Si la filosofía era antaño la ancilla theologiae, es decir, la sierva sumisa de la teología a la que debía subordinarse en la escolástica medieval, dando a entender así que la razón debía estar siempre supeditada a la fe religiosa, que era la condición indispensable del saber humano, hoy en día la política es la ancilla oeconomiae, o dicho, de otro modo, el poder político, democráticamente elegido, está al servicio de los mercados y las finanzas, del mismo modo que la economía está al servicio del poder político en recíproca correspondencia.
sábado, 13 de mayo de 2023
Última lección del curso: y 12. - Contra la Economía.
viernes, 12 de mayo de 2023
Promesas electorales
Puedo prometer y prometo, decía aquel presidente de cuyo nombre no quiero acordarme, artífice de la transición política española que hizo que todo lo que había quedado atado y bien atado según el decrépito dictador cambiara para seguir estando bien amarrado y siendo lo mismo, de forma que sólo hubiera un cambio nominal de régimen que de dictadura pasaba a democracia de la noche a la mañana: el mismo chucho viejo con un nuevo collar resplandeciente.
El caso es que los candidatos prometen, vuelven a prometer y no hacen más que prometérnoslas y prometérselas muy felices: Como dice el vulgo con un refrán soez y picarón: Prometen hasta meter, y una vez que la han metido, olvidan lo prometido.
Su modus operandi es: Antes de meter, prometer. De hecho la palabra 'prometer' tiene, por algo será, las mismas letras que 'por meter'.
También hay una relación etimológica entre ambos términos, dado que 'prometer', derivado del latín promittere, es un compuesto de 'meter', latín mittere, con el prefijo pro- que indica antelación (antes de meter) y finalidad (para meter).
Asimismo, la palabra 'promesa' es el antiguo participio de 'prometer', derivado del latín promissa, que se regularizó como 'prometida', parecido a lo que sucede con el compromiso y el comprometido.
Lo que el pueblo no quiere son realidades, la dura, cruda y puta realidad, epíteto este último de 'puta' que es el que más le conviene a esa dama, como cantaba valientemente Mónica Naranjo en su Sobreviviré allá por el año 2000: Y cada amanecer me derrumbo al ver / la puta realidad. Por eso los candidatos, que saben que nadie en su fuero interno acepta la realidad, le ofrecen al pueblo convertido en electorado su catálogo interminable de promesas, le seducen con la palabra cambio, change en la lengua del Imperio, que al final no es más que recambio como veíamos al principio con la transición española: las cosas van a cambiar, la realidad va a dejar de ser lo que es, va a dejar de ser real y va a convertirse en lo que, por otra parte, aunque no nos hayamos percatado mucho, no ha dejado nunca de ser: en ideal, el ideal que es y que, por eso mismo, no puede ser y además, como decía el otro, es imposible.

jueves, 11 de mayo de 2023
Cuatro años (de) más
miércoles, 10 de mayo de 2023
Lecciones de economía: 11.- Execración del dinero.
Hay quienes, declarándose anticapitalistas, consideran, no sin una ingenuidad de lo más candorosa por su parte, que otro sistema financiero es posible y que hay que apostar por una banca pública alternativa bajo control democrático de las inversiones y beneficios, que no se subordine al gran capital y que impulse políticas económicas ajenas a los intereses del poder financiero y favorecedoras de la gente, a pesar del descubrimiento de que las entidades bancarias estafan impunemente a sus clientes e incluso los asaltan con audacia digna de delincuente.
No son los ladrones los que atracan el banco sino los propios banqueros los que extorsionan como vulgares cacos a sus clientes con prácticas que calificaríamos con el adjetivo de moda por lo menos de tóxicas, que los enriquecen a ellos a costa de empobrecer a cientos de familias con préstamos e hipotecas.
La Banca, como en los juegos de azar, -hagan juego, señores y señoras- no sólo nunca pierde, sino que siempre gana y se las arregla para llevarse la parte del león.
El dinero te proporciona un futuro como si te estuviera dando la vida -a veces decimos que hay que ganarse la vida, cuando queremos decir que hay que ganar dinero, equiparando dos términos que no son equivalentes en modo alguno sino contrapuestos y aun repugnantes-, ya que lo que te da el dinero en realidad es un sustituto, un simulacro, un sucedáneo de la vida, pero no la vida desde el momento en que te está matando al exigirte que te sacrifiques en sus aras. El futuro es algo que no está aquí, es un objeto de fe, como la propia muerte, siempre futura, nunca presente, que el Estado y el Mercado se encargan de administrarnos en cómodos plazos.
martes, 9 de mayo de 2023
Haciendo balance: peor el remedio -el inóculo- que la enfermedad.
Ahora que la OMS da por finiquitada la catastrófica pandemia universal, y que el BOE, o sea El País sentencia en su editorial del ocho de los corrientes titulado el “Fin oficial de la covid” (sic, en femenino) que hemos dejado atrás la mayor amenaza sanitaria que ha tenido que afrontar la humanidad desde la mortífera gripe de 1918 (tal cual), es hora de hacer balance.
El editorialista de El Periódico Global se deshace en elogios apologéticos de la 'vacuna'. No es extraño cuando, consultando la página de las subvenciones de la Bill and Melinda Gates Foundation, comprobamos que Ediciones El País, S.L. recibió en octubre del año pasado una cuantiosa subvención de 1.205.016 (un millón doscientos cinco mil dieciséis) dólares norteamericanos a fondo perdido por su contribución a la “Global Health and Development”, o sea al Desarrollo y la Salud Mundial, a través de la “Public Awareness and Analysis”, es decir, gracias al análisis y a la concienciación pública que lleva a cabo la línea editorial del rotativo.
El editorialista lamenta, claro está, que las eficientes (?) 'vacunas' no llegaran a todo el globo y que los países pobres, donde la mortalidad fue por cierto bien escasa, se hayan quedado desprovistos de ellas, pobrecitos: Pero no hay que olvidar que muchos países pobres siguen desprotegidos por falta de vacunas, lo que constituye uno de los fracasos más lamentables de la estrategia mundial contra la pandemia. Fue un gran hito desarrollar vacunas eficaces en tan poco tiempo, pero ese éxito científico -le faltó también el eufemismo 'letalis'- no se ha completado con una estrategia justa de distribución en el ámbito planetario.
El éxito se debe a que hemos alcanzado un grado de inmunidad (les ha faltado decir 'rebañega') inducida por las vacunas o por la respuesta natural a la infección suficientemente amplio como para mantener el patógeno bajo control. Admiten al menos -les ha costado, pero lo admiten al fin y a la postre- que la inmunidad no se debe exclusivamente al inóculo, sino también a la respuesta natural, es decir, a la exposición al virus, una exposición que, so pretexto de protegernos, nos prohibieron a nosotros encerrándonos 99 días y sus respectivas 99 noches aquí en España, por poner el caso, donde padecimos uno de los confinamientos más severos del mundo, según palabras de nuestro propio presidente que lo decretó sin empacho y que nos vendió que la vacuna era la libertad. Lo dijo tres veces quizá por aquello de que no bastaba una dosis, sino tres.
Sin embargo nuestro benemérito Periódico Global advierte, citando a la propia Organización, también subvencionada por la mentada Fundación del señor y la ex señora Gates, lo siguiente: La extinción de la emergencia según la OMS no elimina las secuelas de la pandemia, entre ellas la covid persistente. Bonita contradicción: oficialmente ha finalizado, pero, sin embargo, persiste "la" covid persistente, valga la redundancia: Afecta a entre el 10% y el 15% de las personas infectadas, incluidas muchas que ni siquiera tuvieron que ser hospitalizadas. Se trata de un cuadro muy amplio de afecciones, que aqueja mayoritariamente a personas de entre 30 y 50 años. En España puede alcanzar a 1,5 millones de personas, muchas de ellas aún por diagnosticar. Todavía se investigan las causas, pero la hipótesis más plausible es que persisten en el organismo partículas virales que provocan una respuesta inflamatoria permanente con muy diferentes y a veces graves afecciones, también en el ámbito de la salud mental.
¿No será, me pregunto yo, que lo que persiste no es "la" covid, sino las secuelas de la 'vacuna'? ¿No será que ha sido peor el remedio -la inoculación- que la enfermedad?
La mortalidad ha sido baja en todos los países del mundo pese al dato que manejan la ONU y la propia OMS de que las muertes por covid-19 sumarían quince millones en los dos primeros años de la pandemia.
Según el editorial que estamos comentando de nuestro benemérito Periódico Global, alias El País: A día de hoy ha dejado un balance de 765 millones de contagios notificados —la cifra real nunca se llegará a saber— y 6,9 millones de muertes oficialmente registradas, aunque la propia OMS estima que la cifra real supera los 20 millones.
Muy significativo el inciso entre guiones de que la cifra real nunca llegaremos a saberla.
Si hubo un exceso de mortalidad fue de ancianos, personas con problemas cardiovasculares y respiratorios a los que se les dejó morir literalmente porque se dijo, falsamente, que no había tratamiento para sus dolencias hasta que no saliera una vacuna. El inóculo salió deprisa, corriendo y mal, con carácter experimental y no impedía contagiarse ni transmitir la enfermedad. Como la gente se inoculó mayoritariamente y pilló la enfermedad, cuya letalidad era baja, se difundió la idea de que la sospechosa sustancia protegía de las formas graves y de la muerte, hasta que se fue viendo que tampoco eso era verdad, aunque algunas almas cándidas creyeron que gracias al inóculo habían sobrevivido y salvado su vida y se dijeron aliviadas: ¡Menos mal!
A la hora de hacer balance, salta a la vista que ha sido peor el remedio, insisto, que la enfermedad. Y con el remedio me refiero a la salvífica 'vacuna', auténtica hostia consagrada, y a las medidas que impusieron la mayoría de los gobiernos, salvo el sueco y pocos más, que no sirvieron para nada bueno, la verdad.
Hoy esa “nueva” enfermedad se llama gripe, bronquitis, catarro, neumonía, trancazo, y se puede tratar como siempre se han tratado esas enfermedades, sin recurrir a ningún producto experimental mágico y maravilloso, que al final ha resultado que no sólo no era eficaz y seguro, como cacareaban al unísono políticos, periodistas orgánicos y personajones de la tele, sino francamente tóxico, lo que se traduce, ahora sí, en un aumento de la mortalidad por causas desconocidas que nadie se explica, así como en un incremento de miocarditis, trombosis, accidentes cerebrovasculares, embolias, cánceres, además del aumento significativo de la esterilidad que afecta tanto a varones como a mujeres.
Habrá que tener cuidado con la articulación de ese "mecanismo de gobernanza y solidaridad global" que proponen y es como para echarse a temblar ante una eventual amenaza futura mortífera siempre por venir.
lunes, 8 de mayo de 2023
Lecciones de economía: 10. -El dinero es crédito y el crédito pura deuda.
El tinglado del sistema político y económico, que sólo sobrevive precisamente fomentando un consumo irracional y desmesurado, se ha denominado tradicionalmente "sociedad de consumo”, como se decía antes, pero según Rafael Sánchez Ferlosio en su libro "Non olet" (editorial Destino, Barcelona 2003) debería llamarse más bien "sociedad de producción", porque su principal objetivo es precisamente la producción de consumidores a cargo de la poderosísima industria publicitaria, hasta el punto de que las empresas se gastan más en publicidad que en producir el objeto de consumo.
A imagen y semejanza del término "ludopatía", híbrido grecolatino de “ludus” (juego en latín) y “patheia” (enfermedad en griego), crea él "emopatía”, para calificar la patología de comprar ("emo" en latín es comprar) compulsivamente, la adicción al consumo sin ton ni son. (Otros prefieren llamarla con el helenismo "oniomanía", de "onios" mercancía y "manía" locura, según el modelo de toxicomanía).
domingo, 7 de mayo de 2023
THE pandemic END

sábado, 6 de mayo de 2023
Lecciones de economía: 9. - El poder del dinero y el dinero del Poder.
viernes, 5 de mayo de 2023
Marginalia
El ileísmo, consistente en hablar de uno mismo en tercera persona, es recurso literario, pero también coloquial: el menda o este menda soy yo despersonalizado.


jueves, 4 de mayo de 2023
Al son de la balalaica