viernes, 10 de febrero de 2023
Endecha por la princesa Bajrakitiyabha
jueves, 9 de febrero de 2023
Por tierras de Zamora
miércoles, 8 de febrero de 2023
Pareceres (XIV)
martes, 7 de febrero de 2023
El tribunal del Santo Oficio (de la libertad de expresión).
lunes, 6 de febrero de 2023
Al catarro dale con jarro
Resulta instructivo comprobar cómo la publicidad antigua -hoy sería impensable el caso- de una bebida alcohólica se presenta como "un arma bien dirigida", en concreto como una bomba saludable, contra la gripe, simbolizada por un tipo de raza asiática con un sombrero cónico vietnamita. La bebida referida es un brandi, que es el aguardiente que se obtiene de la destilación del vino añejado en toneles de madera. La palabra brandy es término inglés, que a su vez es préstamo del neerlandés brandewijn, que significa en esa lengua "vino quemado". Esta bebida tiene una gradación alcohólica bastante más alta que el vino, rondando entre los 36 y 40 grados, y entre los brandis destaca el famoso coñac, que tiene denominación francesa por su origen. La botella del brandi se presenta a su vez como la mejor defensa contra la amenaza de la gripe.
Hemos visto cómo una gripe vulgar y corriente -nos dijeron que era otra cosa, una enfermedad desconocida y nueva en el mundo, además de mortal- ha paralizado prácticamente todo el planeta durante casi tres años consecutivos, ordenando confinamientos, cuarentenas, toques de queda, uso obligatorio de mascarillas, distancias de seguridad, pasaportes de vacunación y una infinidad de protocolos y controles que, para colmo de males, no han servido para nada bueno, y que además no consiguieron su objetivo. Por eso quieren ahora resucitar, entre otros, el fantasma obsoleto H5N1 de la Gripe Aviar.
El doctor Herbert M. Shelton (1895-1985), autor entre otras obras de "Rubies in the Sand" (1961), que se retituló "The myth of medicine", obra publicada post mortem en 1995 en la que se incluyó además material inédito, ya escribió un artículo en 1940 sobre la gripe, titulado técnicamente Influenza, donde dice, entre otras cosas, lo mismo que la sabiduría popular: que el remedio es peor que la enfermedad: Médicos y pacientes rara vez se dan cuenta de hasta qué punto el tratamiento es responsable del aumento y la prolongación del sufrimiento y la muerte.
Afirma el autor que cuando se tiene un resfriado severo, una gripe o una neumonía, lo que hay que hacer en primer lugar es dejar de comer. No hay que tomar ningún alimento, pero sí agua, hasta que desaparezcan los síntomas agudos. No se debe tomar ningún medicamento. Lo que hay que hacer es lo que el cuerpo pide: meterse en la cama y descansar: descanso, ayuno y calor. En estas condiciones y siempre que haya aire fresco en la habitación, el cuerpo se recuperará sin medicamentos de temibles efectos secundarios, complicaciones ni secuelas.
No se necesita tratamiento. La fiebre, la inflamación, la tos y demás síntomas indican que estamos en proceso de curación. En el citado artículo Shelton planteaba dos preguntas que deberíamos todos formularnos: ¿Cuánta fe en la efectividad de las vacunas nos ha inculcado la industria farmacéutica -recordemos el cacareado lema de que "salvan vidas" y, hablando del pasado, "han salvado millones de vidas"-, más atenta a sus cuentas bancarias que a nuestra salud, porque lo que a ella le importa no es curar al paciente sino hacer crónica su enfermedad y convertirlo en un cliente asiduo y así fidelizarlo? ¿Cuántos de nosotros hemos sido adoctrinados para pensar que para que nuestro cuerpo esté protegido necesitamos todo tipo de medicamentos y vacunas y para que desconfiemos de nuestra natural inmunidad?
domingo, 5 de febrero de 2023
CARPE DIEM
El poeta, en otras palabras, nos dice que en lugar de lo que hacemos habitualmente que suele ser vivir en el ayer recordando siempre lo que hicimos el otro día o hace cuatro años e identificándonos así con nuestros numerosos antepasados, o vivir en el mañana haciendo planes para el fin de semana que viene, o proyectos para las próximas vacaciones, para un futuro inasible porque el futuro por definición es lo que no existe todavía, lo que está siempre por venir y no acaba de llegar nunca, proyectándonos así en la también numerosa descendencia de nuestros herederos, deberíamos ocuparnos de vivir... íbamos a decir "el presente". Pero ¿qué es el presente? Si el pasado no existe porque son recuerdos y el futuro tampoco porque es la proyección de nuestros deseos o temores ¿qué es el "presente"?
sábado, 4 de febrero de 2023
Refutación del punto, la recta y el plano ( y 2).
En nuestra vida diaria no hay puntos, ni líneas rectas, direcciones únicas, caminos derechos, sentidos unívocos, distancias cortas, ni tampoco planos. Para llegar a un supuesto punto hay que dar a veces muchas vueltas, muchos rodeos, tomar muchas curvas y senderos alternativos, recorrer muchos meandros y bifurcaciones. Para llegar a un punto no vamos a encontrar nunca un trayecto rectilíneo, y probablemente nunca encontremos ese punto al que pretendíamos llegar.

viernes, 3 de febrero de 2023
Refutación del punto, la recta y el plano (1).
jueves, 2 de febrero de 2023
Y otra tanda de eseemeeses y teletipos
El Minotauro que halló Teseo, el héroe, en el centro del Laberinto y contra el que tuvo que combatir heroicamente era su propia imagen en un espejo reflejada.
miércoles, 1 de febrero de 2023
Años setenta
