viernes, 22 de abril de 2022

El terror de la cultura contra la cultura del terror

    ¿Qué diríamos de este terorífico cartel de los años cuarenta que muestra un mostruo gigantesco que representa sin duda a los Estados Unidos de América destruyendo el viejo continente? 

 


    Diremos que en cierto modo ha resultado profético, dada la invasión cultural que ha sufrido Europa de eso que se ha dado en llamar el American way of life, el modo de vida americano. 

    Se trata, sin embargo, de una versión danesa de un cartel original del artista noruego Harald Damsleth (1906-1971) que formaba parte de la propaganda nazi contra el bando aliado en la II Guerra Mundial. Los americanos que combatían contra el Tercer Reich son presentados como un energúmeno gigantesco que pisotea y bombardea una Europa caracterizada como una ciudad monumental con su catedral, su fuente, su castillo, que forman parte de su historia. Un letrero irónico, sostenido por un hombrecillo que está de espaldas con dos enormes orejas, dice en danés en la parte inferior central: USA vil redde Europas kultur fra undergang, o sea: Estados Unidos de América  quiere salvar la cultura europea de la ruina. Y se añade fuera del cartel una pregunta: Med hvilken rett? ¿Con qué derecho?

    Una lejana y ultramarina estatua de la libertad se ve al fondo, a la izquierda, del otro lado del Océano, de donde ha venido el diabólico titán alado con dos alas a sus espaldas de un avión de combate al viejo continente.

    La alegoría del Imperio que es este mostruo simboliza, bajo la capucha blanca, el Ku Klux Klan, y por lo tanto el racismo y el lynching o linchamiento que estableció el juez de Virginia, aplicando la ley del lejano oeste de hacer un juicio sumarísimo para ahorcar al presunto delincuente, como sugiere la horca. Se critica también la apropiación que es en realidad expropiación de la cultura negra y de su música, el jazz, lo que se ve en los negros enjaulados bajo la capucha. Un rótulo reza: JITTERBUG   Triumph of Civilization, que no hace falta traducir, únicamente decir que el Jitterbug era un baile rápido popular en los años cuarenta que se interpretaba principalmente con música swing. Se ridiculizan también los concursos de belleza de misses con esas dos señoritas semidesnudas: Miss America, con un penacho indio y tocando la trompeta sentada sobre el hombro, y Miss Victoria, enarbolando la bandera de barras y de estrellas. 

    En la pierna izquierda femenina del energúmeno puede leerse en la lengua del Imperio sobre una cinta blanca anudada a ella: Most world's beautiful leg: la pierna más bonita del mundo.

    No falta en una mano un disco de vinilo, y en la otra el símbolo del dólar en un saco de monedas que porta un mafioso, como crítica de la codicia americana. La imagen también sugiere la violencia de las armas, que allí puede empuñar cualquiera, lo que da pábulo al gangsterismo. El mostruo venido del Nuevo Mundo avanza haciendo sonar el tambor, a ritmo marcial y militar, diríamos, y pisoteando con su pierna derecha que acaba en bomba sanguinolenta y ensangrentando la vieja madre Europa. El energúmeno simboliza también el sionismo, a través de la estrella de David de las seis puntas de la bandera del Estado de Israel que se ve en el a modo de faldón que cuelga del tambor en la entrepierna.

    El cartel no tiene desperdicio, visto como lo que es: una sátira de la "liberación", en realidad colonización cultural, de la vieja Europa, arruinada por el American way of life so pretexto de salvarla de la ruina. 


    'Leest Storm-SS'  no es el autor del cartel, ya que significa en neerlandés  "Lee Storm-SS", que era una revista de las SS neerlandesas, donde se publicó el cartel de Harald Damsleth en 1944. En el cartel bajo el rótulo sarcástico de LIBERATORS (libertadores, que era también el nombre de un avión bombardero norteamericano) se lee en neerlandés: De U.S.A. zullen Europeesche Kultuur van der ondergang redden: Los EE.UU. salvarán la cultura europea de la destrucción. La paradoja es evidente:  salvarán a Europa destruyéndola, es decir, americanizándola, como efectivamente no se puede negar que sucedió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario