miércoles, 3 de enero de 2024
¿¡Todabía, con be de burro!? (I)
martes, 2 de enero de 2024
Fiebre napoleónica
Aprovechando el revuelo generado por la película 'Napoleón' (2023) de Ridley Scott, protagonizada por Joaquin Phoenix, una página güeb llamada Napoleon-world comercializa bustos del emperador en colores llamativos, destacando el rosa caramelo al estilo Barbie, a fin de llegar a un público mundial -global que dicen ahora- cada vez más joven, internacional e iconoclasta, convirtiendo a Bonaparte en un ídolo popular.
Presentan estos bustos multicolores una iconografía típica y tópica de Napoleón Bonaparte con su uniforme de coronel de los caballeros de la Guardia Imperial, sin olvidar detalles iconográficos importantes como la mano metida bajo la solapa de la chaqueta, las medallas en el pecho y, por supuesto, su legendario e icónico bicornio.
Para los amantes del Napoleón más clásico, comercializan otro busto inspirado, si no copiado, de la obra neoclásica de Antoine Denis Chaudet (1763-1810) con corona de laurel símbolo de la paradójica victoria de Apolo que conquista a la ninfa Dafne que se convierte en un arbusto lauráceo, al estilo Julio César, el cual, presumido como era, gustaba de llevarla para disimular su incipiente calvicie.
Tratan de rehabilitar así la imagen y la 'grandeur' de Napoleón y de La France, porque se sea o no fiel a su política, a la persona y a lo que representa, Napoleón es como Julio César, Alejandro Magno o Gengis Khan un personajón histórico, un Gran Hombre que, como dice la carátula de la película "salió de la nada, lo conquistó todo", y marcó su época, un líder excepcional que arrastró a miles de hombres que le siguieron a los campos de batalla a morir por la patria y las ideas. En Francia es un héroe nacional que, entre otras cosas, instituyó el Código Civil creó el Banco de Francia y reafirmó el derecho a la propiedad privada... Por eso algunos gustan del Napoleón tricolor con los colores patrios azul, blanco y rojo de la bandera nacional.
lunes, 1 de enero de 2024
Pareceres (XXXVII)
181.- La mejor traducción: No hay una traducción definitiva en absoluto de ninguna obra literaria. Si existiera algo así, no habría ninguna necesidad de traducir periódicamente los mismos textos una y otra vez. En cambio, vemos que cada cierto tiempo aparecen nuevas traducciones de muchísimas obras que tienen ya decenas de versiones a un mismo idioma, lo que se debe, entre otros motivos, a que las lenguas cambian, evolucionan como organismos vivos que son. Algunas palabras caen en desuso y otras entran de repente en la lengua, dependiendo de modas y costumbres, por eso lo ideal sería leer las obras en su versión original pero como non omnia possumus omnes y nuestros conocimientos de otras lenguas son siempre muy limitados, tenemos que recurrir a las traducciones, a falta de poder beber de las fuentes originales. Las traducciones envejecen, se hacen obsoletas con el paso del tiempo, por eso hay que rehacerlas constantemente.
182.- Prostituir(se): El verbo latino «prostituere» es verbo compuesto de «pro» y «statuere», con el sentido primigenio de 'estar frente', 'estar a la vista', de donde acaba significando “estar expuesto a la venta”, vía exponerse a la codicia o antojo del deseo. Dícese tanto de los vendedores que están frente a sus tiendas para anunciar sus productos como de los productos mismos que se exponen para su venta en el escaparate de la tienda. Especialmente, dícese de quienes PRO-ST-itυyen a otros o se PRO-ST-itυyen a sí mismos poniéndose frente al PRO-ST-íbυlο (destaco con las mayúsculas el preijo PRO- y la raíz simple -ST- del verbo stare que comparte con statuerel). Horacio usa ese verbo una vez referido a su libro que había de ponerse en venta, y que estaba impaciente por salir a la luz y exhibirse, al igual que un joven esclavo deseoso de hacer la calle, como dice Moralejo en su traducción de las Epístolas horacianas. El autor le previene a su libro que va a aparecer en el mercado de lo que le espera, y que lo hará arrepentirse cuando su amante se harte de él. Ha de gustar a todos mientras esté en la flor de la vida; pero a la postre acabará devorado por las polillas o exiliado en algún remoto lugar. Más aún, acabará rebajado (¿o elevado?) a la categoría de libro escolar, es decir, de lectura obligatoria de los escolares.

183.- Más o menos. Este desgraciado planeta Tierra, y nosotros, sus humanos habitantes, que gira dentro del sistema solar no alrededor del Sol, sino de la palabra “más” debería rectificar su órbita y ponerse a girar sensu contrario, en torno a la palabra “menos”, y en vez de ir a más, ir a menos: menos policías, menos fronteras, menos guerras, menos terratenientes, menos cárceles, menos ideologías, menos religiones…
184.- ¿Año nuevo? Se nos va del calendario y de la agenda 2023. Creía yo ingenuamente el año pasado que éste iba a ser el año en el que menos idiotas iban a cruzarse en mi camino, y lamento haberme equivocado, así que volcaré todas mis esperanzas en el año nuevo que dicen que ha comenzado ya, anoche después de las doce campanadas, aunque en realidad siempre he sospechado que no hay años nuevos, que siempre es el mismo año que se repite una y otra vez y que renace cuando finaliza. Pero no dejo de reconocer el éxito que tiene el cambio numérico de año, que da la falsa sensación de que cerramos un ciclo para abrir otro con nuevas y diferentes expectativas e ilusiones, y más cuando, como es el caso de un servidor, uno ya es más viejo que el catarro de Matusalén. Pero también debo agradecer, y no dejo de hacerlo, el estar rodeado de gente que mantiene una de las características más elementales y básicas del género humano, que es la de ser animales sociales, que se empeñan, pese a todas las recomendaciones sanitarias, en no guardar la distancia social con sus congéneres. Quien conserva esta característica es grato para mí, quien la ha perdido es uno de esos idiotas que tanto se han cruzado en mi camino, como he dicho más arriba, alguien que es mejor que se mantenga alejado y distanciado, dentro de su idiocia particular, putodefendiendo, como dicen los jóvenes ahora anteponiendo el prefijo puto- a las palabras que quiere denigrar, su limitación putomental.
185.- Terrorismo sanitario. Ante el repunte de enfermedades respiratorias como la gripe A y B (pronto vendrán la C, la D... y sucesivas, hasta la Z) y el Covid-19, que sigue vivito y coleando, que en la última semana ha mostrado un aumento considerable del 37,17 por ciento, el Ministerio de Sanidad ha publicado recomendaciones para prevenir el contagio que incluyen el lavado de manos, cubrirse la nariz o boca al toser o estornudar y usar mascarilla lo más opaca posible a fin de evitar la respiración en caso de padecer síntomas compatibles con una infección respiratoria. Por último, se -impersonalmente- recomienda seguir las pautas de vacunación frente a microorganismos respiratorios, es decir, arremangarse y someterse a los jeringuillazos que se dispongan, y evitar, en lo posible, acudir al puesto de trabajo con síntomas de enfermedad, para lo que será preciso que el médico de cabecera nos dé la baja, claro.
domingo, 31 de diciembre de 2023
Pero ¿qué día es hoy?
sábado, 30 de diciembre de 2023
Parpadeos
Acaba de publicar Andrés Rábago, cuyos heterónimos son OPS y El Roto, un libro de paremias titulado "Parpadeos", dedicado a la pintura, que contiene en la mejor tradición aforística de Machado o de Bergamín unas preciosas reflexiones sobre los pintores que más son de su agrado y el mundo y la vida en general. Lo he leído con deleite, porque no dejo de admirar casi todos los días su viñeta de El Periódico Global(ista) y de apreciar la agudeza de su lenguaje sentencioso, que es el que nos hace pensar. En fin, todo un ramillete de parpadeos ilustrados con algunos de sus dibujos, como el de la portada, que para mí son lo menos valioso de su obra, pero reconozco que es un juicio mío muy personal.
Como muestra algunos de estos parpadeos entremezclados con algunas de las viñetas de El Roto publicadas en los últimos meses:
-"Los ojos son ratones inquietos que caen en las trampas que les tienden las pantallas; también los míos".
-"Compadecemos a los ciegos porque no pueden ver y supongo que ellos nos compadecerán porque pueden intuir que nosotros tampoco podemos".
-"Cuando era joven me preocupaba no saber ganarme la vida; ahora, ya viejo, me preocupa no saber ganarme la otra vida".
-"He tenido que llegar a viejo para saber un poco, pero ya no me queda tiempo para que eso poco que sé me sirva de algo".
-"La seguridad no es fiable, sólo la duda lo es".
-"Cuando me olvido de mí mismo es cuando más cerca estoy de mí, ¡y yo sin enterarme!"
Y, desde luego: "Haber alcanzado lo que pretendíamos es generalmente prueba de nuestro fracaso o de nuestra insuficiente ambición".
-"OPS, El Roto y Rábago son mis tres estaciones: primavera, verano y otoño. Ya no me queda tiempo para llegar al invierno".
-"En la Castilla de mi infancia, la profundidad estaba en lo llano; y en la Cantabria de mi vejez, la profundidad está en lo alto."

viernes, 29 de diciembre de 2023
El fruto prohibido (y II)
Buscando el simbolismo de la manzana dentro de la mitología clásica, puede uno remontarse a la manzana de la Discordia del Juicio de Paris que este le otorgó a la diosa más bella, Afrodita, a cambio del amor de la mujer más hermosa que pisaba la tierra Hélena de Esparta primero y luego de Troya, a donde se la llevó. La manzana sería a la postre el origen de la Guerra de Troya, la primera guerra mundial de nuestra literatura occidental.

La ninfa Atalanta, por otra parte, que era invencible en la carrera y que desafiaba a sus pretendientes a competir con ella, siendo su recompensa su amor y su castigo si eran derrotados por ella la muerte, fue vencida por Hipómenes gracias a la estratagema que le inspiró la diosa Afrodita, precisamente, de arrojarle manzanas de oro del jardín de las Hespérides, que eran las hijas de Atlas o Atlante, que vivía en el confín occidental del mundo y sostenía sobre sus hombros la bóveda celeste, como hacemos por otra parte todos y cada uno de los humanos habitualmente, cargando con todo el peso del planeta sin querer. Atalanta, veloz como el viento, se detuvo sin embargo a recoger las preciosas manzanas, lo que aprovechó Hipómenes a fin de aventajarla ganando la carrera.

jueves, 28 de diciembre de 2023
Más mensajería
El Estado de Israel aprendió la lección alemana de la Endlösung, y ya aplica en Gaza y en Cisjordania su Solución Final al problema palestino: el exterminio.
El periodismo como forma de terrorismo: El repunte infeccioso del cóctel de virus respiratorios coincidente con baja vacunación tensiona los centros sanitarios.

No me explico cómo Nigeria con pocas restricciones y la tasa de vacunación mínima tuvo una mortalidad tan baja, pero no soy Margarita del Val, o séase virólogo.
miércoles, 27 de diciembre de 2023
El fruto prohibido (I)
Viendo algunas representaciones gráficas de la expulsión del paraíso de nuestros primeros padres Adán y Eva, como la de Tiziano que pintó hacia 1550 y se exhibe en el Museo de El Prado, se pregunta uno ¿cómo ha llegado la manzana a ser el fruto prohibido habida cuenta de que en el libro del Génesis de la Biblia, que contiene ese relato, no se menciona ninguna manzana?
Si repasamos el episodio, según la traducción de Nácar-Colunga que manejo, leemos lo siguiente (Génesis 3, 1-8): “Pero la serpiente, la más astuta de cuantas bestias del campo hiciera Yavé Dios, dijo a la mujer: “¿Conque os ha mandado Dios que no comáis de los árboles todos del paraíso?” Y respondió la mujer a la serpiente: “Del fruto de los árboles del paraíso comemos, pero del fruto del que está en medio del paraíso nos ha dicho Dios: “No comáis de él, ni lo toquéis siquiera, no vayáis a morir”. Y dijo la serpiente a la mujer: “No, no moriréis; es que sabe Dios que el día que de él comáis se os abrirán los ojos y seréis como Dios conocedores del bien y del mal”. Vio, pues, la mujer que el árbol era bueno para comerse, hermoso a la vista y deseable para alcanzar por él sabiduría, y tomó de su fruto y comió, y dio también de él a su marido, que también con ella comió. Abriéronse los ojos de ambos, y viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos ceñidores”.
Previamente en el capítulo segundo, donde se describe el paraíso se nos ha dicho (2, 9): “Hizo Yavé Dios brotar en él de la tierra toda clase de árboles hermosos a la vista y sabrosos al paladar, y en el medio del jardín el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal”.
Mucho se ha hablado sobre si el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal eran dos, como se desprende de la lectura de este texto, o eran uno solo y el mismo, como propone Mark Makowiecki en su artículo 'Untangled
branches: the Edenic tree(s) and the multivocal waw' (2020), basándose en el argumento filológico de que el hebreo "waw" que se ha traducido por "y" significa también "es decir", con lo cual estamos diciendo que el árbol de la vida es, además, del conocimiento del bien y del mal, como si dijéramos sumando las dos denominaciones en una: el árbol de la vida y árbol de la ciencia del bien y del mal.
Pero dejando esta cuestión aparte, cuando San Jerónimo vertió la Biblia hebrea al latín, traducción que se conoció como la Vulgata o Divulgada, el santo tradujo la expresión hebrea que corresponde a “el árbol de la ciencia del bien y del mal” en buen latín como "lignumque scientiae boni et mali".
Resulta que la palabra "mali", genitivo de "malum", es ambigua en la lengua del Lacio, porque significa dos cosas distintas: “mal” y “manzana”, por lo que, gracias a esa ambigüedad, la confusión estaba servida: El árbol de la ciencia del bien y de... la manzana.
Me viene a
la memoria a propósito de esta ambigüedad el verso que compuso el
poeta latino Nevio contra la poderosa familia de los Metelos: Fato Metelli Romae fiunt consules: 'Los Metelos
son nombrados cónsules en Roma por suerte / por desgracia'. En
realidad lo que dice ese verso es “por el destino”, que puede ser bueno o
malo, pero en la ambigüedad de ese doble sentido reside la gracia del verso. A lo cual la poderosa
familia de los Metelos le respondió con otro verso: Malum dabunt Metelli Naeuio
poetae, que, habida cuenta de la ambigüedad de “malum”, puede
significar algo positivo como: 'Los Metelos le darán al poeta
Nevio una manzana (como premio)', o 'los Metelos le darán al poeta
Nevio una desgracia o una paliza un daño (como castigo)', siendo esto último lo que le dieron.