miércoles, 10 de julio de 2024

Una muerte orgásmica

    Publicaba La Vanguardia el cuatro de julio pasado una entrevista a Enric Benito, un oncólogo y experto en cuidados paliativos, que llevaba, decía, cincuenta años acompañando a morir a miles de personas, como si fuera el barquero Caronte ayudándoles a atravesar la lagua Estigia y su irremeabilis unda, las aguas que no tienen retorno porque su corriente no se puede remontar.
 
      Imbuido de espiritualismo, aunque se dice no creyente y que no va a ninguna misa, cita a Rabindranath Tagore:  “La muerte no extingue la luz, simplemente apaga la lámpara porque el amanecer ha llegado.” Cuando se le pregunta que cómo está tan seguro de que la muerte es un alumbramiento, afirma rotundamente: “La muerte es un orgasmo cósmico (sic), y yo lo sé porque lo he visto miles de veces. Yo no hablo de lo que no sé.” 
 
     Definir la muerte como un 'orgasmo cósmico' no deja indiferente a nadie y llama sin duda la atención de cualquiera que lea u oiga una cosa así porque si es verdad que el orgasmo era para los franceses la “petite morte”, la muertecilla como dicen ellos, ahora resulta que según el entrevistado la muerte, como contrapartida, no es un petit orgasme, sino un orgasmo colosal, brutal, descomunal. Podría decirse, incluso, valga la paradoja, que sería un orgasmo... mortal. No en vano los amantes a veces en el deliquio del coito cuando se dejan ir exclaman: “¡Me muero!”.

 
    Dice que lo sabe porque lo ha visto mil veces, pero no lo ha sentido en carne propia. Evidentemente, ni él ni nadie tiene una experiencia previa de la muerte en sus propias carnes, pero él, que ha acompañado en la hora de su muerte a tantas personas, habla de la experiencia que han tenido los demás: “La persona se va desconectando de lo exterior, de sus conceptos, pensamientos, creencias –que no sirven para nada–, y va experimentando un viaje hacia la profundidad de sí mismo y la expansión de la conciencia.”
 
    Se puede estar de acuerdo con lo que dice en la primera parte, en cómo la persona se desconecta de sí misma, de lo exterior y de lo interior -muy oportuno el inciso de que los conceptos, pensamientos y creencias 'no sirven para nada'-, pero en la segunda parte no podemos darle la razón con el viaje hacia la profundidad de uno mismo y “la expansión de la conciencia”, a no ser que se refiera a su disolución  y pérdida definitiva. Afirma que “cuando (la persona moribunda) saca la cabeza al otro lado, cuando entra en contacto con la profundidad de sí misma, lo de aquí le importa un pepino y entonces la habitación se llena de paz.”
 
 
    Reconoce que el miedo a la muerte nos impide vivir bien, pero sentencia que cuando uno entra en ese nivel de conciencia y revisa toda su biografía “el juicio final es un examen de conciencia” que viene a perdonarle a uno lo que ha hecho, es decir, a otorgarle, como la religión católica, el perdón de todos sus pecados. Habla constantemente de una conciencia que “no se cree nada, simplemente sabe”. Y cita a Jesucristo, que dice que el reino de los cielos está en vosotros; Mahoma, que Dios, la conciencia, está más cerca de ti que la vena de tu cuello. En fin, mucha conciencia, demasiada. 
 
    Quizá lo más bello, por otra parte, y verdadero que de la muerte pueda decirse es aquello que escribió Heraclito: “A los hombres les  aguardan una vez muertos cualesquiera cosas que no esperen ni se figuren”. Que también podemos parafrasear como: a nosotros nos aguardan una vez muertos cualesquiera cosas que no esperemos ni nos figuremos. Pero eso también nos sucede mientras vivimos, por lo que la fórmula se despeja y puede reducirse todavía más: A nosotros nos espera... lo inesperado, lo que menos nos figuramos.

martes, 9 de julio de 2024

Pareceres LIII

256.- Obituario preventivo: Algunos medios de comunicación tienen preparados y archivados los obituarios de cientos y miles de candidatos a cruzar la laguna estigia en la barca de Caronte, todos ellos correctamente escritos y actualizados hasta la misma fecha del óbito, a la espera de que personaje fallezca para su publicación y para añadir alguna circunstancia -un par de líneas a lo sumo- a su muerte. A veces el escritor de obituarios ha fallecido antes que el interfecto, pues la esquela estaba redactada con mucha antelación. Otras veces el obituario se adelanta tanto que se da por muerto a alguien que todavía no ha sucumbido, como le ha pasado recientemente al lingüista y filósofo Noam Chomsky, de 98 años de edad, que sufrió un ictus, y enseguida se divulgó en la red su muerte y se publicó su obituario... pero fue dado de alta del hospital donde había sido atendido y se recupera en su hogar. Habrá que guardar los obituarios con sus datos biográficos de vida y obra a la espera de posteriores acontecimientos. Todos vamos a morir. Los grandes pueden tener ya escrita su biografía, a falta de algunos retoques, para darlos por muertos, es decir, para inmortalizarlos. 
 
 
257.- Síndrome de Fatiga Crónica (S.F.C.). La gente corriente y moliente como usted o como yo está cansada, cada vez más cansada, por no decir harta, en este país, que es el rabo del toro y la reserva espiritual y testicular de la vieja Europa, y en cualquier otro rincón del universo mundo. Es un secreto a voces. Cada vez más ciudadanos de a pie, contribuyentes y votantes, nos declaramos carentes de toda motivación para cumplir con nuestras más mínimas obligaciones. Tenemos la impresión de trabajar más horas de las debidas, de recibir a cambio un salario miserable, y de hallarnos al borde del colapso. Es el ingente cansancio de ser lo que uno es, lo que uno está obligado metafísica- y ontológicamente a ser: hay que responder a demasiadas exigencias sociales externas e interiorizadas y asumidas como propias. No se trata sólo del cansancio de ser uno mismo a secas, sino del enorme peso de ser un buen profesional, un buen padre o una madre ejemplares, una buena persona. Además de las exigencias morales están las físicas, no menos perniciosas que las otras: hay que cuidar el tipo: hay que estar delgado y adelgazar constantemente para ello, hacer deporte y cuidarse, sometiéndose uno a periódicos chequeos médicos, a fin de llevar una vida profilácticamente sana. Lo llaman sarcásticamente 'calidad de vida'. Pero estamos fatigados no vamos a decir de vivir -porque ¿quién vive?-, sino de sobrevivir, o, lo que es lo mismo, de existir solamente. 

 
258.- ¿El dinero da la felicidad? Un periodista verificador de datos se pregunta en un artículo si el dinero da la felicidad. Y no nos dice ni sí ni no, por lo que nos deja como estábamos, pero marea la perdiz. Cita un estudio de la Universidad de Princeton de hace una década que concluyó que el bienestar emocional, la felicidad, aumenta con el dinero “con los ingresos”, pero hay un tope, que estableció en 75.000 dólares anuales (alrededor de unos setenta mil euros), una cantidad que luego ha sido discutida por otros investigadores. Al alcanzar esa cifra, el bienestar se estanca y ganar más dinero no supone mayor felicidad. El estudio estableció “los ingresos altos compran satisfacción con la vida” pero “los bajos exacerban el dolor asociado con desgracias como una mala salud o la soledad”.  Pero otro estudio más reciente de hace dos años de la Universidad de Stanford concluyó que las personas con bajos ingresos pueden experimentar una felicidad incluso más fuerte que aquellas con mayores recursos. Quienes tienen más dinero pueden ser, en general, más felices, pero las personas con menos dinero sienten una felicidad más fuerte porque estaría ligada a un significado: la creencia de que su vida tiene un propósito, un valor y una dirección. 
 
259.- Guerras cántabras. 'Cantabrum Indoctum Iuga Ferre Nostra' es el título del cartel que representará la Fiesta de las Guerras Cántabras, declarada de Interés Turístico Internacional, de Los Corrales de Buelna en su próxima edición de este año 2024. La obra premiada es una acuarela que representa, como si se tratara de un Jano bifronte, el perfil femenino de un busto de una cántabra, que a su vez, se supone, encarna a Cantabria, y el masculino de un legionario romano, que encarna el poder militar del Imperio. El título es un hendecasílabo de Horacio, que define al pueblo cántabro como no acostumbrado a soportar el yugo romano... Conviene recordar que las guerras cántabras se saldaron con la victoria de las legiones romanas sobre las tribus rebeldes cántabras y con un proceso de romanización bastante más intenso de lo que hasta ahora se había pensado, por lo que estamos celebrando no una victoria sino una derrota militar desde el punto de vista de nuestra taifa autónoma. Los cántabros que no murieron en combate fueron vendidos como esclavos. De su lengua, que nunca se escribió, no queda más que algún vestigio en la toponimia, pero ninguna palabra viva. Ahora que se habla tanto de recuperar la memoria histórica, conviene que no nos olvidemos de exhumar lo que pasó por estos pagos hace dos milenios, y nos dejemos de celebraciones folclóricas al modo de las luchas de moros y cristianos: la derrota militar, supuso una romanización muy intensa: se construyeron ciudades como Julióbriga, lujosas villas cerca del mar, algunas con sus propias termas, se trazaron calzadas que todavía atraviesan nuestra región, se explotaron minas de hierro, como la de Cabárceno, y, gracias a la victoria romana escribimos y hablamos la lengua que ahora hablamos y escribimos. 
 
260.- Escepticismo. El escepticismo se ve en nuestra época criminalizado. No se puede atentar, en pleno siglo XXI, contra las sagradas creencias, que son las creencias consagradas por el inexistente consenso científico, que se conjura para que exista mencionándolo. Una de estas creencias es el calentamiento global, que no admite debate porque lo establece, entre otros, el IPCC en cada uno de sus informes. Cuestionarlo es climatoescepticismo, y no se puede ser climáticamente escéptico, sino creyente, dogmático. No se puede minimizar ni contradecir la doctrina sin caer en herejía y anatema. Ya no son condenados a la hoguera los herejes que lo niegan o ponen en duda, pero sí excomulgados de la comunidad científica, pero también los que, dispuestos a creer en su evidencia, niegan que sea producto de la acción humana, es decir, rechazan su carácter antropogénico, y, yendo aún más lejos, afirman que no es algo malo sino beneficioso. Si Sexto Empírico levantara la cabeza, vería abochornado cómo los dogmáticos, en pleno siglo XXI, siguen campando a sus anchas y haciendo de las suyas... 

lunes, 8 de julio de 2024

De eso es de lo que se trata

    La diferencia que establece la lengua inglesa, que es la del Imperio y la lengua franca del planeta, entre 'disinformation' y 'misinformation' es, si bien se mira, solo de matiz. De hecho, a la hora de traducir ambos términos al castellano, muchos traductores recurren al único “desinformación”, especificando a continuación que hay dos tipos: la accidental ('misinformation' o información falsa, inexacta o errónea sin más sobre los hechos) y la intencionada ('disinformation', información falsa que tiene como objetivo deliberado engañar, es decir, falsear intencionalmente los hechos para manipular a la gente). 
 
 
    En realidad, no hay que insistir tanto en la intencionalidad, sino en que esencialmente ambos tipos son el mismo: información falsa. Pero la información falsa no se contrapone a una supuesta información verdadera de cuyas fuentes todos desearíamos beber, porque no la hay. El hecho solo de querer in-formar, dar forma a algo significa que ese algo no tiene forma, que hay que conformarlo, ahormarlo metiéndolo en la horma del zapato o molde previo: informar es deformar, conformar, reformar, transformar. Quien da una información falsa está, queriendo o sin querer, construyendo la realidad. 
 
    El interés por las noticias del mundo decae, está de capa caída: cada vez hay más personas que evitan los medios de información, incluidas las redes sociales, de las que se desconectan. Antiguamente, antes de la aparición de la Red, se decía que lo que no salía por televisión no existía, ahora lo que no existe es lo que no está en la telaraña, y lo que está es la Realidad, esencialmente falsa. Por eso mismo, los medios de (in)formación tradicionales y la Red causan ansiedad, impotencia y, sobre todo, pese a su pretensión, desinformación. Gracias a ellos y a querer saber lo que pasa en el mundo no nos enteramos de lo que pasa a nuestro alrededor. 
 
  En otros tiempos nos quejábamos de nuestra falta de información, hoy, sin embargo, la queja es de información excesiva. 
 
 
    La preocupación por lo que es real y lo que es falso no nos deja ver que lo real, la realidad, es precisamente lo falso, lo que no es verdad, cosa que no impide su existencia. No es que sea difícil detectar cuáles son las noticias fiables y cuáles las falsas: todas son bulos, bolas o píldoras para que traguemos la realidad. 
 
    La mayoría de la gente joven, huyendo de la televisión, se informa a través de los vídeos subidos a las redes, porque creen que son más fiables y por lo tanto dan más credibilidad -"se cree lo que se vee, se vee lo que se cree"-. Estamos en la era audiovisual, con más preponderancia visual que auditiva, pese al éxito de los llamados podcasts. Muchos medios de (in)comunicación han explorado este formato para escapar de los algoritmos de las plataformas y muchos de ellos también se suben al vídeo y se difunden en las conocidas plataformas de YouTube o Tik Tok. Los periódicos digitales, de hecho, ya no sólo difunden imágenes fotográficas, sino, sobre todo, cada vez más vídeos. 
 
    Sin embargo, hay cierta saturación que dificulta descubrir nuevos contenidos. Los creadores de contenidos hacen su agosto: tienen miles de seguidores y, como dice una viñeta de Tute, el seguido no sabe a dónde va, ni sus seguidores. ¿A dónde va la gente, a donde va Vicente? Pero Vicente no sabe a dónde va.
     La Inteligencia Artificial, con mayúsculas honoríficas, viene a suplir las carencias de la inteligencia natural. Solamente un tercio de la población española, según unas encuestas no muy dignas de crédito por otra parte, confía en las noticias que difunden los medios en general. Es decir, que la mayoría desconfía, y hace bien porque no fiarse de las noticias del mundo y decirles adiós es luchar contra la desinformación, en su doble vertiente de 'misinformation' y 'disinformation'. En ambos casos se trata de formatear o conformar una realidad que es falsa por su propia pretensión de ser verdadera. Pensemos, sin ir más lejos, en el éxito colosal que tuvo la pesadilla pandémica pasada.

domingo, 7 de julio de 2024

Los muertos de Roma, de Giuseppe-Gioachino Belli

    Frente al tópico de que la muerte a todos iguala, nos presenta Belli en este magistral soneto, “Los muertos de Roma”, tres clases sociales diferenciadas por su entierro. En la primera estrofa nos presenta los funerales de la burguesía, la clase media, diríamos hoy, que se entierra de día, con un rito elaborado aunque cansado.

    En la segunda estrofa nos presenta a la clase alta, la nobleza, entre los que se hallan los señores y los hideputas, sus bastardos, que según la creencia de la época tenían buena suerte -lo que recojo en mi traducción-, cuyos entierros se realizan al atardecer, con gran pompa.

    En la tercera y la cuarta se presenta a la clase baja, el pueblo, entre los que está el poeta y su destinataria, Clementina, que caminan -a lo largo de toda su vida miserable, se sobreentiende- hacia la tumba, a los que se entierra al amanecer en una fosa común.

    En la última estrofa está lo más sublime del soneto: Los muertos de Roma somos nosotros. Lo dice el hendecasílabo que la abre: “Esos somos nosotros”, porque no somos más que muertos desde el momento en que nacemos. Tema que retoma en otro célebre soneto, en El bautizo del hijo varón, en cuyo último terceto dice, en traduccíon de García Calvo: “Pobres ciegos, ¿no veis que pa estar ciertos, / el Libro de Bautismos de este Estado / debe llamarse Libro de los Muertos?   

Cuelli morti che ssò dde mezza tacca
fra ttanta ggente che sse va a ffà fotte,
vanno de ggiorno, cantanno a la stracca,
verzo la bbùscia che sse l’ha dda iggnotte.

Cuell’antri, in cammio, c’hanno la patacca
de Siggnori e dde fijji de miggnotte,
sò ppiù cciovili, e ttiengheno la cacca
de fuggì er Zole, e dde viaggià dde notte.

Cc’è ppoi ’na terza sorte de figura,
n’antra spesce de morti, che ccammina
senza moccoli e ccassa in zepportura.

Cuesti semo noantri, Crementina,
che ccottivati a ppesce de frittura,
sce bbutteno a la mucchia de matina.

Roma, 23 gennaio 1833

    La traducción que presento me ha salido con un registro lingüístico bastante más culto, por la servidumbre de la rima, que el original de Belli. Me refiero sobre todo al verso segundo, que dice “fra tante ggente que sse va a ffà fotte”, que significa “entre tanta gente que se va a tomar por culo, o a que la jodan”, expresión que quiere decir en el romanesco de Belli “que se muere”, por lo que habría que traducir “estirar la pata”, “espicharla”, “palmarla”, o algún otro giro popular, pero he tenido que optar por “que fallece”.

 Los muertos de Roma

Los muertos de media categoría
entre la mucha gente que fallece

van, con cantos funerarios, de día
hacia la fosa que a tragar se ofrece.
 
 Mas los nobles que tienen hidalguía
y bastardos que suerte favorece
tienen, más corteses, la altanería
de huir del Sol y de ir cuando atardece. 

Hay luego un tercer tipo de de figura,

otra especie de muertos, que camina
sin cirios ni caja a la sepultura.

Esos somos nosotros, Clementina,
que, cual baratos peces de fritura,
nos echan a la pila matutina.

23 de enero de 1833

    El actor italiano Luigi Vannucchi recita el soneto de Belli, escrito como todos los suyos en dialecto italiano romanesco, en el siguiente vídeo:
 
 

sábado, 6 de julio de 2024

Tres hitos eurovisivos

     En 1998, Dana International, transexual israelí -¿qué pintaba Israel, me pregunto yo, en el Festival europeo de la canción?-, nombre artístico de Yaron Cohen antes y Sharon Cohen después de su transición sexual, ganó el eurofestival de la canción con su tema Diva. Dana había llevado a cabo su decisión de cambiar de sexo y de equipararse al estereotipo femenino que había elegido. Eurovisión, después de Dana International ya no será lo mismo porque ella ha marcado un antes y un después. Cantaba “Viva la diva, viva Victoria, Afrodita” La letra era un himno a las mujeres empoderadas tanto de la historia, Cleopatra, como de la mitología, Afrodita, cuyos nombres se repetían hasta la saciedad.

Dana International

oOo

    En 2015 Conchita Wurst, que representaba a Austria, gana el eurofestival con su tema “Rise like a Phoenix”. Conchita Wurst lleva consigo un mensaje muy importante: Es un hombre con toda la barba pero también una mujer según le venga en gana en cada momento del día. Había decidido cabalgar entre ambos sexos, sin operarse. Se saludó su triunfo como una victoria de la tolerancia y del espíritu liberal de la Unión Europea. Conchita Wurst es ambigua. El sexo es una elección que se hace, no una determinación de nacimiento, que no necesita pasar por el quirófano para cambiarse a voluntad. 

    Su nombre artístico -nomen est omen- es muy significativo: Conchita es el diminutivo de “concha”, que en español es un símbolo venéreo, y en Argentina el nombre del coño, por lo que representa el sexo femenino. Wurst” es la salchicha en alemán, y el sexo masculino, por lo que Conchita Wurst es a la vez la vulva y el pene, lo que resulta indiferente dado que en alemán, que es su lengua materna,  aunque cantaba en la  del Imperio, “das ist mir Wurst” significa 'me importa un carajo', o sea, 'me da igual'. 


 oOo

    En 2024 Nemo, que representa a Suiza, cuyo nombre en latín significa 'nadie' como el capitán Nemo de Jules Verne (pero me parece a mí que lo ha tomado de la película infantil “Buscando a Nemo”, la historia del codiciado pez payaso anaranjado), gana el eurofestival con su tema “The code”, una canción autobiográfica en la que narra su viaje de autodescubrimiento y aceptación, abrazando una identidad que cuestiona las normas de género tradicionales, convirtiéndose enseguida en un referente más para la comunidad LGTBI+. 

    La novedad de Nemo es que se declara no-binario, hermafrodita o andrógino virtualmente hablando, que es lo que prefiere el sistema progresista actual, la Unión Europea,  cuya identidad es etéreamente fluida, que así puede concedernos la gracia de la libertad que la naturaleza no nos ha otorgado para que nosotros, los esclavos, nos sintamos libres sin serlo eligiendo el sexo que ocasionalmente nos convenga.

Nemo
 

oOo

    A diferencia de Dana International, los casos de Conchita Wurst y de Nemo vienen a decirnos que en el caso de haber nacido varón no es necesaria una intervención quirúrgica de castración y construcción de una vagina para cambiar de sexo y de género.

viernes, 5 de julio de 2024

Más mixtura

Tras el eurofestival y el europarlamento, viene ya la eurocopa a distraernos de la euroguerra mientras el Banco Central lanza, entre bambalinas, el eurodigital.
 
 

 El ejército es como el perro guardián de la casa que, de tanto guardarla, acaba apoderándose de ella y volviéndose hasta para sus dueños un auténtico peligro.
 
Se les llena la boca con el consenso científico, ignorando que la ciencia a lo largo de toda su historia se fundamenta en el disenso, que es todo lo contrario.
 
Un titular referido a cirugía estética dice más verdad de lo que parece: “Las pacientes (que en su mayoría son mujeres) somos dinero”. Y la belleza, femenina.
 
El hombre (incluida la mujer) es el único animal que, año tras año, se sorprende con perplejidad del hecho de que haga calor en el verano y frío en el invierno.
 
No se deje engañar por sus sensaciones a la hora de saber la temperatura que hay y decidir si hace frío o calor; consulte previamente su termómetro climático.
 
Un climatólogo afirma que el mes de mayo ha sido el más caluroso de la historia desde que hay registros; no nos percatamos porque era un calor asintomático.
 
 El próximo primer ministro británico declara: El cambio empieza ahora, pero no va a ser fácil. Sospecha que imposible, y él, no más que mera pieza de recambio.
 
El sentido más importante: ni vista ni oído ni olfato ni tacto ni gusto: el sentido del humor, la capacidad de reírse de uno mismo y también de todo lo demás.
 
Soy antimilitarista, ya que ningún ejército defiende la paz, sino el orden previamente establecido, o, lo que es lo mismo, la guerra, lo contrario de la paz.
 
Evitar de dos males el mayor es mejor que elegir de dos males el menor, porque un mal, por mínimo que sea, es sustancialmente un mal, sin adjetivos paliativos.
 
El dinero solo sirve para el incierto día de mañana, para satisfacer una necesidad futura, por lo que crea la propia necesidad perentoria de dinero y el futuro. 
 
 El matrimonio, aprobado el himeneo igualitario o connubio homosexual en España, siguió siendo lo que siempre había sido y nunca dejó de ser: la tumba del amor. 
El crecimiento económico del que tanto alardean los políticos, mientras los pobres viven en la miseria, acrecienta las grandes fortunas y no elimina la pobreza.
 
 Una creencia errónea, y todas las creencias lo son de algún modo, aunque refrendada por una inmensa mayoría, no deja de ser una errónea creencia sin embargo.
 
El cambio prometido fue tan tranquilo y sin sobresaltos (sosegado, era, si no recuerdo mal la palabra-talismán) que nadie se ha enterado, pasando inadvertido.
 
La Presidenta de la Comisión de Eutanasia de Euskadi dice que “En tres años hemos hecho ciento seis eutanasias; estamos muy lejos de Países Bajos y de Canadá”.
Me informo para no estar desinformado de lo que sucede en el mundo, pero lo que consigo así es no enterarme de lo que está pasando a mi alrededor en absoluto.
 
Todos los políticos del arco parlamentario se rasgan las vestiduras y condenan el golpe de estado ignorando que el coup d'état es la esencia misma del Estado.
 
Cuando se aplican la estadística y los números a fin de captar el significado de la vida, la descripción se hace prescripción, el mapa pasa a ser el territorio.
 
Lejos de nosotros la funesta manía de pensar, la peligrosa novedad de discurrir o arriesgada afición de razonar, cosas que no nos dejan las ideas que tenemos.
 
Se quejaba el profeta Isaías con más razón que un santo de aquellos que llamaban bien al mal y al bien mal, haciendo luz de las tinieblas y tinieblas de la luz.

jueves, 4 de julio de 2024

¿Quién manda aquí?

    Se preguntaba el poeta austriaco Erich Fried (1921-1988) en uno de sus Cien poemas apátridas (1978), titulado 'En la capital': «¿Quién manda aquí?» / pregunté. / Me dijeron: / «El pueblo naturalmente» / Dije yo: / «Naturalmente el pueblo / pero, ¿quién / manda realmente?». 
 
    Si reformuláramos la pregunta, nos responderían lo mismo nuestros conciudadanos: el pueblo. Esto es una democracia: gobierna el pueblo... Sí, sí, pero de verdad ¿quién gobierna? ¿Quién o qué se esconde detrás de ese 'pueblo'? No buscamos personas con sus nombres propios y apellidos, perfectamente intercambiables entre sí, independientemente de su ideología política, que vienen y van alternativamente, sino algo más constante y sustancial. 
 
 
    ¿Cuántos de nuestros conciudadanos o compatriotas creen que vivimos en un Estado soberano llamado “España”, un Estado constituido y constitucional como los Estados Unidos de América, gobernados por individuos como Biden o Trump, o quien sea que salga de las urnas? No nos engañemos. Preguntémonos, como hace el poeta austriaco, ¿quién gobierna aquí? Y no nos conformemos con la respuesta de rigor: el partido que sea, el presidente que sea... porque ni siquiera hay un país en sí que se llama España  como nos enseñaron en la escuela cuya capital es Madrid... 
 
    Aunque no sea una cita muy literaria, porque pertenece a una película clásica, en concreto a Network, un mundo implacable dirigida por Sidney Lumet en 1976 y escrita por el dramaturgo y novelista Paddy Chayefsky (1923-1981), esto es lo que le dice el señor Jensen a Howard Beale que puede servirnos como respuesta a la pregunta que formulaba Erich Fried: “Usted es un anciano que piensa en términos de naciones y pueblos. No hay naciones. No hay pueblos. No hay rusos. No hay árabes. No hay terceros mundos. No hay Occidente. Sólo hay un sistema holístico de sistemas, un vasto e inmanente, entrelazado, interactuante, multivariable, multinacional dominio de dólares. Petrodólares, electrodólares, multidólares, reichmarks, rins, rublos, libras y shekels. Es el sistema internacional de moneda el que determina la totalidad de la vida en este planeta. Ese es el orden natural de las cosas hoy. ¡Esa es la estructura atómica, subatómica y galáctica de las cosas hoy! […] ¿Estoy llegando a su entendimiento, Sr. Beale? Se levanta frente a su pequeña pantalla de veintiún pulgadas y aúlla sobre Estados Unidos y la democracia. No hay Estados Unidos. No hay democracia. Sólo hay IBM e ITT y AT&T y DuPont, y Dow, Union Carbide y Exxon. “Ésas son las naciones del mundo hoy en día”. 
 
    Sé que a mucha gente le costará aceptarlo, pero no hay España que valga. Diríamos que España no existe, si no fuera mentira, porque sí que existe: España es una provincia, una subdivisión territorial del Imperio supranacional capitalista planetario. Y lo mismo ocurre con todos los demás países occidentales. Por eso, en realidad, nada cambia nunca, independientemente de cuáles sean los líderes que estén al frente en cada momento. Nos hallamos ante un simulacro, un espectáculo. Una simulación de democracia. 
 
 
    Sin embargo, el hecho de que sea un espectáculo no significa que no tenga consistencia real. La simulación de la democracia es esencial para el Imperio. Es lo que nos mantiene enfrentados entre nosotros, en lugar de enfrentarnos al Poder. Es lo que alimenta la guerra: la guerra contra el terrorismo, la guerra contra el virus, la guerra contra el populismo, la guerra contra la desinformación, la guerra contra otros estados o la guerra contra lo que sea. 
 
    No, no son nuestros mandarines los que gobiernan los países y el mundo, sino aquellos que crearon tanto el capitalismo como el comunismo, tanto oriente como occidente para engañar al mundo entero con estos ilusorios trampantojos... ¿Quiénes son entonces? Los banqueros internacionales. Pero no tanto sus personas como el dinero que mueven y los mueve. Los líderes de las naciones son solo marionetas seleccionadas que obedecen un guion que les dan las instancias superiores. A la pregunta de quién manda aquí, la respuesta es: "Aquí mando yo". Y el que responde es Don Dinero, el más poderoso de todos los caballeros, o Regina Pecunia, que decían los clásicos latinos, cambiándolo de género gramatical: Doña Moneda. 
Todo, que sea, lo logro en la tierra, yo, reina Moneda;
La humanidad, por tal, hónrame a mí con tesón.
 
     Lógicamente, habría que actualizar los datos del monólogo de la película: Las monedas más representativas, aparte de los inevitables dólares, son ahora los euros, las libras esterlinas, los yenes, los yuanes y los rublos, todos perfectamente canjeables, sobre todo en su dimensión digital... No hay que olvidar que el dinero físico de billetes y monedas tangibles está desapareciendo, pero eso no significa que vaya a desaparecer el dinero, sino que va a alcanzar una materialización inmaterial, espiritual. 

    Y en lugar de IBM y demás, habría que citar como las naciones del mundo actual a Vanguard, Blackrock, State Street, Reserva Federal, City of London y tutti quanti.

miércoles, 3 de julio de 2024

Sócrates torpedo

    En Cuestiones Académicas (I, 17), hablando de los seguidores de Platón y de Aristóteles, Cicerón escribe: Pero unos y otros (sc. académicos, y peripatéticos) (...)* abandonaron aquella costumbre socrática de discutir acerca de todas las cosas sirviéndose de la duda y sin emplear ninguna afirmación. Así se hizo (lo cual de ninguna manera Sócrates aprobaba) cierto arte de filosofía y un orden de materias y sistema de doctrina. 
 
    *Entre paréntesis decía que el abandono de la discusión y de la herramienta de la duda que hemos leído que proponía Sócrates, sus discípulos directos, Platón y demás, e indirectos, Aristóteles y los suyos, a través de Platón y de la Academia, vieron colmado el vacío que les había dejado Sócrates con la fecundidad de Platón, que desarrolló sus propias ideas -qui uarius et multiplex et copiosus fuit-, y compusieron una determinada forma de doctrina y esta ciertamente plena y completa, sistemática, diríamos hoy, muy alejada del quehacer y maestría del maestro). 
 
 
    La filosofía nació, según Cicerón, cuando se abandonó la costumbre socrática de discutir todas las cosas sin emplear ninguna afirmación. Alude aquí Cicerón probablemente a los primeros seguidores de Platón, a la llamada Antigua Academia, hasta Arcesilao, que combatía los dogmatismos. Y con la expresión 'sirviéndose de la duda',  el arpinate alude a la duda metódica de Sócrates, de la que da cuenta Platón en este pasaje, por ejemplo, del Menón (80-84), que reproduzco en traducción de F. J. Oliveri: 
 
Men.-¡Ah... Sócrates! Había oído yo, aun antes de encontrarme contigo, que no haces tú otra cosa que problematizarte y problematizar a los demás. Y ahora, según me parece, me estás hechizando, embrujando y hasta encantando por completo al punto que me has reducido a una madeja de confusiones. Y si se me permite hacer una pequeña broma, diría que eres parecidísimo, por tu figura como por lo demás, a ese chato pez marino, el torpedo*. También él, en efecto, entorpece al que se le acerca y lo toca, y me parece que tú ahora has producido en mí un resultado semejante. Pues, en verdad, estoy entorpecido de alma y de boca, y no sé qué responderte. Sin embargo, miles de veces he pronunciado innumerables discursos sobre la virtud, también delante de muchas personas, y lo he hecho bien, por lo menos así me parecía. Pero ahora, por el contrario, ni siquiera puedo decir qué es. Y me parece que has procedido bien no zarpando de aquí ni residiendo fuera: en cualquier otra ciudad, siendo extranjero y haciendo semejantes cosas, te hubieran recluido por brujo. 
 
 
Sóc. - Eres astuto, Menón, y por poco me hubieras engañado. 
 
Men. - ¿Y por qué, Sócrates? 
 
Sóc. - Sé por qué motivo has hecho esa comparación conmigo. 
 
Men. - ¿Y por cuál crees? 
 
Sóc. - Para que yo haga otra contigo. Bien sé que a todos los bellos les place el verse comparados -les favorece, sin duda, porque bellas son, creo, también las imágenes de los bellos-; pero no haré ninguna comparación contigo. En cuanto a mi, si el torpedo, estando él entorpecido, hace al mismo tiempo que los demás se entorpezcan, entonces le asemejo: y si no es así, no. En efecto, no es que no teniendo yo problemas, problematice sin embargo a los demás, sino que estando yo totalmente problematizado, también hago que lo estén los demás. Y ahora, «qué es la virtud», tampoco yo lo sé; pero tú, en cambio, tal vez sí lo sabías antes de ponerte en contacto conmigo, aunque en este momento asemejes a quien no lo sabe, No obstante, quiero investigar contigo e indagar qué es ella. 
 
    En efecto, el diálogo con el bello Menón trataba de definir qué era la virtud, y Sócrates torpedeaba cualquier intento de definición, reconociendo que él estaba entorpecido, y que no sabía qué era la virtud, a diferencia de su interlocutor que sí lo sabía, o creía saberlo antes de la conversación con Sócrates, y la llegada a la aporía -enunciado que expresa o que contiene una inviabilidad de orden racional, inviabilidad que etimológicamente es un callejón sin salida-. Platón juega en griego con el término eúporon 'no tener problemas' y aporein 'problematizar', de donde la aporía. 
 
 
    *torpedo, es voz latina derivada del verbo torpere 'estar aterido, paralizado, inmovilizado', por la parálisis que causa su contacto, que es propiamente el nombre de un pez, siendo figurada la acepción militar que se le dio en el siglo XX como máquina de guerra con carga explosiva para echar a pique un bote que choca con ella o que entra en su radio de acción.  El término griego que utiliza Platón, y Menón en el diálogo es νάρκη (nárke), nombre del pez torpedo o raya electrizante y del efecto de adormecimiento y entumecimiento que se dice que produce, de donde deriva narcótico.

martes, 2 de julio de 2024

No laves tanto la ropa y come insectos (por el bien del Planeta)

    Los chalados del Foro Económico Mundial o, lo que es lo mismo, del World Economic Forum en inglés, que es la lengua del Imperio, aconsejan que se restrinja el lavado de ropa en beneficio de la salud del planeta, argumentando que las lavadoras multiplican las emisiones de dióxido de carbono, o, lo que es lo mismo, de CO2 o anhídrido carbónico, como se decía antes, y que eso es muy perjudicial porque fomenta el calentamiento planetario.
 
    Recomiendan, por ejemplo, lavar los vaqueros sucios, esa prenda universal y unisexual, una vez al mes como mucho, y otras prendas con menor frecuencia todavía. No sé si se darán cuenta de que el beneficio del planeta va en este caso en detrimento de nuestra salud e higiene personales, porque, según me dice una amiga médico, no lavar unos vaqueros sucios durante un mes, como aconsejan estos economistas metidos a salvapatrias planetarias, puede provocar irritaciones e infecciones cutáneas por la acumulación de sudor, bacterias y células muertas, así como problemas respiratorios al inhalar los gérmenes. Todo lo cual empeoraría las condiciones dermatológicas provocando eccemas o psoriasis. 
 
"Los científicos -¿qué científicos?- nos apremian a lavar menos la ropa para ayudar al planeta"
 
      Restringir actividades cotidianas como el lavado de ropa sucia puede tener un impacto negativo en nuestra salud. Durante la pandemia, sufrimos en nuestras carnes lo pérfido que es imponer medidas que carecen de una base sólida de evidencia científica (confinamientos, inoculaciones experimentales, obligación de mascarillas, distancia social...). No sé hasta dónde van a llegar estos chiflados del Forum, pero parece harto probable que el siguiente paso consistirá en aconsejarnos que restrinjamos el uso del agua para nuestro aseo personal, y que no nos lavemos tanto las manos, contra lo que nos aconsejaban durante la dichosa pandemia de Dios, que había que hacerlo como Poncio Pilatos compulsivamente con geles hidroalcohólicos o, en su defecto, con agua y jabón.
 

    Los fact checkers o verificadores de datos de Efeverifica afirman que Es falso que el fundador de Foro Económico Mundial (FEM), Klaus Schwab, quiera prohibir que la población lave sus pantalones más de una vez al mes, como afirman diversos mensajes en redes sociales basados en unas supuestas declaraciones de las que no existe registro. Vamos a ver, señores falsificadores, perdón, quería decir verificadores, Klaus Schwab, personalmente, puede que no haya dicho eso, que se sepa. Pero hay un vídeo en la Red del Foro Económico Mundial, que regenta dicho personaje, que aconseja explícitamente -no prohíbe, porque no tiene autoridad ninguna que se sepa- que se laven los vaqueros una vez al mes como máximo, porque constituye un lavado 'sostenible'. Se trataba de una recomendación y no de una petición formal para que los Estados impongan esta medida, es verdad, pero de ahí a decir que es falso que hayan dicho una cosa así va un trecho, porque aquí está el vídeo:

 
    Otra cosa que sugieren los locos chiflados del susodicho Forum es que hay que comer menos carne para salvar el planeta, y, en ese sentido, aconsejan que modifiquemos nuestros hábitos alimenticios, buscando en la ingesta de insectos una nueva fuente de proteínas saludables y ecológicas...
 

    Una propuesta generalizada de esta índole, aconsejar a toda la población que se vuelva insectívora, no tiene en cuenta las posibles reacciones alérgicas adversas de nuestros organismos. Al parecer, los alérgenos de los insectos pueden ser similares a los de otros artrópodos, como los crustáceos, que no sientan bien a todo el mundo, aunque para otros constituyan un manjar. Carecemos en este caso de los necesarios estudios de seguridad a largo plazo, dado que los insectos pueden ser, además, anfitriones de diversos huéspedes parasitarios, que podrían transmitirse al ingerirlos. A todo esto se añade, por si fuera poco, que comer insectos supone una repugnancia psicológica o línea roja, como dicen los políticos, difícil de salvar por tratarse de una barrera cultural. 
 
    Algunos supermercados españoles, buscando nichos de mercado, ya los comercializan. Son cuatros los que cuentan con la evaluación positiva por parte de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en la lengua del Imperio: Europan Food Safety Authority): gusano de la harina,  langosta migratoria, grillo doméstico y larva de escarabajo. De hecho, para los tres primeros la Comisión Europea ha dado ya luz verde a su comercialización. En cuanto al grillo doméstico, no,  por favor. Yo, que he criado muchos en mi infancia, sería incapaz de comerme uno, pero propondría, modestamente, en su lugar la ingesta de mosquitos, porque puede que de este modo consiguiéramos, antes de comernos a picotazos ellos, hacer que disminuya la malaria y las molestas picaduras en las noches de verano. 
 
 
    Hay quien achaca a estos políticos economistas del Forum su falta de legitimidad democrática, vamos, que no los ha elegido nadie, pero lo peor no es eso, lo peor es que sus consejos y recomendaciones carecen de fundamento lógico: apelar a la heroica tarea de salvación de un ente ideal como es el Planeta, así con mayúscula honorífica que lo diviniza -por no apelar a la Madre Tierra o a la Diosa Madre común primigenia- puede complicarnos a nosotros la vida hasta hacérnosla imposible. Pero lo malo es que este Forum adoctrina a nuestros políticos, que son sus jóvenes cachorros, siempre atentos a imponer sus ideas subordinando la política a la economía y al movimiento del dinero. 

lunes, 1 de julio de 2024

Pasando olímpicamente

    Fue el poeta satírico romano Juvenal el que acuñó por primera vez la enseguida celebérrima expresión "panem et circenses" como reproche crítico a sus compatriotas, que buscaban, como es natural y propio de todo bicho viviente, el alimento del cuerpo (los hidratos de carbono, en este caso),  y el entretenimiento del circo romano, lo que es más reprobable, como único nutriente del espíritu. 

    Pero la crítica que hacía Juvenal no se dirigía sólo a sus conciudadanos, al pueblo bajo e inculto, a la chusma del populacho que se conforma con las migajas de la limosna que le dan, sino al sistema político que favorece que sean así las cosas y no de otra manera.


    En efecto, era muy fácil en la antigua Roma manipular a la plebe -y eso no sólo lo sabían los políticos y emperadores, sino que además lo ponían en práctica demagógicamente- ofreciendo suministro gratuito de trigo,  para que no le faltara al pueblo el pienso de cada día, y organizando espectáculos circenses igualmente gratuitos (carreras de cuadrigas en el hipódromo, que era propiamente el circo, o también luchas de gladiadores en el anfiteatro, y eventualmente espectáculos teatrales de comedia y tragedia en el teatro, porque la cultura, ay,  también entra dentro de la sociedad del espectáculo y del espectáculo de la sociedad), para  pasto de entretenimiento y distracción de la gente, a la que convertían en una masa amorfa, sumisa y conforme con el orden social establecido.
 
 
    A lo largo de la historia de España, se ha actualizado varias veces este dicho de Juvenal como "pan y toros" (sobre todo en la oprobiosa dictadura de Franco, aunque la tauromaquia sigue desgraciadamente vigente),  y ahora en la democracia "pan y fútbol", o "subsidio de desempleo (vulgo paro o renta básica) y fútbol" (aunque del balompié ya se sirvió también el régimen anterior, y mucho, para amodorrar al personal, pero más ahora en esta época democrática "crítica" -de crisis- en la que los triunfos futboleros de La  Roja, que es la marca "España", ¡que acaba de clasificarse!, en la Eurocopa con la que nos intoxican y atosigan durante todo un mes, desde el 14 de junio hasta el 14 de julio del año en curso, sirven para alimentar el autobombo del patriotismo nacional y la autocomplacencia del chovinismo,  ocultando, de paso, nuestras miserias); y se actualiza también, abarcando sobre todo a los espectáculos que se retransmiten por la pequeña pantalla en horas de máxima audiencia, como "cerveza y televisión", o más modernamente, porque eso de la televisión ya está un poco anticuado, "cerveza y esmarfon", o lo que es lo mismo "agua de cebada fermentada y redes sociales en la micropantalla", o dicho de otra manera: paguitas e interné.

 

    Ahora que van a celebrarse y televisarse como se hace cada cuatro años, urbi et orbi, a bombo y platillo, los modernos juegos olímpicos, podríamos actualizar una vez más la expresión diciendo que  los medios de (in)comunicación (o de conformación de masas de individuos personales) nos ofrecen en vez de espectáculos circenses,  los olímpicos, las modernas olimpiadas que resucitó el barón de Coubertin para conmemorar y resucitar las que se organizaban en Olimpia cada cuatro años en todo el ámbito griego de la antigüedad.

    Y nos ofrecen cada cuatro años el pan y el circo de las olimpiadas en bandeja para que tengamos la sensación de que pasa algo, de que pasan cosas en el mundo,  fabricando innumerables noticias para pasto de los medios, cuando, por lo bajo, en lo hondo del corazón y las entrañas, lo que todos y cada uno de nosotros sentimos en nuestro fuero interno es que no pasa nadaNo pasa nada de nada. Absolutamente nada.  Nada en absoluto.
 
Corredor inmóvil de Claude Serre
 

    Por eso nos retransmitieron en 2012 los juegos olímpicos londinenses, en 2016 los brasileños de Río de Janeiro, en 2020 los japoneses de Tokio, y ahora en 2024 van a retransmitirnos, si no lo están haciendo ya, los de París,  para que creamos que suceden cosas y que asistamos nosotros a su espectáculo como meros espectadores que quieren que seamos  (nunca protagonistas, siempre espectadores y sólo espectadores pasivos) convirtiéndonos así en voyeurs impasibles, receptores y consumidores de imágenes en general y de la imagen en particular de la llama olímpica que se consume y nos consume.
 
    Todo este entretenimiento para las masas está institucionalizado, y mucho, porque los Juegos Olímpico son un negocio privado, no un bien común, sino una propiedad de la sociedad privada Comité Olímpico Internacional que tiene todos los derechos, incluyendo los de retransmisión por los medios de difusión, por lo que nos encontramos ante un comercio. 
 
La forma olímpica, Claude Serre (1991)
 
     Prueba de ello, por ejemplo, es que el Comité Olímpico Español, una asociación privada, que se rige por sus propios estatutos y reglamentos, de acuerdo con los principios y normas del Comité Olímpico Internacional, que es la entidad de tutela y control de sus actividades, recibe del gobierno español una concesión directa a título de subvención de hasta cuatro millones seiscientos cuarenta mil euros (4.640.000€) y el Paralímpico de dos millones novecientos veinticinco mil euros (2.925.000€) para sufragar gastos en los Juegos Olímpicos de París, como puede consultarse en el Boletín Oficial del Estado.  

  ¿Por qué recibe una institución privada una tan cuantiosa subvención del Estado? El artículo 48 de la Ley 10/1990, del Deporte, responde a esta pregunta porque le otorga, y no le faltan razones, "la consideración de entidad de utilidad pública". Y es lo que debemos preguntarnos: ¿Qué utilidad pública puede tener el Comité Olímpico Español si no es la de distraernos y entretenernos, creado hace más de cien años para contribuir “a la promoción y difusión de los ideales olímpicos”?