En términos freudianos nuestra educación consiste en renunciar al principio del placer en nombre del principio de realidad, a costa de aceptar el displacer, es decir, el dolor y el sufrimiento, que esto conlleva, silenciado por los tambores lejanos de la tierra prometida.
lunes, 22 de marzo de 2021
¿Y para qué? (Una lección de economía).
domingo, 21 de marzo de 2021
Aforismos
Como el fantasma agudo de una flecha lanzaron contra mí tu nombre: aforismo. Y te clavaste en mi corazón. (José Bergamín).
oOo
Es la rima consonante
un corsé decimonónico.
Yo prefiero la asonante
del verso camaleónico.
oOo
Se ha parado el reloj.
Prosigue, sin embargo, andando el tiempo.
oOo
La bandera, ondeando
día y noche en los mapas,
plañendo y suspirando:
¡Qué dolor que haya patrias!
oOo
Lo que el crudo invierno mata
primavera lo devuelve.
Pro no lo mismo nunca.
Pero sí lo mismo siempre.
oOo
Romero de camino,
ignora su destino.
Viajero de verdad,
no saba a dónde va.
Fuga de notas musicales, Riccardo Guasco (2021)
oOo
La mirada verídica,
la más sincera
no sabe lo que mira:
no se hace idea.
oOo
Un hombre no es un voto
único y solo:
es un voto a dios y otro
voto al demonio.
oOo
Por el camino de las acacias,
no sé si voy o, al contrario, vengo.
oOo
Hagas la vista gorda,
o la hagas flaca,
vas a ver lo que pasa:
no pasa nada.
oOo
Siento que poco a poco
lo pierdo todo;
me voy perdiendo yo
también con todo.
oOo
Un juego en el que gana
es el que pierde;
y un juego en el que pierde
es el que gana.
sábado, 20 de marzo de 2021
La cuadrilla de los poetas muertos
Marcial le dice en un epigrama (VIII, 69) a un tal Vacerra que no quiere pertenecer a la categoría de los poetas muertos, los únicos que su amigo considera poetas consagrados. Prefiere pertenecer al club de los poetas vivos: miraris ueteres, Vacerra, solos / nec laudas nisi mortuos poetas. / ignoscas petimus, Vacerra: tanti / non est, ut placeam tibi, perire.
Traduzco los hendecasílabos falecios de Marcial con el mismo ritmo: Sólo admiras, Vacerra, a los antiguos / y no alabas sino a poetas muertos. / Me perdones, Vacerra, ruego: no me / trae cuenta morir para agradarte.
La comparación que ofrece al final del fragmento Horacio es muy apropiada. Si alguien quiere arrancar de un tirón la cola de un caballo no podrá hacerlo, tendrá que arrancarla pelo a pelo; del mismo modo el límite de cien años que el interlocutor ficticio le propone al poeta para considerar a un escritor antiguo es absurdo por arbitrario, como todo límite que quiera fijarse. Si vamos rebajando los días, los meses, los años, al final se viene a parar en nada.
Horacio recurre en el verso 47 a la ratio ruentis acerui, es decir al argumento o razón del acervo o montón que se desmorona, para echar abajo la tesis de que un poeta necesita llevar por lo menos cien años muerto para ser considerado antiguo y, por lo tanto, clásico: dum cadat elusus ratione ruentis acerui: hasta que caiga burlado en razón del montón que se esfuma. ¿No valdría acaso con 99 años y 11 meses? ¿Habría que esperar un año más para canonizarlo? ¿No valdría acaso con 98...? Vamos quitándole al siglo un año detrás de otro, y al año un mes tras otro, y al mes una semana, y a la semana un día, y al día una hora y así hasta el infinito... como a la cola del caballo los pelos uno a uno, hasta venir a parar en nada.
El rompecabezas lógico se llama “sorites”, del griego σωρός (sorós) “montón, cúmulo”, y se atribuye su invención a Eubúlides de Mileto (siglo IV antes de C.) El argumento suele presentarse así: si de un montón de trigo quitamos un grano, el montón no deja de ser un montón. Si admitimos esta premisa de que un grano “no hace granero”, como se dice vulgarmente, es decir, no forma un montón de por sí, y vamos quitando uno tras otro llegará un momento en que ya sólo nos quedará uno, el cual, por definición no constituirá un montón, y si quitamos este último grano de arena ya no nos quedará ninguno. Resulta imposible decir cuándo el montón ha dejado de ser un montón y se ha quedado como el cuchillo sin hoja de Lichtenberg al que le falta el mango.
Cicerón lo dejó muy claro en sus Cuestiones académicas (II, XXIX, 92-93): rerum natura nullam nobis dedit cognitionem finium ut ulla in re statuere possimus quatenus; nec hoc in aceruo tritici solum unde nomen est, sed nulla omnino in re —minutatim interrogati, dives pauper, clarus obscurus sit, multa pauca, magna parua, longa breuia, lata angusta, quanto aut addito aut dempto certum respondeamus non habemus: La naturaleza de las cosas no nos ha dado ningún conocimiento de los límites de modo que podamos establecer en cosa alguna hasta dónde; y esto no sólo en el montón de trigo de donde le viene el nombre, sino en ninguna cosa en absoluto -si preguntados específicamente cuánto se ha de añadir o de quitar para que el rico sea pobre, el claro oscuro, lo mucho poco, lo grande pequeño, lo largo corto, lo ancho estrecho no tenemos nada cierto que responder.
Un grano, pues, no hace granero, no forma montón de grano, pero ¿cómo es posible entonces que un solo grano marque la diferencia entre lo que es un montón y lo que no lo es?
viernes, 19 de marzo de 2021
"Lo flamenco"
“Rocinante vuelve al camino” es una novela, si puede llamarse así, -y así, en efecto, puede llamarse porque se vende bajo la etiqueta comercial de “novela”- publicada por John dos Passos en 1922, quien pasó una temporada en la España de los años veinte del siglo pasado, que recoge estampas periodísticas e impresiones de viaje a modo de ensayo en las que trata de captar la realidad ideal del país.
Su protagonista Telémaco, nombre de resonancias homéricas, tras el que se esconde el autor, estaba buscando a su padre pero se había alejado tanto en su búsqueda, como dice al principio, que ya no recordaba lo que andaba buscando. Encontrará, sin embargo, en su recorrido por España lo que no esperaba y que él cree que es la esencia de lo “español”.
El interés de dos Passos por España no se limita, sin embargo, al del turista norteamericano fascinado por nuestra lengua y cultura. Él es un viajero que quiere impregnarse del espíritu nacional acudiendo a los teatros y museos, evoca los lienzos de El Greco y de Velázquez, lee a nuestros clásicos -ya el título es un guiño al Quijote cervantino, así como el personaje de don Alonso-, a los que cita constantemente, y conversa con la gente anónima que encuentra a su paso. Aquí es donde radica desde mi punto de vista su mejor hallazgo. En su intento de definir lo español llega a decir: "España es la patria clásica del anarquista".
Precisamente, lo que más me ha interesado de este Rocinante vuelve al camino es cómo suena y resuena la voz de la gente del pueblo, lo que dos Passos llama, “lo flamenco”, palabra con la que se denominó a los naturales de Flandes por su tez encarnada, a las aves palmípedas sonrosadas -flamingos/flamingoes en la lengua del Imperio-, las mejillas coloradas de las mozas gallardas y de buena presencia, y finalmente el aire agitanado y andaluz que se expresa en el rostro y en el canto encendido como la llama del fuego, dado que al fin y al cabo la palabra latina que parece que está detrás del vocablo y en su origen es "flamma".
"Lo flamenco" habla principalmente por la boca del arriero cuando, al vadear una corriente montado en su borrico bajando de las Alpujarras, le dice criticando lo que nosotros denominamos el American way of life:
- Ca. En América no se hase na má que trabahá y de'cansá pa podé trabahá otra vé. No es vida pa un hombre. Ayí la hente no se divierte. Me lo dijo un marinero de Málaga que pesca esponjas. Y él lo sabía. No es plata lo que el pueblo nesesita, sino vino y pan y… vida. Ayí no hasen má que trabahá y de'cansá pa podé trabahá otra vé…
(…)
Todo el mundo se burlaba del arriero pero él seguía en sus trece, sacudiendo la cabeza y murmurando: «Ésa no es vida pa un hombre».
(…)
- Lo que usted quiere decir es que ésta sí que es vida para un hombre -dije yo al arriero, que echó atrás la cabeza, en una carcajada de aprobación-. Algo que no es ni trabajar ni prepararse a trabajar.
- Eso es -contestó, y gritó «¡Arre!» al burro...
(…)
- En estas tierras, señor inglés, no trabajamos mucho, somos sucios e ignorantes; pero vivimos. ¿A que no sabe usted lo que hace la gente pobre de los pueblos por el verano? Alquilan una higuera y se van a vivir bajo ella con sus perros, sus gatos y sus críos; comen los higos según van madurando, beben el agua fría de la sierra y tan felices. No temen a nadie, ni dependen de nadie; cuando son jóvenes, hacen el amor y cantan al son de la guitarra, y cuando no, cuentan historias y crían a sus hijos. Usted ha viajado mucho; yo he viajado poco, no he pasado de Madrid; pero le juro que no hay en ninguna parte del mundo mujeres más bonitas, ni tierra más fértil, ni cocina mejor que en esta vega de Almuñécar… Si el vino no fuera tan espeso…
Aquí se contrapone el mundo moderno, el American way of life, a "lo flamenco". El modo de vida americano no es vida para un hombre, dice el arriero, porque la gente en América no goza de la vida pese al dinero que tenga y lo rica que sea, y porque la vida no consiste ni en trabajar ni en descansar para recargar las pilas y volver al tajo y al trabajo. Pero América no sólo es geográficamente América, sino universalmente ya el mundo entero, salvo aquel rincón "atrasado" de España donde la voz del pueblo está despotricando contra el progreso moderno y contra el mundo.
Resuena el sentido común en la voz del arriero cuando dice: “No es plata -o sea dinero- lo que el pueblo nesesita, sino vino y pan y… vida.”
"Lo
flamenco" se define negativamente por contraposición a lo americano y lo moderno como "lo que no es ni trabajar ni prepararse a trabajar". Lo flamenco nos enseña que lo esencial del camino es que uno no
necesita destino. Por eso Telémaco al principio de la novela se
olvida de su padre Ulises u Odiseo, al que estaba buscando, para encontrar lo inesperado, que es
este regalo: la gente pobre que alquila una higuera en el verano “y
se van a vivir bajo ella con sus perros, sus gatos y sus críos;
comen los higos según van madurando, beben el agua fría de la
sierra y tan felices.” No necesitan más, tampoco menos. Son libres. “No
temen a nadie, ni dependen de nadie; cuando son jóvenes, hacen el
amor y cantan al son de la guitarra, y cuando no, cuentan historias y
crían a sus hijos.”
jueves, 18 de marzo de 2021
Imágenes con palabras
El consejero señala que la hipotética vacuna no causa trombosis cerebral, sino que es casualidad, convencido con fe de carbonero de la seguridad de la presunta.
Murió a consecuencia de las heridas punzantes del cuchillo sin hoja al que le falta el mango de Lichtenberg, sin que el arma blanca y homicida haya aparecido.
Las autoridades sostienen la entelequia fantasmagórica y piden a la gente que no se confíe ni relaje las medidas de protección: "El virus sigue entre nosotros".
El doble rasero: Si muere un paciente con el virus, la causa de su muerte es el virus; si muere con la vacuna, no hay relación de causa a efecto, es casualidad.
Lógica epidemio-ilógica gubernamental: Sólo los enfermos deberían llevar mascarilla, pero como no sabemos quién está enfermo, debe ser obligatoria para todos.
El epidemiólogo a sueldo del gobierno de España en entrevista televisada a todo el país: La mascarilla -obligatoria- no es la clave para detener la transmisión.
miércoles, 17 de marzo de 2021
Nefelibacias
Que el caminante se encuentre dando la espalda al espectador del cuadro es bastante significativo: Al no poder vérsele la cara, el personaje central que atrae nuestra mirada enseguida resulta anónimo, podría ser cualquiera, un individuo cualquiera, que como tal está solo. Los rasgos de su fisonomía personal se disuelven en la contemplación del paisaje velado en parte por el mar de nubes.
martes, 16 de marzo de 2021
Tontos que somos y atontaos que estamos.
lunes, 15 de marzo de 2021
Democracia vs. dictadura
Non illi imperium pelagi saeuomque tridentem (Virgilio, Eneida I, 138)
He aquí la perversión conceptual de la democracia moderna: llamar a los gobernantes, que antes lo eran por imposición divina de la línea dinástica o por la fuerza de las armas, representantes de la voluntad popular, una voluntad que parece que lo que quiere es que la gobiernen a toda costa, no sea que ella sola vaya a desmandarse. La democracia sería, pues, la “libertad” que tiene el pueblo de elegir a sus gobernantes.
Conviene recordar, hoy que tan habituados estamos a las elecciones democráticas, que en la Atenas democrática de Periclés, cuna de la democracia, los cargos de gobierno o puestos de responsabilidad política no eran electivos, sino que se otorgaban por sorteo (como se hace entre nosotros en algunas comunidades de vecinos). Un filósofo de la talla de Aristóteles sostuvo que eso era lo más democrático: el sorteo crea democracia, mientras que la elección genera oligarquía (el gobierno -arquía- de unos pocos -oligo-, los representantes, sobre la mayoría de sus representados).
"Y afirmo, por ejemplo, que parece ser democrático que los cargos se den por sorteo, y oligárquico que por elección" (Aristóteles, Política, 1294b 8ss).
En la democracia directa ateniense, el poder de decisión no estaba en representantes o gobernantes, sino en el conjunto de los ciudadanos, por lo que no había partidos políticos ni listas cerradas, sino una amplia asamblea. No había elecciones cada cuatro años, sino una constante implicación de los ciudadanos en la toma de decisiones.
domingo, 14 de marzo de 2021
Imágenes con palabras


Hay
que ver cómo son los espejos, que repiten mirándonos a la cara
insultantemente el dicho aquel del matón con chulería: "A mí el que me
busca me encuentra".

A veces lee uno en la prensa declaraciones valientes como esta de un inspector del cuerpo de policía: Hay más delincuentes dentro de la Policía que en la calle.
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El Líder Supremo pide "aguantar como sea" una Semana Santa "restrictiva" para que el verano sea "casi normal", o sea, sacrifícate ahora, luego ya disfrutarás.
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Profesionales de sectores esenciales protegidos con la vacuna antivírica se quejan de la fuerte reacción que produce, aunque celebran que ya están inmunizados.
sábado, 13 de marzo de 2021
Reprimenda a médicos y boticarios contrahecha del cancionero de Sebastián de Horozco
Ya mató el virus, Felipe, / mucho antes que la vacuna, / entre sus víctimas a una / que es la influenza o bien la gripe, / muy más vieja que ninguna.