El precio del dinero. A veces hablan los economistas del precio del dinero. Yo no sé qué precio sea ese, no puedo cuantificar ni concebir siquiera esa cifra. Sólo sé lo caro que es el dinero, lo mucho que me ha costado ganarlo a lo largo de mi vida laboral, lo mucho que hay que sacrificarse por tener algo de calderilla en el bolsillo. Nosotros lo hemos convertido en el único dios verdadero, y le rezamos nuestro Credo particular, habiendo contraído una gran deuda con él hipotecándonos. Por eso no se puede decir alegremente que Dios no exista, existe y mucho. Es Mammón, el becerro de oro.
Nuestro sistema de Justicia. Según Lewis Carroll, la Reina explicó a Alicia cómo funciona la justicia en el País de las Maravillas, es decir, en este prosaico mundo nuestro: -Ahí tienes al mensajero del Rey. Está encerrado ahora en la cárcel, cumpliendo su condena; y el juicio no empieza hasta el próximo miércoles: y por supuesto, el crimen se comete al final de todo (‘there's the King's Messenger. He's in prison now, being punished: and the trial doesn't even begin till next Wednesday: and of course the crime comes last of all). (La cita está tomada de Alicia a través del espejo). La Reina viene a decirle a Alicia que el crimen no ha sido cometido todavía, pero el reo está sentenciado antes de ser juzgado y no sólo eso, antes incluso de haber cometido el delito que está condenado a perpetrar, aunque no pueda ejecutarlo.
Cotilleos: Cotillear es según la docta Academia: “Hablar de manera indiscreta o maliciosa sobre una persona o sus asuntos”. Así que cotilleando, que es gerundio. Al parecer, el origen de este palabro es antroponímico, basado en la historia de María de la Trinidad, alias la tía Cotilla, un personaje del siglo XIX, de la época de Fernando VII, el Rey Felón, que fue llevada al cadalso en 1838 por haber asesinado a un grupo de liberales. Aficionada como era a difundir chismes y supercherías a favor del Régimen, la prensa y literatura popular de la época la convirtió en un personaje célebre caracterizado por su indiscreción y charlatanería... El interés morboso por la vida privada de famosos revela la falta de interés de nuestra propia vida. Nos interesa de los famosos más que las obras por las que han alcanzado la fama sus biografías, el espectáculo indecente de su vida privada: el strip-tease de sus intimidades a través de la televisión y, principalmente, de las redes sociales. No interesa lo que escribe un escritor sino su biografía, lo que se ha escrito sobre su vida privada. De hecho, interesa más la vida privada de Lorca, pongamos por caso, que su poesía.
¿Teoría de la conspiración o conspiración de la teoría? Por un momento dejamos de hablar de las crisis visibles y bien visibles y todo el mundo nos pusimos a hablar sin saber de un virus invisible, que se transmitía por contacto humano por lo que los besos llegaron a desaconsejarse, a no ser que se dieran con mascarilla, tapabocas o barbijo como se dice al otro lado del Océano. ¿Pero qué gusto puede haber en un beso así? Prohíben que la gente salga de casa. Desaconsejan hasta que los niños compartan juguetes, que la gente se dé la mano, que se abrace, que haya contacto social… El virus, al ser invisible, es un terror indeterminado, pavoroso. La invisibilidad es lo que otorga más poder a la amenaza, porque una amenaza visible puede ser racionalizada, pero una invisible no puede, es irracional, y se propaga igual que la bubónica peste por el aire.
Democracia representativa. El concepto moderno de "democracia", que es el régimen de gobierno que padecemos actualmente en la mayoría de los países del mundo, apareció por primera vez en la obra de Jeremy Bentham, publicada en 1776 en la lengua del Imperio: A fragment on Government. Hasta entonces no se concebía otra forma de democracia que no fuera la que habían creado los griegos, puesta en práctica en Atenas y en otras ciudades de su órbita de influencia, la democracia directa, en la que los ciudadanos tomaban sus propias decisiones sin necesidad de elegir representantes que las tomaran en su nombre. A partir del siglo XVIII, el término 'democracia' incluye dentro de su definición conceptual la característica esencial añadida y traicionera, por más que nunca lo fuera en sus orígenes, de “representativa”.
De la democracia representativa a la representación democrática todo un logro institucional y espectacular para que al personal no le falte entretenimiento mientras el Mercado se extiende esclavizando al consumidor, saturado de derechos 'culturales' que las ideologías ofertan para que la libertad de elección no se resienta.
ResponderEliminarMuy buena reflexión. Gracias.
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