Preparando la traducción del poema In terra summus... incluido en el cancionero de los Carmina Burana (CB 11) sobre el poder del dinero, me he encontrado con algunos otros versos marginales de los manuscritos. Son versos leoninos como los cincuenta que componen este poema, caracterizados formalmente por su hechura clásica cuantitativa, hexámetros dactílicos como los de Homero o Virgilio, que contienen ya la invención moderna de la rima, desconocida por la poesía griega y latina antiguas, que parte el verso en dos hemistiquios, subrayando la cesura medial. Todos ellos contienen la palabra "nummus", que significa moneda, dinero, de donde a
través de su derivado numisma procede nuestra numismática o estudio de monedas. La etimología, por cierto, de 'moneda' nos retrotrae más de dos mil años al templo de la diosa Iuno Moneta, o Juno Consejera o Monitora (del verbo monere 'aconsejar'), junto al cual templo se acuñaba lo que pasaría a denominarse "moneda", o simplemente "money" en la lengua del Imperio.
El dinero, precisamente, es el tema sobre el que versan estos versos, que pueden
leerse como si fuesen aforismos, dado que cada uno configura por sí solo un micropoema, por así decirlo, monóstico o compuesto de un solo verso que se
parte en dos por la rima interna.
Nummus erit princeps / et erit rex, papa deinceps.
(Príncipe, rey y vicario / de Cristo será don Denario).
Literalmente dice "el dinero será príncipe, y será rey, y finalmente papa". (He recurrido en mi versión a la invención etimológica de don Denario a imagen del Don Dinero de la letrilla satírica quevediana para
traducir el latín 'nummus' en este caso. El término 'dinero', por cierto, es un derivado del 'denarius' que se conserva en castellano como cultismo, 'denario', nombre de la moneda
romana de plata que equivalía a diez ases, y que ha dado origen al mismo tiempo a nuestro término patrimonial
'dinero', que pasó a ser el nombre común del vil metal en general. En realidad
denarius era un adjetivo que significaba 'de diez' y que acompañaba
habitualmente al sustantivo nummus 'moneda': la fórmula denarius nummus acabó simplificándose al desaparecer y sobreentenderse el sustantivo nummus, como sucede
tantas veces en las lenguas, como en los ejemplos castellanos : un
(cigarro) puro, un (vino) blanco en los que el adjetivo ha
acabado sustantivándose y haciendo las veces del nombre.
Stat resupina solo / pro nummo femina solo.
(Podría ser una aproximación la traducción: Sólo la hembra se acuesta / a cambio del precio que cuesta). El latín juega con una 'falsa' rima, dado que el primer sŏlō
(suelo) con o breve no es idéntico al segundo sōlō (solo) con o larga. Revela este hexámetro no tanto la misoginia en general de sus autores, sino la aversión particular a las mujeres que venden sus favores prostituyéndose. La mujer sólo se mete en el lecho, literalmente sólo se tumba de espaldas en el suelo, si media el dinero.
Pro Nummo plorat, / pro Nummo clericus orat. (Por don Dinero llora, / por Él el clérigo ora).
Se hace eco este verso del anticlericalismo de sus autores, aquellos golfos goliardos medievales aficionados al vino de las tabernas y a cantarles las cuarenta, amantes también del juego, a los clérigos que deploran el poder que tiene el dinero sobre los hombres y que a la vez pasan el cepillo o cepo, o sea la caja que servía para recoger las limosnas en la iglesia.
Nummus emit villas, / struit urbes, destruit illas. (Compra fincas, costruye / ciudades Mammón y destruye).
Traduzco aquí Nummus por Mammón, con el nombre bíblico del personaje del demonio de la avaricia y la codicia que encarna el poder costructor y a la vez destructor del dinero.
Cuius bursa sonat, / hunc totus mundus honorat. (Al que le suena la bolsa, / el mundo entero le gloria).
Este hexámetro tiene la peculiaridad de la rima asonante o parcial, reducida solo al eco de las vocales, y presenta la novedad de referirse al dinero con "bursa", la bolsa, faltriquera, cartera o monedero en el que se guardan las monedas. La expresión "bursa sonat" recuerda al dicho catalán que popularizaron los comerciantes italianos Barcelona es bona si la bossa sona.
Dum
mea bursa sonat, / hospes mihi fercula donat. (Si
mi bolsa resuena, / me da el mesonero la cena. Otra versión posible, respetando más la música que la letra, podría ser Mientras la bolsa me suena, no falta en la mesa la cena).
Lex datur a summo / quod nemo bibat sine nummo.
Ley de lo alto no aprueba / que haya sin plata quien beba.
A imagen y semejanza de este verso tabernario, se me ocurría a mí este otro hexámetro dactílico perfectamente clásico y leonino, que indica no sólo como decía el goliardo medieval que sin dinero no se podía beber en la taberna, sino que ahora no se "puede" simplemente vivir ya sin dinero, al menos eso es lo que se nos dice desde las altas esferas para hacer que lo creamos: Lex datur a summo / ne quis uiuat sine nummo: Ley se nos da de arriba / que no haya sin pasta quien viva.
...del Don Dinero de la quintilla satírica quevediana para traducir...
ResponderEliminarCreo que lo de Quevedo es una letrilla, no una Quintilla. Creo.
Cierto, corrijo en la página. Gracias. (Me ha traicionado la rima en -illas).
ResponderEliminarLa virtualidad se ha hecho virtud y es ocasión para el dinero que en su ficción
ResponderEliminarnecesita miseria, ruina y muerte para
glorificarse y sostenerse.