Desde el 22 de febrero del presente año, casi sin darnos cuenta, está operativa en toda la curtida piel de toro de las Españas de Dios y presente en nuestros teléfonos móviles la aplicación tecnológica ES-Alert, después de haber sido probada escalonadamente en determinadas zonas de todas las españitas o reinos de taifas durante los meses de octubre y noviembre, como dábamos cuenta de ello aquí.
ES-Alert es un engendro integrado en la Red de Alerta Nacional, gestionado por el Ministerio del Interior a través del Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM) de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias.
Esta tecnología, que nos ha venido impuesta por la Unión Europea, le permite al Gobierno enviar mensajes de alerta generalizados a la población en situaciones de catástrofe, a través de una aplicación que está insertada en los teléfonos móviles. El mensaje será bilingüe, en español y, como no podía ser menos, en la lengua del Imperio, que es la de la Unión Europea, que nos quiere a todos angloparlantes.
Es un sistema que se conoce también con el nombre de 112 inverso, porque en lugar de ser los ciudadanos los que llamando a ese número advierten de una emergencia a las autoridades, son ahora estas las que alertan a la ciudadanía.
En primer lugar parece algo positivo y útil en casos de emergencia real, pero tengamos en cuenta que puede haber falsas emergencias. Además, siempre ha habido catástrofes y nunca hasta ahora una invasión de nuestra privacidad, en lo más íntimo que es nuestro teléfono supuestamente inteligente.
Como señala el filósofo italiano Diego Fusaro, el hecho provoca algunas perplejidades, como, por ejemplo, que el gobierno pueda como el Gran Hermano declarar una emergencia irreal ante un enemigo invisible dándonos órdenes orgüelianas como las que ya hemos padecido: no salgas de casa, mantén la distancia social, ponte la mascarilla, vacúnate...
La segunda perplejidad es que la citada aplicación se puede desactivar -yo mismo la he desactivado en mi dispositivo-, pero no desinstalarse, porque viene de fábrica. En el caso de un móvil como el mío con el sistema Androide, se va al menú de “Ajustes”, de ahí a “Seguridad y emergencias”, después a “Alertas de emergencias inalámbricas”, y ahí se puede desactivar la opción, que viene ya activada de “Permitir alertas”, y quitarle la vibración y el pitido al móvil. Allí se encuentra instalada y activada por defecto la opción que nos ocupa de “Pre-Alerta de Protección Civil”.
El Gobierno, en efecto, a partir de ahora puede declarar las emergencias reales o irreales que desee: fenómenos meteorológicos adversos, erupción de volcanes, terremotos, epidemias o accidentes químicos, entre otras catástrofes, porque de lo que se trata es de convertir la excepción en regla, y en términos de Giorgio Agamben, imponer el Estado de Excepción, es decir, la suspensión provisional y extraordinaria del orden jurídico, como paradigma normal de gobierno.