martes, 9 de enero de 2024
Contra el sufragio universal femenino (y masculino).
lunes, 8 de enero de 2024
El sueño de Giuseppe Tartini
Dicen que el compositor barroco Giuseppe Tartini (1692-1770) soñó una noche que hacía un pacto con el demonio a cambio de su alma inmortal. Todo salía a pedir de boca: el calumniador -que es lo que antiguamente significaba el nombre de “diablo”, tan calumniado él por la iglesia católica, apostólica y romana, se ponía humildemente a su servicio dispuesto a cumplir hasta sus más mínimos deseos.
Tartini le ofrecía en el sueño su violín y le pedía que tocara algo para él. Su satánica majestad, ni corto ni perezoso, tomaba el violín entre la clavícula y la barbilla, y comenzaba a interpretar una sonata inédita, literalmente jamás oída antes, con tanto arte, virtuosismo, esmero y maestría que Tartini se quedó extasiado, encantado y transportado al otro mundo. Había merecido la pena la transacción económica de su triste alma a cambio de aquella auténtica belleza. Desfallecía arrobado ante tanta maravilla y quería morirse si no fuera porque quería seguir escuchando una y otra vez y que no acabara nunca aquella mágica melodía que era, como la de Orfeo, capaz de resucitar a Eurídice y con ella a todos los muertos y darles a cambio de sus tristes almas la vida verdadera. El gozo que experimentaba era tan grande que de pronto le faltó aire y despertó brusca- y súbitamente de su sueño.
El diablo no estaba. Aquel pobre demonio, cuya esencia era totalmente negativa, que disuadía del emprendimiento de cualquier acción y nunca daba órdenes, había desaparecido. El violín había enmudecido. Su música evanescente también. Tartini tomó el instrumento apresuradamente entre sus manos temblorosas de la emoción, lo acercó a su barbilla e intentó interpretar la maravilla que había escuchado, al mismo tiempo que escribía frenéticamente sus apresuradas notas en una partitura queriendo retener desesperadamente su vuelo para que no se escaparan, para que no se perdieran.
Al cabo de un tiempo que no sabría definir pero que pasó como un suspiro o una exhalación, había compuesto una sonata que a su juicio era lo mejor que había escrito sin ningún género de duda, y que llamó El Trino del Diablo. No podía titularla de otra forma porque en música se llama trino a la rápida y alternada sucesión de dos notas musicales de igual duración entre las que media la distancia de un tono o de un semitono.
El inicio de ese trino, su melodía y su cadencia, venidas del más allá por así llamar al lugar que está no se sabe dónde, es de lo más hermoso que se haya nunca compuesto y escuchado.
La Sonata para violín en sol menor, “El Trino del
Diablo” de Giuseppe Tartini, interpretada aquí por Caroline Goulding (violín) y Shuai Wang (clave), consta de cuatro movimientos: Larghetto affettuoso,
Allegro moderato, Andante y Allegro assai-Andante-Allegro assai.
domingo, 7 de enero de 2024
Otra vez la mascarada
sábado, 6 de enero de 2024
Ni oro ni incienso ni mirra: una mierda.
viernes, 5 de enero de 2024
El doctor Knock ha cumplido cien años.
jueves, 4 de enero de 2024
¿¡Todabía, con be de burro!? (y II)
(Rememoración de Anna Mahé)
Recojo la noticia de la simplificación de la ortografía francesa que emprendió la anarquista Anna Mahé (1882-1960), nacida en Bretaña, que fue institutriz y compañera con su hermana Amandine del también anarquista Albert Libertad, que consagró gran parte de su actividad literaria a dicha tarea de reforma de la ortografía, publicando, antes de la primera guerra mundial, artículos en diversos medios libertarios franceses, que fueron recogidos en el folleto titulado L'hérédité et l'éducation (ortografe simplifiée), publicado en París por Imp. de L'anarchie con un prefacio de su compañero Albert Libertad, traducido al español por A. Cruz con el título “La herencia y la educación” y aparecido en París en 1911 en la misma editorial, ausentes ambos libros ¿inexplicablemente? de la BnF o Bibliothèque Nationale de France, por lo que no he podido consultar ni el original ni su versión española.
Por la cita que reproduce Le Monde Diplomatique, tomada de la revista L'anarchie, de un artículo de la autora que trata sobre la reforma de la educación y la ortografía, deduzco que la reforma iniciada por Anna Mahé era muy timorata todavía, a juzgar por la conservación, entre otras, de la hache inicial y por la salvaguarda de la "y" griega: «Démontons la pédagojie oficièle faite pour fabriquer des esclaves. Bâtissons une pédagojie qui conviène à des cerveaus d’homes.» La traducción de esa frase, con ortografía reformada española, sería: “Desbaratemos la pedagojía (sic) ofizial (sic) echa (sic) para fabricar esclabos (sic). Costruyamos (sic) una pedagojía que conbenga (sic) a los zerebros (sic) de los onbres (sic).”
En la traducción se ha aplicado la generalización la grafía “j” para el fonema /x/ que unas veces se escribe en castellano “j” y otras “g” (pedagojía, por pedagogía, como ya había hecho entre nosotros por las mismas fechas Juan Ramón Jiménez por su cuenta), se ha generalizado la grafía “z” para el fonema /θ/, que unas veces se escribe “z” y otras “c” cuando va generalmente delante de las vocales “e” e “i”, y “de la grafía “b” para los grafemas “b” y “v” (esclabos, conbenga en lugar de esclavos y convenga), supresión de la hache inicial, dado que no se pronuncia, (echa, onbres -donde por cierto no hay que respetar la regla ortográfica de que "n" antes de "p" y "b" pero no de "v" se escribe "m"- en vez de hecha y hombres).
Tomo nota también de la noticia que da la historiadora Anna Steiner sobre la ausencia de la mayúscula en el título del semanario L'anarchie, que fue impuesta por Anna Mahé, partidaria como era de la simplificación de la escritura, lo que conllevaba, entre otras normas, la desaparición de las letras mayúsculas, que duplican innecesariamente la tarea de escribir la lengua hablada.
Según Anna Mahé, citada por Anne Steiner, las normas ortográficas están al servicio de una estrategia de distinción llevada a cabo por la burguesía: arbitrarias como son, sobrecargan el cerebro infantil y retrasan la adquisición de la capacidad de redactar. Recuerda ella que en el siglo XVIII se escribía el francés como se quería, y que los manuscritos de Voltaire o del marqués de Sade contienen a veces las mismas palabras escritas con grafías diferentes porque no estaban fijadas las reglas todavía. Fue en el siglo XIX cuando la burguesía, constituida como clase dirigente y élite cultural, quiso marcar la diferencia imponiendo al pueblo la ortografía fijada por la Academia.
miércoles, 3 de enero de 2024
¿¡Todabía, con be de burro!? (I)
martes, 2 de enero de 2024
Fiebre napoleónica
Aprovechando el revuelo generado por la película 'Napoleón' (2023) de Ridley Scott, protagonizada por Joaquin Phoenix, una página güeb llamada Napoleon-world comercializa bustos del emperador en colores llamativos, destacando el rosa caramelo al estilo Barbie, a fin de llegar a un público mundial -global que dicen ahora- cada vez más joven, internacional e iconoclasta, convirtiendo a Bonaparte en un ídolo popular.
Presentan estos bustos multicolores una iconografía típica y tópica de Napoleón Bonaparte con su uniforme de coronel de los caballeros de la Guardia Imperial, sin olvidar detalles iconográficos importantes como la mano metida bajo la solapa de la chaqueta, las medallas en el pecho y, por supuesto, su legendario e icónico bicornio.
Para los amantes del Napoleón más clásico, comercializan otro busto inspirado, si no copiado, de la obra neoclásica de Antoine Denis Chaudet (1763-1810) con corona de laurel símbolo de la paradójica victoria de Apolo que conquista a la ninfa Dafne que se convierte en un arbusto lauráceo, al estilo Julio César, el cual, presumido como era, gustaba de llevarla para disimular su incipiente calvicie.
Tratan de rehabilitar así la imagen y la 'grandeur' de Napoleón y de La France, porque se sea o no fiel a su política, a la persona y a lo que representa, Napoleón es como Julio César, Alejandro Magno o Gengis Khan un personajón histórico, un Gran Hombre que, como dice la carátula de la película "salió de la nada, lo conquistó todo", y marcó su época, un líder excepcional que arrastró a miles de hombres que le siguieron a los campos de batalla a morir por la patria y las ideas. En Francia es un héroe nacional que, entre otras cosas, instituyó el Código Civil creó el Banco de Francia y reafirmó el derecho a la propiedad privada... Por eso algunos gustan del Napoleón tricolor con los colores patrios azul, blanco y rojo de la bandera nacional.
lunes, 1 de enero de 2024
Pareceres (XXXVII)
181.- La mejor traducción: No hay una traducción definitiva en absoluto de ninguna obra literaria. Si existiera algo así, no habría ninguna necesidad de traducir periódicamente los mismos textos una y otra vez. En cambio, vemos que cada cierto tiempo aparecen nuevas traducciones de muchísimas obras que tienen ya decenas de versiones a un mismo idioma, lo que se debe, entre otros motivos, a que las lenguas cambian, evolucionan como organismos vivos que son. Algunas palabras caen en desuso y otras entran de repente en la lengua, dependiendo de modas y costumbres, por eso lo ideal sería leer las obras en su versión original pero como non omnia possumus omnes y nuestros conocimientos de otras lenguas son siempre muy limitados, tenemos que recurrir a las traducciones, a falta de poder beber de las fuentes originales. Las traducciones envejecen, se hacen obsoletas con el paso del tiempo, por eso hay que rehacerlas constantemente.
182.- Prostituir(se): El verbo latino «prostituere» es verbo compuesto de «pro» y «statuere», con el sentido primigenio de 'estar frente', 'estar a la vista', de donde acaba significando “estar expuesto a la venta”, vía exponerse a la codicia o antojo del deseo. Dícese tanto de los vendedores que están frente a sus tiendas para anunciar sus productos como de los productos mismos que se exponen para su venta en el escaparate de la tienda. Especialmente, dícese de quienes PRO-ST-itυyen a otros o se PRO-ST-itυyen a sí mismos poniéndose frente al PRO-ST-íbυlο (destaco con las mayúsculas el preijo PRO- y la raíz simple -ST- del verbo stare que comparte con statuerel). Horacio usa ese verbo una vez referido a su libro que había de ponerse en venta, y que estaba impaciente por salir a la luz y exhibirse, al igual que un joven esclavo deseoso de hacer la calle, como dice Moralejo en su traducción de las Epístolas horacianas. El autor le previene a su libro que va a aparecer en el mercado de lo que le espera, y que lo hará arrepentirse cuando su amante se harte de él. Ha de gustar a todos mientras esté en la flor de la vida; pero a la postre acabará devorado por las polillas o exiliado en algún remoto lugar. Más aún, acabará rebajado (¿o elevado?) a la categoría de libro escolar, es decir, de lectura obligatoria de los escolares.

183.- Más o menos. Este desgraciado planeta Tierra, y nosotros, sus humanos habitantes, que gira dentro del sistema solar no alrededor del Sol, sino de la palabra “más” debería rectificar su órbita y ponerse a girar sensu contrario, en torno a la palabra “menos”, y en vez de ir a más, ir a menos: menos policías, menos fronteras, menos guerras, menos terratenientes, menos cárceles, menos ideologías, menos religiones…
184.- ¿Año nuevo? Se nos va del calendario y de la agenda 2023. Creía yo ingenuamente el año pasado que éste iba a ser el año en el que menos idiotas iban a cruzarse en mi camino, y lamento haberme equivocado, así que volcaré todas mis esperanzas en el año nuevo que dicen que ha comenzado ya, anoche después de las doce campanadas, aunque en realidad siempre he sospechado que no hay años nuevos, que siempre es el mismo año que se repite una y otra vez y que renace cuando finaliza. Pero no dejo de reconocer el éxito que tiene el cambio numérico de año, que da la falsa sensación de que cerramos un ciclo para abrir otro con nuevas y diferentes expectativas e ilusiones, y más cuando, como es el caso de un servidor, uno ya es más viejo que el catarro de Matusalén. Pero también debo agradecer, y no dejo de hacerlo, el estar rodeado de gente que mantiene una de las características más elementales y básicas del género humano, que es la de ser animales sociales, que se empeñan, pese a todas las recomendaciones sanitarias, en no guardar la distancia social con sus congéneres. Quien conserva esta característica es grato para mí, quien la ha perdido es uno de esos idiotas que tanto se han cruzado en mi camino, como he dicho más arriba, alguien que es mejor que se mantenga alejado y distanciado, dentro de su idiocia particular, putodefendiendo, como dicen los jóvenes ahora anteponiendo el prefijo puto- a las palabras que quiere denigrar, su limitación putomental.
185.- Terrorismo sanitario. Ante el repunte de enfermedades respiratorias como la gripe A y B (pronto vendrán la C, la D... y sucesivas, hasta la Z) y el Covid-19, que sigue vivito y coleando, que en la última semana ha mostrado un aumento considerable del 37,17 por ciento, el Ministerio de Sanidad ha publicado recomendaciones para prevenir el contagio que incluyen el lavado de manos, cubrirse la nariz o boca al toser o estornudar y usar mascarilla lo más opaca posible a fin de evitar la respiración en caso de padecer síntomas compatibles con una infección respiratoria. Por último, se -impersonalmente- recomienda seguir las pautas de vacunación frente a microorganismos respiratorios, es decir, arremangarse y someterse a los jeringuillazos que se dispongan, y evitar, en lo posible, acudir al puesto de trabajo con síntomas de enfermedad, para lo que será preciso que el médico de cabecera nos dé la baja, claro.