sábado, 6 de julio de 2024

Tres hitos eurovisivos

     En 1998, Dana International, transexual israelí -¿qué pintaba Israel, me pregunto yo, en el Festival europeo de la canción?-, nombre artístico de Yaron Cohen antes y Sharon Cohen después de su transición sexual, ganó el eurofestival de la canción con su tema Diva. Dana había llevado a cabo su decisión de cambiar de sexo y de equipararse al estereotipo femenino que había elegido. Eurovisión, después de Dana International ya no será lo mismo porque ella ha marcado un antes y un después. Cantaba “Viva la diva, viva Victoria, Afrodita” La letra era un himno a las mujeres empoderadas tanto de la historia, Cleopatra, como de la mitología, Afrodita, cuyos nombres se repetían hasta la saciedad.

Dana International

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    En 2015 Conchita Wurst, que representaba a Austria, gana el eurofestival con su tema “Rise like a Phoenix”. Conchita Wurst lleva consigo un mensaje muy importante: Es un hombre con toda la barba pero también una mujer según le venga en gana en cada momento del día. Había decidido cabalgar entre ambos sexos, sin operarse. Se saludó su triunfo como una victoria de la tolerancia y del espíritu liberal de la Unión Europea. Conchita Wurst es ambigua. El sexo es una elección que se hace, no una determinación de nacimiento, que no necesita pasar por el quirófano para cambiarse a voluntad. 

    Su nombre artístico -nomen est omen- es muy significativo: Conchita es el diminutivo de “concha”, que en español es un símbolo venéreo, y en Argentina el nombre del coño, por lo que representa el sexo femenino. Wurst” es la salchicha en alemán, y el sexo masculino, por lo que Conchita Wurst es a la vez la vulva y el pene, lo que resulta indiferente dado que en alemán, que es su lengua materna,  aunque cantaba en la  del Imperio, “das ist mir Wurst” significa 'me importa un carajo', o sea, 'me da igual'. 


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    En 2024 Nemo, que representa a Suiza, cuyo nombre en latín significa 'nadie' como el capitán Nemo de Jules Verne (pero me parece a mí que lo ha tomado de la película infantil “Buscando a Nemo”, la historia del codiciado pez payaso anaranjado), gana el eurofestival con su tema “The code”, una canción autobiográfica en la que narra su viaje de autodescubrimiento y aceptación, abrazando una identidad que cuestiona las normas de género tradicionales, convirtiéndose enseguida en un referente más para la comunidad LGTBI+. 

    La novedad de Nemo es que se declara no-binario, hermafrodita o andrógino virtualmente hablando, que es lo que prefiere el sistema progresista actual, la Unión Europea,  cuya identidad es etéreamente fluida, que así puede concedernos la gracia de la libertad que la naturaleza no nos ha otorgado para que nosotros, los esclavos, nos sintamos libres sin serlo eligiendo el sexo que ocasionalmente nos convenga.

Nemo
 

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    A diferencia de Dana International, los casos de Conchita Wurst y de Nemo vienen a decirnos que en el caso de haber nacido varón no es necesaria una intervención quirúrgica de castración y construcción de una vagina para cambiar de sexo y de género.

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