martes, 27 de agosto de 2024

¡Celebremos la nueva normativa!

    ¿No os habéis dado cuenta de que los nuevos tapones de las botellas de plástico y de los brix* que vienen de un tiempo a esta parte adheridos a sus envases respectivos son maravillosos? No es un capricho de los fabricantes, sino algo que hay que agradecer al insigne Parlamento de Bruselas. Se trata, en efecto, de una directiva de la Unión Europea de la que nos congratulamos, haciendo extensivo nuestro agradecimiento también al Foro Económico -y por ende Político- de Davos que seguramente está detrás de tal iniciativa.

    Desde el pasado 3 de julio, en efecto, entró en vigor la Directiva de la UE 2019/904, de 5 de junio de 2019, cuya finalidad es prevenir y reducir el impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente, en particular en el acuático, y en la salud humana, así como fomentar la transición a una economía circular con productos y materiales innovadores, no tóxicos y sostenibles.

    El principal objetivo de esta nueva normativa europea es conseguir que los envases de un solo uso se reciclen lo máximo posible y que no se pierdan los tapones en la cadena de reciclaje.

    El nuevo formato de las botellas y brix  llevan ya algún tiempo en el mercado. Muchos consumidores comentan en sus círculos íntimos y redes sociales que el nuevo mecanismo de cierre les resulta incómodo a la hora de beber a morro los líquidos que contienen, y algunos lamentan que se ponga fin así a la recogida de tapones que las almas piadosas y solidarias practicaban hasta ahora con fines benéficos y caritativos para obtener fondos destinados a causas humanitarias que afectaban a pacientes con enfermedades degenerativas poco comunes.

        ¿Qué haríamos nosotros sin estos polticastros y astros de la política elegidos democráticamente que velan por la salvación del Planeta, por nuestra salud y por eso que llaman nuestra “calidad de vida” proclamando esta nueva normativa? Pero resulta que los tapones adheridos, como dicen ahora, a las botellas no son ninguna novedad ni tan recientes como parecen. Creen nuestros parlamentarios europeos que han inventado algo nuevo, y no es así.  Yo recuerdo ahora mismo, haciendo uso de mi particular memoria histórica, la botella de cristal -y no de plástico- de La Casera -no así la actual, maldita sea, que es de plástico y con tapón adherido-, el refresco de agua gaseosa que, mezclado con el vino, hacía el delicioso tinto de verano. Era completamente reciclable, como todos los vidrios. Además, si devolvías el envase, te reembolsaban el dinero que costaba. Eso sí que era un buen invento, y no estas botellas de plástico y estos tetrabrix con los tapones incorporados que sacan ahora y que son tan incómodos y complican tanto la abertura del envase que a veces uno los arranca no sin cierto placer y algo de furia contenida. 

            Lo que pretenden nuestras autoridades -¿qué haríamos nosotros sin ellas?- es que el tapón se recicle junto con el envase. Con esta medida el Ministerio de Transición Ecológica** intenta conseguir una economía más sostenible y menos contaminante, una solución que -creen, porque son creyentes- puede facilitar el reciclaje.

    Según estadísticas del Ministerio de dicho tránsito, España genera alrededor de 1,6 millones de toneladas de residuos plásticos, de los que un 6% son tapones y un 1,4% botellas y garrafas. Hemos resuelto así un gran problema que antaño no existía.

    Celebremos esta nueva directiva europea que nos hace la vida menos complicada y, por lo tanto, más sencilla: Ya no tenemos que reciclar el envase por un lado y el tapón por otro, dado que lo que eran dos objetos,  ahora pasan a ser uno solo como por el arte de la magia, y podemos reciclarlos a la vez.

  *Abreviación de tetrabrix: Me permito escribir así en español el plural de brik (adaptación de brick 'ladrillo' en la lengua del Imperio, como en el another brick in the wall de Pink Floyd), pese a lo que dicta la docta academia, que le añade la ese de rigor a la ka final de la palabra, y prescribe briks.

**¡Cómo les gustan estas dos palabras: transición porque empiezan por el prefijo trans- que está tan de moda, y ecológica porque no es más que un disfraz de económica, otro helenismo, para que, enharinada, no se le vea la patita negra al fiero lobo del capitalismo.

lunes, 26 de agosto de 2024

La perseverancia del jardinero

    Una manera de acercarse a la realidad, y de conocer la historia, es a través de la ficción, cuyo parecido con la realidad no es 'mera coincidencia'. Es lo que hizo el novelista John Le Carré (1931-2020) en su novela The Constant Gardener, 'El jardinero constante” publicada en 2001, que se tradujo entre nosotros como “El jardinero fiel”. Los amantes del séptimo arte pueden ver su puesta en escena cinematográfica con el mismo título, dirigida por Fernando Meirelles en 2005 y protagonizada por Ralph Fiennes y Rachel Weisz, que se presentó ante el gran público como una historia romántica de amor (love at any cost, 'amor, a cualquier precio') pero que era, afortunadamente, muchísimo más que eso.

      La joven y hermosa protagonista Tessa Quayle, encarnada por Rachel Weisz, es asesinada cerca del lago Turkana, en el norte de Kenia. Su supuesto amante africano y compañero de viaje, un médico al servicio de una ONG, ha desaparecido de la escena del crimen y es el principal sospechoso. Justin, el marido de Tessa, aficionado a la jardinería y diplomático en la embajada británica de Nairobi, emprende su particular pesquisa en busca de los asesinos de su mujer y sus motivos, y descubre que su presunto amante, que también aparecerá muerto poco después en extrañas circunstancias,  era homosexual. Sus perseverantes indagaciones le llevan por todo el mundo desde el Foreign Office londinense a distintos países de Europa, a Canadá, de nuevo a África, a lo más profundo de Sudán del Sur, y, finalmente, al mismo lugar donde Tessa murió, descubriendo el extraordinario coraje de la mujer a la que apenas tuvo tiempo de amar. Descubrirá mucho más de lo que esperaba toda una trama urdida para que no salgan a la luz los experimentos ilegales de un nuevo medicamento que ha matado a muchos niños, encontrando su muerte en el lago Turkana donde fue asesinada su mujer.

    El argumento de la novela está inspirado libremente, al parecer, en un caso sucedido en la vida real en Kano, Nigeria, que involucra a la farmacéutica Pfizer en unos ensayos clínicos ilegales con niños africanos en la década de los noventa. Ni sus padres ni el gobierno de Nigeria sabían que el fármaco para combatir presuntamente la epidemia de meningitis que les suministraron se encontraba en fase experimental. Según el Washington Post, Pfizer aplicó su fármaco a un centenar de niños que habían contraído una cepa muy letal de la enfermedad. La prensa local reportó en su momento que el experimento causó muertes y malformaciones a aproximadamente doscientos niños de la región que ignoraban que estaban siendo utilizados como “conejillos de indias”.

    El gobierno nigeriano demandó a la farmacéutica y le pidió dos mil millones de dólares, pero Pfizer negó los cargos e incluso llegó a asegurar, en el colmo del cinismo, que gracias al controvertido fármaco se habían salvado las vidas de muchos niños aquejados de meningitis.

    Luego de que esta terrible historia saliera a la luz, Pfizer fue llevada a juicio por sus acciones. Originalmente el gobierno de Nigeria demandó a la farmacéutica por dos mil millones de dólares, pero la empresa negó todos los cargos. Incluso llegó a asegurar que Trovan, el nombre del controvertido fármaco, salvó las vidas de muchos niños que estaban luchando contra la meningitis, como queda dicho, pero finalmente se llegó  a un acuerdo entre la farmacéutica y el gobierno por 75 millones de dólares para indemnizar a las familias de los fallecidos, según informa The Guardian o El Mundo, en español. 

    Se hacía verdad así una vez más aquello de que fue peor el remedio, el fármaco experimental, que la enfermedad que pretendía combatir.

domingo, 25 de agosto de 2024

Public Health Emergency of International Concern

    El pasado 14 de agosto, el señor Tedros Adhanon, director de la OMS, declaró la Emergencia Sanitaria Internacional por la viruela del mono -ahora renombrada como MPOX, un nombre que no da tanta risa y que asusta un poco más que el otro- basándose en unos cuantos miles de casos que se han traducido en 1.456 muertes  por esta causa desde 2022 en varios países africanos, y pidió a los gobiernos del mundo que se proveyeran de la vacuna correspondiente para hacer frente a esta nueva plaga. 
 
    No parece que sea una enfermedad grave a juzgar por sus síntomas: malestar general, fiebre, cefaleas y la molesta erupción de pequeñas vesículas en la piel, por lo que no vamos a morir de estas viruelas, sino en todo caso de otras complicaciones subyacentes o, como suele decirse, de patologías previas.
 
    El dicho entre nosotros de "¡A la vejez, viruelas", se usa para ridiculizar a los viejos verdes, es decir, enamoradizos y alocados, a los que se les diagnostica una enfermedad más propia de las edades juveniles que de su provecta edad. Es viruela o veruela, en castellano viejo, un término derivado del latín vulgar variola, diminutivo del adjetivo varius -a -um 'variado, diverso, variopinto', que se usaba para aludir a la variedad del color de la piel del varioloso, virolento o veruliento. Etimológicamente no guarda relación con virus -i
 
 
    Pero preguntémonos: ¿Son muchas 1.456 muertes en dos años en un continente como el africano donde se estima que malviven cerca de mil quinientos millones de personas en la actualidad y donde mueren cada año millones de niños por desnutrición y millares al día por enfermedades infecciosas derivadas de la falta de agua potable? ¿Cómo es posible que la Organización que regenta el susodicho gerifalte declare una Emergencia Sanitaria Internacional por una enfermedad con una mortalidad tan baja, circunscrita a un continente como el africano donde hay otras emergencias mucho más importantes de salud pública? ¿Teme acaso que nos llegue al primer mundo? 
 
    Conviene recordar que el neumólogo alemán Wolfgang Wodarg, denunció en enero de 2010, en su calidad de presidente de la Asamblea Parlamentaria del Comité de Salud del Consejo de Europa, que el Comité de Expertos de la OMS para la pandemia por gripe H1N1, declarada un año antes, había sido sobornado por las multinacionales farmaceúticas que comercializaron las vacunas. 
 
 
    Pero la historia se repite una y otra vez. Dice la viñeta de Tom Toro, haciéndose eco de un dicho del filósofo George Santayana, que los que no conocen la historia -o no pueden recordar el pasado- están condenados a repetirla, pero añade el dibujante que los que la conocen están condenados a sufrir que los demás -en este caso la industria de la Gran Farmacopea- la repita una y otra vez.
 
    Precisamente hace cuatro años volvió a repetirse la jugada, con más éxito esta vez, la declaración de pandemia internacional y el pánico desatado en los medios de comunicación hizo que los gobiernos compraran millones de dosis asegurando a las farmacéuticas pingües beneficios.
 
 
   Como es bien sabido pero poco publicado, desde la década de los 80 la OMS fue dejando de ser financiada mayoritariamente por los Estados miembros, para pasar a estarlo en un 80% por grandes multinacionales farmacéuticas y por fundaciones privadas supuestamente filantrópicas con intereses económicos en la fabricación de vacunas.

sábado, 24 de agosto de 2024

Pareceres LVI

271.- Ganapanes: Somos, desde que se acuñó el término en el Siglo de Oro, unos ganapanes. Se decía así en castellano por la maldición bíblica de que hay que ganarse el pan con el sudor de la frente, es decir, con el trabajo, como el mozo de cuerda, que se ofrecía en los lugares públicos con un cordel al hombro para acarrear sudoroso cargas o hacer algún recado a cambio de dos, tres o cuatro reales. Cuando la gente dice que hay que “ganarse la vida”, utiliza una expresión muy significativa en la que la vida se presenta como una ganancia, al impregnarse del significado del verbo “ganar”, equiparándose “vida” a “dinero”, que es la última epifanía del Dios monoteísta que es el Capital y de la religión capitalista que carece de ateos. Cuando la gente dice que hay que ganarse la vida se refiere siempre a la futura porque la presente no hace falta ganarla, y la futura se realiza en el día de mañana, es decir, nunca. Da a entender la expresión que la vida tiene un precio que hay que pagar,  lo que repugna a la razón, pero es el engaño que hace que funcione la realidad. Si tengo hambre ahora, no necesito dinero sino un bocadillo. La limosna 'para poder comer' que mendigan algunos pordioseros en lugar del bocadillo es un medio para alcanzar un fin que es asegurarse el pan de mañana, el pan de cada día, un porvenir siempre futuro. Sé que si tengo dinero puedo, por el arte de magia del mercado, matar el hambre futura, a la que me anticipo comprando el pan en la panadería para comerlo, pero no es el dinero lo que mata el hambre, sino el bocadillo. Hemos sustituido el pan por el dinero que vale. Sin embargo tenemos hambre -algunos lo llaman codicia- de dinero, y esa hambre crea el futuro, aunque algo nos dice en el fondo que ese futuro que ganamos es la muerte, y que por ganarse uno la vida, la pierde inexorablemente.

 272.- Oído por ahí: Hablan dos mujeres de las virtudes del agua mineral embotellada, que, dicen, es más potable que la del grifo. Una de ellas dice que ella bebe una marca determinada. Y la otra le comenta: -Esa es buenísima, es la más cara que hay. Y yo me pregunto si es buenísima porque es la más cara que hay o es la más cara que hay porque es buenísima. O en otras palabras: si es la más apreciada y preciosa por el precio que tiene en el mercado, o tiene el precio que tiene por lo óptima que es. Y me detengo durante un instante, en el significado del adjetivo “caro -a”: que tiene un precio alto o más alto de lo normal que encarece a las cosas haciéndolas careras y encarece por lo tanto el precio de la vida, atención a la expresión que revela que la vida tiene un precio, y el secundario y más culto de “amado o querido”, procedente del latín carus -a -um, cuya primera acepción era también “costoso, de alto precio, precioso” y la segunda “apreciado, querido, predilecto, deseado” de donde derivan nuestro cariño y nuestra caridad, que en latín cáritas era en principio carestía, antes de convertirse en el amor y en la virtud cristiana de la solidaridad y amor al prójimo. Acaban las mujeres hablando inevitablemente de la carestía de la vida, 'lo cara que está la vida, cada vez más',  y el encarecimiento de las cosas.


273.- Mayoría absoluta. Han investido al candidato a la presidencia del ente autonómico por un solo voto más a su favor, que ha sido, obviamente, el suyo. ¿Para qué se celebran las elecciones si ya se conocía de antemano su resultado? Se sabía que por un voto iba a ser investido el candidato. ¿Qué mayoría absoluta es esa de la mitad de los votos más uno? Para que una mayoría se convierta en absoluta, es decir, para que obtenga más de la mitad de los votos basta que obtenga uno más, como en el caso de la Generalitat de Cataluña en la investidura del señor Illa. ¿Qué dice la mayoría silenciosa formada por la generalidad de la ciudadanía que no expresa públicamente su opinión? El término mayoría absoluta tiene la siguiente definición en el Diccionario panhispánico del español jurídico de la Real Academia Española (RAE): "Sistema de votación mediante el cual se requiere, para aprobar una decisión, más votos a favor que en contra de los socios/accionistas asistentes o representados". En otras palabras, para obtener la mayoría absoluta es necesario contar con el voto favorable de la mitad más una de la totalidad de personas que forman un órgano con independencia de que estén presentes o no. 

274.- Cambio semántico: Desde hace cuatro años, venimos asistiendo al cambio de significado de algunas palabras relacionadas con la salud y la enfermedad tales como vacuna, pandemia, inmunizar, inmunidad natural, inmunidad colectiva, distanciamiento social, trabajadores esenciales, pandemia, enfermo asintomático, etc. No se trata de un simple cambio retórico, sino de un truco. Pero también en otros ámbitos: por ejemplo, en el campo energético se ha redefinido la energía nuclear como energía verde. Y quizá uno de los cambios más significativos, en el ámbito sociológico, ha sido la definición de "mujer", que ya no es la persona o ser humano de sexo femenino, sino la persona que se siente como mujer, independientemente del sexo asignado al nacer. El cambio de la definición de "mujer" ha conllevado también la redefinición de "hombre" en el mismo sentido. No perdamos de vista, tampoco, el uso de algunos adjetivos tan de moda como "humanitario", para "ayuda, misión" que revelan, como los anteriores, el poder manipulador del lenguaje. Curiosas también resultan las connotaciones que se dan a términos en principio neutros, como "populismo", al que ahora se da un valor negativo como reacción contra el uso que la Alemania nazi hizo del término Volks 'pueblo': todo debía ser popular entonces, desde el propio partido nazi, que se definía como Volksfreund ('amigo del pueblo') hasta el coche popular, que era el Volkswagen: amaban al pueblo y todo era popular, del pueblo (y no de su gobierno),  demos y no kratos. Por no hablar ya del eufemismo de llamar "traslado" a la deportación o "solución final" al extermino de los judíos. Todo ello nos recuerda lo que decía Humpty Dumpty en "Alicia a través del espejo", de Lewis Carrol: - Cuando yo digo una palabra -afirma Humpty Dumpty- significa aquello que yo quiero que signifique; ni más ni menos. - La cuestión es -contesta Alicia- si uno puede hacer que las palabras signifiquen cosas distintas. -La cuestión es -replica Humpty Dumpty- quién es el que manda, y se acabó.

 275.- A palo seco (por peteneras y un fandango).  Las peteneras son un palo flamenco que se basa en una estrofa de cuatro versos octosílabos que se convierten en seis o más por repetición de algunos de ellos y el añadido de otro a modo de ripio que suele ser «madre de mi corazón», cuyas letras suelen estar embargadas de melancolía, y se interpretan de forma lenta y desgarrada, como corresponde al quejido del dolor de descubrir cómo son en realidad las cosas de verdad. Voy a “salirme por peteneras” y a traer aquí una muestra preciosa de este palo del cante flamenco de tono grave y melodramático, que cantaba la Niña de los Peines, cuya voz desgarrada nos pone los vellos como escarpias. Es una denuncia de la realidad y falsedad simultánea del mundo: “Quisiera yo renegar / de este mundo por entero; / volver de nuevo a habitar, / madre de mi corazón, / volver de nuevo a habitar, / por ver si en un mundo nuevo, / por ver si en un mundo nuevo, / encontraba más verdad”.  Y, relacionado con la petenera de la Niña de la Puebla, este fandango de Paco Toronjo,  a palo seco, es decir, sin acompañamiento musical ninguno de guitarra, para decir por enésima vez lo mismo: Yo creía que en la vi(d)a / to(d)ito era verda(d)/ ¡Qué equivocación la mía! / Tan solo veo malda(d) / y to(d)o es hipocresía.




viernes, 23 de agosto de 2024

El Imperio contraataca

    Al parecer fue un fraile, un tal Francisco de Ugalde, el que patentó la frase “el imperio en el que nunca se pone el sol” para referirse a los vastos dominios de Carlos I de España y V de Alemania, que incluían los territorios de España y de Portugal -islas en el Atlántico y el Mediterráneo, ciudades en el norte de África y vastas posesiones en América-, así como los territorios del centro de Europa y de Flandes. La frase ya consagrada por el clérigo aludía a que cuando en algunos puntos del Imperio se ponía el astro rey en otros ya estaba saliendo, por lo que propiamente no se ponía nunca el sol en sus dominios. Se aplicó a su hijo Felipe II, que anexionó a la corona española las islas Filipinas y los archipiélagos de la Micronesia en el Pacífico. 
 
    Los Nikis compusieron esta divertida, satírica y alegre canción, El Imperio contraataca, hace ya treinta y ocho años para reírse un poco de nuestro pasado, nuestro presente y de nuestro futuro, un futuro que poco después, en 1992, celebraría a bombo y platillo y con alharacas el quinto centenario del descubrimiento y colonización de las Américas. El título estaba tomado del V Episodio de la película La Guerra de las Galaxias, que se denominó en la lengua del Imperio The empire strikes back, estrenada en 1980. 
 
 
 
    Pero el título de la canción no remonta a la guerra de las galaxias, sino al viejo imperio español. Preconiza la letra nuestras esencias nacionales haciendo una sátira de ellas: la tortilla de patatas, con cebolla, obviamente, y  la restauración del hispánico poderío, basado no ya en nuestras conquistas militares, sino en los éxitos deportivos de nuestros equipos a lo largo y ancho de todo el mundo. Años después, en 2020, España ganaría el mundial de fútbol, gracias al celebérrimo goooool de Iniesta.
 
    El imperio vuelve a la carga una y otra vez desde entonces. Y en la actualidad la Corona se regodea con los recientes éxitos deportivos olímpicos que se traducen en dieciocho (18) medallas: cinco de oro, 4 de plata y 9 de bronce, que se celebran como auténticas victorias nacionales de nuestras huestes y mesnadas. Los Borbones no pierden ripio, pese a que, como dice la canción, “con los Austrias y con los Borbones perdimos nuestras posesiones”.
 
 
    Don Felipe VI, la princesa doña Leonor y la infanta doña Sofía celebran los triunfos de los deportistas nacionales como si fueran victorias de nuestros ejércitos, sin olvidar a la Reina, doña Letizia, que vende la marca España en todas las pasarelas, y a la que vemos animando también a nuestras huestes como si sus éxitos individuales fueran colectivos. 
 
La Reina animando a un conocido tenista español.
 
     Los Nikis se cachondeaban así de nuestras ínfulas imperiales, que en la oprobiosa dictadura habían querido lanzarnos Por el Imperio hacia Dios, cantando al final “Seremos de nuevo un imperio”.

jueves, 22 de agosto de 2024

El virus de la guerra

    Hay un virus -veneno ponzoñoso en latín- mucho más peligroso que el coronado y que el de la viruela del simio con el que la OMS decreta ahora, otra vez, la Emergencia Sanitaria Internacional, un virus más viejo que el catarro de Matusalén, que es a la vez extremadamente contagioso, virulento y asesino: el virus de la guerra [ho toû polémou -polémios, polemikós- iós (ὁ τοῦ πολέμου -πολέμιος, πολεμικός- ἰός), que de las tres formas podría decirse en griego clásico], el virus (o también la flecha, que ambas cosas significa el término) de la guerra; flecha que, cuando está en el disparadero del arco, tiene que partir forzosamente, según el refrán chino que recordaba Rafael Sánchez Ferlosio. 

    Sólo hace falta comparar algunos datos para ver la letalidad de ambos virus: la viruela símica, ahora renombrada como MPOX, contabiliza unos pocos cientos de muertos desde enero de este año, mientras que el virus guerrero de Israel en Palestina, mucho más localizado, suma muchos miles, demasiados. 
 
 
    Como se vio en el siglo pasado, la epidemia de este virus bélico se convierte enseguida en pandemia, de modo que la guerra es ya un virus endémico, que está etimológicamente "en el pueblo", pero no por otra razón más que porque se le ha impuesto desde arriba. Es lo que sucedió en 1914-1918, en la llamada Primera Guerra Mundial, y en 1939-1945 en la Segunda: dos guerras que se propagaron rápidamente por todo el planeta, convirtiéndose en dos pandemias mundiales o, como se prefiere decir ahora, globales, globalizadas, y que causaron decenas de millones de muertos. 

    El virus de la guerra es consustancial y esencial al Estado, cuya función es administrar la muerte en todos los ámbitos: militar, económico, sanitario, social, cultural e identitario. Ya lo expresó Randolph Bourne: la guerra es la salud del Estado, es decir, su quintaesencia. Y antes que él, Heraclito de Éfeso, que consideraba que Pólemos -guerra en griego- era el Padre y Rey y señor de todas las cosas y personas, títulos que le correspondían a Zeus, padre de hombres y de dioses.

 
  Tras la Segunda Guerra Mundial, en 1948, se creó el Estado de Israel en Oriente Medio, uno de los más modernos, implantándose genéticamente en él el virus esencial y saludable para él, pernicioso para los demás, de la guerra, imprescindible para su sustento, que ha ido propagándose ininterrumpidamente desde entonces hasta bien entrado el siglo XXI en la actualidad. La justificación de la creación de este Estado moderno a cargo de David Ben-Gurión, el primer primer ministro de Israel, era el trágico genocidio que los judíos de Europa occidental habían padecido bajo el nazismo.
 
    El Estado hebreo justifica la guerra so pretexto de legítima defensa de sus intereses y de su población debido a su política de expansión, pero Israel solo no podría aplicar esta política sin el apoyo de Estados Unidos y del Reino Unido, dos democracias consolidadas donde no gobierna el pueblo, contra lo que dice la palabra, sino el dinero que poseen los Rothschild y los Rockefeller. 
 

    Los Estados Unidos de América, desde su creación, han estado en perpetuo conflicto también, abierto o encubierto, contra los indígenas en primer lugar y contra todo el resto del mundo, buscando siempre imponer su voluntad, por las buenas o por las malas, por lo civil o por lo militar, como decía un reyezuelo de la taifa cántabra, porque para ellos América, un nombre propio como otro cualquiera y, por lo tanto, un pseudónimo de Dios, es lo primerísimo. El virus de la guerra le permite al Estado subyugar a su población bajo su dominio permanente. Declarar la guerra -que es la  paz, según Órgüel-  es, en el fondo, el sueño absoluto de todo dictador, más aún cuando se oculta bajo la apariencia de un demócrata que actúa para garantizar el bien, que es la seguridad, de la población. 
 
    Estamos pues ante una Tercera Guerra Mundial (o Cuarta, mejor dicho, si consideramos la Guerra Fría encubierta librada contra los pueblos durante los últimos setenta años de Historia), que llevarán a cabo los países de la OTAN capitaneados por el Imperio del tío Sam contra los BRICS -acrónimo inventado para meter a los estados 'emergentes' de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica en el mismo paquete-, especialmente contra Rusia y China, una guerra que ya están librando los ucranianos, que han tomado la iniciativa, pasando a la ofensiva, e invadido a la madre Rusia, por lo que es más que previsible que el virus bélico acabe propagándose y contagiándonos a todos.

miércoles, 21 de agosto de 2024

Disiecta membra (y II)

Sobre la felicidad: Teógnide de Mégara y Slavoj Zizek.
 
a) Un dístico elegíaco de Teógnide de Mégara (Elegías I, vv.-167-168):
 
 Ἄλλ᾽ ἄλλῳ κακόν ἐστι, τὸ δ᾽ ἀτρεκὲς ὄλβιος οὐδεὶς 
ἀνθρώπων ὁπόσους     ἠέλιος καθορᾷ. 
 
Tiene su mal cada cual, y, sin duda, nadie que sea 
 entre los hombres feliz      hay bajo el Sol que los ve.
 
b) Declaraciones de Slavoj Zizek al periódico The Guardian sobre la felicidad:
  "La felicidad nunca fue importante. 
El problema radica en que nosotros no sabemos qué es lo que realmente queremos. 
Lo que nos hace felices no es alcanzar lo que deseamos, sino soñarlo.
 La felicidad es para oportunistas. 
Entonces pienso que la única vida de profunda satisfacción es una vida de una eterna lucha, especialmente, la lucha contra uno mismo.
 Si quieres mantenerte feliz, solo sigue siendo estúpido.
 Los auténticos eruditos nunca fueron felices; 
la felicidad es una categoría de esclavos."
 
oOo 
 
 

    El sabio chino Sun Tzu, presunto autor de “El arte de la Guerra”, dejó escrito que no hay mejor defensa que un buen ataque. Parece que el presidente de Ucrania, el títere de Guásinton, ha hecho suya esta máxima del sabio chino, y ha decidido invadir Rusia, haciendo uso de las armas supuestamente defensivas que le había suministrado gratuitamente Occidente -vamos a decirlo así para referirnos a la OTAN y a la UE, en las que está incluido del Reino de las Españas. Es decir que con nuestras pacíficas armas defensivas que eran para defenderse de una agresión injusta que violaba el derecho internacional ha decidido “tomar la iniciativa”, como dice la prensa del Régimen, es decir, pasar a la ofensiva, que, según la milenaria sabiduría china, sería la mejor defensa. Esto es lo que viene a decir este anuncio publicitario de la OTAN/NATO: que ese nombre significa ayudar en tiempos de necesidad a nuestros amigos ucranianos (¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!), que ese nombre significa 'nuestro futuro', y pese a que significa muchas cosas diferentes para diferentes personas, básicamente significa una cosa para todos y cada uno: la protección de nuestra libertad, de nuestra democracia y de nuestro modo de vida. 

  oOo

 

    En casi todos los ámbitos quieren hacer que veamos las cosas como nos dicen que son negando incluso lo que vemos con nuestros propios ojos, como suele decirse, y así nos hacen ver a las personas sanas como enfermos asintomáticos, ya sea de hecho o en potencia aristotélica, a los varones como mujeres y viceversa, lo blanco como negro y lo negro como blanco, como hacían los sofistas griegos, y en definitiva lo que es malo como si fuera bueno, y, no sé qué es peor, lo que es bueno como malo. Pero frente a eso, la voz del niño que hay acaso dentro de cada uno de nosotros nos dice que, pese a todos los pesares, no vemos el traje nuevo del que presume el emperador, que, como en el cuento de Andersen está desnudo por mucho que nos digan que está revestido con la más fina y extraordinaria púrpura imperial.

martes, 20 de agosto de 2024

A vueltas con el virus de la viruela del mono (y II)

-No sé si hacen falta muchas pruebas más para demostrar que hay una estrategia en marcha para aterrorizar a la sociedad civil como dicen los políticos a fin de que acepte un gobierno global sanitario de la Organización Mundial de la Salud, sometiéndose a una nueva campaña de vacunación masiva que ayude a la industria farmacéutica a seguir haciendo caja en detrimento de su propia salud, víctima de los efectos secundarios de sus productos.
 
-¿Volveremos a ver a nuestro líder supremo definiendo que la libertad hoy es vacunar, vacunar y vacunar? ¿Leeremos en la prensa del régimen que la vacuna española contra el coronavirus "protege contra la viruela del mono, sida, cáncer, ébola y -last but not least- virus aún no descubiertos?".
-Por muchas vueltas que le demos al tema, llegamos siempre al mismo punto, en palabras de H. L. Mencken: "El único objetivo es mantener a la población asustada (y por tanto clamando por su salvación) amenazándola con una interminable serie de temores, casi todos ellos imaginarios".
 
-En la prensa danesa se recogía la siguiente noticia a raíz de la declaración por real decreto de la OMS de que la viruela del mono era una emergencia sanitaria internacional: Las acciones de Bavarian Nordic subieron casi un 50% en una semana. Y se leía lo siguiente: Al cierre de la bolsa de Copenhague esta tarde, el precio de la farmacéutica Bavarian Nordics había subido un 47,7% desde el cierre bursátil del pasado viernes. Es el virus de la viruela símica el que ha hecho que el stock tenga demanda. Bavarian Nordic es la única empresa que ha recibido la aprobación para una vacuna contra la enfermedad
 

-En cualquier caso, la buena vacuna podría ser esta: Anís del Mono, cuyos ingredientes salutíferos son matalahúva (grana de anís), de la que se saca el aceite esencial que le da un aroma tan característico al licor, agua químicamente pura, jarabe de azúcar refinado y filtrado, y alcohol que espanta, quita y mata las penas.
 
 

lunes, 19 de agosto de 2024

A vueltas con el virus de la viruela del mono (I)

    El Ministerio de Sanidad del Gobierno de las Españas hace público el siguiente comunicado:

"Ante la emergencia sanitaria declarada por MPOX, recordamos: La vacunación sigue siendo una de las herramientas más efectivas para frenar la epidemia".
 
-Se refiere a la declaración que ha hecho la OMS el 14 de agosto de una nueva Emergencia Sanitaria Internacional, actualización de la que hizo hace dos veranos sobre el mismo particular, denominándola entonces: virus de la viruela del mono.  La OMS ya intentó estigmatizar -nunca mejor dicho- la viruela del mono en el verano de 2022 como una Emergencia Sanitaria internacional, pero no cuajó la cosa, implicados como estábamos en la pandemia todavía. Sin embargo ahora hay una nueva coyuntura. Hace un par de meses se aprobaron las modificaciones al Reglamento Sanitario Internacional de dicha Organización dependiente de la ONU pero subvencionada mayoritariamente por capital privado de algunos filántropos que aman tanto a la humanidad que la hacen sufrir, como dice el refrán, con su tóxico amorío. La aprobación del RSI implica que los ciento noventa y cuatro Estados miembros que la componen la OMS están obligados, aunque no quieran, a seguir sus indicaciones. No perdamos de vista este dato, que tiene su importancia.

 
-Resulta ridícula la denominación MPOX -emepox- que propone la OMS y adopta servilmente nuestro Ministerio de Sanidad para referirse al virus de la viruela del mono, amparándose en criterios estúpidos de corrección política que trata de evitar el racismo que conlleva reconocer que el virus se ha detectado en la República Democrática del Congo, en el continente africano. MPOX es un acrónimo formado por M(onkey) Pox, lo que significa precisamente lo que se quiere ocultar: viruela del mono (monkey en la lengua del Imperio).

-El Ministerio destaca la importancia de la vacunación para prevenir la enfermedad -'frenar la epidemia', todavía no pandemia-, pero no nos informa de cuál es la pauta completa, si basta con una sola dosis o habrá una segunda, tercera y sucesivas dosis para completar el proceso de inmunización. La vacuna contra la viruela del mono no está recomendada para toda la población. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad de las Españas está animando a toda la población a...
  


-El Mono está despertando dos viejos fantasmas: el racismo contra "los negros", que sirve como pretexto para impedir su libertad de movimiento, y la homofobia, o sea, la tirria, es decir, la manía, odio u ojeriza,  contra "los maricones", a los que se pretende estigmatizar (nunca mejor dicho) con máculas, vesículas y pústulas, porque la publicidad y la ignorancia, mezcladas ambas, los presentan como "vectores de mpox". No digamos ya cuando el vector es "negro" y a la vez "maricón"... En ambos casos, además de un prejuicio interesado, lo que hay es propaganda intencionada contra ambos colectivos, como se dice ridículamente ahora en vez de grupos, cuando no hay la menor evidencia de mayor riesgo; pero aunque lo hubiera,  no parece muy justo culpabilizar y criminalizar al enfermo. Recordemos, sin embargo, cómo durante la pandemia -entonces éramoss enfermos asintomáticos todos- se hizo esto a menudo desde todos los medios responsabilizando a los que no nos vacunamos de la propagación del virus coronado...
 
El contagio -contacto táctil- puede darse entre heterosexuales y homosexuales, entre jóvenes y viejos, entre blancos y negros... Las autoridades sanitarias insisten en endilgarnos la vacuna, que no está recomendada para la población general, pero se me ocurre a mí que no estaría mal -no quiero meter miedo a nadie- que podríamos ponernos no ya ridículas mascarillas que no sirven para nada bueno ni guantes, como nos decían antaño, sino un preservativo de cuerpo entero, de la cabeza a los pies, para salir a la calle a relacionarnos con nuestros prójimos de esta guisa, por ejemplo:
 
¿Habrá, por cierto, también una viruela del mono asintomática?

domingo, 18 de agosto de 2024

Disiecta membra (I)

Lo que Hélena le dijo a Paris.- Pocos poetas como Ovidio han sabido prestarle su voz al sexo femenino. Aquí la legendaria reina Hélena de Troya le ruega a Paris que haga el amor y no la guerra, que se olvide del combate, algo que hoy resulta muy trivial pero que no lo era tanto en la antigüedad, donde prevalecía el ideal viril heroico  y beligerante. Los versos -un dístico elegíaco de hexámetro y pentámetro dactílicos-  son el 255 y 256 de la la Heroida 17, que es una tierna epístola amorosa de la amada a su príncipe bienquisto.

Helena y Paris, detalle, Slava Fokk (1976-...)

apta magis Veneri quam sunt tua corpora Marti.
bella gerant fortes;    tu, Pari, semper ama!
 
Más apropiado resulta tu cuerpo a Venus que a Marte.*
Vaya el fuerte a luchar;        tú haz, Paris, siempre el amor.

(O bien: *Más apropiado resulta tu cuerpo al amor que a la guerra)

oOo

¿Democracia electiva? A propósito de las numerosas elecciones a las que nos convocan periódicamente las instituciones para sostenerse -municipales, autonómicas, nacionales y europeas-, conviene recordar lo que pensaban los griegos del sistema electoral.  Pedro Olalla en su libro Grecia en el aire (Barcelona, mayo 2015) escribe que hoy día nadie se plantea cubrir por sorteo los puestos de responsabilidad política o cargos públicos como se hacía en la Atenas democrática de Periclés (y como se hace, digo yo, en muchas comunidades de vecinos), pero resulta que filósofos de la talla de Platón y Aristóteles sostuvieron que eso era lo más democrático. Es más, Aristóteles llegó a decir que el sorteo crea democracia, mientras que la elección genera oligarquía (el gobierno -arquía-  de unos pocos -oligo-, los representantes, sobre la mayoría de sus representados).

"Y afirmo, por ejemplo, que parece ser democrático que los cargos se den por sorteo, y oligárquico que por elección" (Aristóteles, Política, 1294b 8ss).

Dice Pedro Olalla comparando la democracia directa ateniense con las pseudodemocracias parlamentarias actuales: "Entonces no existía la oposición entre gobierno y ciudadanos: los ciudadanos eran el gobierno. El último poder de decisión no estaba en representantes o líderes, sino en el conjunto de los ciudadanos. No existían partidos con estructuras jerárquicas, listas cerradas, disciplinas de voto y hombres de paja al servicio de intereses; existía una amplia asasmblea sin sitio para marionetas y encargada de definir constantemente el bien común. Entonces no había profesionalización de la política (...). Entonces no había elecciones cada cuatro años y referenda (sic) escasos y no vinculantes, sino una implicación continua del pueblo en la toma de decisiones" (pág. 180).   

oOo

La peor clase de ignorancia (V.O.S. Platón,  El sofista 229c) Asistamos a una breve escena del interesante diálogo entre el extranjero venido de Elea, la patria de Zenón, y Teeteto, alumno del matemático Teodoro de Cirene. La filosofía, como la banda sonora del cine, hay que escucharla en versión original. En primer lugar, en griego clásico; debajo, con subtítulos en español oficial contemporáneo.

EXTRANJERO. -Me parece por cierto ver clara una gran y terrible especie de ignorancia, equivalente a todas las demás por sí misma.
TEETETO.- ¿Cuál es?
EXTRANJERO.- El creer que sabemos algo que no sabemos; por esto es probable que en nosotros surjan los errores todos con los que nos engaña el pensamiento

oOo

Os dejo con un minuto y medio de música sublime. Se trata del maravilloso dueto de las flores de la ópera francesa Lakmé de Léo Delibes: