miércoles, 30 de noviembre de 2022
Pareceres (X)
martes, 29 de noviembre de 2022
El mito de la caverna
Resulta muy útil visualmente el esquema de Adam que reproduzco de la caverna de Platón para entender el mito:

La línea jk de puntos es la entrada de la caverna (εἴσοδος).
El punto i es el fuego o foco luminoso (φῶς), que arde detrás de los prisioneros a cierta distancia y a cierta altura.
La línea ef es el camino de los portadores (ὁδός), una senda escarpada que se halla entre el fuego y los cautivos, por donde desfilan los cargadores, unos hablando y otros en silencio, portando toda clase de figuras y utensilios de hombres o animales de piedra, de madera y de diversas clases y formatos.
La línea gh es el tabique (τειχίον) construido de lado a lado, una especie de mampara o biombo como los que levantan los titiriteros delante del público, para mostrar por encima sus simulacros.
La línea ab la configuran los prisioneros (δεσμῶται), unos hombres que están en la caverna desde niños, encadenados por las piernas y el cuello, de modo que tienen que permanecer en el mismo lugar y mirar únicamente hacia delante, incapaces de mover en torno la cabeza, a causa de las cadenas que la sujetan.
La línea cd
es la pared del fondo (καταντικρύ)
que actúa a modo de pantalla donde el fuego proyecta las sombras, en
frente de los prisioneros. Para esos
cavernícolas que somos nosotros mismos, no nos engañemos, no hay más realidad que las sombras de los objetos y simulacros
fabricados y proyectados a modo de fotogramas de una película sonora, pues atribuirían las voces de los portadores a las sombras proyectadas. La pared del fondo no deja de ser una moderna pantalla de una sala de cine donde se proyecta la película de la realidad, esencialmente ficticia y, por lo tanto, falsa.
¿Qué pasaría, imaginemos, si alguien liberase a los cautivos de sus cadenas, se pusieran en pie, volvieran el cuello y vieran lo que tenían detrás? ¿No se deslumbrarían sus ojos? ¿No creerían acaso más verdadero lo que antes veían que lo que ahora se les muestra? ¿Qué sucedería si alguien sacara a uno de esos cautivos de la caverna y lo llevara por la áspera y escarpada subida a la luz del sol? ¿No se llenarían sus ojos de un resplandor que no les permitiría ver ni una sola de las cosas que actualmente llamamos verdaderas? ¿No tendría que acostumbrarse poco a poco a ver las sombras exteriores y a contemplar por la noche los astros y el cielo mismo, fijando su mirada en la luz de las estrellas y la luna? ¿No podría ver, una vez que amaneciera, la luz del sol, no ya reflejada en las aguas, sino en el propio cielo?
Imagínate que ese hombre que ha sido liberado de la caverna se acordara de sus antiguos compañeros de esclavitud y de la experiencia que tenían de la realidad, ¿no crees que se felicitaría del cambio y sentiría lástima de ellos?
Si este hombre volviera a entrar en la caverna, esa enorme sala de cine, y ocupara de nuevo su antiguo asiento ¿no se le llenarían los ojos de tinieblas, viniendo como viene, así, de repente, de la región del sol iluminada?
Si ese hombre les contara a sus antiguos compañeros de esclavitud lo que ha visto arriba ¿no creerían que estaba loco, y no se reirían de él y dirían que por haber subido a las alturas ha vuelto con los ojos estragados, y no pensarían que ni siquiera vale la pena la ascensión? Y no es verdad que si alguien pretendiera desatarles y conducirlos a lo alto, ¿no lo matarían esos trogloditas si pudieran echarle mano y darle muerte, como hicieron los atenienses condenando a muerte a Sócrates, su verdadero libertador?
lunes, 28 de noviembre de 2022
"No es nuestro futuro"
Animan desde la página “notourfuture.org” a elegir y denunciar un aspecto malo del futuro que nos preparan y comentar por qué lo criticamos, y finalmente dejar alguna constancia de que “Ese no es nuestro futuro”.
Sugieren que hagamos un vídeo explicándolo y lo compartamos a lo largo y ancho de nuestras redes sociales. Aunque no están mal iniciativas como esta de denuncias del cambiazo que quieren darnos a cuenta del futuro, a mí me gustaría resaltar que no hay que elegir ningún aspecto malo del futuro que se nos vende para criticarlo, sino que es el futuro que se nos vende todo él malo de por sí y por esencia, porque no hay ningún futuro bueno, porque el futuro no es otra cosa más que la muerte del presente, el futuro es lo que nos mata aquí y ahora mismo, por eso cualquier futuro es malo, cualquier futuro por muy halagüeño y del color de rosa que nos lo pinten es un dios siniestro que exige el sacrificio sangriento de nuestra vida en sus altares.
En ese sentido me uno yo a esa iniciativa y grito efectivamente: Ese no es nuestro
futuro. No queremos ningún futuro. No nos hace ninguna falta, sino todo lo contrario: nos sobra.
Bob Moran, cuyas ilustraciones hemos metido a veces en este arcón, nos regala esta imagen, donde un hombre, una mujer y un niño huyen del futuro que se les prepara, un futuro que no está por venir, sino que ya está aquí:
domingo, 27 de noviembre de 2022
Máscar(ill)as
sábado, 26 de noviembre de 2022
La Luna y las Pléyades
Me he entretenido leyendo el breve y bellísimo fagmento de la media noche de un poema perdido de la poetisa Safó de Lesbo, la décima musa según Platón, que dice así en versión original: δέδυκε μὲν ἀ σελάννα / καὶ Πληΐαδες· μέσαι δὲ / νύκτες, παρὰ δ' ἔρχετ' ὤρα, / ἔγω δὲ μόνα κατεύδω. Está compueso por cuatro hagesicoreos, que son versos octosílabos con el siguiente esquema rítmico, donde el signo “+” representa la sílaba marcada con el ritmo y el signo “-” la no marcada: - + - - + - + -.
En traducción de Aurora Luque: Se han ocultado ya / las Pléyades, la luna: mediada está la noche, / la hora propicia escapa, / yo duermo sola.
En versión rítmica de Agustín García Calvo, que traduce acertadamente Πληΐαδες como Cabrillas, porque a las Pléyades también se las conoce popularmente como las Siete Cabrillas o las Siete Hermanas, que serían, según la leyenda mitológica, las siete hijas de Atlas y Pléyone, convertidas por Zeus en palomas y luego en estrellas para escapar del constante acoso de Orión: Hundídose ha la luna; / también las Cabrillas; media / la noche, y la hora pasa; / y yo a dormir me voy sola.
Y traducido por José Emilio Pacheco: Se fue la Luna. / Se pusieron las Pléyades. / Es medianoche. / Pasa el tiempo. / Estoy sola.
Carlos Montemayor, que traduce el δέ final, que significa “y” y también “pero” por “pero”: Se han puesto la luna y las Pléyades; ya es media / noche; las horas avanzan, pero yo duermo sola.
Francisco Rodríguez Adrados: Se ha puesto la luna y las Pléyades: es la media noche; pasa el momento, y yo duermo sola. Comenta Adrados en nota a pie de página a la palabra momento (que traduce el ὤρα de Safó): interpretación controvertida: ¿momento del relevo de la guardia? ¿hora? ¿juventud? Parece que es el “momento adecuado”, “oportuno”.

Y en versión de Gabriel Zaid, que utiliza Pleias en vez de Pléyades: La luna apagó la luz, / con las Pleias se acostó; / y, a oscuras, pasan de largo / las horas, la noche y yo.
En medio de esa noche, cuando la Luna y las Pléyades ya se habían puesto, pasa el tiempo y la poetisa duerme sola. Sin ningún género de duda, la palabra más importante del poema es ὤρα (hora, en latín), tiempo, que combina varios significados: la época del año, la primavera -el nuevo comienzo del año después del invierno, la estación del amor-, mientras que Safó también va pasando la juventud, que se gasta en vano, ya que no hay nadie en su cama. Las distintas traducciones que se han dado a esta palabra en nuestra lengua son: hora propicia (Aurora Luque), hora (García Calvo), tiempo (Pacheco), horas (Montemayor, Zaid) momento (Adrados). Esta palabra en griego antiguo también significa estación, ya en Homero, y también significa el tiempo en el sentido general, no el tiempo de los relojes, sino el tiempo como una subdivisión de la duración del día, y la ocasión o momento oportuno.

Poco importa para el disfrute y comprensión de este poema de Safó que haya despertado el interés de un grupo de astrónomos de la Universidad de Texas en Arlington, quienes utilizando dos programas informáticos han encontrado la fecha en que la constelación de las Pléyades se ocultó antes de la media noche, que podría haber sido la del 25 de enero o la del 31 de marzo del año 570 antes de nuestra era, siendo esta última fecha la de la primera luna nueva de la primavera. Si Safó nació como algunos creen en el 650 antes de nuestra era, la poetisa contaría, ya anciana, 80 años; si lo hizo, como creen otros, en el 610, tendría 40 años cuando escribió el poema. En esa franja de edad, correspondiente a su madurez o vejez, escribe este poema en que la mujer lamenta su lecho vacío, transida quizá de añoranza de la persona amada o del amor.
Si quisiéramos hacer una paráfrasis del poema, diríamos en prosa y traduciendo la palabra de tres formas distintas: La Luna y las Pléyades se han puesto, es medianoche; la estación, el tiempo, la juventud pasan y yo duermo sola. Pero como la poesía no se debe traducir en prosa si se quiere que siga siendo poesía y una palabra no debe traducirse con tres, he aquí mi versión propia en hagesicoreos Se ha puesto en el mar la Luna / y Pléyades; ya mediada / la noche; se pasa la hora; / yo voy a acostarme sola.

(Incluyo en mi traducción la palabra “mar” que no está explícita en el texto original de Safó pero sí sugerida implícitamente, habida cuenta de la apreciación de Cornelius Castoriadis de que en Grecia, con sus doscientas islas habitadas y sus diez mil quilómetros de costa, el sol, la luna y las estrellas no retroceden, se sumergen en el mar, se hunden, que es lo que significa el verbo δέδυκε, que utiliza la poetisa).
viernes, 25 de noviembre de 2022
De la Gran Farmacopea
jueves, 24 de noviembre de 2022
Ni mandar ni obedecer

miércoles, 23 de noviembre de 2022
TIME: (In)formative terrorism
El veterano y prestigioso semanario norteamericano Time, una de las publicaciones más importantes e influyentes en el mundo, según la Güiquipedia, se ha dedicado periódicamente a sembrar el pánico sanitario. Basta con contemplar algunas de sus portadas más icónicas de los últimos años para ver cómo ha dado pábulo al terrorismo (in)formativo que practican los llamados medios de comunicación.
Al parecer el nombre de la revista TIME no significa sólo tiempo en la lengua del Imperio, como podría creerse a primera vista, sino también es acrónimo de Today Information Means Everything (Hoy la información lo es todo todo, cosa que si no es verdad es, sin embargo, muy significativa.
En la imagen adjunta tenemos algunas portadas que van desde el 2003, en la que prometen contarnos la verdad sobre el SARS, el 2004 y 2005 donde nos anuncian la pandemia de la gripe aviar, hasta el 2009 con la gripe H1N1 o porcina y la advertencia de 2017 de que no estábamos preparados para la siguiente pandemia: WARNING: we are not ready for the next pandemic, que contenía un artículo sobre cómo mantener seguro el mundo del experto mundial en temas de sanidad y salud pública y misántropo, quiero decir, filántropo Bill Gates. ¿En qué estaría pensando yo?
Pero habría que retrotraerse hasta 1986 cuando sacaron la portada VIRUSES, en la que se hablaba del SIDA como nuevo peligro de muerte:
Desde entonces la revista no ha dejado de aterrorizarnos periódicamente con los virus o viruses, pasando por una de las portadas más minimalistas y estéticamente blanca, donde solo se veían un diminuto mosquito, que fue la relativa al virus del zika en 2016:
Llegamos así hasta la actualidad, en la que la revista se ha ocupado periódicamente de sacar en portada el coronavirus. Por ejemplo esta impactante imagen en la que la Casa Blanca, habitada a la sazón por el señor Trump, despedía por cuatro chimeneas rojos coronavirus que inundaban la portada y casi ocultaban el nombre de la revista.
O esta otra de abril de 2020 que nos advertía premonitoriamente de la llegada de la Nueva Normalidad y de que debíamos convencernos -meternos en la cabeza, decía literalmente- de que nuestras vidas habían cambiado. Son muchos años, demasiados, metiendo miedo. Pero no se trata solo de practicar un terrorismo informativo, sino formativo, un terror que nos forma deformándonos, conformándonos y haciéndonos conformes, conformistas.
martes, 22 de noviembre de 2022
¿Una gran tribu?
Una gran tribu, y el jefe de la tribu es el deporte Rey: el Balón, la pelota bien redondeada de Parménides. No perdamos de vista el nombre que se le da a este evento: el Mundial: se trata de globalizarnos, de unirnos en la celebración del espectáculo del juego bonito retransmitido por todas las cadenas de televisión del globo, que es el deporte rey, un deporte que mueve millones para distraernos, y que, como dijo una vez un delantero danés que había metido cuatro goles en un partido de otro Mundial: El fútbol es la guerra, y también ahí el triunfo es lo más importante.
Por un lado nos dicen que cada uno tenemos una patria, y una cultura, y una lengua, y unas señas de identidad propias y características, y por el otro nos inculcan que por encima de esas diferencias la celebración del Mundial las anula, aunándonos en la celebración del espectáculo bajo una única tribu que es la de los telespectadores.
Resulta, en fin, decepcionante ver cómo un actor que interpretó a Mandela se ha vendido para blanquear el Régimen catarí, un régimen opresor como todos los regímenes políticos, en definitiva, pero que se ensaña especialmente contra las mujeres y los homosexuales.
Pero más decepcionante resulta aún ver cómo Gianni Infantino, presidente de la FIFA, resaltó un día antes del inicio del Mundial, los avances experimentados en los últimos años en Catar en cuestiones de derechos humanos y sociales y denunció una doble moral existente en el mundo occidental. Dijo: «Tengo unos sentimientos fuertes, hoy me siento catarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador emigrante", comentó a los medios de (in)formación de masas, defendiendo la gestión realizada y los avances alcanzados. Luego, en el turno de preguntas, tuvo que extender este sentimiento y añadir que también se sentía mujer.
Al final de la rueda de prensa, el director de comunicación de la susodicha entidad salió del armario y se declaró abiertamente homosexual. No dijo como el presidente que se sintiera maricón, sino que lo era en un país donde la homosexualidad está criminalizada. Las declaraciones de ambos dirigentes, así como la participación del actor negro, sólo han servido para blanquear un régimen corrupto.
lunes, 21 de noviembre de 2022
Odio a mi jefa
El jefe es palabra que nos viene del francés chef, que a su vez le viene del latín caput, que es el nombre de la parte principal del cuerpo humano, la cabeza. De esa palabra latina proceden el capo italiano y, directamente, otras castellanas como capitán y capital y capitalismo, y nuestro cabo, tanto el mando del ejército como el accidente geográfico, como en las expresiones de cabo a rabo, llevar a cabo y el verbo acabar. El derivado «jefa» apareció en nuestra lengua tardíamente, atestiguado como está por primera vez en 1843. La viñeta de Flavita refleja un mundo como el nuestro en que la mujer se va incorporando paulatinamente a la servidumbre del mercado del trabajo, y se va empoderando.
El autónomo tiene el jefe más autoritario que puede haber, al mayor dictador, como dijo una vez un Jefe de Estado cuyo nombre no recuerdo, que es uno mismo, porque es el más autoritario y uno no puede sustraerse a su poder sin desencadenar un conflicto inevitable y además desgarrador.
Flavita, la autora de la viñeta, ha publicado en sus redes sociales el siguiente vídeo de cómo realizó la viñeta que nos ocupa.





















