domingo, 15 de enero de 2023

Desengaño de la política en general (y de la española en particular)

    A lo largo de estos años hemos visto los que ya peinamos más de una cana cómo se han sucedido en España dos regímenes políticos formalmente diferentes pero en el fondo iguales, la dictadura y la democracia, tres jefes de estado (el dictador, el ahora rey emérito que nombró el dictador y el hijo de ese rey, cuyas indignas posaderas se asientan sobre un trono que no debería ocupar nadie durante más de veinticuatro horas) y, ya en la democracia, varios presidentes del gobierno (Suárez, Calvo Sotelo, González, Aznar, Zapatero, Rajoy y Sánchez). Hemos podido ver cómo se disuelven y vuelven a constituir las cámaras del congreso y el senado, renovándose o perdurando sus componentes. 
 
   
    Hemos visto cómo se suceden los gabinetes ministeriales, cómo alguno de los gobiernos llegó a ser tan paritario (sic) que hubo tantas ministras como ministros, hasta el punto de que ya daba igual el timbre masculino o femenino de la voz de mando por aquello del "tanto monta, monta tanto Isabel como Fernando", pero nadie debería montar más que nadie. Y hemos comprobado cómo sucede todo esto para nada, es decir, para que todo se mantenga igual; todo cambia aparentemente para que pueda permanecer lo esencial: la corrupción política inherente al sistema democrático de dominio vigente que, so pretexto de darle al pueblo su soberanía, se la arrebata inexorablemente en el mismo acto litúrgico de concedérsela supuestamente en los comicios electorales. Santa Rita Rita, la soberanía que la democracia le otorga al pueblo, el Estado a través de sus tres poderes constitutivos y a través del parlamento y gobierno se la quitan. 
 
 
    Rindo mi pequeño homenaje aquí, a propósito del desengaño de la política que hacen los políticos profesionales, al lúcido pensador y escritor peruano don Manuel González Prada que dejó escrito este agudo aforismo: “La soberanía popular y el régimen parlamentario se fundan en el axioma de que un asno más otro asno no parecen sumar dos borricos.” Lo reformulo del siguiente modo, glosándolo: El régimen democrático parlamentario se funda en el axioma de que el voto de un asno más el voto de otro asno forman la soberanía popular y no la voluntad de dos borricos.

sábado, 14 de enero de 2023

Rápida mensajería

Lo bueno no es cuidarnos, sino descuidarnos, no preocuparnos, sino despreocuparnos y dejarnos de todas las cuitas que no nos dejan vivir y nos hacen desvivir.
 
 Uno de los siete sabios, Solón, ya viejo, oyó a un niño entonar un canto de Safó, y le pidió que se lo enseñara para, según dijo, "morir llevándolo aprendido". 
 
Jesus died for somebody's sins but not mine. Jesucristo, cantó Patti Smith, murió por los pecados de algunos, pero no por los míos, que sólo a mí me pertenecen.
 
 
 
Una vez un mandamás hizo esta observación que contiene más verdad de lo que él creía: Hemos creado un problema que ahora estamos en vano tratando de resolver.
 
Ante la duda de cómo distinguir a herejes de católicos, el jefe de los cruzados ordenó: «¡Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos!», desatando la masacre.
 
 Manda Odiseo esconder las armas antes de perpetrar la matanza de los pretendientes, porque el hierro atrae como un imán a los hombres, forzándolos a usarlas.
 
αὐτὸς γὰρ ἐφέλκεται ἄνδρα σίδηρος. Que es el hierro quien tira del hombre, como traduce Pabón, (y no el hombre quien tira del hierro), y ejerce su atracción.
 

 
La guerra no es la única violencia que ejerce el Poder sobre nosotros. La imposición del dinero, físico o digital, es su arma de destrucción masiva y opresión.
 
Se cree falsamente que el dinero físico es sucio por la sepsis y mugre inherentes a la madre natura, y que el electrónico no mancha las manos y es inmaculado.
 
 Tiene la Ciencia poca conciencia, mala conciencia. Sigue a la Ciencia, fe y obediencia, falsa creencia, donde la ciencia brilla, evidencia, ay, por su ausencia.
 
 
 
La apocalíptica metáfora de Borrel de No podemos ser un herbívoro en un mundo de carnívoros revela que la Unión Europea se entrega ya a la más feroz carnicería.

viernes, 13 de enero de 2023

De la China ha venido un barco cargado de...

    El presidente de una pequeña comunidad autónoma que celebra con orgullo su heroica derrota, valga el oximoro, en las guerras históricas que sostuvo contra el imperio romano, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de los mayores de ochenta años, ya que “sólo” el 73%  en toda España -sin duda, le parece poco todavía- se ha inyectado la cuarta dosis, que en realidad es el segundo refuerzo de la pauta "completa", entre comillas completa, porque nunca se completará totalmente, dado que cada dos por tres necesita de refuerzos. 

    El gerifalte de la taifa autónoma, que quería pincharnos a todos “por las buenas o por las malas, por lo civil o por lo militar”, juzga que es una “irresponsabilidad total” no ponerse la cuarta inyección o segunda dosis de recuerdo, cuando -afirma- "ya sabemos que la vacuna es la salvación". La salvación ¿de quién, señor mío?, ¿de qué es, dígame usted, la salvación? 

 

    Afirma usted que “hay países que no tienen nada y se está muriendo la gente”. La gente, señor mío, no va a dejar de morirse en los países que no tienen nada y en los que tienen mucho, porque, como decía el poeta aquel del imperio que subyugó a nuestros antepasados cántabros y les enseñó a hablar en latín -Cantabrum indoctum iuga ferre nostra-, la Pálida muerte llama con el mismo pie dando un patadón a las puertas de las chabolas de los pobres y a los casoplones y palacetes de los ricos. 

      "Me da mucha pena que por desidia o porque están influenciados por algunas teorías extrañas haya gente que no se quiera vacunar, por ellos y por los demás. Hay que ser un poco solidarios, por el egoísmo personal de saber que una vacuna te cura y por solidaridad los demás", ha insistido el necio presidente que sigue haciendo apostolado de la inoculación, conjugando como sólo podía hacerlo un político de su escasa estatura moral, el egoísmo personal y la solidaridad con los demás.

   Acompañaba el susodicho en su visita a la comunidad a la ministra de Sanidad, que al parecer va a dejar el ministerio y va a presentarse a las elecciones municipales para la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, lo digo porque no vaya a ser que algún canarión no sepa quién es, la vote y salga elegida alcaldesa, que el día antes había hecho un llamamiento irresponsable a la vacunación en su visita a un balneario cántabro, y que reiteró, erre que erre, al día siguiente en su visita al centro hospitalario de Reinosa. 

    Si declaraba el bocachancla autonómico que le parecía increíble que esto esté sucediendo, lo que a algunos nos parece más increíble todavía es que se sigan haciendo estos llamamientos totalmente irresponsables  y nada serios a la vacunación por gente que no tiene ni idea del asunto, ni el presidente ni la ministra, cuando hay voces autorizadas -porque tienen auctoritas en su materia, aunque no tenga potestas como los citados politicastros- y sólo voy a citar un par de casos de médicos como el norteamericano Joseph Fraiman o el cardiólogo británico Aseem Malhotra que piden la suspensión urgente e inmediata de todas las vacunas Covid-19 porque hay pruebas concluyentes -y no 'extrañas teorías' -de que inducen a una muerte súbita cardíaca. 
 
    La ministra ha declarado que España es "referente mundial" en vacunación contra el virus coronado. Según ella, qué iba a decir si no era lo que estaba mandado,  las inoculaciones -vacunas las llama ella- "han supuesto el punto de inflexión y nos permiten tener una vida prácticamente normal". Ha destacado que “siguen protegiendo”, aunque muchas han caducado ya dada su programada obsolescencia, ante nuevas variantes como la XBB.1.5, que es un sublinaje de la variante Ómicron del Sars-cov-2, más conocida como “Kraken”, un nombre de un monstruoso pulpo o terrorífico calamar gigantesco que, como aquel otro de El Perro del Infierno, el mitológico Cancerbero, quiere seguir metiendo miedo a la gente para que corra a ponerse la dosis correspondiente, renovando el peligro 'made in China' del malvado Fu Manchú que tanto éxito tuvo hace tres años con el cuento aquel del mercado de Wuhan y el pangolín. 
 
  El pulpo colosal, Pierre Denys de Montfort (1801)
 
     De la China ha venido un barco cargado de... viruses Y ahora vuelve la OMS a la carga recomendándonos que nos pongamos el barbijo para taparnos la boca (y la nariz) en los interiores... Pero la ministra también ha tratado de no alarmarnos demasiado. Parece, dice, que Kraken no va a ser preocupante, pese a que ya se hayan detectado algunos casos en España. ¿Qué hacemos? ¿Nos echamos a temblar, nos ponemos la cuarta dosis, la quinta, la sexta, la que haga falta, y nos morimos cuanto antes ya que con tanto miedo no nos dejan ni vivir?

jueves, 12 de enero de 2023

Feliz de estar aquí

     “Me avergüenza no saber griego y verme forzado a agradecerles en inglés. 
 
    Como poeta no puedo más que utilizar metáforas, y en esta ocasión utilizaré dos. La primera es aquella del retorno a la patria, el retorno de Ulises. Ulises tardó diez años para retornar a Ítaca. Yo diría que regreso a Creta, que regreso a Grecia, veinticinco siglos después de que todo comenzara aquí mismo; aquí donde comenzó la reflexión, la dialéctica, la poesía, la filosofía, todo. Y regreso después de tantos siglos para agradecerles. 
 
    Esa es la primera metáfora. Pero hay una más, aún más extraña, y no queda más que elegir entre una de ambas. La segunda metáfora es el sentimiento de haber estado siempre aquí. Recuerdo haberle preguntado a mi padre el significado de las palabras Magna Grecia. Él respondió que eran el sur de Italia y Sicilia, y luego hablando solo continuó: “Acaso la Magna Grecia sea el mundo entero”. 
 
Borges en el laberinto de Cnoso (Creta), 1984
 
    Mis primeras lecturas fueron, recuerdo, las fábulas de los hermanos Grimm, las Mil y una noches, Alicia de Lewis Caroll y, por supuesto, la mitología griega. 
 
    De mi padre aprendí filosofía, comenzando por la célebre carrera entre Aquiles y la tortuga, de Zenón de Elea. Me impresionó profundamente esa paradoja, me parecía una especia de pesadilla: que la carrera continuara, que Aquiles no pudiera alcanzar a la tortuga, que la tortuga estuviera siempre delante de Aquiles y que todo continuara eternamente. 
 
    De la mitología griega me impresionaron los doce trabajos de Hércules, la expedición de los argonautas y, por supuesto, el mito del laberinto. 
 
    Pasé mi vida leyendo y escribiendo, y esas dos cosas me hicieron feliz. El mito del laberinto me interesó siempre. Sin embargo el laberinto no me produce sólo temor sino también una suerte de esperanza. Porque si el mundo es caos, estamos perdidos. Pero si es un laberinto, entonces queda alguna esperanza; existe un propósito: un plan secreto dentro de este caos aparente. 
 
    Pasé mi vida leyendo y escribiendo poesía; y toda la poesía proviene, como sabemos, al menos en Occidente, de Grecia. Y Grecia nos dio también la filosofía. Y al decir filosofía digo no sólo las respuestas sino también los enigmas y los cuestionamientos: enigmas y cuestionamientos que ocuparon a los presocráticos y a Platón. 
 
    Y ahora pueden elegir. Pueden considerarme un griego exiliado en América del Sur, que regresa a su patria; o decir que siempre estuve en Grecia -quiero decir, espiritualmente, no corporalmente.
 
    Ya pueden escoger. Pero lo que quiero que comprendan -y sé que lo entienden, o más bien sienten (uno siente más que comprende)- es que me siento feliz aquí, muy dichoso de estar en Grecia, y que estaré aquí por siempre, aún cuando mi cuerpo esté ausente."
 
    Este texto fue publicado en el núm. 2 de la revista “Istmo” de la Unión Helénica Peloponense en mayo de 2002, y corresponde a las palabras de agradecimiento que Jorge Luis Borges pronunció en la ceremonia llevada a cabo el 12 de mayo de 1984 en la ciudad de Récimno, en la que la Escuela de Filosofía de la Universidad de Creta le otorgó el doctorado Honoris Causa.

    Pongo el texto anterior en relación con estas palabras suyas, pronunciadas de viva voz, y extraídas de un documental de 1978, que puede verse en la Red, titulado "Borges para millones", en el que reflexiona sobre la muerte y la inmortalidad.
 
 

    «Realmente yo diría que la muerte es mi única esperanza, mi gran esperanza. Cuando me siento desdichado pienso en la muerte. Es el consuelo que tengo: saber que no voy a seguir siendo, pensar que voy a dejar de ser. Es decir, yo tengo la certidumbre más allá de algunos temores de índole religiosa, más allá del cristianismo, que desde luego lo llevo en la sangre también, más allá de la Church of England y de la de la Iglesia Católica Romana, más allá de los puritanos, más allá de todo eso, yo tengo la certidumbre de que voy a morir enteramente. Y es un gran consuelo. Es algo que le da mucha fuerza a un hombre, el saber que es efímero. En cambio la idea de ser duradero, me parece que es una idea horrible realmente. La inmortalidad sería el peor castigo. Cualquier forma de inmortalidad sería el infierno. El cielo si durara mucho sería el infierno también. Cualquier estado perdurable es la desdicha. Quizás una de las mayores virtudes de la vida es que todo es efímero, incluso lo físico es efímero, el placer es efímero también, y está bien que sea así porque si no sería muy tedioso todo».

 

miércoles, 11 de enero de 2023

Una canción popular: Los reyes de la baraja

     "Los reyes de la baraja" es una de las canciones populares transmitidas por Federico García Lorca que han cantado entre otras Teresa Berganza, acompañada por Narciso Yepes, Pilar Lorengar y muchas otras cantantes. Escuchémosla en la versión de la primera.
 

    La letra dice así:  

Si tu padre quiere un rey, / la baraja tiene cuatro: / rey de oros, rey de copas, / rey de espadas, rey de bastos.

Corre que te pillo, / corre que te agarro, / mira que te lleno, / la cara de barro.

Del olivo me retiro, / del esparto yo me aparto, /del sarmiento me arrepiento / de haberte querido tanto.

      Se caracteriza por su ritmo trocaico. La primera y tercera estrofa están compuestas de cuatro versos octosílabos con rima asonante en los versos segundo y cuarto. Pero la tercera estrofa, además, presenta una rima interna entre los dos tetrasílabos que componen el octosílabo. Tanto los octosílabos de la primera como de la tercera estrofa pueden considerarse formados por dos tetrapodias trocaicas, cuyo ritmo podemos representarlo así: + - + -  + - + -, donde el signo "+" indica sílaba marcada o tónica en principio y el "-" no marcada o átona en principio. Sin embargo, en el último verso de la última estrofa nos encontramos con una rotura del esquema, nos hallamos ante un hagesicoreo ( - + - - + - + - ) que nos sorprende tanto por su ritmo como por su contenido, que puede leerse y escucharse y sentirse, sin embargo, como los anteriores: de hábèrté querído tánto

    La primera estrofa destaca por su carácter político antimonárquico diciendo que el pueblo, en el que nadie es más que nadie, solo acepta los reyes de la baraja, mientras que la última revela un arrepentimiento o desengaño amoroso. 

    El estribillo, que probablemente es una cantilena de un juego popular infantil de persecución como el de "Ratón que te pilla el gato",  está formado por hexasílabos también trocaicos como los octosílabos: los tres primeros son itifálicos, como los llamaban los antiguos: + - + - + - (como en el villancico aquel: dale, dale, dale, / dale a la zambomba / dale, dale, dale, / hasta que se rompa), mientras que el último es un reiziano o telesileo sin la última sílaba, un verso que nos sorprende porque rompe aparentemente el ritmo anterior: - + - - + -, pero que puede leerse y oírse, siendo diferente, como los precedentes: lá càrá de bárro.

     Elisa Serna incluyó su versión de la canción "Los reyes de la baraja" en su disco "Quejido", publicado en Francia en 1972, y fue censurada por la dictadura franquista, después de que Franco hubiera nombrado a Juan Carlos, el hoy rey emérito, su sucesor en 1969. 

 

    Su letra no expresa explícitamente ningún afecto por la república, pero sí una clara animadversión hacia la monarquía, lo que hace casi inevitable, aunque no lo sea, que se acabe convirtiendo en una canción republicana. No lo es porque lo que hay de popular en ella no es el amor a la república propiamente dicho sino la desafección hacia la monarquía. La canción de Elisa Serna parte de la primera estrofa, que deja tal cual, cambiando "padre" por "madre", y del estribillo lorquiano, donde en el segundo hexasílabo cambia “arrastro” por “agarro”. 
 
 
    Si tu madre quiere un rey / la baraja tiene cuatro: / rey de oros, rey de copas, / rey de espadas, rey de bastos. 
    Corre, que te pillo, / corre, que te arrastro, / mira que te lleno, / la cara de barro. 
 
    Pero Elisa Serna incluye dos estrofas más, de su propia cosecha haciendo desfilar a toda la familia: 
    Si tu hermana quiere un rey / que se cosa uno de tela, / le dé cuerda para que ande / y lo pare cuando quiera. 
 
    Si tu padre quiere un rey / que se compre uno de yeso / que esos no escriben la ley / como los de carne y hueso. 
 
    Y finalmente vuelve a la estrofa lorquiana, cambiando el primer octosílabo:
     Para aquél que quiera un rey / la baraja tiene cuatro / rey de oros, rey de copas, / rey de espadas, rey de bastos.
 

martes, 10 de enero de 2023

La arenga del rey

    Don Dinero, el más poderoso de todos los caballeros, no puede permanecer ocioso, necesita emplearse constantemente en algo,  en los más diversos asuntos de cualquier ocupación. La industria farmacéutica, por ejemplo, ha demandado grandes inversiones durante la pandemia; el oficio ahora de las armas, que no quiere ser menos que el de los fármacos, también.
 
    Pronto va a cumplirse un año de la guerra de Ucrania en la que se enfrentan dos bloques imperialistas: Rusia, por un lado, y la OTAN, o lo que es lo mismo, los Estados Unidos de América, a través de su títere ucraniano o ucranio, como el Periódico Global prefiere, por el otro. Esta guerra, de la que nos dan noticia puntualmente todos los días los medios de (in)formación de masas, se utiliza como causa o como excusa que justifica, en cualquiera de ambos casos, la inversión en gasto militar o, como prefieren decir los inversores porque suena mejor, en la defensa, creyendo ingenuamente que las armas defensivas no ofenden a nadie y no son también, llegado el caso, armas ofensivas. 
 
    El gobierno español, el más progresista de nuestra historia nacional y casi me atrevería a decir que del mundo mundial, viene desarrollando una política claramente militarista y belicista, siguiendo totalmente las instrucciones de la Alianza Atlántica, con la que uno no puede estar cabalmente de acuerdo por mucho que le digan a favor.
 
    El hecho de que critiquemos aquí la política de nuestro gobierno, alistado en uno de los dos bandos imperialistas en pugna no significa que, como contrapartida, nos apuntemos a defender al otro bando, con el que tampoco nos identificamos ni estamos de acuerdo, que es el estado ruso y su aliado el estado chino, ya que lo que estamos tratando aquí de fomentar es una crítica antimperialista y antimilitarista del conflicto, sin tomar partido por ninguno de los dos polos, dos caras del mismo fenómeno, ambos despreciables como son. 
 

 
    En este sentido viene muy bien la viñeta de El Roto de el Periódico Global de este lunes pasado a decirnos algo que ya sospechábamos y que hemos apuntado muchas veces por aquí: que los que mandan por activa son también unos mandados, quizá los más mandados, por pasiva. 
 
    La arenga del Rey de España del jueves pasado ha venido a demostrarlo, afirmando que la guerra en Ucrania justifica elevar el presupuesto militar. Parece lógico que como Jefe de las Fuerzas Armadas defienda que hay que invertir más “recursos” -es decir, más pasta, pero también más “recursos humanos”- en las armas. Lo ha dicho con hueca cacharrería retórica que otros escriben para que él preste su voz y diga lo que está mandado: “El reto ahora es adquirir los medios y dotar a las unidades con lo necesario para lograr una fuerza conjunta aún más moderna, eficaz, viable y sostenible a medio y largo plazo”. 
 
     Una cosa sí que es cierta en la homilía del monarca, la invasión rusa de Ucrania ha sido “injustificable, ilegal y brutal”, pero eso no pone de relieve, según su argumentación, “la importancia de invertir en Defensa” con el fin de que las Fuerzas Armadas “puedan cumplir con todo lo que se les demanda” al ponerse en riesgo la seguridad europea. 
 

    El Rey de España se ha apuntado, como era de esperar, al compromiso del Gobierno español de elevar el gasto militar hasta el 2 por ciento del PIB en 2029, formalizado en la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid el pasado mes de junio. Esas exigencias de la Organización son también las exigencias, volvemos al principio, de un monarca más poderoso que nuestro Rey, Don Dinero, el único dios y monarca verdadero, que no contento con que el presupuesto de Defensa para el presente ejercicio ascienda a los millones de euros que asciende, lo que ya supone un incremento considerable respecto al año anterior, lo sitúa todavía en el 1,2 por ciento del PIB, que está lejos del 2 por ciento, casi el doble que exige la Organización. 
 
    A fecha de hoy no se explica uno cómo consiguieron volvernos a todos, sin razón, enfermos hipocondríacos, enfermos imaginarios como el de Molière, pero lo lograron. Pero la pandemia ha pasado a un segundo y más que discreto plano, por lo que ya no se habla de invertir más dinero en sanidad, sino en seguridad. 
 
    Ahora han conseguido volvernos a todos ucranianos, o ucranios como prefieren decir otros, invadidos que necesitamos defendernos del agresor y para eso nada de educación para la paz y la resolución pacífica de los conflictos que tradicionalmente se resuelven con las armas, sino más inversión en Defensa. O, como dice la Unión Europea, que se ha visto ultrajada, violada y mancillada por el malvado zar Putin, hay que poner en marcha el sarcásticamente llamado “Mecanismo Europeo para la Paz”, que no es más que un eufemismo para activar el dispositivo del protocolo bélico, es decir para apagar el incendio echando gasolina.

lunes, 9 de enero de 2023

Pareceres (XII)

56.- Apartheid. Una reflexión de Polibio sobre la preservación o salvaguarda de cualquier entidad política o Estado (VI, 46, 7, en traducción de Manuel Balasch Recort) dice: Dos son los presupuestos necesarios para salvar cualquier ciudad: el coraje contra eventuales enemigos y la concordia ciudadana. Es necesaria la existencia de otras ciudades que, por definición, serán eventuales enemigas, frente a las que se propone la “andreia” es decir el coraje que se supone a todos los varones y mujeres en la defensa de sus instituciones, y la “homonoia” o concordia: es decir, en dos palabras, el odio hacia los extranjeros y el amor hacia los compatriotas. Lo que traído al ámbito individual sería algo así: dos son los requisitos necesarios para mantener nuestra identidad personal: la contraposición con los demás y el cultivo de la propia personalidad. Los estados se definen por contraposición a los demás (tienen su lengua, sus fronteras, sus banderas, sus himnos, sus señas identitarias, en definitiva) a la vez que son todos, sean del color que sean, como nos demuestra el análisis de la razón, casos ejemplares del mismo fenómeno. Su identidad consiste en su diferencia, pero en esa misma diferencia hay algo que los iguala y que hace que los consideremos como casos de la misma cosa. Todo estado-nación es un caso de apartheid. Como dice Nassim Nicholas Taleb: "El Estado nación: apartheid sin incorrección política".

57.- "La calle es mía". Si los automóviles hablaran podrían decir, como hace años un ministro de la oprobiosa dictadura franquista que luego llegó a ser presidente democrático de una junta autonómica, de cuyo nombre no quiero acordarme, que la calle era suya. Los autos podrían decirlo con toda la razón. La calle es suya. Y no debería ser así. Pero así es. ¿Dónde están los niños de nuestros pueblos y ciudades? Las aceras, plazas, patios, calles, parques y jardines se han despoblado de niños. Es verdad que hay menos que antes. Pero ¿dónde están los que hay? Están escolarizados hasta los 16 años obligatoriamente. ¿Y cuando no hay escuela? Cuando salen del colegio se sientan delante de la pantalla del ordenador o de la consola de videojuegos, rara vez ya de la televisión, que es cosa de mayores. Están, pues, encerrados en su propia casa, víctimas del arresto domiciliario al que les condenan sus padres, los adultos, o confinados en las reservas que son los centros especializados en el ocio infantil que cada vez pululan más en las grandes superficies comerciales: ludotecas o guarderías o parques temáticos. Cada vez están menos en las vías públicas, que no son suyas, que no son nuestras, sino de los autos y su tráfico maldito.  

58.- El estado terapéutico persigue inquisitorialmente con saña y con su visión absolutista de la sanidad pública a fumadores y bebedores hasta el límite de la extorsión fiscal y la expulsión de los espacios públicos, recluyendo esas actividades semidelictivas a los ámbitos de la privacía: a las petacas y a los retretes, nunca mejor empleado este galicismo que, como se sabe, alude a los lugares retirados. 


 59.- ¡Feliz año nuevo! ¡Ojalá pudiéramos celebrar la alegría y el gozo sinceros, la felicidad en suma, de la llegada de un año verdaderamente nuevo y no la repetición siempre igual del tiempo que tarda la tierra en describir su órbita alrededor del Sol! ¿Por qué no va a ser feliz este año de la era cristiana en curso? Feliz será el año, en efecto, y verdaderamente nuevo aquel en el que descubramos la falsedad de todo el tiempo. De ese hallazgo, lejos de surgir la depresión y la tristeza, ha de brotar en nosotros la verdadera alegría, la auténtica felicidad, muchas felicidades. Ese descubrimiento, si no se ha hecho antes, puede hacerse ahora mismo: nunca es tarde y la dicha es siempre buena.

60.- Bendita sea América. Que Dios bendiga a América, que quiere liberarnos de todas las dictaduras del siglo pasado, para instaurar la nueva dictadura planetaria de la democracia representativa universal. Bendita sea. Pero, ¿quién nos liberará de América? ¿quién nos liberará, Señor, de tu bendición que recae sobre ese pueblo que en Ti confía (in God we trust, escriben en el Dólar, por algo será, tal vez porque el Dólar sea, Señor, Tu efigie más verdadera), pueblo elegido que por el Imperio se dirige inevitablemente hacia Ti?

domingo, 8 de enero de 2023

Institución de la monarquía o Las ranas pidiendo rey.

    En el Libro del profeta Samuel (I, 8-10) del Antiguo Testamento se lee cómo se estableció la monarquía entre los hebreos. Los ancianos de Israel, descontentos con los jueces que tenían, acudieron al profeta Samuel, ya anciano, y le pidieron que les pusiera como gobernante un rey en condiciones, no profetas o jueces como hasta entonces habían tenido. La institución de la monarquía formaba parte de las ilusiones de los hebreos, que querían tener un sistema de gobierno homologado con el de los pueblos vecinos para no ser menos que ellos.
 
    Dios, Jehová o Yavé, aunque de mala gana, consintió que el pueblo hebreo se rigiera por reyes.  Samuel, haciendo uso de sus dotes proféticas, les advirtió a los ancianos de lo mal que les iría con el futuro rey. Puede apreciarse en sus palabras un dejo de amargura y una clara corriente antimonárquica, revelándoles lo que les infligirá la futura monarquía: Tomará a vuestros hijos y (...)  les hará labrar sus campos, recolectar sus mieses, fabricar sus armas de guerra y el atalaje de sus carros. Tomará a vuestras hijas para perfumeras, cocineras y panaderas. Tomará vuestros mejores campos, viñas y olivares, y se los dará a sus servidores. Diezmará vuestras cosechas y vuestros vinos para sus eunucos y servidores. Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores bueyes y asnos para emplearlos en sus obras. Diezmará vuestros rebaños y vosotros mismos seréis esclavos suyos. Y aquel día clamaréis a causa del rey que vosotros elegisteis, pero entonces Yavé no os responderá”. 
 
 
  Unción de Saúl, Marc Chagall (1958)
 
    La profecía de Samuel refleja, en realidad, no tanto el futuro como los abusos salomónicos que el pueblo de Israel había sufrido en el pasado. El pueblo hebreo, sin embargo, desoyó las advertencias del clarividente Samuel, y siguieron reclamando que hubiera sobre ellos un Rey, como las ranas de la vieja fábula grecolatina, que le piden un monarca a Júpiter para que las gobierne. 
 
    Samuel, el vidente, tuvo una visión divina: debía ungir rey a Saúl, un buen mozo que descollaba por su estatura, y lo hizo a regañadientes pues, como queda dicho, no era partidario de la monarquía. Reunió al pueblo de Israel y habló en nombre de Yavé: “...Yo hice subir a Israel de Egipto, yo os he liberado de la mano de los egipcios y de la de cuantos reyes os oprimieron; y vosotros hoy rechazáis a vuestro Dios, que os ha librado de vuestros males y de vuestras aflicciones, y le decís: ¡No, pon sobre nosotros un rey!”... “Aquí tenéis al elegido de Yavé. No hay entre todos otro como él”. Y el pueblo se puso a gritar: “¡Viva el Rey!”. Saúl, pues, fue coronado como primer rey de Israel, al que le sucedería David.
 

 David y Saúl,  Ernst Josephson (1878)
 
   La lectura de este episodio bíblico nos trae a la memoria la fábula de Fedro de las ranas pidiendo rey y el viejo y fecundo debate: ¿Es necesario que haya gobierno? Las ranas de una charca, hartas del desgobierno en el que vivían, pidieron a Júpiter un monarca. El dios, indignado, les mandó un tablón del que se rieron las ranas, y reivindicaron un monarca en condiciones. Júpiter, el dios supremo, decidió enviarles una hidra que se las zampó una tras otra a todas y cada una de las ranas.  
 
    Traduzco la versión de Fedro en senarios yámbicos prolongados en medio pie con rima asonante. Esopo entonces les contó esta vieja fabla: / Viviendo en unas pozas libres unas ranas / pidieron rey a Júpiter con gran bullanga, / que reprimiera a fondo, torpes, sus usanzas. / El padre de los dioses rió y les echó una tranca / no grande, que, arrojada de repente al agua, / del golpe y ruido asustó a la especie timorata. / Yaciendo largo tiempo hundidas en la lama, / saca una el morro sin ruido un día de la charca / y, visto el rey, convoca a todas sus hermanas. / Ellas, perdido el miedo, ya a porfía nadan, / y salta sobre el tronco la tropa descarada. / Habiéndolo ultrajado con total jarana, / mandaron otro a pedir a Júpiter monarca, / que el concedido no valía para nada. / Entonces les mandó un endriago(1), que a dentelladas / comenzó a atacarlas una a una. En vano, escapan / de la muerte inermes; el miedo ahoga su garganta. / En secreto a Júpiter por Mercurio así le mandan / que socorra a las infelices. Pero el dios proclama / entonces: “Si no quisisteis soportar bonanza, / la pena sufrid.”  (2)  "Ciudadanos, dijo, soportadla / también vosotros, no otra mayor encima os caiga".

(1) Con “endriago” (monstruo fabuloso, con facciones humanas y miembros de varias fieras) traduzco el “hydrum”, una hidra en el original de Fedro. El Arcipreste sustituye la hidra por una cigüeña “manzillera” (matadora, carnicera) que se comía a las ranas de dos en dos porque era ventenera, es decir, probablemente “venternera”, de vientre:  glotona y tragona:  Enbióles por rey çigüeña manzillera:/ çercava todo el lago, ansí faz' la ribera,/ andando picoabierta; como era ventenera,/ de dos en dos las ranas comía bien ligera. 

(2) La moraleja del Arcipreste no tiene pérdida: el que no tenga gobierno (premia dice él, o sea, opresión, sujeción, cadena), no quiera ser gobernado:  Quien tiene lo que l' cunple, con ello sea pagado,/ quien puede seer suyo, non sea enajenado;/ el que non toviere premia, non quiera ser apremiado:/ libertat e soltura non es por oro conprado.

sábado, 7 de enero de 2023

Esto no es una vida

 

    De El Periódico Global no me interesan lo más mínimo las informaciones ni los artículos de opinión, sino, más que nada, algunos de sus dibujantes, en primer lugar Andrés Rábago, El Roto, cuyas viñetas suelen ser de lo más agudas y penetrantes. También algunas de Flavita Banana y de Riki Blanco. A propósito de este último, traigo hoy aquí a colación la publicada el 4 de enero de 2023, que presenta, vistos desde atrás, un sofá y un televidente en el centro que está contemplando la pantalla donde se vislumbra un cielo de nubes. Escrita con una impecable caligrafía vintage se lee la frase: "Esto no es una vida".

    La viñeta evoca enseguida, tanto por su colorido como por la caligrafía de la frase y su contenido, el célebre cuadro de René Magritte "Esto no es una pipa", que pertenece a la serie que pintó el pintor surrealista belga bajo el título "La traición de las imágenes" (1928-1929). Podría haber escrito debajo de la pipa lo contrario: "Esto es una pipa", pero en ese caso estaría mintiendo, porque no nos hallamos ante una pipa, sino ante una imagen o representación de una pipa. Ahí radica la traición de las imágenes, que son representaciones. Si me miro en el espejo no me veo a mí mismo, sino mi imagen, que no es lo mismo. Algo parecido sucede con las palabras: La palabra 'pipa' tampoco es una pipa.

    En la viñeta de Riki Blanco hay, además de una indudable imitación recreativa del cuadro de René Magritte, una intención satírica: la vida a la que nos condena la sociedad del espectáculo en la que vivimos, pendientes siempre de nuestras pantallas, ya sea de la pequeña como de las más pequeñas de nuestros artefactos móviles, tales como tabletas y esmárfones, no es una vida activa, sino contemplativa. No es una vida social y humana digna de ese nombre,  sino una mera vida vegetal. Giorgio Agamben ha hecho ver que la lengua griega dispone de dos palabras para lo que nosotros denominamos "vida", que son 'bios' y 'zoé': la primera se refiere a la dimensión humana de la vida mientras que la segunda es la vida puramente animal.

    No está demás recordar, a propósito de la viñeta de Riki Blanco, lo que dijo Jean Luc Godard de la pequeña pantalla, y que, mutatis mutandis, hay que hacer extensivo también a la Red Informática Universal (world wide web): no ha permitido nunca desarrollar el pensamiento, y no está hecha para comunicar, sino para transmitir órdenes.

viernes, 6 de enero de 2023

Dos 'spoiler alerts'

   Primera alerta de revelación: El panel central del tríptico del altar de Santa Columba es un retablo pintado al óleo sobre tabla hacia 1455 por Rogier van der Weyden para el altar de dicha iglesia de Colonia, representa con vivo colorido, detallismo y minuciosidad, la Adoración en el portal de Belén del niño Jesús por los Reyes Magos, a donde les ha guiado la estrella que se vislumbra en la parte superior izquierda del tejado del portal. 

    Los Reyes de este retablo, como se ha hecho notar a menudo no representan aquí las distintas razas de la humanidad, por lo que no hay un rey negro, sino las tres edades del hombre: vejez, sugerida por las canas del rey arrodillado, madurez del segundo, que se inclina ligeramente y porta una copa, y la juventud del tercero, que está erguido y quitándose el turbante, y que aún no se ha despojado de sus armas y de sus espuelas, como si no fuera consciente todavía de la importancia del acontecimiento que contempla, y saluda simplemente a la madre del recién nacido con cortesía. El hombre maduro se interroga y ya se inclina postrándose ante el niño. El anciano, plenamente consciente de hallarse ante el divino niño se arrodilla con una actitud completamente respetuosa y reverente, sosteniendo los pies del infante desnudo y acercando su manecita hasta sus labios.


Panel central del tríptico de Santa Colunga, Rogier van der Weyden (c. 1455)

    En el centro de la composición hay un detalle anacrónico que despierta nuestras alarmas. Es un detalle muy significativo, que prefigura el futuro de ese niño que nace anticipando el propósito y la finalidad de su vida: un crucifijo, que es su destino fatal, pues el niño está llamado a ser un adulto y, como tal, a morir. 

    Pero no solo es anacrónico el crucifijo central, sino toda la escena por la rica vestimenta de los personajes -San José, por ejemplo, a la izquierda de la Virgen María y el niño, que sostiene su cachava y su sombrero, y contempla la escena vestido de un rojo purpúreo que sugiere su dignidad regia, descendiente del rey David-, la ciudad que se ve al fondo que es una ciudad flamenca típica de la Edad Media. 


    El detalle que se ha mencionado de la estrella de Belén semioculta en el tejado del portal se debe a que son ahora la Virgen, con su manto azul, y el Niño desnudo los que desprenden un halo luminoso de sus cabezas. En el caso del Niño Jesús, se trata, además, de una aureola crucífera, otro detalle que revela el desenlace futuro de la historia. Todas las miradas, hasta la de la mula y el buey, convergen en el niño que acaba de nacer, que es la nueva estrella, y está abocado a morir bajo pena de muerte.

    Algo parecido nos sugiere aquel villancico flamenco que, en el momento del nacimiento del niño que está en la cuna, menciona su muerte siempre futura, siempre porvenir, como la nuestra: Pastores de la laguna, / ponerse todos a llorar, / que el niño que está en la cuna, / en una cruz morirá.

    Segunda alerta de revelación: Otra revelación importante y apocalíptica, en el sentido etimológico de la palabra (descubrimiento) es la que se da en la Epifanía o manifestación del Niño a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, que han venido a adorarle y a entregarle sus preciosos dones: el oro, el incienso y la mirra. Los Reyes Magos le rinden pleitesía y vienen a decirle: Los Padres, como tales, no existen. Si José de Nazaret es el "pater putativus", el Niño no puede ser otra cosa más que el "filius putativus". Estamos, en efecto, ante el hijo de Dios, y como tal no tiene padre: una criatura divina, ajena de alguna forma a la Sagrada Familia en la que ha nacido.

     
    Tampoco tiene madre, pese al dicho medieval de que nunca se sabe quién es el padre (pater incertus), pero la madre es siempre bien sabida y consabida (mater certissima).  El propio Jesús, ya hecho un hombre, lo proclamará en el evangelio de Marcos (3, 31-35) dejando bien clara cuál es su verdadera familia y que no era hijo único. Cito por la traducción que manejo de Nácar-Colunga: Vinieron su madre y sus hermanos, y desde fuera le mandaron a llamar. Estaba la muchedumbre sentada en torno de Él y le dijeron: Ahí fuera están tu madre y tus hermanos, que te buscan. Él les respondió: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y echando una mirada sobre los que estaban sentados en derredor suyo, dijo: He aquí a mi madre y a mis hermanos. Quien hiciere la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.  
 
    Los evangelistas Mateo y Marcos hablan abiertamente de los hermanos de Jesús, cuatro varones (cuyos nombres eran Santiago, José, Simón y Judas) y dos hermanas, cuyos nombres no nos han sido transmitidos. La palabra que se utiliza en los evangelios, escritos originalmente en griego, es "adelphós", que significa siempre 'hermano carnal' en sentido propio y no figurado.