jueves, 29 de octubre de 2020

Mensajes breves en una botella

Escribe una Catedrática Emérita de Ética y Filosofía Política que las Humaniades aceleran el progreso humano y proporcionan,  qué pena, beneficios económicos. 


Los filósofos desmitificaron en la Grecia clásica los mitos tradicionales para dar paso a los propios de su cosecha, mitificando así el pensamiento filosófico. 


Desde Sócrates, condenado por no creer en los dioses y por corromper a la juventud, la función de la filosofía es precisamente esa:  descreer y "corromper".

Los prolongados y hondos mugidos de la vaca a la que le han arrebatado el becerro en una explotación ganadera son la expresión de dolor más genuina que conozco. 

Cuenta Iriarte que dos conejos perseguidos por una jauría de perros se pararon a discutir si sus perseguidores eran galgos o podencos, y... fueron alcanzados. 

Las naciones, jaulas del zoológico humano, izan banderas y establecen fronteras, pero el pueblo sin adjetivo gentilicio, él no tiene ni fronteras ni banderas.

El carácter democrático e igualitario de la muerte, que invita a todo Cristo a bailar con ella tarde o temprano sin que ni Dios se libre, es indiscutible.



Los decimonónicos sindicatos obreros son hoy con sus reivindicaciones salariales y profesionales meras gestorías laborales, ay, apéndices del Estado y Capital. 

El Estado, aunque haya abolido la pena de muerte de su legislación, no deja de perpetrar el crimen de Estado, porque esa y no otra es su función constitutiva.

El Estado como conjunto con pretensión de cierre trata de que todos sus elementos estén definidos y sean computables -un hombre, un voto- a todos los efectos.

La función del Estado es la clonación: la formación de individuos, contribuyentes y votantes genéticamente idénticos, cortados por el mismo patrón educativo.

La clonación, del griego κλῶν, vástago o retoño, es el proceso que nos hace iguales a todos y cada uno: una copia, un calco lo más exacto posible del modelo.

Antivillancico: A Belén con los pastores, madre, yo también iría a honrar al recién nacido y rezar mi letanía: líbranos, Jesús, de Cristo y de la cristianería. 

Así como hubo una teología de la liberación pero no una liberación de la teología, hay pedagogía de la liberación pero no, lástima, liberación de la pedagogía. 

Los adeptos al Régimen dicen que las vacaciones sirven para desconectar. ¿Para qué vale eso si no es para poder volverse a conectar tras recargar la batería?

El triunfo del capitalismo consummatum est: fundir a burgués y proletario en la misma persona: emprendedor que se explota a sí mismo constituyéndose en empresa.

No reivindiquemos mejoría de las condiciones de vida de los esclavos, sino fin de la esclavitud, ni aumento de sueldo, sino abolición del trabajo asalariado.


Adivinanza: No conoce fronteras, viaja por todo el mundo, y siempre es bienvenido, querido y aceptado. Y no es el ser humano: (Don Dinero, poderoso caballero). 

Los mapas políticos se imponen a los físicos trazando líneas fronterizas arbitrarias que no hay en la naturaleza para que haya en el mundo patrias y naciones. 

El deseo, que es, según Cernuda, pregunta cuya respuesta no existe y nadie sabe, quiere lo que no tiene, pero si por fortuna lo adquiere, deja de quererlo.

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