EE UU acusa a Rusia de crímenes contra la humanidad.
Mira tú quién fue a hablar y a llamar puta a la Zapatones: ¡Culinegra!,
que le dijo la sartén a la caldera.
Escribe Jürgen Habermas que Occidente suministra armas a Ucrania “y tiene buenas razones para hacerlo”, haciéndose así “corresponsable del curso de la guerra”.
Luchando quijotescamente contra un virus que no era tan fiero como lo pintaron, se propagó una pandemia de depresión que se cobra millones de vidas suicidadas.
Una emergencia meteorológica, como la sanitaria, puede aconsejar u ordenar quedarnos en nuestros hogares y no salir de casa si no es estrictamente necesario.
La economía financiera actual es una ficción absoluta, igual que las tarjetas de crédito y débito, sostenida por la fe en el valor del dinero, falso pero real.
Primum nocere: Lo principal para la medicina moderna es provocar un daño, técnicamente iatrogenia, para luego poder reparar el daño infligido medicalizándolo.
Lo alternativo es la otra cara de la moneda, más de lo mismo. Suele olvidarse que alter no quería decir en latín «otro» sino «segundo», después de lo primero.
La información nuestra que el sistema posee a través de la red informática universal que sabe de nosotros más que nosotros mismos sirve al fin de controlarnos.
El virus era la culpa, nuestra grandísima culpa, el pecado original de la Humanidad que pesa sobre la espalda y los hombros de todos y cada uno de sus miembros.
Por
lo general, los seres humanos preferimos la ficción y nos refugiamos
en ella para huir de la realidad, que se hace así un poco más
tolerable y se edulcora.
¿Qué guerra nos hace a unos ser una cosa y a otros otra? La misma que nos hace ser iguales a los demás elementos del conjunto y ser al mismo tiempo diferentes.
A la Gran Farmacopea le interesa que haya enfermedades, y si no las hay, las inventa. A fin de cuentas, todo el mundo es un enfermo en potencia aristotélica.
Un periódico nacional elogia a la “más que solvente” ministra de Sanidad por el “éxito absoluto de la campaña de vacunación”, repito “por el éxito absoluto”.
El grupo demográfico más educado del universo mundo, las clases medias occidentales, ha resultado ser la población más fácilmente manipulable de la historia.
Nuestras vidas se ponen bajo una mayor custodia protectora del Estado en nombre de la sanidad pública y la seguridad del 'pueblo', pérfido invento del gobierno.
Una amenaza para la salud pública que nunca existió se convirtió en una 'crisis', y con la finalidad de combatirla, se implementó el programa de inoculación.
Muy sugerente la aposición que haces a 'pueblo', ese invento del gobierno en el apunte de "Nuestras vidas se ponen bajo una mayor custodia del Estado".
ResponderEliminarGracias. Está basado en el artículo de Ferlosio: La cultura, ese invento del gobierno.
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