martes, 14 de diciembre de 2021

Panfleto contra la vacunación infantil contra Covid-19

NO SACRIFIQUEN A SUS HIJOS
 

 
       LOS NIÑOS NO MUEREN DE ESTA NUEVA ENFERMEDAD. Tampoco enferman de ella, al menos no de gravedad. Y tampoco tiene ningún sentido dejar que los vacunen a ellos para, supuestamente, proteger a los adultos. ¿Acaso no están prácticamente todos los adultos vacunados?     
 
    LOS NIÑOS NO SON UN PELIGRO PARA LA SALUD DE LOS DEMÁS. Durante todo este curso las escuelas han estado funcionando y no ha pasado nada. Son los medios junto con el gobierno los que afirman que el virus ataca más a los niños. Si aumentan los casos entre los niños es sólo porque les están haciendo más pruebas con el objeto de asustar a los padres para convencerlos de que tienen que dejar que a sus hijos les pongan la vacuna.     
 
    LO QUE SÍ ES UN PELIGRO SON ESTAS LLAMADAS VACUNAS que se quiere inyectar a los niños, unas vacunas que se han fabricado a toda prisa, sin los controles de seguridad habituales. Entre niños y adolescentes como consecuencia de ellas se dan muchos casos de inflamación del corazón (pericarditis y miocarditis) que pueden dar lugar a la muerte o a una lesión cardíaca permanente. Hay también casos de enfermedades autoinmunes y otros muchos daños graves, y es muy posible que cause problemas de esterilidad. Parece que los niños pueden tener más reacciones adversas precisamente porque su cuerpo puede reaccionar con más fuerza contra el veneno que es la vacuna.     
 
    Dicen que los beneficios de vacunar a los niños superan a los riesgos. Beneficios ¿para quién? porque el riesgo es para los niños. ¿SACRIFICARÍA USTED A SU HIJO POR EL BIEN DE LA POBLACIÓN?     
 
    Por eso hay tantos médicos y científicos pidiendo que no se vacune a los niños, aunque la televisión y los medios no lo digan. Es cierto que hay también muchos médicos que no se han dado cuenta de todo esto y dirán que vacunar a los niños es bueno y necesario. Pero pídales usted a esos médicos que le pongan esa recomendación por escrito y se la firmen (como hacen con las recetas de los medicamentos normales) y ya verá como ninguno quiere hacerlo.
 
     ¿Va usted a poner en peligro la vida y la salud de su hijo dejando que le inyecten una sustancia que no es necesaria ni para proteger su salud ni la de los demás y que en cambio provoca multitud de daños?  Si no lo tiene claro, espere al menos hasta pensarlo mejor: su hijo no va a perder la oportunidad de vacunarse si no acude a la primera ocasión.
 
    (Este panfleto es un resumen extracto de este otro, que puede descargarse íntegro en este enlace. Se ruega su difusión por todos los medios. Puede imprimirse y repartirse a la puerta de los colegios o de los Centros de Salud).      

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