Lucecitas navideñas
parpadean sin cesar,
alumbrado que nos ciega
de engreída vanidad.
Deslumbrantes trampantojos
falsos en realidad,
los neones no nos dejan
ver la guerra que es la paz.
Dan los magos del oriente
media vuelta y marcha atrás,
vuélvense sobre sus pasos
sin su brújula estelar:
-No podemos ver el cielo,
se ha perdido la señal
del satélite, el cometa
que nos guía hasta el portal.
Dadle al pueblo pan y circo
y no se rebelará,
espectáculo y pitanza
de turrón y mazapán,
que celebre el nacimiento
que renace una vez más
de una añada que termina
cuando vuelve a comenzar.
Villancicos navideños
bombardean sin piedad
los oídos de la necia
sordomuda cristiandad.
Lucecitas de colores
parpadean sin cesar
estas infelices fiestas
de ilusión y falsedad.
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