miércoles, 16 de diciembre de 2020

¡La bolsa o la vida!

Eric Clapton, toda una leyenda viva del rock (Cocaine, Layla, Tears in Heaven...), acaba de sacar un tema titulado Stand and deliver, que es una expresión que puede traducirse por otra equivalente como "Alto, esto es un atraco" o "La bolsa o la vida". La canción es una protesta contra las restricciones de libertades y la imposición de la nueva normalidad decretada en (casi) todo el mundo a raíz de la declaración de la OMS de que estábamos ante una peligrosísima pandemia. Al parecer ha sido censurado por Youtube, porque iba contra la línea oficial y afirmacionista de la plataforma. 


(Censurado por la plataforma Google/YouTube)

La canción es de Van Morrison, otro grande, y los beneficios del single están destinados a la fundación de Morrison Financial Hardship Fund para ayudar a los músicos británicos que ven reducidos los aforos de sus conciertos y sus posibilidades de hacer música en vivo, cuyos ingresos se han visto mermados por la psicosis colectiva del virus. 

La letra no se anda con chiquitas cuando con una pregunta retórica que no espera respuesta y que vale tanto para el Reino Unido como para España denuncia la pretensión democrática de los regímenes que nos gobiernan: ¿Es esta una nación soberana o solo un estado fascista?

 
Stand and deliver!/ Dick Turpin wore a mask too (bis)/ Take a look in the mirror,/ I got what's happenin' to you.

¡Alto, esto es un atraco! / Dick Turpin también llevaba mascarilla (bis) / ¡Mírate en el espejo! / Yo sé lo que te está pasando.

Do you wanna be a free man?/ Do you wanna be a slave? (bis)/ Do you wanna be a king/ or just remain a knave?

¿Quieres ser un hombre libre? / ¿Quieres ser un esclavo? (bis) / ¿Quieres ser un rey / o seguir siendo solo un bribón?

Do you wanna be a pauper/ or do you wanna be a prince? (bis)/ You wanna get robbed from behind?/ Cast your fate to the wind!

¿Quieres ser un pordiosero / o quieres ser un príncipe? (bis) / ¿Quieres que te roben por detrás? / ¡Deja tu destino a la suerte!

Magna Carta, Bill of Rights,/ Constitution, what's it worth?/ You know they gonna grind us down/ 'till it really hurts.

Carta Magna, Declaración de Derechos, / Constitución, ¿para qué valen? / Sabes que nos van a machacar / hasta que realmente nos duela.

Is this a sovereign nation/ or just a fascist state?/ You better look out, people/ 'fore it gets to late.

¿Es esta una nación soberana / o solo un estado fascista? / Mejor tened cuidado, gente, / antes de que sea demasiado tarde.

[Instrumental interlude]

You wanna be your own driver/ or keep on floggin' the dead horse? (bis)/ You wanna make it better/ or do you wanna make it worse?

¿Quieres ser tu propio conductor / o seguir espoleando al caballo muerto? (bis) / ¿Quieres mejorarlo / o quieres empeorarlo?

Stand and deliver!/ Dick Turpin wore a mask too (bis)/ Take a look in the mirror,/ I got what's happenin' to you.

¡Alto, esto es un atraco! / Dick Turpin también llevaba mascarilla (bis) / ¡Mírate en el espejo! / Yo sé lo que te está pasando.

 


martes, 15 de diciembre de 2020

Y más adagios encapsulados

En vez de preocuparnos tanto por las fake news o noticias falsas, deberíamos ocuparnos más en detectar el bulo y mentira esencial de las noticias verdaderas.

En nuestra sociedad el dominio juega al escondite, se oculta y ejerce sutilmente a fin de concitar nuestra adhesión voluntaria sin despertar muchas reticencias.

Nos sueltan ahora un poco para que nos relajemos con motivo de las entrañables y empalagosas fiestas navideñas a fin de apretarnos luego las tuercas en enero.

El objetivo del Poder, lejos de querer controlar lo que piensa la gente mediante la coacción, es dictar lo que se debe pensar, delimitando nuestro pensamiento.


Un verso de Eurípides (Fenicias, 395) ἀλλ᾽ ἐς τὸ κέρδος παρὰ φύσιν δουλευτέον. Pero hay que ser esclavo por el interés / del capital en contra de lo natural.

Los dominados creen, ingenuos, que no hay dominación: que el poder emana del pueblo y que todos, por ser un régimen democrático, deben "libremente" someterse.

ὁ φιλῶν πλήξει σε, ὁ δὲ μισῶν κολακέυσει σε: Esopo completa el "quien bien te quiere te hará llorar", zurrará, dice él, añadiendo "y quien te odia, halagará".

¿Cómo es que la entrañable palabra “filosofía” se ha convertido en la expresión “tomarse las cosas con filosofía” en un sinónimo cobarde de resignación? 

El Instituto de Enseñanza Media donde yo estudié es ahora de Educación Secundaria; la noble “enseñanza” de ayer se trueca hoy por una sospechosa “educación”. 
 
 

Se ha empobrecido el contenido académico e intelectual de la enseñanza, convirtiéndola en educación, y al maestro y profesor de secundaria en coach espiritual. 

Las leyes educativas fomentan cada vez más el “sentir” que el "saber", no persiguen un especialista que transmita conocimiento, sino un psicagogo que adoctrine. 

La tarea del profesor es contener y entretener a las cohortes forzadas de los menores de edad en los centros de reclusión, in absentia et in loco parentum

Los pueblos de la España rural se están despoblando: se cierran viejos establecimientos, apenas se abren otros nuevos, con la sola excepción de tanatorios. 

El bautizo laico del registro civil nos saca del anonimato del nombre común y nos mete en la categoría del propio, adquiriendo identidad individual y personal.




El peligro no es  el ciervo que puede invadir la calzada, como advierte la señal de tráfico, sino la calzada,  que invade el bosque y hábitat del ciervo.


Un comité de sabios iluminados por el Espíritu Santo articuló una Constitución que impuso al pueblo soberano con la divina unción democrática del voto popular. 

Los seres queridos constituyen una institución del rango de la familia, mas no siempre son, pese al cacareado nombre, los seres que más queremos o quisiséramos. 

Siempre esperamos, maldita esperanza, un mesías, alguien o algo que nos redima, por lo que nuestra redención se ve postergada al procrastinado día de mañana. 

También los marginales y alternativos que se oponen al status quo y al orden establecido están naturalmente dentro del establecimiento y son parte del sistema. 

Cuando uno se define como un “outsider”, dicho sea en la lengua del Imperio, está reconociendo que es un "insider" metido en el sistema hasta las trancas. 

Los movimientos artísticos revolucionarios y transgresores son atrapados enseguida por el mercado, entrando sus obras en los museos que pretendían derribar. 

La psicología positiva dominante pregona su fórmula secreta de la felicidad, que es el placebo estupefaciente “sonríe y sé feliz”, lema de todos los idiotas.

lunes, 14 de diciembre de 2020

Más adagios encapsulados

Minister dixit: Al final del verano que viene habrá inmunidad de rebaño con la mayoría de la población vacunada. Inmunidad no se sabe, pero rebaño, desde luego. 


Desde la más remota infancia, nos adoctrinan con la cultura del miedo, es decir, con el cultivo del pánico que produce angustia con su dosis diaria de terror.

Clásico de la literatura: autor del que todo el mundo ha oído hablar y que los bachilleres estudian, pero nadie por lo mismo ha leído ni lee, por supuesto.

Una adivinanza de Ovidio: "Al que ni fieras mil, ni Euristeo, que fue su enemigo, ni Hera o Juno vencer pudo... lo vence el amor." (A Hércules, el invencible).

Hélena, regalo de Afrodita a Paris, nunca estuvo en Troya, según Eurípides, sino que fue su sombra la que, engañando a todos, sirvió como coartada de la guerra.

Frente al ¡Tierra a la vista! tras una larga navegación; ¡el mar, la mar! gritaron los diez mil argonautas griegos que habían cruzado las arenas del desierto.
Contra el ruido tecnológico y polución acústica que rompe los tímpanos a decibelios de nuestros oídos ensordecidos, sólo cabe el hábito saludable del silencio.
 
El Consejero de Educación considera fundamental el dominio de idiomas para mejorar -nadie es profeta en su lengua y su tierra- la "empleabilidad" del alumnado.

Ovejas bobaliconas, por donde va una van todas; y por donde todas, yo. Si una a tontas y a locas votó, votamos a tontas y a locas todas aborregadas como bobas.

Las penas de Tántalo no son suyas, son las de todos: hay tantos bienes al alcance de nuestras manos que poseyéndolos no podemos disfrutar de ellos ni gozarlos.

¿Seré un adicto al trabajo, después de tanto despotricar yo contra la maldición bíblica de Jehová, que no concibo el jubiloso escenario de una vida sin faena?

Estaba la vieja como quien dice muriéndose, con un pie en la huesa, más allá que acá, y poco a poco seguía hilando el copo y aprendiendo más: desaprendiendo.
 
Páladas de Alejandría descubrió la metáfora que cultivarán Calderón y tantos otros: ὄνειρον εἰκάζοντες εἶναι τὸν βίον: imaginando que la vida es un sueño

Profesor de letras, yo no he pasado hambre como Páladas, pero he escrito versos y he aburrido como él a los alumnos explicando la cólera de Aquiles. 

El sistema es tan voraz que asimila todos los movimientos contrarios al propio sistema, subsumidos en la realidad donde precisamente se han “realizado”.

Tertulianos que en vez de hablar y escuchar defecan opiniones para llenar el tiempo y el espacio en platós de televisión que son auténticos estercoleros.

domingo, 13 de diciembre de 2020

Adagios en cápsula de mensajes breves

La falacia del "quédate en casa en Navidad: salva vidas" consiste en que si nos recluimos, se salvarán 20.000 españoles a primeros de año, virtuales fallecidos.
 
La simple convicción o mera sospecha de que las cosas puedan evolucionar en un determinado sentido hace que se desencadene el suceso de que así se desarrollen.
 
La anacoresis o aislamiento voluntario para blindar al máximo la Navidad y no exponer a la bisabuela, la priva a ella de compañía condenándola a la soledad.

¿Cómo es posible, según la prensa del Régimen, que, con los contagios en descenso, afrontemos la Navidad en 4 de cada 5 provincias con riesgo alto de rebrote?

El COVID persistente es la enfermedad del virus coronado que sigue propagándose gracias a los medios de manipulación de masas y creación de pública opinión.

Minister dixit, Sanidad actuará “con toda la contundencia posible” contra médicos negacionistas del virus, conculcando la libertad de pensamiento y expresión.

Antes de que se inventara el alfabeto, se escribiera el primer poema y surgiera la literatura, ya había poesía: el verso vivía de boca en boca en el recuerdo.

¿Para qué, mano de obra productiva cualificada técnicamente con habilidades aplicables a la empresa y cualidades blandas de resiliencia, liderazgo y optimismo?

Vivir y dejar vivir es mejor que aleccionar al prójimo, porque el que da lecciones de vida ladra, cual perro de hortelano, y ni come ni deja comer a los demás.



Escribe Cicerón en alguna parte oppressi iam sumus opinionibus; don Marcelino traduce "estamos dominados por falsas -adjetivo suyo- opiniones", y lo clava. 

El mejor ejercicio para liberarse del utilitarismo imperante es caminar sin rumbo fijo ni objetivo, huír acaso a la montaña, pero nunca a fin de coronarla.

Juan de Iriarte: Pectore fugit amor, remanet sed pectore maeror, Huye del alma el amor, pero queda dolor en el alma (Vanse los amores y quedan los dolores). 

Bien sabe el sabio, dubitativo, que no sabe, mientras que el necio, homo sapiens preñado de certezas en donde no cabe la menor duda, cree que es inteligente. 

A veces los árboles no nos dejan ver el bosque que dice el refrán, pero en otras ocasiones sucede lo contrario, que el bosque no nos permite ver el arbolado.


La paradoja del embustero, de Eubúlides de Mileto: “Un hombre afirma que está mintiendo”. ¿Es falso o verdadero? Falso si dice verdad; verdadero si mentira.

Según el maestro Corominas, cretino viene del francés crétin, forma dialectal de “chrétien” que significa cristiano, aplicado piadosamente a débiles mentales. 

El nacionalismo no es una reivindicación del pueblo sino un invento, como la nación, de una casta política poco o nada representativa de la soberanía popular.


El chucho menea el rabo, pero hay quienes pretenden hacernos creer, al revés, que la cola mueve al perro, the tail wags the dog, según el refrán americano. 

Donde menos se piensa salta la liebre. Y Ovidio con otra metáfora en latín: Quo minime credis gurgite, piscis erit: En la poza estará menos creída... el pez.

Hay un títere cabezudo, difícil de descabezar, que se resiste más que ningún otro y nadie osa cuestionar, que conserva su regia corona: el individuo personal.

La democracia, al convertir en todos a la minoría mayoritaria que gana las elecciones fundamentadas en la divina unción carismática del voto, es totalitaria.

sábado, 12 de diciembre de 2020

"Siempre mañana y nunca mañanamos"

Tengo que analizar un soneto de Lope de Vega y no puedo entender bien este verso: "Siempre mañana y nunca mañanamos". Yo sé que mañanar es una palabra inventada, porque no viene en el diccionario. Viene “mañanear”, que significa “madrugar habitualmente”, pero me parece que no es lo mismo... Así que yo no le veo ningún sentido. ¿Alguien me ayuda? 


 "Mañana está lejos"

Imagina que alguien te responde aquí mismo hoy por ejemplo: “Mañana te echo una mano”. Insatisfecho con la respuesta, vuelves al día siguiente a ver si alguien ha añadido algo nuevo, y te encuentras que no hay nada: mañana: la misma respuesta. Y así día tras día en constante procrastinación. En conclusión: mañana nunca llega, porque siempre será mañana, tiempo futuro, inexistente; y si por un casual llegara, siempre será "pasado mañana". 

Hagamos un poco de etimología, que siempre puede venir a cuento, recurriendo al maestro Corominas: La palabra mañana viene del latín vulgar maneana, que era un adjetivo derivado del adverbio mane que significaba “por la mañana” (ing. morning), del que procede nuestro amanecer precisamente. El adjetivo probablemente se empleaba acompañando a la palabra hora en expresiones como: in hora maneana: "en hora temprana, de madrugada", y la expresión se abrevió, como tantas veces sucede, por economía lingüística que se dice: (in hora) maneana.

Había otro adverbio en latín clásico que era cras y quería decir "en el día siguiente al de hoy" (ing. tomorrow), que se ha perdido en castellano actual, aunque lo conservamos inserto en el cultismo procrastinar: “diferir, aplazar, dejar las cosas para mañana”. En latín clásico mañana por la mañana se decía cras mane
 
En los dos versos finales del bellísimo soneto de Lope ¿Qué tengo yo que mi amistad procuras? vuelve sobre la misma idea de "siempre mañana y nunca mañanamos".  Copio y pego: ¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?/ ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,/ que a mi puerta, cubierto de rocío,/ pasas las noches del invierno oscuras?/ ¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,/ pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,/ si de mi ingratitud el hielo frío/ secó las llagas de tus plantas puras!/ ¡Cuántas veces el ángel me decía:/ «Alma, asómate ahora a la ventana,/ verás con cuánto amor llamar porfía»!/ ¡Y cuántas, hermosura soberana,/ «Mañana le abriremos», respondía,/ para lo mismo responder mañana!


Viñeta de Máximo publicada en El País el 30 diciembre de 2006


Otro poeta más moderno, José Bergamín, inspirándose en el verso de Lope de Vega que nos trae a mal traer escribió este ingenioso soneto en octosílabos con rima consonante, que es una preciosa reflexión sobre el tiempo presente, pasado y futuro, incluido en “Otros sonetos”, que copio y que empieza precisamente citando a Lope. 

"Siempre mañana y nunca mañanamos." Lope.

Mañana está enmañanado/ y ayer está ayerecido:/y hoy, por no decir que hoyido,/ diré que huido y hoyado.

A tal extremo ha llegado/ hoy a perder el sentido/ que al mañana ha convertido/ en "cualquier tiempo pasado".

Un ayer futurizado/ y un mañana preterido/ nos han escamoteado

un hoy por hoy suspendido/ de un mañana anonadado/ y de un ayer evadido.


viernes, 11 de diciembre de 2020

Conspiración de la teoría vs. teoría de la conspiración: dictadura tecno-sanitaria (y III)

Detrás del gobierno visible hay un gobierno invisible que no tiene ninguna legitimidad democrática o, mejor dicho, popular, al que tanto el gobierno visible como el pueblo están subordinados y sometidos -por eso solemos decir que los que mandan son los más mandados. Ese gobierno invisible y por ello difícil de denunciar no está compuesto de títeres personales con sus cargos y  nombres propios, sino de una variopinta confluencia de intereses económicos, es decir, políticos, que ya se sabe que la política se reduce hoy cochina economía.

Se trata de los llamados en otra época “poderes fácticos”, los poderes de hecho, contrapuestos a los poderes “de iure” o jurídicos. El poder fáctico no coincide con el aparato de Estado, aunque influye notoriamente en él. En otro tiempo se hablaba de la Iglesia, hoy en día muy poco relevante en Occidente y en el mundo cristiano, la verdad sea dicha. Sí que son poderes fácticos, sin embargo, la Banca, es decir, los capitalistas, o sea el dinero, y la Prensa, es decir, los medios de manipulación y creación de la opinión pública,  al servicio del Estado, que le inyecta capital, y del propio capital que los subvenciona.

Podemos referirnos a los conjurados como la “élite globalista”, los defensores de la globalización, que persiguen la gobernanza mundial y la economía de mercado, que se oculta bajo la denominación de origen del concepto  Deep State o Estado Profundo.

Esta élite globalista ha impuesto una dictadura tecno-sanitaria, es decir, tecnológica, que nos obliga a utilizar la tecnología que nos avasalla utilizándonos a sus usuarios (internet, teléfonos móviles, correo electrónico, geolocalización, etc.) y, al mismo tiempo, sanitaria so pretexto de lucha contra el virus.


Decir, como denuncian algunos, que vivimos bajo una dictadura exclusivamente sanitaria es poco decir, porque la dictadura democrática que padecemos tiene un doble aspecto: tecnológico y sanitario. En el aspecto tecnológico está promovida por las GAFA, acrónimo que engloba a los cuatro modernos gigantes del Apocalipsis, si no son cinco ya: -Google, Aple, Facebook, Amazon y Microsoft-. Y en cuanto al aspecto sanitario, dictadura fomentada por la OMS, incluyendo también a la ONU, con su agenda 2030.

¿No resulta curioso cómo las medidas implementadas por el Gobierno, en esa guerra sin cuartel y parece que abocada al fracaso que han declarado las Autoridades Sanitarias al virus, considerado el enemigo público número uno, no llegan a controlar la epidemia, que comenzó con la solemne declaración de la OMS del 11 de marzo de 2020 de que era una pandemia, pero sí a la población, a la que se obliga a pasar por el aro de la mascarilla obligatoria, la distancia social, el toque de queda, el confinamiento perimetral y demás medidas irracionales? ¿Es coincidencia que acaben controlando a la gente y no al virus o acaso lo que pretendían era controlar precisamente a la gente para asegurar el imperio tecnoprofiláctico de su gobernanza? En este sentido, también puede decirse que el objetivo de la vacunación general que se persigue no es sanitario, sino de control de la población.

Resulta ingenuo a estas alturas creer que los laboratorios farmacéuticos luchan en pro de la salud, cuando lo que pretenden como empresas capitalistas que son y no Hermanitas de la Caridad es el beneficio económico. Un paciente curado es un cliente perdido. Sería una ingenuidad igualmente creer que los fabricantes de armas luchan por la paz sobre la Tierra pretendiendo acabar con las guerras.

Hay una epidemia o, mejor dicho, pandemia ya porque se cierne sobre el conjunto de toda la población,  peor que el virus SARSCOV-2 que hace que nos pongamos mascarilla para besarnos en la boca: el miedo a la muerte, que se traduce en el miedo a contraer el susodicho virus u otro cualquiera que se estile. Con eso juegan.

Nos amenazan ahora con una nueva ola, una tercera ola. Las autoridades sanitarias, llegadas a este punto, se lavan las manos como Poncio Pilatos, y dicen que si  hay una tercera ola la culpa o la responsabilidad, que es la versión laica de la pecaminosa culpa, será exclusivamente nuestra. Y, anticipándose, nos echan la culpa y responsabilizan a nosotros por nuestro previsible mal comportamiento durante las fiestas navideñas, como si la epidemia y sus muertes se debieran a nuestra irresponsable e insolidaria, pésima conducta.

jueves, 10 de diciembre de 2020

Conspiración de la teoría vs. teoría de la conspiración: diuide et impera (II)

Si nos preguntamos a quién beneficia el crimen del populicidio nos tachan enseguida, debido a la criminalización del pensamiento a la que asistimos, de complotistas, conspiranoicos, negacionistas y de ver mitológicas quimeras donde no las hay.

El dogma de fe que no puede ponerse en duda ni muchísimo menos contradecirse es que actualmente, desde hace muchos meses, hay un virus persistente que se cierne sobre la especie humana, una amenaza extremadamente peligrosa que pone en peligro la supervivencia de todos y cada uno de nosotros. Dudar, simplemente dudar de que sea así es enseguida tachado de negacionista, lo que pone de relieve la necesidad afirmacionista a ultranza que hay detrás de defender la fe de su existencia.

 

Gracias al confinamiento domiciliario y a los medios de manipulación y creación de la opinión pública que hay en todos los hogares, televisión e internet básicamente, nos infundieron miedo. Cualquier cacharro tecnológico que sirva en lo superficial para nuestro entretenimiento sirve en lo profundo, además, para nuestra sumisión social y política, crítica que no se dirige sólo a la caja tonta de la tele, que ya es algo del pasado que no entretiene mucho a las nuevas generaciones, sino sobre todo a las redes sociales, y a las micropantallas que cumplen esa función que antaño desempeñaba la televisión.

Nos metieron el miedo en el cuerpo y el alma a través de todas las pantallas  diciéndonos que íbamos a morir todos, lo que es real, pero no es verdad, y situaron nuestra muerte en la tierra prometida y temida de un futuro inminente. Y nos ametrallaron con cifras y más cifras de contagiados, muertos, ingresados en los hospitales, en cuidados intensivos entre la vida y la muerte... 

Los medios, las medidas, que se ponen para luchar contra el espantajo del virus se presentan como “males menores”, justificados por la bondad del fin que se persigue, que es salvar vidas. Se está tomando como medios lo que en realidad son fines. Y, de paso, se está justificando el mal al calificarlo como “menor” en comparación con el mal mayor contra el que se pretende luchar, situado siempre en la tierra de nadie del futuro.

Ante la amenaza de muerte que se cierne sobre todos y cada uno de nosotros se busca información, y la información nos la sirven los medios de formación de masas. Al miedo que nos infunden se une la culpabilidad, la responsabilidad propia. Si no sigues las consignas sanitarias eres un propagador del mal. Cuando a uno le dicen que algo, generalmente malo, es por su bien, hay que preocuparse. El enemigo es invisible: cualquiera puede serlo. La fe crea desconfianza en los demás. 

 

Gracias al confinamiento domiciliario, se consigue, también, dividir a la población, recluirla a las burbujas domiciliarias de convivencia que llaman ahora. Es la vieja táctica despótica de todos los tiranos que en el mundo han sido: Diuide et impera: Divide y ordena y manda. Llevada hasta sus últimas consecuencias, esta táctica estratégica es capaz de disolver hasta los lazos familiares, separándonos de nuestros seres queridos, y disolviendo nuestros gestos de ternura hacia los demás, los besos, los abrazos, los apretones de manos, que sustituyen por ridículos codazos o sumisas reverencias orientales con la mano en el corazón, lo que nos lleva al aislamiento y al recurso desesperado a las TIC, Tecnologías de la Información y Comunicación: nuevas tecnologías, viejas servidumbres. 

Nos han inculcado mediante un concienzudo lavado de cerebro que debemos alejarnos de nuestros seres queridos por su propio bien, porque podríamos matarlos sin querer, siendo todos y cada uno, como nos han inculcado, asesinos en potencia, culpables todos por el pecado original de haber nacido.

Vivimos en un régimen democrático totalitario. El Estado, tanto en su fondo, el Estado Profundo, como en su forma, el Estado Superficial, vamos a llamarlo, se presenta así como el Padre misericordioso, benefactor y paternalista que vela por la salud y bienestar de sus hijos, mostrando su cara más amable, la terapéutica y altruista.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Conspiración de la teoría vs. teoría de la conspiración: populicidio (I)

Empiezo, defecto profesional, por la etimología de las palabras: teoría es vocablo griego de raigambre filosófica que significa en principio simplemente vista, visión, contemplación. Se trata de un sustantivo, theōriā, relacionado con el verbo theōreō, que significa “mirar, observar, contemplar, considerar” y con theōrema, lo que salta a la vista por lo evidente que es.

Muchas veces se opone la teoría a la práctica o praxis, pero es una contraposición engañosa porque la teoría no deja de ser una forma de práctica, y esta última no deja de verse e interpretarse bajo el prisma de una teoría.

Según el diccionario de la Academia teoría es en su primera acepción Conocimiento especulativo considerado con independencia de toda aplicación, y en segunda y tercera: Serie de las leyes que sirven para relacionar determinado orden de fenómenos; e Hipótesis cuyas consecuencias se aplican a toda una ciencia o a parte muy importante de ella

 El gobierno francés advierte a sus súbditos: "Te manipulan"

Conspiración, por su parte, es la acción de conspirare, que propiamente significa “respirar conjuntamente” y por lo tanto “concordar, estar de acuerdo o ponerse de acuerdo”. Sorprende la definición de la Academia que dice así: Dicho de varias personas: Unirse contra su superior o soberano. Y también además: Dicho de varias personas: Unirse contra un particular para hacerle daño.

No recoge nuestro venerable diccionario una tercera posibilidad que sería quizá la que más nos interesaría aquí y ahora, y que no deja de ser una variante de la primera en el sentido de que el soberano, en un régimen democrático como la mayoría de los actuales, no puede ser otro más que el pueblo mismo como revela la expresión “soberanía popular”: Dicho de varias personas: Unirse contra el pueblo.

En las tres definiciones se subraya el elemento de unión de varias personas que establece el prefijo con-, que respirarían al unísono en pos de un mismo objetivo: en el primer caso derrocar al tirano -el superior o soberano, según la Academia; en el segundo, hacer daño a un particular; y en el último, que propongo, confabularían contra el pueblo con la intención de gobernarlo so pena de administrarle la muerte ante la mínima resistencia u oposición, cometiendo lo que podríamos llamar un populicidio  adoptando el término francés populicide, acuñado por Gracchus Babeuf en 1795 para calificar la matanza de miles de campesinos de La Vendée. 

El término genocidio del griego γένος génos 'estirpe' y latín -cidio 'matanza' como "exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnica, religión, política o nacionalidad" fue acuñado mucho después en el siglo XX para referirse básicamente al holocausto judío llevado a cabo por el régimen nazi.

 



El término populicidio, a imagen y semejanza de homicidio y uxoricidio, está compuesto por la palabra latina "populus", que significa, y es el origen de, pueblo, y el sufijo "-cidio", que quiere decir matanza, sacrificio, inmolación. El populicidio es, pues, en definitiva, la matanza del pueblo. ¿Cómo se produce esta muerte? ¿Quién o qué lleva a cabo dicha matanza? El propio pueblo, en cierto modo, en cuanto se identifica con el Estado y se somete a él,  comete suicidio, y perpetra un crimen que resulta más sangriento cuanto más abstracto. Según las certeras palabras de Friedrich Nietzsche: Estado se llama al más frío de todos los monstruos fríos. Es frío incluso cuando miente; y ésta es la mentira que se desliza de su boca: “Yo, el Estado, soy el pueblo”. El pueblo muere cuando cree, como aquel monarca francés: "Yo, el pueblo, soy el Estado". Y lo que aquí se dice para el pueblo, sirve también para cada quisque: en cuanto uno se identifica con el Estado, está matando lo que tenía de pueblo, y cometiendo, por lo tanto, un populicidio.  

Ahora bien, volviendo a la conspiración, vemos que quien denuncia una conspiración, complot o intriga de los que ostentan el poder, sobre todo el poder invisible o fáctico que se ejerce en la sombra o entre bastidores moviendo los hilos, contra la población, ciudadanía o, mejor aún, contra el pueblo, es tachado en seguida de “conspiracionista”. ¿Qué hay detrás de este término descalificativo aún no recogido en nuestro diccionario académico pero ampliamente utilizado por la prensa y los políticos? 

No hay que confundirlo con conspirador, que sería el que realiza la conspiración. Conspiracionista es el que cree que  hay una conspiración y la denuncia. Hasta aquí de acuerdo. Pero el término no especifica si esa conspiración denunciada por el conspiracionista es verdadera o falsa. Si es verdadera, el que la denuncia es un investigador, alguien que trata de entender lo que pasa, alguien que, sencillamente, se pone a pensar y descubre algo que pasa inadvertido a los demás, alguien que se resiste a aceptar la realidad que nos presentan; si es falsa, es un paranoico. El paranoico, como se sabe, es el que se siente perseguido y por lo tanto conspira contra sus perseguidores. 

 

  Alegoría del mito de la caverna de Platón

Por eso se ha creado el término conspiranoico: como compuesto de conspiracionista y de paranoico para dar a entender que todo el que denuncia una conspiración es un paranoico, en definitiva un loco chiflado, porque todas las conspiraciones serían falsas. Se trata de ocultar de este modo la conspiración realmente existente, haciendo ver que quien la denuncia está viendo una conjura donde no la hay, una conspiración falsa. En la misma palabra tenemos lo uno y su contrario: afirmamos la existencia de una conspiración, porque alguien da cuenta de ella, y su contrario a la vez, que esa conspiración no existe, es falsa, no es real, sino imaginaria, una fake new, contra la lógica del principio de no contradicción: alguien ve lo que no ve, y, por lo tanto, tiene visiones, en el peor sentido de la palabra: alucinaciones.

El término “conspiranoico”, aplicado a personas y a teorías, no deja de ser un calificativo despectivo, un descalificativo que criminaliza la teoría de la conspiración. ¿Por qué se desprecia dicha teoría considerándola falsa? Para que no se descubran los crímenes que oculta. Es un ejemplo de la corrupción o perversión del lenguaje. Lo criminal es la denuncia de la conspiración, no la propia conspiración, que ni siquiera se considera que pueda haberla, con el fin de que pase así desapercibida.

martes, 8 de diciembre de 2020

Espectáculo de Variétés (II)

 


Delito de odio: Cuando se ejerce la libertad de expresión, lo que los griegos llamaban παρρησíα (parresía, que literalmente significa “decirlo todo” y suele traducirse en castellano por “franqueza” o “sinceridad”, en inglés por free speech, en francés por franc-parler y en alemán por Freimüthigkeit), siempre se ofende a alguien queriendo o sin querer. Los legisladores carpetovetónicos han penalizado el llamado delito de odio procurando que no se hiera la sensibilidad de nadie, lo que conlleva una peligrosa restricción de la libertad de expresión. Ni el amor ni el odio son un delito, sino unos sentimientos muy humanos. El Poder utiliza esa etiqueta para castigar opiniones políticas heterodoxas y para, al mismo tiempo, conformar una opinión pública partidaria de castigar cualquier opinión discordante, justificando la represión como una exigencia social y democrática, lo que hace que su carácter constrictivo pase casi inadvertido. Lo mismo que algunos reivindicaron antaño el amor libre, deberíamos reivindicar ahora el odio libre y la despenalización de todos los sentimientos.
 
Lenguaje políticamente correcto: No está mal traído el ejemplo que propone el historietista Alberto Montt en su viñeta "Clásicos infantiles políticamente correctos" en la que sustituye el título del cuento de Blancanieves y los siete enanitos por "Blancanieves y un grupo de gente pequeña". De todas formas, nada me ha hecho reír más últimamente que el eufemismo de Sánchez de llamar al "toque de queda" impuesto en el país por presuntas razones "sanitarias" con la campanuda expresión de "reducción de movilidad nocturna", porque lo otro, lo de "toque de queda" suena a algo anticuado y obsoleto, a algo "de cuando la guerra y eso", es decir, de ahora mismo, porque "hoy es siempre todavía", como cantó Machado.



Inteligencia emocional: Hablar de inteligencia y calificarla de “emocional” como hacen los psicodemagogos modernos le da un prestigio a lo emotivo que no tenía antes, imprimiendo un certificado de inteligencia a las emociones del que carecían, como si todo acto emotivo fuese de por sí ya inteligente con ese sello de calidad. La noción de “inteligencia emocional”, que trata de convertir los sentimientos o emociones en ideas o conceptos supuestamente inteligentes, oculta la otra cara de la moneda, complementaria y necesaria de la primera, que sería la de “idiotez o estupidez emocional”, que pone de manifiesto lo tonto que es dejarse llevar y manipular por las emociones y los sentimientos.


Las cloacas del Estado: Resulta revelador en boca de políticos y periodistas la expresión las “cloacas del Estado”. Es una imagen escatológica, que nos recuerda etimológicamente el hedor del estiércol (σκατός, scatós, en efecto, es una variante de σκῶρ, scor, que significa excremento en griego, palabra de la que procede también nuestra escoria). Esta locución no sólo denota que en el Estado hay unos bajos fondos donde se acumulan la inmundicia inherente al propio sistema, sino que también sugiere que el Estado todo en conjunto está levantado sobre un estercolero. Quizá ese y no otro sea el significado último de la expresión que tanto se oye de Deep state, en la lengua del Imperio, o Estado Profundo en la nuestra: lo que hay en el fondo del Estado, lo que se esconde en las honduras del monstruo más frío de todos los monstruos que, como dijo Nietzsche, mentía cuando afirmaba: "Yo soy el pueblo".

 Vista de la Cloaca Máxima de Roma. Óleo de Christoffer W. Eckersberg (1814)

No es que en el Estado haya cloacas sino que Él es la Cloaca Máxima;  expresión esta, por cierto, con la que evocamos el albañal más antiguo de la ciudad de Roma, una canalización subterránea que desaguaba en el río Tíber, y que según la tradición mandó construir el rey Tarquinio Prisco, allá por el año 600 antes de nuestra era, cuya función inicial era drenar las aguas de la vaguada del Foro romano, y que se aprovechó para desaguar en ella las varias redes de alcantarillado de la ciudad eterna que recogían las aguas fecales y residuales procedentes de las letrinas y las termas que había en la ciudad. Como cantaba el llorado Luis Eduardo Aute, a veces es más peligroso asomarse al interior que al exterior.

lunes, 7 de diciembre de 2020

Espectáculo de Variétés (I)

La princesa y el caballero
Daniel Charles Piraro (1958), alias Dan Piraro, es un historietista, ilustrador y dibujante estadounidense, creador de la tira cómica Bizarro, de la que ofrezco como muestra un gracioso y precioso botón: La dama pide auxilio porque se encuentra en peligro entre un dragón ignívomo y un caballero. La princesa no siempre quiere al caballero enfundado en una profiláctica armadura defensiva y armado de espada, a veces prefiere que el dragón la salve del caballero andante, y así se lo agradece. 




Molt honorable president 
¿Por qué se lo llama molt honorable al president en Cataluña? Porque en su origen el cargo de presidente en cualquier lugar donde lo hubiera era ad honorem, es decir, para su honorabilidad, sólo retribuido con la honra, la gloria, el respeto y el desprecio que merece el que ostenta el Poder. Se accedía por vocación de mando o por espíritu de liderazgo como dicen ahora, por el honor que suponía desempeñar el cargo de sentarse (sedere)  en primer lugar (prae) y ocupar, por lo tanto, el primer puesto o trono denrtro de la república,  pero sin remuneración como contrapartida. Era un cargo honorífico, esto es, no retribuido económicamente,  hasta que aparecieron los honorarios como retribución salarial por los servicios prestados. ¡Cómo han cambiado los tiempos ahora que todos los presidentes del mundo cobran sus elevados honorarios y que muchos se dedican a la política sólo por dinero! Si antes, cuando no se retribuía económicamente el cargo, no era muy honesto ser presidente, ahora mismo, cuando es un trabajo como otro cualquiera que se desempeña a cambio de dinero,  es la prostitución más deshonesta que hay.

La roca de Sísifo o el Sol
Escribía Llamazares en su columna de El País del 8 de septiembre de 2018 una titulada Sísifos, donde decía, no sé de dónde lo habrá sacado, pero no está mal traído: En la teoría solar, Sísifo representaría al sol, que sale cada mañana para volver a caer en el horizonte al final del día sin conseguir alcanzar el cénit del cielo. 

El huevo y la gallina
Si en un principio se fabricaron armas para ir a la guerra, ahora la propia guerra se fabrica para dar uso a las armas. 

Del lenguaje
Dice en alguna parte Iván Illich que el lenguaje es el bien común más fundamental que poseemos. Además, podríamos añadir, que se nos da gratuitamente desde que nacemos, como el aire que respiramos. No necesitamos que nos lo enseñen para aprenderlo, a diferencia de la escritura, ya que llevamos dentro incorporada su maquinaria. El problema es que ese lenguaje que nos es común y que es el mayor bien que recibimos gratis et amore se encuentra contaminado por las jergas especializadas de los políticos, economistas, científicos, filósofos y demás gremios. Esas jerigonzas sí que necesitamos que nos las enseñen para aprenderlas, y suponen, contra lo que puede parecer a primera y simple vista, no un enriquecimiento del lenguaje, sino todo lo contrario, un empobrecimiento considerable de la lengua cotidiana, que se ve adulterada y viciada por una terminología especializada y burocrática, útil sólo para la casta de los entendidos, de los que “entienden”.  Lo que me recuerda este esquema del pensamiento del lenguaje de Agustín García Calvo que elaboró Sonia Petisco.
 
Salvación
(De Iván Illich) Antes recibíamos la esperanza de la salvación de la Iglesia por medio de la religión pero ahora esperamos la salvación del Estado, ese nuevo ídolo monoteísta. La religión quería salvar nuestra alma, el Estado, a través de su Ministerio de Sanidad, quiere salvar nuestro cuerpo... de la muerte, empresa abocada al fracaso en la que algunos ingenuos creen estúpidamente. Deseamos que nos dé seguridad y libertad, imposible lo uno y lo otro junto, que nos proteja y nos eduque... Dentro del sistema educativo, por cierto, no cabe mucho tiempo libre para poder reflexionar o descubrir alguna cosa por sí misma. La enseñanza, además, ha reemplazado el autoaprendizaje, embruteciéndonos con la instrucción y el adoctrinamiento que  nos inculca. Dentro del sistema sanitario, por su parte, la medicina reemplaza a la salud, enfermándonos a todos, convirtiéndonos en pacientes subordinados a los dictámenes de las autoridades sanitarias. Por otro lado, los medios de transporte han acabado por atrofiar nuestras extremidades inferiores y por hacernos sedentarios, de manera que algo tan natural como andar o correr ha acabado por convertirse en un deporte excepcional, footing o running, en la lengua del Imperio.

domingo, 6 de diciembre de 2020

Das goldene Buch (El libro dorado)

 

El 6 de diciembre se celebra en muchos países del hemisferio norte el día de San Nicolás, cuya leyenda se pierde en la noche brumosa de los tiempos.

Santo protector de los niños, los estudiantes, las doncellas -enseguida se verá por qué-, los marineros y los comerciantes, y, durante la Edad Media, considerado también el patrón de los ladrones, por la íntima relación existente entre el latrocinio y el comercio, donó según una de las muchas leyendas generosamente el ajuar a las tres hijas de un pobre hombre que, incapaz de darles una dote económica, estuvo a punto de prostituirlas, historia que dio origen al simpático viejo barbudo que aporta regalos y que, según los países, recibe distintas denominaciones: Father Christmas, Père Noël, Babbo Natale, y en España y otros países de habla hispana, a más de Viejo o Viejito Pascuero en Chile, se llamó Papá y la palabra francesa que significa Navidad: Noel.

Por eso en Holanda y Alemania, Sankt Nikolaus, o sea, San Nicolás lleva regalos a los niños el 6 de diciembre. En Estados Unidos, en cambio, el Sinkt Niklaas o Sankt Nikolaus o Sankt Klaus degenerará en "Santa Claus" y el 6 de diciembre se correrá hasta el 24 a fin de hacerlo coincidir con la Natividad de Jesucristo, o sea, con la Navidad. Asimismo, la aparatosa indumentaria de obispo con báculo, tiara, larga barba blanca, majestuosa capa y demás se transformará en una sencilla y patochesca combinación de gorro frigio, chaqueta y pantalón rojos, forrados de piel, dando así nacimiento a ese patético y exitoso engendro creado por Cocacola, que se introducirá furtivamente por las chimeneas y se alejará huidizo antes de que nadie lo haya podido descubrir.

El caso es que ese día pasa por las casas el obispo Nikolaus con su terrible Libro Dorado, que es el Libro del Bien y del Mal, en el cual se hallan consignadas todas las buenas y malas acciones de los niños.

Se supone que este día los niños se alegran de recibir en sus casas, guarderías o escuelas la visita de San Nicolás, pero la realidad es que esa fiesta se ha ido convirtiendo en una especie de pesadilla para no pocos de ellos. Los niños se sienten atraídos y asustados al mismo tiempo por las figuras complementarias de San Nicolás y de su fiel y terrible lacayo Ruprecht, que temen tanto como desean, debido al ritual del Libro Dorado sobre el que gira la visita.
 
 
San Nicolás abre su inmenso Libro Dorado y empieza a leer y enumerar las buenas y malas acciones (sobre todo las malas) que ha cometido cada niño durante el año transcurrido desde su última visita. Si las buenas acciones predominan, el niño recibirá frutas, principalmente mandarinas, que son frutos de invierno, nueces, chocolates y otras golosinas y chucherías; si no, será azotado implacablemente por el malvado Ruprecht, que agita ansiosamente su látigo de múltiples lenguas.

Pero no temáis, queridos niños que leáis esto, si algún niño llega a leerlo, cosa que dudo. En el improbable caso de que hubiera alguno que sepa leer y lea, que no tema. Cuando lleguen el viejo Nikolaus y su siervo Ruprecht a vuestra casa y abran el Libro Dorado, descubrirán para su asombro y vuestro alborozo que todas sus páginas donde deberían figurar vuestras malas y buenas acciones están en blanco, que las letras y sus manchas de tinta han huido de ellas como bandada de pájaros asustados: el libro dorado está vacío, porque no hay acciones buenas ni malas, porque vosotros, niños queridos que lleguéis a leer esto no sois ni buenos ni malos, sino todo lo contrario: estáis, por mucho que os digan vuestros mayores, padres y maestros, más allá del bien y del mal, criaturas inocentes, libres de pecado.