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domingo, 25 de agosto de 2024

Public Health Emergency of International Concern

    El pasado 14 de agosto, el señor Tedros Adhanon, director de la OMS, declaró la Emergencia Sanitaria Internacional por la viruela del mono -ahora renombrada como MPOX, un nombre que no da tanta risa y que asusta un poco más que el otro- basándose en unos cuantos miles de casos que se han traducido en 1.456 muertes  por esta causa desde 2022 en varios países africanos, y pidió a los gobiernos del mundo que se proveyeran de la vacuna correspondiente para hacer frente a esta nueva plaga. 
 
    No parece que sea una enfermedad grave a juzgar por sus síntomas: malestar general, fiebre, cefaleas y la molesta erupción de pequeñas vesículas en la piel, por lo que no vamos a morir de estas viruelas, sino en todo caso de otras complicaciones subyacentes o, como suele decirse, de patologías previas.
 
    El dicho entre nosotros de "¡A la vejez, viruelas", se usa para ridiculizar a los viejos verdes, es decir, enamoradizos y alocados, a los que se les diagnostica una enfermedad más propia de las edades juveniles que de su provecta edad. Es viruela o veruela, en castellano viejo, un término derivado del latín vulgar variola, diminutivo del adjetivo varius -a -um 'variado, diverso, variopinto', que se usaba para aludir a la variedad del color de la piel del varioloso, virolento o veruliento. Etimológicamente no guarda relación con virus -i
 
 
    Pero preguntémonos: ¿Son muchas 1.456 muertes en dos años en un continente como el africano donde se estima que malviven cerca de mil quinientos millones de personas en la actualidad y donde mueren cada año millones de niños por desnutrición y millares al día por enfermedades infecciosas derivadas de la falta de agua potable? ¿Cómo es posible que la Organización que regenta el susodicho gerifalte declare una Emergencia Sanitaria Internacional por una enfermedad con una mortalidad tan baja, circunscrita a un continente como el africano donde hay otras emergencias mucho más importantes de salud pública? ¿Teme acaso que nos llegue al primer mundo? 
 
    Conviene recordar que el neumólogo alemán Wolfgang Wodarg, denunció en enero de 2010, en su calidad de presidente de la Asamblea Parlamentaria del Comité de Salud del Consejo de Europa, que el Comité de Expertos de la OMS para la pandemia por gripe H1N1, declarada un año antes, había sido sobornado por las multinacionales farmaceúticas que comercializaron las vacunas. 
 
 
    Pero la historia se repite una y otra vez. Dice la viñeta de Tom Toro, haciéndose eco de un dicho del filósofo George Santayana, que los que no conocen la historia -o no pueden recordar el pasado- están condenados a repetirla, pero añade el dibujante que los que la conocen están condenados a sufrir que los demás -en este caso la industria de la Gran Farmacopea- la repita una y otra vez.
 
    Precisamente hace cuatro años volvió a repetirse la jugada, con más éxito esta vez, la declaración de pandemia internacional y el pánico desatado en los medios de comunicación hizo que los gobiernos compraran millones de dosis asegurando a las farmacéuticas pingües beneficios.
 
 
   Como es bien sabido pero poco publicado, desde la década de los 80 la OMS fue dejando de ser financiada mayoritariamente por los Estados miembros, para pasar a estarlo en un 80% por grandes multinacionales farmacéuticas y por fundaciones privadas supuestamente filantrópicas con intereses económicos en la fabricación de vacunas.

martes, 20 de agosto de 2024

A vueltas con el virus de la viruela del mono (y II)

-No sé si hacen falta muchas pruebas más para demostrar que hay una estrategia en marcha para aterrorizar a la sociedad civil como dicen los políticos a fin de que acepte un gobierno global sanitario de la Organización Mundial de la Salud, sometiéndose a una nueva campaña de vacunación masiva que ayude a la industria farmacéutica a seguir haciendo caja en detrimento de su propia salud, víctima de los efectos secundarios de sus productos.
 
-¿Volveremos a ver a nuestro líder supremo definiendo que la libertad hoy es vacunar, vacunar y vacunar? ¿Leeremos en la prensa del régimen que la vacuna española contra el coronavirus "protege contra la viruela del mono, sida, cáncer, ébola y -last but not least- virus aún no descubiertos?".
-Por muchas vueltas que le demos al tema, llegamos siempre al mismo punto, en palabras de H. L. Mencken: "El único objetivo es mantener a la población asustada (y por tanto clamando por su salvación) amenazándola con una interminable serie de temores, casi todos ellos imaginarios".
 
-En la prensa danesa se recogía la siguiente noticia a raíz de la declaración por real decreto de la OMS de que la viruela del mono era una emergencia sanitaria internacional: Las acciones de Bavarian Nordic subieron casi un 50% en una semana. Y se leía lo siguiente: Al cierre de la bolsa de Copenhague esta tarde, el precio de la farmacéutica Bavarian Nordics había subido un 47,7% desde el cierre bursátil del pasado viernes. Es el virus de la viruela símica el que ha hecho que el stock tenga demanda. Bavarian Nordic es la única empresa que ha recibido la aprobación para una vacuna contra la enfermedad
 

-En cualquier caso, la buena vacuna podría ser esta: Anís del Mono, cuyos ingredientes salutíferos son matalahúva (grana de anís), de la que se saca el aceite esencial que le da un aroma tan característico al licor, agua químicamente pura, jarabe de azúcar refinado y filtrado, y alcohol que espanta, quita y mata las penas.
 
 

lunes, 19 de agosto de 2024

A vueltas con el virus de la viruela del mono (I)

    El Ministerio de Sanidad del Gobierno de las Españas hace público el siguiente comunicado:

"Ante la emergencia sanitaria declarada por MPOX, recordamos: La vacunación sigue siendo una de las herramientas más efectivas para frenar la epidemia".
 
-Se refiere a la declaración que ha hecho la OMS el 14 de agosto de una nueva Emergencia Sanitaria Internacional, actualización de la que hizo hace dos veranos sobre el mismo particular, denominándola entonces: virus de la viruela del mono.  La OMS ya intentó estigmatizar -nunca mejor dicho- la viruela del mono en el verano de 2022 como una Emergencia Sanitaria internacional, pero no cuajó la cosa, implicados como estábamos en la pandemia todavía. Sin embargo ahora hay una nueva coyuntura. Hace un par de meses se aprobaron las modificaciones al Reglamento Sanitario Internacional de dicha Organización dependiente de la ONU pero subvencionada mayoritariamente por capital privado de algunos filántropos que aman tanto a la humanidad que la hacen sufrir, como dice el refrán, con su tóxico amorío. La aprobación del RSI implica que los ciento noventa y cuatro Estados miembros que la componen la OMS están obligados, aunque no quieran, a seguir sus indicaciones. No perdamos de vista este dato, que tiene su importancia.

 
-Resulta ridícula la denominación MPOX -emepox- que propone la OMS y adopta servilmente nuestro Ministerio de Sanidad para referirse al virus de la viruela del mono, amparándose en criterios estúpidos de corrección política que trata de evitar el racismo que conlleva reconocer que el virus se ha detectado en la República Democrática del Congo, en el continente africano. MPOX es un acrónimo formado por M(onkey) Pox, lo que significa precisamente lo que se quiere ocultar: viruela del mono (monkey en la lengua del Imperio).

-El Ministerio destaca la importancia de la vacunación para prevenir la enfermedad -'frenar la epidemia', todavía no pandemia-, pero no nos informa de cuál es la pauta completa, si basta con una sola dosis o habrá una segunda, tercera y sucesivas dosis para completar el proceso de inmunización. La vacuna contra la viruela del mono no está recomendada para toda la población. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad de las Españas está animando a toda la población a...
  


-El Mono está despertando dos viejos fantasmas: el racismo contra "los negros", que sirve como pretexto para impedir su libertad de movimiento, y la homofobia, o sea, la tirria, es decir, la manía, odio u ojeriza,  contra "los maricones", a los que se pretende estigmatizar (nunca mejor dicho) con máculas, vesículas y pústulas, porque la publicidad y la ignorancia, mezcladas ambas, los presentan como "vectores de mpox". No digamos ya cuando el vector es "negro" y a la vez "maricón"... En ambos casos, además de un prejuicio interesado, lo que hay es propaganda intencionada contra ambos colectivos, como se dice ridículamente ahora en vez de grupos, cuando no hay la menor evidencia de mayor riesgo; pero aunque lo hubiera,  no parece muy justo culpabilizar y criminalizar al enfermo. Recordemos, sin embargo, cómo durante la pandemia -entonces éramoss enfermos asintomáticos todos- se hizo esto a menudo desde todos los medios responsabilizando a los que no nos vacunamos de la propagación del virus coronado...
 
El contagio -contacto táctil- puede darse entre heterosexuales y homosexuales, entre jóvenes y viejos, entre blancos y negros... Las autoridades sanitarias insisten en endilgarnos la vacuna, que no está recomendada para la población general, pero se me ocurre a mí que no estaría mal -no quiero meter miedo a nadie- que podríamos ponernos no ya ridículas mascarillas que no sirven para nada bueno ni guantes, como nos decían antaño, sino un preservativo de cuerpo entero, de la cabeza a los pies, para salir a la calle a relacionarnos con nuestros prójimos de esta guisa, por ejemplo:
 
¿Habrá, por cierto, también una viruela del mono asintomática?

sábado, 17 de agosto de 2024

Serpientes de verano

    Cuando los periódicos y demás medios informativos, cuya función es sostener la actualidad -sostenella y no enmendalla; que quede claro que la actualidad no es lo que pasa, sino lo que dicen los medios que sucede, que no es lo mismo-, no tienen mucho que contar para entretenernos, cosa que suele pasar en los meses veraniegos, cuando la actividad sociopolítica y económica decae hasta tal punto que todo dios se va de su habitual paradero, suelen inventarse noticias irrelevantes o sorprendentes para dar la falsa sensación de que pasan cosas en el mundo, con las que llenan sus espacios en blanco y tiempos vacíos las agencias de inoculación de noticias, cuyos corresponsales fabrican las informaciones, tratándolas y enviándoselas a sus clientes abonados, que para eso les pagan. Esto se debe a las vacaciones a las que todos los profesionales tienen derecho, según la Ministra de Sanidad de las Españas, incluidos los políticos de oficio, desde la casa real, que se va a veranear a Mallorca, hasta el último de sus vasallos, que se va donde puede, si puede irse a algún sitio. 
 
De la temporada del pepino, Troelstra -político holandés caricaturizado- sustituye a la habitual serpiente marina,  dibujo de Albert Hahn (1913)
 
     El caso es que no solo se publican noticias irrelevantes, sorprendentes, para llenar los susodichos espacios y tiempos de rabiosa actualidad. Pueden ser falsas las informaciones, la mayoría de las veces lo son, pero lo fundamental es que sean noticias tontas. Es lo que en la lengua de Molière se llama la morte saison o temporada baja, y en muchas otras lenguas europeas, como en neerlandés komkommertjid, la época de los pepinos, y en la lengua del Imperio se denomina silly season: la temporada que suele coincidir con los últimos coletazos del verano en la que los medios de información suelen centrarse en asuntos triviales o frívolos por falta de noticias de envergadura, lo que se explicaría aparentemente por que no tienen mejores cosas que contar, pero cabe la muy fundada sospecha de que las tonterías que cuentan no sean tan tontas y que estén intencionadas. 

    Suele coincidir con la canícula cuando aparece el monstruo del lago Ness, cuando se avista algún OVNI en el cielo, cuando reaparece la Atlántida sumergida, o cuando resurge cual ave Fénix lo que vino para quedarse: el Virus Coronado, como le ha sucedido a una conocida, que acaba de hacerse la enésima prueba y comenta: Y ya van cuatro -se refiere a las veces que pilla el bicho a pesar de tener la pauta completa y totalmente actualizada de inmunización-, esto es una puta pesadilla
 
    Las serpientes, culebrones o tormentas veraniegas de las que vamos a hablar no solo sirven para rellenar espacios y tiempos informativos a fin de entretenernos y darnos la sensación de que pasa algo en el mundo, de que pasan cosas cuando no pasa nada, sino también y sobre todo para meternos miedo. Pero la serpiente de verano del virus coronado, que ya dijimos que vino para quedarse, gripalizarse y habitar entre nosotros, no es la única que hay. Tenemos esta temporada también el Virus del Nilo procedente del Egipto faraónico causado por las picaduras de los mosquitos que nos comen vivos por la noche junto al Guadalquivir, con veintitrés casos confirmados en España, que es junto con Grecia e Italia, uno de los países europeos más afectados. Las autoridades sanitarias nos advierten de que se esperan más casos en las próximas semanas y meses, debido a las condiciones climáticas tan favorables para los mosquitos que transmiten ese virus, de las que nosotros somos responsables por los gases de efecto invernadero que emitimos con nuestros eructos y flatulencias. 
 
 
    Pero esa no es la última bicha de este verano. La Organización Mundial de la Salud (WHO, en la lengua del imperio, palabra que también sirve en esa lengua para preguntar quién) declara -decreta, según El Periódico Global, alias El País- "la emergencia internacional de salud pública por el brote de la viruela del mono", que también renace después de dos veranos aunque ahora con otro nombre más políticamente correcto y menos ofensivo y racista o especista: mpox, abreviatura de monkey pox, lo que traducido es "viruela símica" es decir, relativa o perteneciente al simio, o sea, al mono, que es lo mismo.
 

lunes, 25 de julio de 2022

Porque yo lo digo, porque yo lo valgo

    For all of these reasons, I have decided that the global monkeypox outbreak represents a Public Health Emergency of International Concern. Lo ha dicho en la lengua del Imperio el señor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de (las enfermedades que afectan a) la Salud, lo que viene a ser traducido al román paladino: "Por todas estas razones, YO he decidido que el brote mundial de viruela del mono constituye una Emergencia de Salud Pública de Incumbencia Internacional".

    La decisión de conceder a la viruela del pangolín, perdón, del mono, quería decir, el estatuto de Emergencia Sanitaria Pública de Incumbencia Internacional se basa en la decisión personal del gerifalte de la mentada Organización, en contra de la opinión discrepante de la mayoría de sus consejeros: nueve estaban en contra y seis a favor. El Director General de la OMS está obligado a tener en cuenta su opinión, pero no a seguirla. De hecho no la ha seguido. Se trata, por lo tanto, de la imposición de una decisión personal que puede acarrear graves consecuencias para el resto del planeta. Cuando se tiene muy claro lo que se quiere hacer y se siguen al pie de la letra la voz y las instrucciones del Amo, da igual que el comité asesor no esté de acuerdo. Había que declarar, porque estaba mandado, otra emergencia internacional, otra pandemia, porque la primera, al cabo de dos exitosos años, parecía que estaba ya desactivándose. Era urgente, además, declarar la urgencia, valga la redundancia, sanitaria ahora que los beneficios de la industria farmacéutica caían a la baja.

    El señor Adhanom, ni corto ni perezoso, ha establecido, por lo tanto, una PHEIC (Public Health Emergency of International Concern, en la lengua del Imperio), esto es: una ESPII Emergencia de Salud Pública de Incumbencia Internacional en la nuestra para tratar de frenar el aumento de casos de viruela del simio que ha afectado a casi diecisiete mil personas en setenta y cuatro países. Y la prensa orgánica nacional, por cierto, se apresura a tocar las campanas a rebato informando de que España ya es “líder mundial en contagio de viruela del mono con más de 3.000 casos” detectados. 


    Estamos asistiendo otra vez a la creación de una emergencia sanitaria, que no de salud, donde no la hay, donde solo hay una enfermedad generalmente inofensiva. La noticia no dejaría de ser una irrelevante serpiente de verano con la que los periódicos y los informativos de radiotelevisión llenarían sus espacios por esta época para distraer a la población, si no fuera por el poder que tiene la citada Organización No Gubernamental a la hora de hacer sonar las alarmas terroristas de implicar a las autoridades sanitarias de los distintos gobiernos.

    El señor Adhanom, como cabeza visible de la Organización Mundial de (las enfermedades que afectan a) la Salud ha creado un problema para, acto seguido, vendernos sus soluciones dando pábulo a los medios de conformación de masas y a los gobiernos para justificar su existencia e incrementar el control de sus poblaciones, así como para aumentar las ganancias de los laboratorios de la Gran Farmacopea. 

    ¿Qué es lo que falta y lo que puede venir y cabe esperar tras esta campanuda declaración del "Estado de Emergencia Internacional"? Pues se lo puede imaginar cualquiera: que se proponga en este contexto la vacunación general -global como dicen ahora- contra la viruela humana, con el peligro que conlleva, porque se trata al parecer de una vacuna tradicional de virus atenuado que en personas que han debilitado su sistema inmunitario merced a los continuados tratamientos experimentales recibidos tanto en la pauta completa como en sus refuerzos podría conllevar que les ocasione precisamente la enfermedad que pretendía evitar, lo que sería lo mismo que, por buscar una imagen análoga, intentar apagar un incendio echando gasolina. 
 
 
Así empezó todo en el planeta de los simios...

    La razón de la nueva "emergencia de la viruela del mono" es que la oligarquía farmacéutica necesita mantener la pornografía del miedo a la salud pública cuando  los telespectadores están cansados de la narración constante de las hazañas bélicas de la Guerra de Ucrania, que nos queda demasiado lejos todavía, pese al esfuerzo mediático por acercárnosla día a día, a todas horas, a nuestra vida cotidiana. Además, parece que Rusia -el malo de la película- está ganando la partida. También hay otras preocupaciones más inmediatas, como las económicas, o el cambio climático y la ola de calor por él inducida, que ha hecho que suban las temperaturas y provocado que tras las fiestas del orgullo gay la viruela del mono estalle en todo su esplendor estigmatizando a este promiscuo colectivo. 

    Ha dicho el señor Adhanom que este brote se concentra en hombres que tienen sexo con hombres, y especialmente en aquellos que tienen múltiples parejas. Esta enfermedad que afecta a los homosexuales ¿no nos recuerda a otra?  

    Habrá más pestes, habrá más guerras, más histeria colectiva, más pánico ante tanta pornografía sanitaria. Los gobiernos, por su parte, impondrán al unísono más mandatos, más advertencias, más vigilancia, más control, más vacunaciones.

    Lo que está muy claro es que la Organización Mundial de (las enfermedades que afectan a) la Salud no va a reconocer nunca que la única emergencia internacional que hay de verdad en estos momentos se debe más bien al síndrome de las inoculaciones experimentales generales que han arruinado el sistema común inmunitario, fruto que son de la anterior emergencia sanitaria que declaró hace ya algo más de dos años su mismo director.