domingo, 27 de noviembre de 2022
Máscar(ill)as
sábado, 26 de noviembre de 2022
La Luna y las Pléyades
Me he entretenido leyendo el breve y bellísimo fagmento de la media noche de un poema perdido de la poetisa Safó de Lesbo, la décima musa según Platón, que dice así en versión original: δέδυκε μὲν ἀ σελάννα / καὶ Πληΐαδες· μέσαι δὲ / νύκτες, παρὰ δ' ἔρχετ' ὤρα, / ἔγω δὲ μόνα κατεύδω. Está compueso por cuatro hagesicoreos, que son versos octosílabos con el siguiente esquema rítmico, donde el signo “+” representa la sílaba marcada con el ritmo y el signo “-” la no marcada: - + - - + - + -.
En traducción de Aurora Luque: Se han ocultado ya / las Pléyades, la luna: mediada está la noche, / la hora propicia escapa, / yo duermo sola.
En versión rítmica de Agustín García Calvo, que traduce acertadamente Πληΐαδες como Cabrillas, porque a las Pléyades también se las conoce popularmente como las Siete Cabrillas o las Siete Hermanas, que serían, según la leyenda mitológica, las siete hijas de Atlas y Pléyone, convertidas por Zeus en palomas y luego en estrellas para escapar del constante acoso de Orión: Hundídose ha la luna; / también las Cabrillas; media / la noche, y la hora pasa; / y yo a dormir me voy sola.
Y traducido por José Emilio Pacheco: Se fue la Luna. / Se pusieron las Pléyades. / Es medianoche. / Pasa el tiempo. / Estoy sola.
Carlos Montemayor, que traduce el δέ final, que significa “y” y también “pero” por “pero”: Se han puesto la luna y las Pléyades; ya es media / noche; las horas avanzan, pero yo duermo sola.
Francisco Rodríguez Adrados: Se ha puesto la luna y las Pléyades: es la media noche; pasa el momento, y yo duermo sola. Comenta Adrados en nota a pie de página a la palabra momento (que traduce el ὤρα de Safó): interpretación controvertida: ¿momento del relevo de la guardia? ¿hora? ¿juventud? Parece que es el “momento adecuado”, “oportuno”.

Y en versión de Gabriel Zaid, que utiliza Pleias en vez de Pléyades: La luna apagó la luz, / con las Pleias se acostó; / y, a oscuras, pasan de largo / las horas, la noche y yo.
En medio de esa noche, cuando la Luna y las Pléyades ya se habían puesto, pasa el tiempo y la poetisa duerme sola. Sin ningún género de duda, la palabra más importante del poema es ὤρα (hora, en latín), tiempo, que combina varios significados: la época del año, la primavera -el nuevo comienzo del año después del invierno, la estación del amor-, mientras que Safó también va pasando la juventud, que se gasta en vano, ya que no hay nadie en su cama. Las distintas traducciones que se han dado a esta palabra en nuestra lengua son: hora propicia (Aurora Luque), hora (García Calvo), tiempo (Pacheco), horas (Montemayor, Zaid) momento (Adrados). Esta palabra en griego antiguo también significa estación, ya en Homero, y también significa el tiempo en el sentido general, no el tiempo de los relojes, sino el tiempo como una subdivisión de la duración del día, y la ocasión o momento oportuno.

Poco importa para el disfrute y comprensión de este poema de Safó que haya despertado el interés de un grupo de astrónomos de la Universidad de Texas en Arlington, quienes utilizando dos programas informáticos han encontrado la fecha en que la constelación de las Pléyades se ocultó antes de la media noche, que podría haber sido la del 25 de enero o la del 31 de marzo del año 570 antes de nuestra era, siendo esta última fecha la de la primera luna nueva de la primavera. Si Safó nació como algunos creen en el 650 antes de nuestra era, la poetisa contaría, ya anciana, 80 años; si lo hizo, como creen otros, en el 610, tendría 40 años cuando escribió el poema. En esa franja de edad, correspondiente a su madurez o vejez, escribe este poema en que la mujer lamenta su lecho vacío, transida quizá de añoranza de la persona amada o del amor.
Si quisiéramos hacer una paráfrasis del poema, diríamos en prosa y traduciendo la palabra de tres formas distintas: La Luna y las Pléyades se han puesto, es medianoche; la estación, el tiempo, la juventud pasan y yo duermo sola. Pero como la poesía no se debe traducir en prosa si se quiere que siga siendo poesía y una palabra no debe traducirse con tres, he aquí mi versión propia en hagesicoreos Se ha puesto en el mar la Luna / y Pléyades; ya mediada / la noche; se pasa la hora; / yo voy a acostarme sola.

(Incluyo en mi traducción la palabra “mar” que no está explícita en el texto original de Safó pero sí sugerida implícitamente, habida cuenta de la apreciación de Cornelius Castoriadis de que en Grecia, con sus doscientas islas habitadas y sus diez mil quilómetros de costa, el sol, la luna y las estrellas no retroceden, se sumergen en el mar, se hunden, que es lo que significa el verbo δέδυκε, que utiliza la poetisa).
viernes, 25 de noviembre de 2022
De la Gran Farmacopea
jueves, 24 de noviembre de 2022
Ni mandar ni obedecer

miércoles, 23 de noviembre de 2022
TIME: (In)formative terrorism
El veterano y prestigioso semanario norteamericano Time, una de las publicaciones más importantes e influyentes en el mundo, según la Güiquipedia, se ha dedicado periódicamente a sembrar el pánico sanitario. Basta con contemplar algunas de sus portadas más icónicas de los últimos años para ver cómo ha dado pábulo al terrorismo (in)formativo que practican los llamados medios de comunicación.
Al parecer el nombre de la revista TIME no significa sólo tiempo en la lengua del Imperio, como podría creerse a primera vista, sino también es acrónimo de Today Information Means Everything (Hoy la información lo es todo todo, cosa que si no es verdad es, sin embargo, muy significativa.
En la imagen adjunta tenemos algunas portadas que van desde el 2003, en la que prometen contarnos la verdad sobre el SARS, el 2004 y 2005 donde nos anuncian la pandemia de la gripe aviar, hasta el 2009 con la gripe H1N1 o porcina y la advertencia de 2017 de que no estábamos preparados para la siguiente pandemia: WARNING: we are not ready for the next pandemic, que contenía un artículo sobre cómo mantener seguro el mundo del experto mundial en temas de sanidad y salud pública y misántropo, quiero decir, filántropo Bill Gates. ¿En qué estaría pensando yo?
Pero habría que retrotraerse hasta 1986 cuando sacaron la portada VIRUSES, en la que se hablaba del SIDA como nuevo peligro de muerte:
Desde entonces la revista no ha dejado de aterrorizarnos periódicamente con los virus o viruses, pasando por una de las portadas más minimalistas y estéticamente blanca, donde solo se veían un diminuto mosquito, que fue la relativa al virus del zika en 2016:
Llegamos así hasta la actualidad, en la que la revista se ha ocupado periódicamente de sacar en portada el coronavirus. Por ejemplo esta impactante imagen en la que la Casa Blanca, habitada a la sazón por el señor Trump, despedía por cuatro chimeneas rojos coronavirus que inundaban la portada y casi ocultaban el nombre de la revista.
O esta otra de abril de 2020 que nos advertía premonitoriamente de la llegada de la Nueva Normalidad y de que debíamos convencernos -meternos en la cabeza, decía literalmente- de que nuestras vidas habían cambiado. Son muchos años, demasiados, metiendo miedo. Pero no se trata solo de practicar un terrorismo informativo, sino formativo, un terror que nos forma deformándonos, conformándonos y haciéndonos conformes, conformistas.
martes, 22 de noviembre de 2022
¿Una gran tribu?
Una gran tribu, y el jefe de la tribu es el deporte Rey: el Balón, la pelota bien redondeada de Parménides. No perdamos de vista el nombre que se le da a este evento: el Mundial: se trata de globalizarnos, de unirnos en la celebración del espectáculo del juego bonito retransmitido por todas las cadenas de televisión del globo, que es el deporte rey, un deporte que mueve millones para distraernos, y que, como dijo una vez un delantero danés que había metido cuatro goles en un partido de otro Mundial: El fútbol es la guerra, y también ahí el triunfo es lo más importante.
Por un lado nos dicen que cada uno tenemos una patria, y una cultura, y una lengua, y unas señas de identidad propias y características, y por el otro nos inculcan que por encima de esas diferencias la celebración del Mundial las anula, aunándonos en la celebración del espectáculo bajo una única tribu que es la de los telespectadores.
Resulta, en fin, decepcionante ver cómo un actor que interpretó a Mandela se ha vendido para blanquear el Régimen catarí, un régimen opresor como todos los regímenes políticos, en definitiva, pero que se ensaña especialmente contra las mujeres y los homosexuales.
Pero más decepcionante resulta aún ver cómo Gianni Infantino, presidente de la FIFA, resaltó un día antes del inicio del Mundial, los avances experimentados en los últimos años en Catar en cuestiones de derechos humanos y sociales y denunció una doble moral existente en el mundo occidental. Dijo: «Tengo unos sentimientos fuertes, hoy me siento catarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador emigrante", comentó a los medios de (in)formación de masas, defendiendo la gestión realizada y los avances alcanzados. Luego, en el turno de preguntas, tuvo que extender este sentimiento y añadir que también se sentía mujer.
Al final de la rueda de prensa, el director de comunicación de la susodicha entidad salió del armario y se declaró abiertamente homosexual. No dijo como el presidente que se sintiera maricón, sino que lo era en un país donde la homosexualidad está criminalizada. Las declaraciones de ambos dirigentes, así como la participación del actor negro, sólo han servido para blanquear un régimen corrupto.
lunes, 21 de noviembre de 2022
Odio a mi jefa
El jefe es palabra que nos viene del francés chef, que a su vez le viene del latín caput, que es el nombre de la parte principal del cuerpo humano, la cabeza. De esa palabra latina proceden el capo italiano y, directamente, otras castellanas como capitán y capital y capitalismo, y nuestro cabo, tanto el mando del ejército como el accidente geográfico, como en las expresiones de cabo a rabo, llevar a cabo y el verbo acabar. El derivado «jefa» apareció en nuestra lengua tardíamente, atestiguado como está por primera vez en 1843. La viñeta de Flavita refleja un mundo como el nuestro en que la mujer se va incorporando paulatinamente a la servidumbre del mercado del trabajo, y se va empoderando.
El autónomo tiene el jefe más autoritario que puede haber, al mayor dictador, como dijo una vez un Jefe de Estado cuyo nombre no recuerdo, que es uno mismo, porque es el más autoritario y uno no puede sustraerse a su poder sin desencadenar un conflicto inevitable y además desgarrador.
Flavita, la autora de la viñeta, ha publicado en sus redes sociales el siguiente vídeo de cómo realizó la viñeta que nos ocupa.
domingo, 20 de noviembre de 2022
Pareceres (IX)
41.- Operación Triunfo: Lo que suele denominarse éxito personal y profesional en la vida es como la ceremonia militar del triunfo que celebraban antaño los generales romanos victoriosos, una victoria que conllevaba muchos cientos de sacrificios y cadáveres ensangrentados por encima de los que habían tenido que pasar aquellos militronches para llegar a desfilar bajo el arco triunfal y obtener el galardón de la corona de laurel. ¿No sería preferible abocarse, en nuestro caso, a la operación del más rotundo y colosal de los fracasos?

42.- El talento no quiere galardones. El verdadero genio creador no sólo no quiere aplausos, sino que los repudia. Los premios y reconocimientos oficiales se otorgan por idénticas razones, políticas y comerciales, y poco o nada tienen que ver con el mayor o menor mérito de la obra que se premia. Los premios se los otorgan a los que más venden, es decir, a los que más se venden, para que vendan más, para que se vendan más, para que los más vendedores por activa sean los más vendidos por pasiva.
43.- Oyendo (o viendo) el parte: Los mayores que vivieron la guerra civil usan todavía esta expresión, para referirse a las noticias de la realidad que configuran los Medios de (In)formación de Masas. Se lo oí decir toda la vida a mi padre. La expresión es una abreviación y reminiscencia del “parte de guerra” que en aquellos años se radiaba porque no había todavía televisión. Supongo que venga de dar “parte”, y de hacer partícipe. y es que no hay que olvidar que los Medios de (In)formación de Masas dan una parte, de la realidad, no todo: son parciales. Sigue siendo válida la expresión en estos tiempos de supuesta y presunta paz para referirse a la guerra de la realidad, falsa pero real, la guerra que late, camuflada, en el seno de la paz.
44.- Las revoluciones que en el mundo han sido y son sólo sirven para que todo cambie para no variar, a fin de que pueda seguir igual. A tal fin puede decirse en latín: MVTATVR NE VARIETVR: se hace mudanza para no cambiar. Como muy bien dice el himno de la comunidad autónoma madrileña, que casi nunca se canta, pero tiene muy buena y suculenta letra: "Mire el sujeto / las vueltas que da el mundo / para estarse quieto". Pero algo dentro de nosotros, y no sé muy bien de qué estoy hablando, quiere lo contrario: que todo cambie, que nada sea igual, que todo y todos seamos diferentes: la ruptura con la monotonía de la vida cotidiana, una verdadera rotura de las normas sociales, de los roles que en cada momento de la vida debemos adoptar, una sublevación que rompa los horarios y calendarios establecidos, el tiempo cronometrado, que deja de ser una tiranía lineal, para pasar a ser un desorden de momentos vividos intensamente.
45.- Patriarcado: Vivimos en pleno apogeo de la
sociedad patriarcal pese a que las mujeres van conquistando la esfera
pública, entrando en profesiones que estaban tradicionalmente
reservadas a los varones, triunfando en campos como la Justicia o la
Medicina que les estaban vedados; pronto habrán alcanzado la igualdad también en el mundo
político. Y, sin embargo, eso no conlleva el final del
patriarcado, sino su máximo y más cumplido desarrollo, que se ve así ajeno a la
división sexual y camuflado. El patriarcado tradicional, asociado al sexo
masculino, sigue vivito y coleando en algunas sociedades tradicionales, en
África y en todo el mundo árabe y musulmán. Pero el nuevo
patriarcado que triunfa en las sociedades modernas occidentales es
indiferente a la división en clases sexuales. Ha logrado superponerse porque tanto montan, montan tanto Isabel como Fernando y ya da igual el timbre masculino o femenino, más grave o más agudo, de la voz de mando.
sábado, 19 de noviembre de 2022
Lenguaje inclusivo y exclusivo
Se queja el periodista griego Dimitris Politaquis de que “El sexismo lingüístico se reproduce constantemente a través del uso generalizador y omnipotente del género masculino en una lengua y una cultura donde la palabra "ciudadano" aún no tiene un género femenino oficialmente establecido.” En griego, tanto clásico como moderno, en efecto, la palabra “ciudadano” (que se dice πολίτης, polítes, derivado de πόλις, pólis, el nombre antiguo de la ciudad y del Estado) no tiene género gramatical femenino, sino solo masculino, palabra de la que nos viene nuestro helenismo "cosmopolita" o sea ciudadano del mundo. Pertenece, en efecto, a los sustantivos masculinos de la primera declinación griega como ποιητής, poietés, el poeta, δεσπότης, despótes, el amo y origen de nuestro déspota, o ἀθλητής athletés, el atleta, que se refieren a oficios y ocupaciones desempeñados habitual- y tradicionalmente por varones.
Como muy bien
añade el columnista eso no le sucede a la que seguramente es la palabra
griega más abundante en la literatura clásica: ἄνθρωπος,
ánthropos, el ser
humano, el hombre en sentido general, la persona, que vale tanto para el varón como para la mujer. Y cosa que tampoco
le sucedía en griego clásico a la palabra θεός, theós,
divinidad, que podía ser
masculina y femenina, antes de que se creara un femenino especial
θεά, theá, para
la diosa y las diosas,
habida cuenta del politeísmo.
Más exitoso, al menos a nivel informal y gráfico, le parece al columnista que es el uso del 'patito' que nosotros llamamos “arroba”, nuestra vieja unidad de peso hoy en desuso, que se simbolizó alguna vez con el carácter tipográfico @.
Hay que tener en cuenta que este símbolo @ que empleamos en los correos electrónicos no se llama igual en las demás lenguas. Y es que a veces nos parece que lo que pasa en nuestra lengua es común a las demás, y no una peculiaridad, como comprobamos cuando comparamos con otros idiomas. Por lo que se nos alcanza, se llama "arroba" en portugués, en español y en francés, pero no en italiano, donde se llama "chiocciola" o su diminutivo "chiocciolina", que quiere decir 'caracol', y también "a comercial" (entre los comerciantes venecianos del siglo VII, al parecer, la @ era un signo gráfico que representaba el ánfora, una medida de peso y capacidad que se utilizaba entonces, representado por la "a" minúscula manuscrita inicial de la palabra "amphora", embellecido por la escritura florentina típica). Los griegos lo denominan παπάκι, papáqui, 'patito', y en alemán se llama algo tan curioso como Klammeraffe, o sea, mono-araña. En inglés se denomina, con distintos nombres, signo "at": "at sign", "at the rate", "at symbol", "at mark", "commercial at", y "ampersat".
El origen del moderno símbolo @ nace en la Edad Media como unión estilizada de las letras minúsculas "a" y "d" que forman la preposición latina "ad" que significa "junto a", "en", según una teoría, o, según otra que parece más plausible, de la primera y última letra de la preposición latina "apud", que signficia "en casa de". En la escritura cursiva la "d" se curvaría hacia la izquierda y se extendería sobre la "a" abarcándola para crear el símbolo. Este uso que a los hispanohablantes nos resulta más extraño es el que hacen los americanos en los eventos deportivos donde el signo "@" se utiliza como separador de los nombres de dos equipos contendientes para indicar que el segundo de ellos jugará en su propio campo, es decir, "en casa". Por ejemplo "LA Lakers @ Boston Celtics" indica que el partido tendrá lugar en casa de los Celtics de Boston.
Ray Tomlinson, el ingeniero americano que inventó en 1971 el correo electrónico, utilizó en 1972 el símbolo "@" como separación entre el nombre del destinatario y el servidor que hacía las funciones de oficina de correos. Por ejemplo fulanodetal@ejemplo.com, donde el usuario se llama "fulanodetal" y el dominio "ejemplo.com".
Resulta curioso cómo el símbolo de la arroba (@) ha empezado a utilizarse en español en algunos contextos no académicos como recurso gráfico que parece integrar las vocales "a" y "o", con lo que se pretende evitar engorrosas repeticiones políticamente correctas o corteses, como diría Gracián, tales como "los niños y las niñas, los ciudadanos y las ciudadanas", por lo que se escribe "l@s niñ@s" o "l@s ciudadan@s", haciendo así explícita gráficamente la alusión a los dos sexos, olvidando algo tan consabido como que en castellano el género masculino es el común, genérico o no marcado, que ya incluye al femenino, mientras que el femenino es el género marcado o exclusivo; olvidando que no se pueden confundir los géneros gramaticales con los sexos (en la frase "la policía disolvió la manifestación", tanto la palabra "policía" como "manifestación" son de género femenino en español, pero no necesariamente de sexo femenino); y olvidando que cuando decimos "el niño y la niña están contentos" no podemos escribir "content@s" porque una de dos: o tendríamos que leerlo "contentos y contentas" y sería un despropósito lingüístico; o tendríamos que decir "contento" y "contenta" como si fueran dos palabras distintas al modo de "pozo" y "poza" o "caño" y "caña" -pero ¿qué nota semántica que no sea redundante le añade al adjetivo "contento" la forma "contenta", aparte de la concordancia gramatical de género femenino?