Rafael
Sánchez Ferlosio se despidió, un día como hoy hace ya seis años, en el año del Señor de 2019 del mundo con un verso de Leopardi e'l naufragar m'è dolce in questo mare
"y naufragar me es dulce en este mar", dejándonos un
poco huérfanos a todos sus lectores.
Nos ha dejado el bachiller Sánchez, el único título académico de una de nuestras mejores plumas de todos los tiempos: Rafael Sánchez Ferlosio, don Rafael. Murió en el hospital en las calendas de abril, solo, a los noventa y dos años, poco después de hablar por teléfono con un amigo y recitarle en italiano, él que había nacido en Roma, este bellísimo poema de Giacomo Leopardi titulado El infinito.
Nos ha dejado el bachiller Sánchez, el único título académico de una de nuestras mejores plumas de todos los tiempos: Rafael Sánchez Ferlosio, don Rafael. Murió en el hospital en las calendas de abril, solo, a los noventa y dos años, poco después de hablar por teléfono con un amigo y recitarle en italiano, él que había nacido en Roma, este bellísimo poema de Giacomo Leopardi titulado El infinito.
Siempre grato me fue este solitario
cerro y este seto, que por gran parte
me impide ver el último horizonte.
Mas sentado y mirando, interminables
espacios de más allá, y sobrehumanos
silencios y profundísima calma
imagino en mi mente, que por poco
se me estremece el alma. Y como oigo
gemir el viento entre las hojas, ese
infinito silencio a esta voz
voy comparando: y viene a mí lo eterno,
las estaciones muertas, la presente
y viva, y su sonido. Así que entre
esta
inmensidad se anega el pensamiento:
y naufragar me es dulce en este mar.
oOo
Leopardi nos dejó también esta reflexión sobre la vejez, el sumo mal, y la muerte, que viene a liberarnos de ella: "La
muerte no es un mal, porque libera al hombre de todos los males y, al
mismo tiempo que los bienes, le quita los deseos. La vejez es el sumo
mal, porque priva al hombre de todos los placeres, dejándole el apetito
hacia ellos, y porque lleva consigo todos los dolores. Sin embargo, los
hombres temen la muerte y desean la vejez". No sé si le agradaría a Ferlosio este pensamiento del poeta romántico, pero casi estoy seguro de que sí.