería con precisión: “Me duele la realidad”.
 
¿Qué nos duele a los españoles? Podemos responder a lo Unamuno: Nos duele España, nuestra nacionalidad, a cada cual la suya, en el cogollo de nuestro corazón.

Cuando le dijeron a Unamuno que diera su palabra de honor de caballero, dijo que su palabra de honor era de hombre honrado de a pie, de peatón, no de caballero.


La expresión “las cloacas del Estado” que acuñó un presidente del gobierno revela no que el Estado tenga cloacas, sino que es albañal o depósito de inmundicias. 
 
 
Se avecina tormenta de nivel amarillo con granizo y rachas fuertes de viento. Esté atento. Manténgase informado de la predicción meteorológica más actualizada. 
 
Hoy se espera lluvia ligera por la tarde por lo que la Agencia Estatal de Meteorología le recomienda, por salud y seguridad, llevar paraguas y ropa impermeable. 
 
Escaneando el código QR de lectura rápida en su dispositivo electrónico podrá obtener usted alertas en tiempo real e información del clima en vivo y en directo.
 
Aumenta el cáncer en personas aparentemente sanas, cada vez más jóvenes, que se cuidan y hacen deporte, ante el desconcierto médico que no llega a explicárselo.

jueves, 29 de mayo de 2025

"Se ve pero no se toca"


 El Pequeño Nicolás*: el museo de pintura.

«Entramos en el museo todos en fila, portándonos bien porque nos gusta nuestra maestra, y nos habíamos dado cuenta de que parecía muy nerviosa, como mamá cuando papá deja caer la ceniza de sus cigarrillos encima de la alfombra. Entramos en una gran sala con montones y montones de cuadros colgados en las paredes. 

-Aquí veréis cuadros realizados por los grandes maestros de la escuela flamenca, explicó la maestra. 

No pudo seguir mucho más, porque un conserje vino enseguida corriendo y gritando porque Alcestes había pasado el dedo por un cuadro para ver si la pintura estaba fresca todavía. 

El vigilante dijo que no le estaba permitido tocarlo y empezó a discutir con Alcestes, que le decía que se podía tocar porque estaba seca y no había riesgo de mancharse. 

La maestra le dijo a Alcestse que se comportara y prometió al guarda que nos vigilaría de cerca. El guarda se marchó sacudiendo la cabeza»

*El Pequeño Nicolás es una famosa serie de libros infantiles franceses creada por el guionista René Goscinny (conocido por ser el autor de Astérix y de Lucky Luke) e ilustrada por Jean-Jacques Sempé, publicada por primera vez en 1959.

 Tomado de Le Petit Nicolas® Le musée des peintures © IMAV éditions / Goscinny - Sempé

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Me ha traído a la memoria un recuerdo infantil. Sucedió hace más de cincuenta años en la cueva de Altamira, templo rupestre del arte paleolítico, en el original, cuando se podía visitar el Patrimonio Cultural de la Humanidad, no en la réplica actual. "Se ve pero no se toca", gritó como un energúmeno el guía. Estuvieron a punto de echarnos a todos... Resuenan en mí aquellas palabras: "Se ve pero no se toca". Hoy no se toca tampoco, por supuesto, pero tampoco se puede ver. En estos momentos la lista de espera para visitar la cueva original está cerrada. No se aceptan nuevas solicitudes, dice el Ministerio de Cultura de las Españas. A veces me pregunto si no será un recuerdo falso, si me pasó a mí de verdad o a algún otro que podía ser yo mismo, o quizá algún otro escolar que no fuera yo, algún amigo que me lo hubiera contado y yo me hubiera apropiado de su recuerdo, hace ya tantísimo tiempo de aquello y es la memoria histórica tan frágil...
 

miércoles, 28 de mayo de 2025

Cioran y el pesimismo griego

    Mucho antes de que Emil Cioran (1911-1995) escribiera: «No haber nacido, de solo pensarlo, ¡qué felicidad, qué libertad, qué espacio!»  -en su depurado francés: « N’être pas né, rien que d’y songer, quel bonheur, quelle liberté, quel espace!», aforismo incluido en su obra Del inconveniente de haber nacido (1973), Teógnide de Mégara había escrito en griego:

πάντων μὲν μὴ φῦναι ἐπιχθονίοισιν ἄριστον
μηδ᾽ ἐσιδεῖν αὐγὰς ὀξέος ἠελίου·
φύντα δ᾽ ὅπως ὤκιστα πύλας Ἀΐδαο περῆσαι
καὶ κεῖσθαι πολλὴν γῆν ἐπαμησάμενον. 

  Es lo mejor de todo no haber para el hombre nacido
ni llegado a ver      luz rutilante del sol;
mas, si nacido, cruzar cuanto antes las puertas del Hades
y soterrado yacer    bajo copioso montón.  
 
 

    Dos dísticos elegíacos de hexámetro y pentámetro dactílicos de Teógnide de Mégara (siglos VI-V ante), libro I de sus Elegías, versos 425-428, que expresan con asombrosa sencillez lo que se ha dado en llamar el “pesimismo griego”, fruto del sentimiento trágico que tenían de la vida como condena.
 
    No obstante, el propio Cioran reconoce su deuda con Teógnide de Mégara en el siguiente aforismo de Ese maldito yo: "De todos los clásicos, es quizás Epicuro quien mejor ha sabido despreciar a la muchedumbre. Otro motivo más para celebrarlo. ¡Qué idea la mía de haber admirado tanto a un payaso como Diógenes! Lo que yo debería haber frecuentado es el Jardín del Sabio y no el ágora ni menos aún el tonel... (Sin embargo, el mismo Epicuro me ha decpecionado más de una vez. ¿No trata de tonto a Teógnide de Mégara por haber afirmado que más valía no haber nacido o, una vez nacido, atravesar cuanto antes las puertas del Hades?)". 

    Friedrich Nietzsche (1844-1900) en El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música se hace eco de la leyenda mitológica que cuenta que durante mucho tiempo el rey Midas había intentado capturar  en el bosque al sabio Sileno, acompañante del cortejo de Dioniso, sin poder atraparlo. Cuando por fin cayó en sus manos, el rey, ávido de su sabiduría, le preguntó qué era lo mejor y más preferible para el hombre. Sileno callaba, hasta que apremiado por Midas a dar una respuesta, le contestó con una risa estridente:  “¿Por qué me fuerzas a decirte lo que para ti sería muy ventajoso no oír? Lo mejor de todo es totalmente inalcanzable para ti: no haber nacido, no ser, ser nada. Y lo mejor en segundo lugar es para ti -morir pronto”.

martes, 27 de mayo de 2025

Diez guasapes y La Gran Farmacopea

La Inteligencia Artificial provoca entre sus efectos secundarios adversos uno muy especialmente preocupante: hipoplasia o atrofia de la Inteligencia Natural. 
 
¿Qué hace falta para ser feliz? No hace falta casi nada, sino, al contrario, sobran casi todas las cosas que tenemos; sobre todo, nosotros mismos en persona.

 Aumenta alarmantemente el número de ictus entre la juventud; los expertos, tomándonos el pelo además de la salud, desconocen las causas que todos sospechamos. 
 
Una hiperstición es una ficción que crea su propia realidad y forja el futuro que predice: la Tierra Prometida, por ejemplo, sería el Estado sionista de Israel.

  La fiebre fotovoltaica amenaza ahora en el reyno de Valencia con arrancar millares de naranjos, arboricidio que viene así a sumarse al de los olivos andaluces.
 
 Los suecos se libraron del virus coronado sin confinamientos ni mascarillas obligatorias porque
, según Don Pimpón, no se daban la mano ni abrazaban ni besaban.
 
Hasta la prensa oficial del Régimen reconoce ahora la expansión de la OTAN/NATO entre las causas de la guerra de Ucrania, el tumor de un cáncer con metástasis.
 
Puesto que cualquier tiempo pasado fue mejor, otro vendrá mucho peor que yo que bueno me hará, blanqueando mi imagen pública con un halo de romántica aureola. 
 
Un meteorólogo descubre el carácter cíclico y estacional del cambio climático atmosférico y especifica sus cuatro períodos: verano, otoño, invierno y primavera.

  La AEMET ya no habla de tormentas o lluvias torrenciales, que todo el mundo entiende, sino de DANAS o Depresiones Aisladas en los Niveles Altos de la atmósfera.
 
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La Gran Farmacopea

-Ahora estoy con el jefe de los laboratorios Sanofi.
-(Eructa) 
 
-Sí, buenas noches también. Señor Silvestre, a una de sus vacunas contra el cáncer de útero, el Gardasil, se le acusa de tener efectos secundarios graves. 
-Sí, bueno, esos son solo algunos casos, no dramaticemos. 
 
-Sí, por supuesto, pero una joven contrajo esclerosis múltiple y culpa a su vacuna. 
-Vale, pues, buena noticia: aquí tengo conmigo una vacuna contra la esclerosis múltiple, la 
Coprodax, así que esta jovencita podrá curarse. 
 
-¡Excelente! ¿Pero esta no tiene efectos secundarios? 
-Bueno, sí, pero no es nada. Podría causar Alzheimer.
 
-¿Qué? Pero el Alzheimer es muy grave. 
-Sí, pero lo mejor es que también acabamos de encontrar una vacuna contra el Alzheimer, el Memopril. 
 
-¿Ah, sí? 
 -Sí, sí, lo probamos en ratones. Y lo recuerdan todo: que el queso es bueno, que hay que tener cuidado con los gatos y todo eso. ¿No es genial? 
 
-¿Y el Memopril, pues, no tiene efectos secundarios? 
 -Casi no... Tan solo en uno de cada dos casos se contrae el tifus. 
 
-¿El tifus? 
 -Sí, que es muy fácil de tratar gracias a esta otra vacuna, el Tifupen. 
 
 -El cual no tiene efectos secundarios... 
-Mmm, bueno, según nuestros investigadores hay riesgo de contraer la gripe aviar solo en el 80% de los casos, por lo que sigue siendo relativamente seguro. 
 
-Pero, bueno, eso sí que es terrible porque no tenemos nada contra la gripe aviar. 
-Ah, sí, el Aviarix, la vacuna contra la gripe del pollo. 
 
-Y los efectos secundarios ¿cuáles son esta vez? 
-Ah, estarás de enhorabuena porque eso causa el cáncer de cuello uterino, el mismo que se puede tratar, lo recuerdo, con el Gardasil. 
 
-Ah, pero aquí estamos empezando otra vez desde cero. 
-Sí, pero espere: El precio del lote de vacunas no es 8000, no es 7000, sino 6999 € el paquete entero de todas estas vacunas. 
 
 -¡Vaya! ¿Se reembolsa por lo menos? 
-Nooo, no vamos a reembolsar a personas que están enfermas todo el tiempo. 
 
-Con este razonamiento los franceses acabarán perdiendo la confianza en los medicamentos. 
-Sí, somos conscientes de ello. Por eso, para aquellos que ya no creen en los medicamentos, los laboratorios Sanofi ofrecen un anillo de inmunidad. 
 
-¿Qué es eso? 
-Bueno, te lo pones y te previene de todas las enfermedades, incluido el SIDA.
 
-¡Pero eso es una estafa! 
-Pues o eso o nuestras vacunas. 
 
-Vale, pues deme el anillo.

lunes, 26 de mayo de 2025

Una mirada retro- y prospectiva de Quino

El humor gráfico del llorado Joaquín Salvador Lavado Tejón, alias Quino (1932-2020), no deja de sorprendernos por sus dibujos sencillos y textos breves y penetrantes en los que se concentra una gran enseñanza, es decir, un desengaño que nos hace sonreír y reflexionar a la vez. He elegido estos dibujos que tratan sobre el futuro, cuyo protagonista, si nos fijamos en la expresión de su rostro, está triste y preocupado en la primera y tercera viñetas, mientras que en la segunda y central se muestra contento. Comparando las tres viñetas, vemos que tienen en común la representación espacial clásica del tiempo cronometrado, presentando la siguiente secuencia: izquierda (pasado), centro (presente) y derecha (futuro).
En la viñeta superior vemos a un personaje de mediana edad cariacontecido haciendo eses a lo largo de un camino que va de la izquierda a la derecha, en la dirección de nuestra lectura, como si dijéramos del pasado al futuro. Tras él, en efecto, una señal que indica una dirección hacia delante con flecha puntiaguda y el letrero “AL FUTURO”. Se da a entender que el hombre se halla, como diría el Dante, “nel mezzo del camin di nostra vita”, o en la traducción que hace en verso Abilio Ehevarría de la Divina Comedia, publicada por Alianza Editorial: “En mitad del camino de la vida / me hallé en el medio de una selva oscura / después de dar mi senda por perdida”. Hay un elemento gráfico importante: el cielo despejado del pasado y del presente a la izquierda y en el centro, y los nubarrones del futuro a la derecha del lector espectador. Quizá sea eso lo que hace que el personaje no tenga ánimo para seguir adelante y lo que le hace dar pasos en falso. Se diría que duda de ir en la dirección correcta.  En la izquierda no hay nubes que amenacen tormenta en el cielo como las que hay en la derecha. En el centro tenemos lo que caracteriza al presente: el anuncio fatídico del futuro. Y el hombre, que ha hecho un recorrido errático, está dudoso como lo estamos todos y cada uno de nosotros cuando vemos que nos dirigimos hacia el Futuro, un futuro que, por definición, no llega nunca, pero, sin embargo, está aquí siempre presente y anunciado. 
 
 
En la viñeta central, nuestro protagonista se alegra y hasta se ilusiona. Echa una mirada retrospectiva y ve que avanzan hacia él un grupo animoso de jóvenes. Lo dice entre exclamaciones: ¡Jóvenes! Cambia la expresión de su rostro. Se alegra. Y se hace la siguiente reflexión: “¡Esa fe que los impulsa hacia adelante me ayudará a continuar!”. Gracias a la aparición de otros caminantes resueltos y decididos, se hace la ilusión de que va a poder continuar su camino en su compañía y en la dirección esperada. Espera y los espera. Se ilusiona porque ve que ellos encarnan lo que él no tiene porque no lo ha tenido nunca o porque lo ha perdido si lo tuvo alguna vez: la fe necesaria para seguir siempre hacia delante, sin perder el rumbo marcado, lo que le produce cierta esperanza, otra virtud teologal necesaria para seguir adelante. 
En la última viñeta, los jóvenes han adelantado a nuestro protagonista, que se ha quedado atrás viéndolos pasar. La expresión de su rostro ha vuelto a cambiar cuando ha visto que aquellos jóvenes, alineados como un batallón, que él esperaba que lo animasen a continuar con el ejemplo de su fe, con los que no ha podido ni siquiera comunicarse, avanzan cabizbajos como autómatas, como máquinas programadas, todos con la huella de la planta de un zapato en donde la espalda pierde su digno nombre. Los supuestos “jóvenes” caminan hacia el sombrío futuro sin detenerse en el presente como un ejército en marcha. 
 
 
Frente a la alegoría que nos presenta Quino aquí de que la vida es un camino y nosotros los caminantes, y la consideración de Ortega de que nuestra vida -nuestra existencia, habría que decir más bien-,  sería “ante todo toparse con el futuro” porque “la vida es futurición, es lo que aún no es”, frente a eso, decía, habría que recordar los versos de Machado: Caminante, no hay camino: se hace camino al andar. 
 
El esquema metafórico del “camino de la vida” pone el acento en ese carácter futurizo del hombre subrayado por Ortega: el hombre es ese ser que por las condiciones de su existencia, deviene futurizo, es decir, según la docta academia, "orientado o proyectado hacia el futuro", que, es, no hace falta recordarlo, la muerte. 
 
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Esta otra viñeta de la entrañable Mafalda de Quino insiste sobre el mismo tema del futuro. Frente a una imagen turística y arqueológica de Grecia, Mafalda considera, le dice, "como pasado estás muy bien, pero sos todo ruinas". A continuación añade: "En cambio el futuro está todavía sin construir; por eso le tenemos fe". Insiste aquí en que frente a las ruinas del pasado, el futuro está intacto porque no ha sido dañado por el paso del tiempo, y añade, "porque uno lo mira y no ve ruinas". En la última viñeta, Mafalda que mira prospectivamente hacia el futuro, es decir hacia adelante, se entristece y arruga el morro; se diría que está pensando que no ve ruinas griegas, efectivamente, pero eso es porque no ve absolutamente nada, que es peor.

domingo, 25 de mayo de 2025

La soledad de la cariátide

    Estuve buscando en el British Museum londinense, templo que es símbolo de la rapiña del Imperio Británico y de todos los imperios que en el mundo han sido, a la muchacha de larga y gruesa trenza portadora de una cesta en la cabeza, la canéfora de la Caria. 
 
    Los templos de las musas como este, so pretexto de albergar y conservar obras de arte como esta, lo que hacen es desterrarlas de su lugar de origen y arrinconarlas en una sala cualquiera, privándolas de su función y de su vuelo, con el afán del coleccionista que caza mariposas, las clasifica como "lepidópteros" y las atraviesa con un alfiler, matándolas de este modo para siempre. 
 
    Al fin la encontré, tras mucha, larga y laboriosa búsqueda. Nadie había sabido darme razón de su ubicación. No estaba con los frisos del Partenón, ni con las muestras de escultura griegas y romanas, sino en un rincón de la sala dedicada a la arquitectura, detrás del templo de las Nereidas, donde pasaba desapercibida casi para todo el mundo, que ni siquiera se paraba a hacerse una foto con ella. 
 
 
Cariátide del Museo Británico
 
    Estaba sola, y, no hace falta decirlo, triste, muy triste por su soledad y abandono. Ella, que durante siglos había soportado con orgullo el desafío del tiempo y la intemperie con sus cinco hermanas, las cariátides que sostenían el peso del templo de Erecteo, en lo alto de la mismísima acrópolis de Atenas, como castigo por la traición que su ciudad hizo a la causa griega, había sido trasladada en 1816, hace ya más de doscientos años, al Museo Británico con los otros mármoles de lord Elgin, a fin de conservarla mejor y librarla, decían, de la corrosión que sufrirían al aire libre sus hermanas. 
 
    El templo de Erecteo fue construido entre los años 421 y 406 a. de C. Fue decorado con seis estatuas femeninas de 2,30 meros de altura, llamadas Cariátides. El templo sufrió con el correr de los años varias desgracias, pero el mayor atentado sin duda de todos lo perpetró paradójicamente Lord Elgin con la pretensión de evitar males mayores. 
 
    Las seis hermanas habían permanecido unidas durante 2.300 años hasta que en 1802 una de ellas fue separada del resto por el lord inglés junto con otras muchas piezas históricas monumentales de la acrópolis de Atenas. Después de lo cual, cuenta la leyenda que las hijas de mármol lloraban todas las noches lamentando el secuestro de su hermana. 
 
    Se cuenta también que cuando los obreros llevaban la estatua al puerto de El Pireo, oían sollozos procedentes del interior del embalaje, por lo que alguno decidió dejarlo en el suelo y se negó a tocarlo otra vez. 
 
 
    Hoy cinco cariátides están en el Museo de la Acrópolis de Atenas, mientras la sexta permanece en el Museo Británico de Londres, todavía con su billete de ida sólo en las manos. Las seis que fotografían los ilusos turistas sosteniendo el entablamento del templo de Erecteo en la acrópolis no son originales, sino réplicas. Grecia ha solicitado en muchas ocasiones al gobierno británico la devolución de los mármoles griegos, pero todos esos esfuerzos han resultado baldíos hasta la fecha. 
 
    El llanto de la sexta hija de mármol todavía resuena en los oídos de los griegos: Devolvedme a casa, devolvedme a mis hermanas, liberadme. No pertenezco a aquí, soy griega. 
 
Cariátide original, museo de la acrópolis (Atenas)
 
     El nombre de Cariátide, en efecto, es el gentilicio femenino de la ciudad de Caria, en el Peloponeso, ciudad que hizo defección de Grecia y apoyó la invasión persa durante las guerras médicas, cuyas mujeres fueron reducidas a la esclavitud y condenadas a soportar la pesada carga de la falta de libertad, por lo que son el símbolo de esa servidumbre femenina. 
 
    Así lo cuenta Vitrubio en su tratado de arquitectura (Libro I capítulo I, 5)  Caria, ciudad del Peloponeso, conspiró contra Grecia pasándose al bando de los persas, enemigos de los griegos. Posteriormente los griegos, al librarse heroicamente de la guerra merced a su victoria, declararon de común acuerdo la guerra a los carios. Así pues, una vez tomada la plaza, pasados a cuchillo los varones y arrasada la ciudad, redujeron a la esclavitud a sus matronas, y no permitieron que se desprendieran de sus estolas ni de sus distintivos matronales, de modo que no fueran llevados juntamente con la ceremonia triunfal sino que se viera que, agobiadas por tan grave ultraje, pagaban su culpa por la ciudad con el ejemplo imperecedero de su esclavitud. Por ello los arquitectos que hubo entonces diseñaron en los edificios públicos unas estatuas de ellas, colocadas de forma que soportaran su peso, con el fin de transmitir a la memoria de los venideros el castigo impuesto por el delito de los carios.