domingo, 15 de enero de 2023
Desengaño de la política en general (y de la española en particular)
sábado, 14 de enero de 2023
Rápida mensajería
viernes, 13 de enero de 2023
De la China ha venido un barco cargado de...
El presidente de una pequeña comunidad autónoma que celebra con orgullo su heroica derrota, valga el oximoro, en las guerras históricas que sostuvo contra el imperio romano, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de los mayores de ochenta años, ya que “sólo” el 73% en toda España -sin duda, le
parece poco todavía- se ha inyectado la cuarta dosis, que en realidad es el segundo refuerzo de la pauta "completa", entre comillas completa, porque nunca se completará totalmente, dado que cada dos por tres necesita de refuerzos.
El gerifalte de la taifa autónoma, que quería pincharnos a todos “por las buenas o por las malas, por lo civil o por lo militar”, juzga que es una “irresponsabilidad total” no ponerse la cuarta inyección o segunda dosis de recuerdo, cuando -afirma- "ya sabemos que la vacuna es la salvación". La salvación ¿de quién, señor mío?, ¿de qué es, dígame usted, la salvación?
Afirma usted que “hay países que no tienen nada y se está muriendo la gente”. La gente, señor mío, no va a dejar de morirse en los países que no tienen nada y en los que tienen mucho, porque, como decía el poeta aquel del imperio que subyugó a nuestros antepasados cántabros y les enseñó a hablar en latín -Cantabrum indoctum iuga ferre nostra-, la Pálida muerte llama con el mismo pie dando un patadón a las puertas de las chabolas de los pobres y a los casoplones y palacetes de los ricos.
"Me da mucha pena que por desidia o porque están influenciados por algunas teorías extrañas haya gente que no se quiera vacunar, por ellos y por los demás. Hay que ser un poco solidarios, por el egoísmo personal de saber que una vacuna te cura y por solidaridad los demás", ha insistido el necio presidente que sigue haciendo apostolado de la inoculación, conjugando como sólo podía hacerlo un político de su escasa estatura moral, el egoísmo personal y la solidaridad con los demás.
Acompañaba el susodicho en su visita a la comunidad a la ministra de Sanidad, que al parecer va a dejar el ministerio y va a presentarse a las elecciones municipales para la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, lo digo porque no vaya a ser que algún canarión no sepa quién es, la vote y salga elegida alcaldesa, que el día antes había hecho un llamamiento irresponsable a la vacunación en su visita a un balneario cántabro, y que reiteró, erre que erre, al día siguiente en su visita al centro hospitalario de Reinosa.


jueves, 12 de enero de 2023
Feliz de estar aquí

«Realmente yo diría que la muerte es mi única esperanza, mi gran esperanza. Cuando me siento desdichado pienso en la muerte. Es el consuelo que tengo: saber que no voy a seguir siendo, pensar que voy a dejar de ser. Es decir, yo tengo la certidumbre más allá de algunos temores de índole religiosa, más allá del cristianismo, que desde luego lo llevo en la sangre también, más allá de la Church of England y de la de la Iglesia Católica Romana, más allá de los puritanos, más allá de todo eso, yo tengo la certidumbre de que voy a morir enteramente. Y es un gran consuelo. Es algo que le da mucha fuerza a un hombre, el saber que es efímero. En cambio la idea de ser duradero, me parece que es una idea horrible realmente. La inmortalidad sería el peor castigo. Cualquier forma de inmortalidad sería el infierno. El cielo si durara mucho sería el infierno también. Cualquier estado perdurable es la desdicha. Quizás una de las mayores virtudes de la vida es que todo es efímero, incluso lo físico es efímero, el placer es efímero también, y está bien que sea así porque si no sería muy tedioso todo».
miércoles, 11 de enero de 2023
Una canción popular: Los reyes de la baraja
La letra dice así:
Si tu padre quiere un rey, / la baraja tiene cuatro: / rey de oros, rey de copas, / rey de espadas, rey de bastos.
Corre que te pillo, / corre que te agarro, / mira que te lleno, / la cara de barro.
Del olivo me retiro, / del esparto yo me aparto, /del sarmiento me arrepiento / de haberte querido tanto.
Se caracteriza por su ritmo trocaico. La primera y tercera estrofa están compuestas de cuatro versos octosílabos con rima asonante en los versos segundo y cuarto. Pero la tercera estrofa, además, presenta una rima interna entre los dos tetrasílabos que componen el octosílabo. Tanto los octosílabos de la primera como de la tercera estrofa pueden considerarse formados por dos tetrapodias trocaicas, cuyo ritmo podemos representarlo así: + - + - + - + -, donde el signo "+" indica sílaba marcada o tónica en principio y el "-" no marcada o átona en principio. Sin embargo, en el último verso de la última estrofa nos encontramos con una rotura del esquema, nos hallamos ante un hagesicoreo ( - + - - + - + - ) que nos sorprende tanto por su ritmo como por su contenido, que puede leerse y escucharse y sentirse, sin embargo, como los anteriores: de hábèrté querído tánto.
La primera estrofa destaca por su carácter político antimonárquico diciendo que el pueblo, en el que nadie es más que nadie, solo acepta los reyes de la baraja, mientras que la última revela un arrepentimiento o desengaño amoroso.
El estribillo, que probablemente es una cantilena de un juego popular infantil de persecución como el de "Ratón que te pilla el gato", está formado por hexasílabos también trocaicos como los octosílabos: los tres primeros son itifálicos, como los llamaban los antiguos: + - + - + - (como en el villancico aquel: dale, dale, dale, / dale a la zambomba / dale, dale, dale, / hasta que se rompa), mientras que el último es un reiziano o telesileo sin la última sílaba, un verso que nos sorprende porque rompe aparentemente el ritmo anterior: - + - - + -, pero que puede leerse y oírse, siendo diferente, como los precedentes: lá càrá de bárro.
Elisa Serna incluyó su versión de la canción "Los reyes de la baraja" en su disco "Quejido", publicado en Francia en 1972, y fue censurada por la dictadura franquista, después de que Franco hubiera nombrado a Juan Carlos, el hoy rey emérito, su sucesor en 1969.
martes, 10 de enero de 2023
La arenga del rey
lunes, 9 de enero de 2023
Pareceres (XII)
57.- "La calle es mía". Si los automóviles hablaran podrían decir, como hace años un ministro de la oprobiosa dictadura franquista que luego llegó a ser presidente democrático de una junta autonómica, de cuyo nombre no quiero acordarme, que la calle era suya. Los autos podrían decirlo con toda la razón. La calle es suya. Y no debería ser así. Pero así es. ¿Dónde están los niños de nuestros pueblos y ciudades? Las aceras, plazas, patios, calles, parques y jardines se han despoblado de niños. Es verdad que hay menos que antes. Pero ¿dónde están los que hay? Están escolarizados hasta los 16 años obligatoriamente. ¿Y cuando no hay escuela? Cuando salen del colegio se sientan delante de la pantalla del ordenador o de la consola de videojuegos, rara vez ya de la televisión, que es cosa de mayores. Están, pues, encerrados en su propia casa, víctimas del arresto domiciliario al que les condenan sus padres, los adultos, o confinados en las reservas que son los centros especializados en el ocio infantil que cada vez pululan más en las grandes superficies comerciales: ludotecas o guarderías o parques temáticos. Cada vez están menos en las vías públicas, que no son suyas, que no son nuestras, sino de los autos y su tráfico maldito.
58.- El estado terapéutico persigue inquisitorialmente con saña y con su visión absolutista de la sanidad pública a fumadores y bebedores hasta el límite de la extorsión fiscal y la expulsión de los espacios públicos, recluyendo esas actividades semidelictivas a los ámbitos de la privacía: a las petacas y a los retretes, nunca mejor empleado este galicismo que, como se sabe, alude a los lugares retirados.
60.- Bendita sea América. Que Dios bendiga a América, que quiere liberarnos de todas las dictaduras del siglo pasado, para instaurar la nueva dictadura planetaria de la democracia representativa universal. Bendita sea. Pero, ¿quién nos liberará de América? ¿quién nos liberará, Señor, de tu bendición que recae sobre ese pueblo que en Ti confía (in God we trust, escriben en el Dólar, por algo será, tal vez porque el Dólar sea, Señor, Tu efigie más verdadera), pueblo elegido que por el Imperio se dirige inevitablemente hacia Ti?
domingo, 8 de enero de 2023
Institución de la monarquía o Las ranas pidiendo rey.
(1) Con “endriago” (monstruo fabuloso, con facciones humanas y miembros de varias fieras) traduzco el “hydrum”, una hidra en el original de Fedro. El Arcipreste sustituye la hidra por una cigüeña “manzillera” (matadora, carnicera) que se comía a las ranas de dos en dos porque era ventenera, es decir, probablemente “venternera”, de vientre: glotona y tragona: Enbióles por rey çigüeña manzillera:/ çercava todo el lago, ansí faz' la ribera,/ andando picoabierta; como era ventenera,/ de dos en dos las ranas comía bien ligera.
(2) La moraleja del Arcipreste no tiene pérdida: el que no tenga gobierno (premia dice él, o sea, opresión, sujeción, cadena), no quiera ser gobernado: Quien tiene lo que l' cunple, con ello sea pagado,/ quien puede seer suyo, non sea enajenado;/ el que non toviere premia, non quiera ser apremiado:/ libertat e soltura non es por oro conprado.
sábado, 7 de enero de 2023
Esto no es una vida
De El Periódico Global no me interesan lo más mínimo las informaciones ni los artículos de opinión, sino, más que nada, algunos de sus dibujantes, en primer lugar Andrés Rábago, El Roto, cuyas viñetas suelen ser de lo más agudas y penetrantes. También algunas de Flavita Banana y de Riki Blanco. A propósito de este último, traigo hoy aquí a colación la publicada el 4 de enero de 2023, que presenta, vistos desde atrás, un sofá y un televidente en el centro que está contemplando la pantalla donde se vislumbra un cielo de nubes. Escrita con una impecable caligrafía vintage se lee la frase: "Esto no es una vida".
La viñeta evoca enseguida, tanto por su colorido como por la caligrafía de la frase y su contenido, el célebre cuadro de René Magritte "Esto no es una pipa", que pertenece a la serie que pintó el pintor surrealista belga bajo el título "La traición de las imágenes" (1928-1929). Podría haber escrito debajo de la pipa lo contrario: "Esto es una pipa", pero en ese caso estaría mintiendo, porque no nos hallamos ante una pipa, sino ante una imagen o representación de una pipa. Ahí radica la traición de las imágenes, que son representaciones. Si me miro en el espejo no me veo a mí mismo, sino mi imagen, que no es lo mismo. Algo parecido sucede con las palabras: La palabra 'pipa' tampoco es una pipa.
En la viñeta de Riki Blanco hay, además de una indudable imitación recreativa del cuadro de René Magritte, una intención satírica: la vida a la que nos condena la sociedad del espectáculo en la que vivimos, pendientes siempre de nuestras pantallas, ya sea de la pequeña como de las más pequeñas de nuestros artefactos móviles, tales como tabletas y esmárfones, no es una vida activa, sino contemplativa. No es una vida social y humana digna de ese nombre, sino una mera vida vegetal. Giorgio Agamben ha hecho ver que la lengua griega dispone de dos palabras para lo que nosotros denominamos "vida", que son 'bios' y 'zoé': la primera se refiere a la dimensión humana de la vida mientras que la segunda es la vida puramente animal.
No está demás recordar, a propósito de la viñeta de Riki Blanco, lo que dijo Jean Luc Godard de la pequeña pantalla, y que, mutatis mutandis, hay que hacer extensivo también a la Red Informática Universal (world wide web): no ha permitido nunca desarrollar el pensamiento, y no está hecha para comunicar, sino para transmitir órdenes.
viernes, 6 de enero de 2023
Dos 'spoiler alerts'
Primera alerta de revelación: El panel central del tríptico del altar de Santa Columba es un retablo pintado al óleo sobre tabla hacia 1455 por Rogier van der Weyden para el altar de dicha iglesia de Colonia, representa con vivo colorido, detallismo y minuciosidad, la Adoración en el portal de Belén del niño Jesús por los Reyes Magos, a donde les ha guiado la estrella que se vislumbra en la parte superior izquierda del tejado del portal.
Los Reyes de este retablo, como se ha hecho notar a menudo no representan aquí las distintas razas de la humanidad, por lo que no hay un rey negro, sino las tres edades del hombre: vejez, sugerida por las canas del rey arrodillado, madurez del segundo, que se inclina ligeramente y porta una copa, y la juventud del tercero, que está erguido y quitándose el turbante, y que aún no se ha despojado de sus armas y de sus espuelas, como si no fuera consciente todavía de la importancia del acontecimiento que contempla, y saluda simplemente a la madre del recién nacido con cortesía. El hombre maduro se interroga y ya se inclina postrándose ante el niño. El anciano, plenamente consciente de hallarse ante el divino niño se arrodilla con una actitud completamente respetuosa y reverente, sosteniendo los pies del infante desnudo y acercando su manecita hasta sus labios.
Panel central del tríptico de Santa Colunga, Rogier van der Weyden (c. 1455)
En el centro de la composición hay un detalle anacrónico que despierta nuestras alarmas. Es un detalle muy significativo, que prefigura el futuro de ese niño que nace anticipando el propósito y la finalidad de su vida: un crucifijo, que es su destino fatal, pues el niño está llamado a ser un adulto y, como tal, a morir.
Pero no solo es anacrónico el crucifijo central, sino toda la escena por la rica vestimenta de los personajes -San José, por ejemplo, a la izquierda de la Virgen María y el niño, que sostiene su cachava y su sombrero, y contempla la escena vestido de un rojo purpúreo que sugiere su dignidad regia, descendiente del rey David-, la ciudad que se ve al fondo que es una ciudad flamenca típica de la Edad Media.
El detalle que se ha mencionado de la estrella de Belén semioculta en el tejado del portal se debe a que son ahora la Virgen, con su manto azul, y el Niño desnudo los que desprenden un halo luminoso de sus cabezas. En el caso del Niño Jesús, se trata, además, de una aureola crucífera, otro detalle que revela el desenlace futuro de la historia. Todas las miradas, hasta la de la mula y el buey, convergen en el niño que acaba de nacer, que es la nueva estrella, y está abocado a morir bajo pena de muerte.
Algo parecido nos sugiere aquel villancico flamenco que, en el momento del nacimiento del niño que está en la cuna, menciona su muerte siempre futura, siempre porvenir, como la nuestra: Pastores de la laguna, / ponerse todos a llorar, / que el niño que está en la cuna, / en una cruz morirá.
Segunda alerta de revelación: Otra revelación importante y apocalíptica, en el sentido etimológico de la palabra (descubrimiento) es la que se da en la Epifanía o manifestación del Niño a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, que han venido a adorarle y a entregarle sus preciosos dones: el oro, el incienso y la mirra. Los Reyes Magos le rinden pleitesía y vienen a decirle: Los Padres, como tales, no existen. Si José de Nazaret es el "pater putativus", el Niño no puede ser otra cosa más que el "filius putativus". Estamos, en efecto, ante el hijo de Dios, y como tal no tiene padre: una criatura divina, ajena de alguna forma a la Sagrada Familia en la que ha nacido.