viernes, 24 de diciembre de 2021

El parto de la estanquera

    Cuadrillas de amigos iban pidiendo el aguinaldo por las casas en las fiestas navideñas, cantando villancicos burlescos, con su melodía tradicional y conocida pero sustituyendo el texto, con lo que conseguían mezclar la solemnidad del misterio sagrado del Nacimiento que se celebraba con chocarrerías burlescas de todo tipo, desde el escarnio del vecino que no daba una generosa propina hasta comentarios obscenos e irreverencias religiosas.
 
    Algunas coplas unen a la celebración del Nacimiento del Niño el recuerdo de su futura pasión y muerte, lo que no deja de ser una metáfora de su entrada en la sociedad adulta, como esta por ejemplo donde el Niño, siguiendo el oficio de su padre, talla la propia cruz de madera en la que será crucificado, argumento que parecería en principio poco propicio a la alegría de las entrañables fiestas navideñas: San José era carpintero / y la Virgen costurera / y el Niño labra la Cruz / porque ha de morir en ella. 
 
    Otras coplas forman parte ya del acervo de la cultura popular, como por ejemplo: Esta noche es Nochebuena / y mañana Navidad, / saca la bota, María, / que me voy a emborrachar. Coplas como esta resucitan de alguna manera el espíritu pagano de las romanas saturnales y bacanales que celebraban por estas fechas la vuelta a la Edad de Oro y al reinado anárquico de Saturno, que coincidía con el Nacimiento del Sol Invicto o solsticio del invierno.
 
 

    O esta otra copla también popular: La Pascua se va y se viene, / la Pascua viene y se va, / y nosotros nos iremos / y no volveremos más, y su versión alternativa: La Nochebuena se viene, / la Nochebuena se va, / y nosotros nos iremos / y no volveremos más
 
Niños recogiendo el aguinaldo, grabado de J. Cuevas
 
     Una de estas coplas burlescas se la oí a un anciano que la recordaba de su infancia en tiempos de la guerra civil española. Se la cantaban según él los niños republicanos a una familia nacional que poseía la franquicia de tabacos de un estanco a donde iban a pedir los aguinaldos: Esta noche es Nochebuena, / noche de comer patatas, / que ha parido la Estanquera / un burro con cuatro patas. He encontrado las siguientes variaciones del mismo tema del parto de la estanquera: Esta noche es Nochebuena, / noche de pelar patatas, / que ha parido la estanquera / un costal con garrapatas. Modificando las patatas por los turrones, lo que ocasiona un cambio también de la rima, que provoca otro parto: Esta noche es Nochebuena, / noche de comer turrones, / que ha parido la estanquera / una cesta de ratones. Y sustituyendo el resultado del parto: Esta noche es Nochebuena / y no es noche de dormir / que ha parido la estanquera / un marrano (o gorrino cochino en otras versiones) jabalín. Y también: Esta noche es Nochebuena / y mañana Navidá, / que ha parido la estanquera / una cabra colorá.
 
    Al motivo surrealistas del parto de la estanquera, se unía la irreverencia religiosa cuando se modificaba el estribillo del villancico tradicional y se cantaba: Pastores venid, pastores llegad / a adorar, a adorar al burro / que ha nacido ya. 
 
Grafito de Alexámeno: Alexámeno adora a su dios (siglos I-II )
 
    La identificación del Niño Dios con un burro me recuerda al grafito de Alexámeno, que se considera la primera representación gráfica además de burlesca de la crucifixión de Cristo, encontrado en el Palatino de Roma y que remonta a los siglos I o II de la era cristiana. La leyenda del texto griego dice: Αλεξάμενοϲ ϲέβετε θεóν Alexámenos sébete theón, donde ϲέβετε se interpreta no como lo que parece a primera vista, el imperativo plural o la segunda persona del plural del Presente de Indicativo Activo del verbo ϲέβω, sino como ϲέβεται, la tercera persona del singualar del Presente de Indicativo de ϲέβομαι  pronunciado a la latina, y significaría: Alexámeno adora a su dios. Se considera el grafito una representación satírica del cristianismo.

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