lunes, 3 de julio de 2023

La muerte de un adolescente

    La muerte del adolescente Nahel, de 17 años el martes 27 de junio por la mañana tras recibir un disparo a bocajarro en el interior de un vehículo en Nanterre, en las afueras de París, durante un control policial, no fue un accidente ni un disparo fortuito. La policía le había dado la orden de detenerse.  No se detuvo. Y una orden es una orden. No la cumplió. El policía apretó el gatillo: es la esencia misma del Estado.  
 
    En efecto, el Estado se encarga de la administración y suministro de muerte a todos y cada uno de sus súbditos, a los que tarde o temprano les llega la hora de la verdad, su hora, la hora de su muerte. En esta ocasión le tocó a un muchacho. Era solo un chaval, un menor de edad que conducía sin carnet y que se había saltado un control, lo que no le da derecho a la policía, dice la gente, a matar a una víctima inocente. 
"¡La policía mata!"
 
     Curiosa expresión esta de “víctima inocente” que sugiere que, por contraposición, puede haber víctimas culpables,  pero es mentira porque todas las víctimas son inocentes. Pero no volvamos la vista a otro lado: tú también, yo también, nosotros también, todos,  incluido el verdugo que apretó el gatillo, somos víctimas inocentes de este estado intolerable de cosas contra el que es preciso rebelarse aquí y ahora, sin ir más lejos, por ejemplo. Aquí también han asesinado a un adolescente, más aún, a un niño: esa es la auténtica tragedia: mírate al espejo, sí tú mismo: tú eres tu propia víctima inocente y tu propio verdugo. Aquí y ahora. 
 
    En Francia, nos cuentan los medios, se han extendido las protestas hasta el punto de que cunde el pánico, un miedo que es enseguida viralizado e instrumentalizado, por por el poder, que toma medidas excepcionales: Se comparten los vídeos, las imágenes y los titulares alarmistas. Los medios, incluidas las redes sociales en la denominación, retransmiten fotografías impactantes de fuego por doquier: arde un supermercado, coches, hay heridos, detenidos, saqueos de tiendas, titulares alarmistas y alarmantes. La gente comparte las imágenes y los vídeos que reciben y se convencen de ello: esto es la realidad, toda la realidad y nada más que la realidad. ¡Arde París! ¡Francia entera está en llamas! ¡Es la Guerra Civil! 
 
 

    Vehículos blindados patrullan por las calles, se despliegan cuarenta mil agentes, se decreta el estado de emergencia, suspensión del transporte público a partir de las 21.00 horas, cancelación de todos los actos programados, toque de queda, cientos de detenciones e incluso se baraja la posibilidad de un bloqueo de las redes sociales. 
 
    Muchos sospechan que los disturbios están incitados precisamente por quienes quieren imponer el estado de emergencia. Todo tiene el aspecto de un golpe de Estado, como cuando el presidente de la república pronunció aquel “Estamos en guerra” contra un virus que no era tan fiero como lo pintaban, pero que sirvió para lo que sirvió.
 
    La instrumentalización por parte del Gobierno del miedo al pánico, ya sea orquestado o no, funciona a las mil maravillas, tan bien que si el caos dura un poco más, podían decretar un Super Estado de Emergencia con el apoyo de casi todas las fuerzas políticas parlamentarias. 
    
 
    Ya hay quienes han pedido mano dura, un régimen excepcional que amplía los poderes del Ministro del Interior, y del Presidente de la Macronía para asumir todos los poderes a fin de instalar en Francia una dictadura chinesca, con una población servil completamente controlada por las fuerzas del orden, al servicio de un puñado de tecnócratas apesebrados por el Foro Económico Mundial.
 
    Los enfrentamientos contra la policía son acciones equivocadas que lo único que logran es echar más leña al fuego. La protesta de la gente no debería centrarse en asaltar las comisarías, ni en lanzar cócteles incendiarios contra ellas ni de atacar a los esbirros de las fuerzas represivas del Estado, sino, sobre todo y única- y exclusivamente de matar al policía interiorizado que todos llevamos dentro. Ni más ni menos. Porque ese, el policía interior, no el gendarme que controla a los demás, sino el que nos controla a nosotros mismos y controla a los demás,  es el más peligroso de todos, el asesino que hay que asesinar para que no asesine al niño que llevamos dentro.

domingo, 2 de julio de 2023

¿Qué es una mentira?

    En la entrevista que sostuvo el otro día Pedro Sánchez con Pablo Motos en un programa televisivo de máxima audiencia, el presentador le acusó de mentir, y el presidente se defendió diciendo que él no mentía, sino que rectificaba. 
 
  El presidente, arremangado luciendo su pulsera arcoíris, eje de su campaña electoral.

    Transcribo sus palabras:  ¿Qué es una mentira? Mentir a mi juicio -y creo además que los espectadores pueden opinar más o menos lo mismo- mentir es decir algo que sabes que no es cierto con la intención de engañar. [...]¿Adolfo Suárez mintió cuando dijo que no iba a legalizar el Partido Comunista de España y luego lo legalizó? ¿Felipe González mintió cuando dijo que la OTAN, de entrada, no, y luego provocó un referéndum para entrar en la OTAN? Para mí, después de cinco años como presidente del gobierno, Pablo, lo que le puedo decir es que eso no es mentir, eso es rectificar. Y además rectificaron bien porque fue bueno para la democracia española legalizar al Partido Comunista al principio de nuestra democracia y fue bueno también para España ahora que estamos viendo la guerra de Putin en Ucrania el ingresar en la Alianza Atlántica. 
 
    Los dos ejemplos que pone de Adolfo Suárez y Felipe González, ambos ex-presidentes del gobierno, tienen algo en común. Dijeron que no iban a hacer una cosa y acabaron haciéndola. Al margen de que sea bueno o malo lo que acabaron haciendo, no cabe duda de que su rectificación, legalizar el Partido Comunista de España en el primer caso, y entrar en la OTAN, en el segundo, consistió en hacer lo contrario que habían proclamado.

   Adolfo Suárez fue nombrado presidente por el Rey en 1976 para realizar la denominada a bombo y platillo transición democrática y elegido al año siguiente en las urnas como representante de un engendro político denominado UCD (Unión de Centro Democrático), que no era de derechas ni de izquierdas, sino de centro. Si alguna vez pudo prometer y prometió, como le gustaba repetir, no legalizar el PCE, eso no formaba parte de su programa político electoral, pues la legalización fue antes de los comicios, sino de un cambio de opinión motivado por las circunstancias. 



   Pero en el caso de Felipe González, había prometido que si salía elegido no entraríamos en la Alianza Atlántica y desmantelaría las bases norteamericanas en nuestro país. El lema de su campaña fue "OTAN, de entrada no". Salió elegido y provocó un referéndum para meternos torticeramente de cabeza en la Alianza Atlántica, cediendo vergonzosamente a las exigencias de los gringos, como dábamos cuenta aquí mismo para los que carecen de la memoria histórica del caso. 
 
    Decía el doctor en economía Pedro Sánchez en la mentada entrevista que eso no era mentir, que era rectificar, lo que me recordó enseguida la canción “Cuervo ingenuo” que Javier Krahe le dedicó a cuenta de eso a Felipe González, y que empezaba diciendo: Tú decir que, si te votan, / tú sacarnos de la OTAN. / Tú convencer mucha gente, / tú ganar gran elección. / Ahora tú mandar nación, / ahora tú ser presidente. / Hoy decir que esa Alianza / ser de toda confianza, / incluso muy conveniente. / Lo que antes ser muy mal / permanecer todo igual, / hoy resultar excelente. / Hombre blanco hablar con lengua de serpiente. / Cuervo ingenuo no fumar / La pipa de la paz con tú / ¡Por Manitú! 
 
 Pablo Iglesias y Javier Krahe cantan al alimón "Cuervo Ingenuo"
 
     El doctor Sánchez en la mentada entrevista le dice al entrevistador que "después de cinco años de gobierno" como lleva él, lo que todo el mundo entiende que es mentir no es mentir, es rectificar. Podía haberlo dicho más claramente de otra forma:  gobernar, como ha hecho él durante cinco años consecutivos, es rectificar: rectum facere, hacer lo que está mandado y se considera políticamente correcto porque los que mandan son los que más obedecen, para lo que modifican todas las veces que haga falta su opinión, a riesgo de hacer lo contrario que habían prometido. Gobernar es mentir, es decir, engañar a la gente. Y eso todos los presidentes de este país y de todos los del mundo lo hacen muy bien: es su tarea de gobierno.
 
    Decir, además, que la rectificación de Felipe González fue buena para España "ahora que estamos viendo la guerra de Putin en Ucrania" es una mentira como una catedral. No se nos ha perdido nada en esa guerra que tantos sacrificios económicos nos cuesta ni en la Alianza Atlántica de Dios.
    

    Hombre blanco, desde luego, seguir hablando con lengua bífida cual espada de doble filo, lengua de serpiente viperina capaz de decir una cosa y hacer luego la contraria. Hombre blanco ser pro OTAN, pro UE, pro EURO, pro Zelenski. Hombre blanco prometer 55 millones y cuatro Leopard a la guerra de Ucrania contra Putin, y Zelenski pedir a hombre blanco entrar en la UE y la OTAN. Hombre blanco creer ser el más progresista de la historia universal. 

sábado, 1 de julio de 2023

Hostis est intus (El enemigo está dentro)

    Desde el 22 de febrero del presente año, casi sin darnos cuenta, está operativa en toda la curtida piel de toro de las Españas de Dios y presente en nuestros teléfonos móviles la aplicación tecnológica ES-Alert, después de haber sido probada escalonadamente en determinadas zonas de todas las españitas o reinos de taifas durante los meses de octubre y noviembre, como dábamos cuenta de ello aquí.

    ES-Alert es un engendro integrado en la Red de Alerta Nacional, gestionado por el Ministerio del Interior a través del Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM) de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias. 

"No te asustes si el móvil empieza a pitar y a vibrar."

     Esta tecnología, que nos ha venido impuesta por la Unión Europea, le permite al Gobierno enviar mensajes de alerta generalizados a la población en situaciones de catástrofe, a través de una aplicación que está insertada en los teléfonos móviles. El mensaje será bilingüe, en español y, como no podía ser menos, en la lengua del Imperio, que es la de la Unión Europea, que nos quiere a todos angloparlantes.

    Es un sistema que se conoce también con el nombre de 112 inverso, porque en lugar de ser los ciudadanos los que llamando a ese número advierten de una emergencia a las autoridades, son ahora estas las que alertan a la ciudadanía.

El nuevo sistema para encerrarte en casa con un simple SMS (en Italia, IT-Alert)
 

    En primer lugar parece algo positivo y útil en casos de emergencia real, pero tengamos en cuenta que puede haber falsas emergencias. Además, siempre ha habido catástrofes y nunca hasta ahora una invasión de nuestra privacidad, en lo más íntimo que es nuestro teléfono supuestamente inteligente.

    Como señala el filósofo italiano Diego Fusaro, el hecho provoca algunas perplejidades, como, por ejemplo, que el gobierno pueda como el Gran Hermano declarar una emergencia irreal ante un enemigo invisible dándonos órdenes orgüelianas como las que ya hemos padecido: no salgas de casa, mantén la distancia social, ponte la mascarilla, vacúnate...

 

    La segunda perplejidad es que la citada aplicación se puede desactivar -yo mismo la he desactivado en mi dispositivo-, pero no desinstalarse, porque viene de fábrica. En el caso de un móvil como el mío con el sistema Androide, se va al menú de “Ajustes”, de ahí a “Seguridad y emergencias”, después a “Alertas de emergencias inalámbricas”, y ahí se puede desactivar la opción, que viene ya activada de “Permitir alertas”, y quitarle la vibración y el pitido al móvil.  Allí se encuentra instalada y activada por defecto la opción que nos ocupa de “Pre-Alerta de Protección Civil”.

    El Gobierno, en efecto, a partir de ahora puede declarar las emergencias reales o irreales que desee: fenómenos meteorológicos adversos, erupción de volcanes, terremotos, epidemias o accidentes químicos, entre otras catástrofes, porque de lo que se trata es de convertir la excepción en regla, y en términos de Giorgio Agamben, imponer el Estado de Excepción, es decir, la suspensión provisional y extraordinaria del orden jurídico, como paradigma normal de gobierno.

viernes, 30 de junio de 2023

Mensajes, jaicus y una copla goliárdica

 La guerra contra el terrorismo internacional (global war on terrorism) resultó mucho más terrorífica que el terrorismo convencional que pretendía combatir. 
 
Nunca hay agresión / cuando ataca el tío Sam / sino intervención: 
 Libia, Afganistán, / Siria, Yemen, Paquistán, / Somalia e Iraq. 
 

 oOOo 
 
El ministro sanitario dice que las máscaras seguirán siendo recomendables, presente como sigue el virus, cuando no sean obligatorias en farmacias y hospitales. 
 
Dicen que ellos son / el gobierno de la gente: / gente que gobierna. 
 
oOOo 
 
 
Si nos roban, es por no hacer caso del cartel de la policía metropolitana -el que avisa no es traidor- de tener precaución en la zona donde operan carteristas.
 
oOOo 
Tras los virólogos, les toca a los meteorólogos ahora el turno de panicatacarnos con oleadas futuribles de rojas temperaturas mortales y llamaradas infernales.
 
 Noche de san Juan: / la realidad del mundo / toda ella arderá.
 
oOOo 
 La muerte es algo que ignoras cuando eres niño y muchacho, temes cuando llegas a la mitad del camino de la vida y le das la bienvenida cuando alcanzas la vejez. 
 
Y en aquellos días buscarán los hombres la muerte, y no la hallarán; y desearán morir, y la muerte huirá de ellos: (La pesadilla apocalíptica: la inmortalidad). 
 
 
 El futuro no es / nunca lo que imaginamos: / tal su gran virtud. 
 
oOOo 


El cartel del café lo dice bien claro en la lengua del Imperio: estamos sin efectivo, por lo que no se aceptan pagos en metálico, sino electrónicos o digitales. 
 
 Ni Dios puede hacer / todo poderoso que es / lo que es imposible.
 
oOOo 

 Si te pica, / ¡notifica!, / dice el tonto de Simón. / Un mosquito / muy chiquito / puede ser un problemón.

jueves, 29 de junio de 2023

Con tacones y a lo loco

    El Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+ se celebra cada 28 de junio desde 1970, fecha en que tuvieron lugar los disturbios de Stonewall en protesta contra una redada policial que tuvo lugar en la madrugada del 28 de junio de 1969, en el pub Stonewall Inn, frecuentado mayormente por maricones y ubicado en el barrio neoyorquino de Greenwich Village, y que marca el inicio del movimiento internacional por los derechos de ese cada vez más amplio colectivo, como demuestra la incorporación de nuevas siglas a las cuatro primitivas de LGBT. 
 
    El objetivo de la conmemoración es reivindicar el derecho de vivir su sexualidad libremente. Pero una cosa es no avergonzarse de la orientación sexual y otra muy distinta enorgullecerse.
 
    La bandera que enarbola el colectivo y las instituciones progresistas que han hecho de su causa bandera, valga la redundancia, popularizada desde 1978, simboliza la diversidad sexual de la comunidad. 
 

    La campaña del Gobierno de la taifa autónoma de Cantabria tiene como lema este año “ORGU(YO)”, con el que se quiere dar respaldo institucional y reconocimiento al colectivo LGTBIQ+ (cuyas siglas representan a lesbianas (L), gays (G), transexuales (T), bisexuales (B), intersexuales (I), queers (Q) que rechaza las etiquetas tradicionales, y (+) otras personas que no se engloban en las definiciones anteriores, con lo cual parece que el colectivo agrupa a todo el mundo parapetado tras alguna de esas siglas). 
 
    Con el lema ORGU(YO), que ha sustituido la letra elle por la y griega, el gobierno en funciones de Cantabria alude a la importancia de la afirmación del “yo” como identidad central de cualquier persona.  De esta manera el Gobierno de la taifa cántabra pretende estar en la vanguardia a la hora de proteger los derechos de estas personas, contribuyendo a que España sea un país de referencia en Europa y por lo tanto en todo el universo mundial, en unos momentos en los que aparecen voces “que amenazan el respeto a la diversidad”, por ejemplo aquellos que piden arriar las banderas del arcoiris de los centros oficiales y que se icen las nacionales y autonómicas que no excluyen a nadie en su lugar, y que forman la ola reaccionaria que amenaza con desbancar al gobierno más progresista, como se autoproclama, de la historia de España. 
 
 
    Una de las celebraciones más divertidas y lúdicas dentro de las fiestas del orgullo gay 2023 de Santander, que se celebrará la semana del 3 al 8 de julio, va a ser sin duda la carrera de tacones, que recuerda a las carreras con zancos que se celebran en algunos pueblos, en la que podrá participar cualquier persona, independientemente de su género y orientación sexual, con los siguientes requisitos: 
 

-Calzar unos zapatos de aguja (o sea de tacón alto). 
-Vestir una prenda deportiva o una falda (mejor corta que larga, para que facilite el movimiento, pero depende de cada participante si quiere llevar mini- o maxifalda). 
-No correr con las manos en los bolsillos y no sujetarse a nada ni a nadie durante la carrera. 
-Parar en los dos puntos de avituallamiento que se habilitarán al efecto para coger un bolso y un vestido y pintarse los labios de carmín.

miércoles, 28 de junio de 2023

"No se sacrifican"

    “Los jóvenes de hoy día… no se sacrifican”. Oí sin querer que le decía por la calle una señora a otra con un amargo reproche. Yo hubiera querido meterme en su conversación y razonarle a la señora: “No estoy yo tan seguro de eso, señora mía. Sí que se sacrifican, creo yo, y probablemente más que nunca." Pero ¿qué entendemos por sacrificarse? Ah, ese es probablemente el quid de la cuestión. 

    Sacrificarse significa matarse y, por lo tanto, morir por algo o por alguien. "Sacrificar(se)" quiere decir "hacer(se) sagrado". Bien lo sabemos todos cuando decimos cosas como que hubo que “sacrificar”  al perro para dar a entender, por ejemplo, que hubo que matarlo para que no sufriera. El sacrificio es la consagración de la muerte como dadora de sentido a la vida: uno decide dar un significado a su existencia y se inmola. Su vida, que, si podía preciarse de algo, era precisamente de no tener ningún sentido, resulta así revalorizada, redimida.


    Así que, sí que se sacrifican, señora mía, quizá no por las mismas cosas por las que se sacrificó usted en su mocedad, pero sí por otras, como, por ejemplo, por un cuerpo de gimnasio, es decir, digno de exhibirse semidesnudo en verano en una playa, o por unas calificaciones sobresalientes, o por cualquier otra cosa. Los tiempos cambian que es una barbaridad, como decía el otro, pero no la naturaleza humana, que siempre ha gustado de sacrificios en aras del futuro, o sea, de la muerte.

    Sólo hace falta verlos cómo sudan la gota gorda levantando pesas, nadando infatigablemente en la piscina, pedaleando en la bicicleta estática o corriendo -haciendo 'running', dicen ellos- en la cinta de correr, entrenando en cualquier deporte o educación física que llaman ahora o culturismo, hipérbole de la cultura. 
 
 
    Sólo hace falta verlos cómo empollan sin ningún sentido crítico los apuntes que les endilgan en la facultad o el instituto y que les obligan a asimilar para, como se decía en sus tiempos, señora mía, “ser algo o alguien el día de mañana”, día que como algunos sospechamos no llega nunca porque no existe o, mejor dicho, porque sólo existe hoy en la mención que hacemos de él.

    "No fuera malo, señora mía, que no se sacrificaran. No sería malo porque eso significaría que estaban un poco más vivos de lo que están."
 

martes, 27 de junio de 2023

Antes que dios fuera Dios

    Un viejo lema heráldico castellano encapsulado en una cuarteta octosilábica reza: “Antes que dios fuera Dios, / y los peñascos peñascos, / los Quirós eran Quirós, / y los Velascos, Velascos”.

    Mucho ha dado que hablar la frase, especialmente por la primera parte, ya que parece inapropiado hablar de un tiempo anterior a Dios, que es el creador del tiempo y de todas las cosas que en él se desarrollan… ¿Ante qué nos hallamos? Ante algo que no sé yo muy bien cómo pudo dejarlo pasar la Santa Inquisición. Es verdad que hay otra versión menos irreverente, que reza, sin mencionar al ser supremo: Antes que el sol fuera el sol y los peñascos peñascos, y, como figura en la oficina de correos de Ciudad Rodrigo (Salamanca), corrigiendo la blasfemia heráldica: "Después de Dios, la casa de Quirós" y "Después de Dios, antes (de) que el sol fuera el sol y los peñascos peñascos, los Quirós eran Quirós y los Velascos Velascos".

     En su segunda parte se mencionan los nombres propios de las familias Quirós (o Muñoz, en otras versiones) y Velasco, cuyos linajes eran de un abolengo tan rancio que serían anteriores a la existencia de los nombres comunes y a las cosas mismas que mencionan, tales como los peñascos o el sol, o el dios, con anterioridad a que su nombre se convirtiera en nombre propio y triunfara en el mundo el monoteísmo sobre el politeísmo pagano que rendía culto a dioses y diosas.

    Cierto es que los nombres propios carecen de significado, a diferencia de los comunes, pero tienen una utilidad muy grande en nuestro mundo: sirven para marcar hitos tanto en el tiempo (cronónimos como enero, febrero, lunes, martes...) como en el espacio (topónimos como Murcia o Francia o Creta... ), así como para bautizar a las personas y de ese modo individualizarlas (antropónimos) y a los animales que domesticamos y que responden así a la llamada de nuestra voz de mando. 

    El nombre propio no deja de ser una marca comercial, y, en cierto sentido, es anterior y extraño o ajeno a los nombres comunes, que son palabras con significado, que forman parte del diccionario o vocabulario de la lengua. Los nombres propios pertenecen al acervo cultural, aunque hay interferencias entre unos y otros. 

    Los nombres comunes, a diferencia de los nombres propios, admiten fácilmente moción de número y género, lo que no impide el hecho de que algunos nombres propios se hayan convertido en nombres comunes y adquirido significado, como por ejemplo César, que era el sobrenombre de Gayo Julio César, y que se convirtió entre nosotros en sinónimo de emperador, y por lo tanto a raíz de eso admite la moción de número: los césares.

    Y si el nombre propio se puede convertir en común, también puede suceder lo contrario, que el nombre común se convierta en propio y pasemos a escribirlo con mayúscula, aunque eso es algo trivial y propio de la escritura, no de la lengua hablada. Es lo que sugiere el verso con el que arranca la cuarteta: “Antes que dios fuera Dios”, en el que se anula la oposición nombre común/nombre propio en el monoteísmo triunfante. Anteriormente había una moción de género (dios/diosa) entrecruzada con la de número (dioses/diosas), pero desapareció con la ascensión del nombre común masculino singular a la categoría de nombre propio.

    En las religiones monoteístas, en efecto, la divinidad no se distingue por tener un nombre propio, sino por un nombre común ascendido de categoría. Como dice Minucio Félix (Octauius, 18,10): No le busques un nombre propio a dios: su nombre es “dios”. Solo hay necesidad de nombre propios cuando hay que distinguir una multitud por sus individuos mediante los signos distintivos de las apelaciones; para “dios”, que es único, el nombre “dios” es el absoluto.

 

     De ahí viene la dificultad de traducir los nombres propios, esencialmente intraducibles: La divinidad llamada por los musulmanes “Alá” es la misma que los cristianos llaman “Dios”: como nombre común puede traducirse: “el Dios”, pero como nombre propio es intraducible: “Alá”. De hecho, cuando un musulmán pronuncia el takbir como profesión de fe: Allāhu ʾakbar suele decirse que significa: Alá es (el más) grande, y no traducirse como Dios es (el más) grande. Como dice Maurizio Bettini en su “Elogio del politeísmo” (Alianza Editorial, Madrid, 2016, pág. 72): El carácter único y exclusivo de la divinidad hace que el nombre común que la designa asuma el estatus de un nombre tan “propio” que no tiene equivalentes fuera del lenguaje compartido por el grupo que la venera.

lunes, 26 de junio de 2023

Invasión Extraterrestre

    Es curioso cómo los OVNIS, acrónimo de Objeto Volador (o Volante) No Indentificado, (calco de UFO, Unidentified Flying Object en la lengua del Imperio) han pasado a denominarse ahora FANIS o sea, Fenómenos Anómalos No Identificados (calco de UAP Unidentified Anomalous Phenomena), una denominación más genérica y abstracta que podría referirse a casi cualquier cosa, por ejemplo a una aparición de la virgen María o de algún ángel o arcángel del Señor.

    El cambio de terminología ha sido promovido por la NASA, que quiere ceñirse a los datos y “evitar teorías de la conspiración” en torno a una presunta invasión extraterrestre, que sólo con mencionarla, la están ya presentando ante nuestros ojos. 

    Estos OVNIS, rebautizados ahora como FANIS, aparecieron en el período de posguerra y dieron pábulo a una nueva ciencia o pseudo-ciencia, más bien, que era la Ufología, y a numerosísimas películas de ficción científica o científica ficción. Hoy día, la gente sigue atrapada por estas historias, y de cuando en cuando aparecen en los medios noticias referentes a avistamientos y a informes secretos guardados celosamente por los gobiernos. Nos encontramos con que hay gente que cree seriamente en ellos y gente que rechaza decididamente esas creencias que considera ridículas.

 

    La historia de los OVNIS se remonta, por lo menos, a 1947, cuando un piloto informó haber visto nueve objetos parpadeando en el cielo sobre el estado de Guásinton, haciendo maniobras extrañas y volando a velocidades supersónicas. La difusión del relato del piloto popularizó el término “platillo volador/volante”, de modo que fue utilizado por todo el mundo.  Los oficiales militares habían estudiado algunos de esos platillos y llegaron a la conclusión de que las naves eran de origen extraterrestre, pero les advirtieron que nunca revelaran el hecho. 

    En 2017, el New York Times y otros medios de comunicación e (in)formación de masas revelaron la existencia de un programa secreto del Pentágono dedicado a registrar ovnis, conocido como el Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas, o AATIP. El exdirector del programa era el denunciante. Los lectores estaban cautivados y desconfiados al mismo tiempo, por lo que el gobierno del Imperio se vio obligado a emitir un desmentido que no hizo más que enturbiar las aguas. 

     Seis años después, se repite la misma historia para distraernos del estrés postraumático de la pandemia y de la guerra de Ucrania y entretenernos con otros relatos: Al parecer, no estamos solos en el espacio universal. Un antiguo oficial de Inteligencia revela que el Imperio oculta en secreto restos de naves alienígenas, y ha llegado a presentar una denuncia contra el gobierno: "vehículos intactos", naves espaciales que no fueron fabricadas por humanos por lo que eran de origen extraterrestre en los que se habían hallado "pilotos muertos". Según él el gobierno tiene evidencia científica de naves espaciales creadas por una inteligencia -¿artificial?- no humana de origen desconocido.

    Es comprensible que a muchas personas les resulte tentador imaginar que el Gobierno estadounidense ha estado ocultando la existencia de naves espaciales extraterrestres recuperadas, porque la función del Gobierno es mentir, engañar y ocultar la verdad, presentándonos en su lugar la realidad, pero también hay quienes mantienen una actitud escéptica sobre el tema, dado que el denunciante se basa en testimonios indirectos y no en su experiencia visual directa y personal.

    ¿Qué hay detrás de estos avistamientos? ¿Son visiones o alucinaciones? Lo cierto es que es harto difícil establecer la verdad sobre el fenómeno ufológico. ¿Se trata de alucinaciones individuales o colectivas? ¿Están los testigos de tales apariciones bajo influencia de proyecciones psicológicas de un inconsciente colectivo que hunde sus raíces en la antigüedad? ¿Serán los extraterrestres, selenitas o marcianos, reencarnaciones de los dioses mitológicos?  No nos corresponde a nosotros creer o dejar de creer en los ovnis o fanis. Sin duda, son reales, en el sentido de que forman parte de la realidad como fenómenos psíquicos, pero no podemos afirmar ni negar su realidad física, por así decir, ni su origen extraterrestre, ni si se trata de seres angelicales custodios que están dispuestos a aterrizar para salvarnos o, por el contrario, son demonios que vienen a destruirnos.

    Cumplen, eso sí, una función en nuestras vidas. Sirven como consuelo de nuestra humana existencia, huérfana de experiencias religiosas, y son un mito moderno alimentado por la ciencia que es ficción y la ficción que es ciencia. No podemos negar que los ovnis o fanis son reales, como la vida misma, lo que no quiere decir que sean verdaderos. 


domingo, 25 de junio de 2023

Enrevesamientos

Enrevesado:  adj. Difícil, intrincado, oscuro o que con dificultad se puede entender.
 
Reunión familiar, Laurie Lipton (2005)

1.- Nos han enrevesado las cosas de tal manera que hemos interiorizado que lo bueno es malo y que lo malo es bueno.
 
2.- Carta a los Reyes Magos (con acuse de recibo a Papá Noel, Santa Claus y San Basilio): Sé quienes sois de verdad. Os he desenmascarado: No es que los Reyes Magos seáis los padres, que eso lo he sabido desde siempre, es que, además, NI MELCHOR, NI GASPAR NI BALTASAR (NI SUS SUCEDÁNEOS COCACOLEROS DE SANTACLAUS, PAPÁ NOEL Y EL ORTODOXO SAN BASILIO) NI, POR SUPUESTO, LOS PADRES EXISTÍS DE VERDAD.

3.- Si no te tocó el premio gordo de la lotería, te has librado de su lluvia de millones. No te consueles pensando que por lo menos tienes salud y amor. La salud y el amor son frágiles; en cuanto les tocas un poco, aunque sólo sea denominándolos por su nombre, se rompen. Conque ninguna de las tres cosas que hay en la vida constituyen la felicidad, que no existe: Ni salud ni dinero ni amor: lo mejor es el olvido de todo ello.

4.- Al final de los cuentos infantiles todos son felices, menos, claro está, pobres, las perdices que se comen unos y otros para saciar la voracidad de sus estómagos agradecidos por el final feliz.

5.- La virginidad no es más que una membrana insignificante de la que se puede prescindir fácilmente.

6.- Conozco muy bien el infierno: desde que nací estoy pisando su empedrado.

7.- Pobrecito Satanás, pobrecito Belcebú, pobrecito Lucifer, piensas que eres tan malo que no hay nadie peor que tú, pero vamos a ver: hay muchísimos hijos de la grandísima puta que te han dejado muy atrás, tantos que si se echaran de pronto a volar, como cantaba el otro, no veríamos el sol.

8.- Vota a Nadie: Nadie es el mejor. Si votas por su candidatura y sale Nadie elegido por amplia mayoría, será el mejor presidente del gobierno que hayamos tenido a lo largo de esta democracia constitucional.



9.- No metas el pájaro que vuela en una jaula: tendrás un ser alado pero sin el vuelo que lo caracterizaba y que le daba la libertad: tendrás, si lo enjaulas, un pajarillo muerto.

10.- ¿Qué nos ha enseñado nuestro estupendo sistema educativo después de imponerse obligatoriamente a toda la población hasta los dieciséis años? -A aburrirnos y a no enterarnos absolutamente de nada de lo que pasa, ni siquiera del aburrimiento que nos invade y que nos entra cuando nos ponemos a estudiar lo que nos mandan.

11.- No nos van a dar las uvas, porque las uvas se las dan a los tontos de capirote que se atragantan al son de las doce campanadas de media noche de un reloj que les marca el paso a ellos y que da paso a un calendario que proclama como nuevo un año que ya es viejo antes de haber nacido. No dejes que entre el año que viene de la era cristiana, dale con la puerta en las narices o échale la zancadilla para que resbale, se caiga por las escaleras abajo y no vuelva a asomar por la puerta del calendario su miserable hocico.

 

sábado, 24 de junio de 2023

¿Para qué servía el pasaporte sanitario?

    ¿Para qué coño servía el pasaporte sanitario o Certificado Digital COVID de la UE, que entró en vigor el 1 de julio de 2021, y que expirará el 30 de junio de 2023, y está, por lo tanto, todavía vigente a día de hoy, aunque no se exija ordinariamente? Para poder viajar, respondían, con toda seguridad por el territorio de la Unión certificando que uno estaba inmunizado. Pero ¿quién está inmunizado en este siglo XXI? Nadie. La medicina ha progresado tanto que quien más quien menos padece alguna que otra enfermedad, si no unas cuantas simultáneamente, y puede contagiarse o contagiarlas.
 
    Pero ¿no teníamos ya, además, un pasaporte para poder viajar? Sí, pero no incluía nuestros datos sanitarios.

 La Organización (Mundial ¿de la Salud?) propone ahora para remediar  esa carencia hacer extensivo a todos sus países miembros el salvoconducto europeo que está a punto de caducar, para el que era preciso haberse vacunado contra el virus coronado, lo cual facilitaba la movilidad por la Unión Europea dificultándonosla a los que no nos habíamos sometido a los pinchazos reglamentarios.
 
 
 
    Curiosa paradoja. Lo hacen, aseguran, por nuestro bien, para que podamos viajar seguros. Pero ¿qué seguridad es esa? Está más que demostrado ya a estas alturas de la película de ficción científica de la pseudopandemia que las inoculaciones necesarias para obtener el salvoconducto que nos permitiera viajar no garantizaban nuestra protección ni la de los demás. Podíamos estar “inmunizados”, como decían ellos, y no solo contraer la enfermedad, sino además contagiarla con total impunidad, pero teníamos licencia para viajar.
 
     Los que nos opusimos al pasaporte de la infamia dijimos que se trataba más de una medida política de control digital de la población que sanitaria. Y teníamos razón a la vista de lo que ha pasado: que ha venido la Organización (Mundial ¿de la Salud?) y ha acordado adoptar el pasaporte covid europeo, green pass, health pass, certificado covid o como demonios quiera llamarse,  y hacerlo extensivo a sus países socios. 
 
     Se ha comparado el pasaporte de las personas vacunadas contra el covid-19 con el pasaporte sanitario alemán Gesundheitspass nazi, pero los chequeadores de hechos o verificadores dicen que no son comparables, porque todas las comparaciones son odiosas y más las que parangonan la democrática Unión Europea actual con el III Reich nacionalsocialista alemán, o el flamante código QR en nuestro móvil último modelo con una tarjeta cutre con esvástica nazi y escritura gótica. Pero se trata del mismo perro controlador con distinto collar.
 
     Gesundheitspass des hauptamtes für Volksgesundheit der NSDAP Pase de salud de la oficina principal de salud pública del NSDAP Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei , partido nacionalsocialista obrero alemán. 
 
    En la Alemania nazi, no se podía acceder a museos, edificios públicos, teatros, escuelas, lugares de trabajo, etc. sin el correspondiente pase sanitario, que el titular propietario debía llevar siempre consigo y presentarlo al médico en caso de enfermedad (Der Inhaber hat den Pass stets bei sich zu führern, im Krantheitsfalle dem Artzt vorlegen). En la Francia del siglo XXI, para no hablar de nuestras Españas, donde sucedió lo mismo prácticamente, fue obligatorio desde el 9 de agosto de 2021 para acceder a ciertos lugares públicos y realizar determinadas actividades. El documento se exigía, por ejemplo, para entrar a un bar o un restaurante o viajar en aviones y trenes de larga distancia. Y lo curioso del asunto es que eran los propios dueños de esos establecimientos los que lo exigían, no la policía, por lo que los ciudadanos se convertían en controladores de sus compatriotas.  
 
   
    ¿Qué hay detrás de eso? Pues ni más ni menos que el progreso de la identidad digital, que es nuestra reducción no sólo a un nombre propio y a un número identificatorio, como en la actualidad, sino a todos nuestros datos sanitarios, económicos y ecológicos, como nuestra huella de Carbono, cuya privacidad seguirá dependiendo, nos dice la Organización Mundial ¿de la Salud? por boca de su impresentable presidente, para tranquilizarnos, que seguirá teniéndolos cada gobierno. Parece que vamos de cabeza al sistema chino de control social digital, y la mayoría no dice ni mu. Y vale más que no les pregunten a nuestros conciudadanos porque la mayoría seguro que  asiente sin reparos.