viernes, 29 de abril de 2022

Marzo nialarzo, abril güeveril, mayo pajarayo.

    Me viene a la memoria la letanía de la nidada o nialada que cantábamos cuando éramos críos y decía, si no recuerdo mal, así: 

 «En marzo, nialarzo; en abril, güeveril; en mayo, pajarayo, y en San Juan, péscalos por el rabo que se echan a volar».

    ¡Con que fuerza y arrojo estos jilgueruelos han roto el cascarón y quieren vivir en este abril! ¡Ay si a nosotros nos trajera la primavera el regalo de unas pocas, sólo unas pocas, de esas ganas de vivir, aunque solo fuera para no dejarnos matar y tenernos que morir sin haber vivido!

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