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viernes, 18 de noviembre de 2022

Coronavirus persistente

    Todos, incluidos tú, que lees esto, y yo, que lo escribo, tenemos lo que en la lengua del Imperio llaman «long covid», o sea «coronavirus long disease» y nosotros la enfermedad persistente o de larga duración del virus coronado
 
    No olvidemos la definición que dio de la persona en buen estado de salud el inolvidable doctor Knock: una persona sana es un enfermo que se ignora, es decir, que no sabe que está enfermo. Si le damos la vuelta al dicho, podemos decir, al revés, que un enfermo es una persona sana que se ignora, que no es consciente de la buena salud de la que goza porque ha recaído sobre ella la maldición exacta del diagnóstico.
 
    ¿No lo crees? Mira la tabla adjunta y dime que no has padecido o padeces alguno o varios simultáneamente de los doscientos un síntomas (201, en números) de esta "nueva enfermedad", o síndrome, mejor que enfermedad, del virus coronado cosecha de 2019. 
 
 
    Los síntomas asociados directamente pueden ser: cardiovasculares, dermatológicos, gastrointestinales, inmunológicos y autoinmunes, musculoesqueléticos, neurológicos (un amigo que había padecido la enfermedad me hablaba recientemente de la espesa «niebla mental», que le había quedado como consecuencia), otorrinolanrigológicos, oftalmológicos, psiquiátricos, pulmonares/respiratorios, reproductivos, genitourinarios, endocrinos y sistémicos.
 
    No hay que olvidar el que más éxito ha tenido de todos los síntomas, que es la ausencia de síntomas, el covid asintomático, que puede haber padecido el que tiene una salud a prueba de bombas, y no haberse percatado por no haberse sometido al test. Pues bien, ese covid asintomático también puede producir, por si fuera poco, un covid persistente igualmente asintomático y contagioso, con lo cual, nadie puede decirse que se haya librado cabalmente o esté libre ahora mismo de la influencia del virus coronado de larga duración o persistente, que se resiste a desaparecer de nuestras vidas. 
 
Sísifo, portador del coronavirus persistente
 
     Claro que con toda esa retahíla de síntomas, no sabe uno ya muy bien si achacárselos a la enfermedad o al remedio que ha resultado peor que la enfermedad, que es lo que insidiosamente se llamó "vacunación".
 
    ¿Qué podemos hacer? Una mujer entrada en años que se llama María del Olvido, bendito sea el olvido de su nombre, que es la auténtica salud, nos da un consejo que siempre se puede aprovechar: