El célebre guitarrista Eric Clapton, laureado con 17 premios Grammy, ha afirmado en una entrevista en la cadena “The Real Music Observer” que las personas que se han vacunado contra la covid-19, la inmensa mayoría, estaban bajo los efectos de una “hipnosis colectiva” y eran víctimas de “publicidad subliminal” fomentadas por los gobiernos, los media y los laboratorios farmacéuticos.
Los mass media, obviamente, no han perdido la ocasión de echarse sobre él enseguida para desacreditarle. «Los delirios antivacunas de Eric Clapton», tituló CNEWS, argumentando que el concepto de hipnosis colectiva, del que Eric Clapton se hace eco, era una “teoría infundada y conspiracionista”. Igualmente el Huffington Post consideraba que esa afirmación se hace “en el marco de la propaganda anti-vacuna” y se trata de una “teoría infundada”, evocada por el doctor Malone.
Esta teoría de la “psicosis de formación de masas” afirma que las personas vacunadas han sido hipnotizadas por la industria farmacéutica y los gobiernos para creer en la eficacia de la vacuna.
El concepto de psicosis colectiva (a mass formation psychosis) cobró auge a raíz de una entrevista que le hicieron el año pasado al epidemiólogo y biólogo molecular Robert Malone en el podcast "The Joe Rogan Experience", donde establecía una analogía entre lo que estaba sucediendo entonces (y suma y sigue) y lo que sucedió en Alemania durante las décadas de 1920 y 1930: they had a highly intelligent, highly educated population, and they went barking mad: "tenían una población muy inteligente y muy educada y se volvieron locos". Hacía referencia, claro está, al desarrollo de la ideología nazi en la sociedad alemana de aquellas décadas.
Las declaraciones de Malone enseguida pusieron en pie de furibunda guerra a los media contra él, pese a que es el inventor de la tecnología del ARN mensajero utilizada por las vacunas Pfizer y Moderna, y le tildaban de “escéptico de las vacunas”, aprovechando de paso para calificar el podcast "The Joe Rogan Experience", el más escuchado en los Estados Unidos, como un «podcast de extrema-derecha».
La Vanguardia, que titula objetivamente “El compositor británico Eric
Clapton ha vuelto a sembrar la polémica por sus opiniones acerca de la
crisis sanitaria que estamos viviendo”, acababa dictando sentencia sobre las declaraciones de Eric Clapton y descalificándolas: “Las afirmaciones del músico son falsas, pues no existe información científica que sugiera que las vacunas funcionan como un instrumento de control masivo. Por el contrario, sí existe numerosa evidencia sobre los beneficios de las vacunas para combatir la pandemia de covid”.
El País, por su parte, titulaba: El extraño caso de Eric Clapton: Cómo un mito se ha convertido en un tipo desagradable.
EricClapton nos ha regalado, por otra parte, este hermoso tema "Heart of a time", grabado el 24 de diciembre de 2021, la pasada Nochebuena que merece la
pena escuchar. “Heart of a Child” es una melodía dolorosamente
hermosa y a la vez una canción protesta -el cantante ha confesado
que está componiendo muchas a estas alturas de su carrera dada su
militancia en contra de las restricciones impuestas por la dictadura
de las autoridades sanitarias, como Stand and deliver con letra de Van Morrison y This has gotta stop. El nuevo tema ofrece un testimonio poderoso de
un joven que está a punto de suicidarse como consecuencia del
aislamiento forzado del encierro sufrido, que lamenta el
fallecimiento de su padre (y amigo de Clapton), diciéndole que
recuerde a su hija pequeña a la que dejaría huérfana si se quita la vida. Las imágenes del videoclip ilustran la letra de una canción que
pone el dedo en la llaga de un aspecto del régimen sanitario impuesto que rara
vez se aborda: lo que está costando en el ámbito de la salud mental no el presunto virus letal en sí, sino las medidas adoptadas para combatirlo: la
prohibición del contacto humano, la mascarilla que vela la sonrisa, y el miedo irracional a la muerte que se ha instilado, a
lo que son especialmente susceptibles los jóvenes, pánico que puede
empujar, paradójicamente, a la propia muerte voluntaria.
He aquí la letra en versión original, coescrita con su amigo Robin Monotti, al que la revista Rolling Stone califica de "vaccine skeptic": Put
down that gun, boy, / don’t blow your life away. / We’re going to
need you / make it through the day. / They put it to you, / they put
it in your head, / made you believe that / you’d be better off
dead. / But don’t break the heart of your child / Don’t let the
fear drive you wild. / We lost the love of a man / I was proud to
know. / They locked you down, boy, / made you grieve alone. / Turn
off the tv, / throw your phone away, / don’t you remember / what
your daddy used to say. / Don’t break the heart of your child, /
don’t let your fear drive you wild. / The pain you’re feeling /
cuts me to the bone. / I’m right there with you, boy. / You’ll
never be alone. / There’s someone else here, / someone who can’t
complain. / She don’t know if you’ll be / coming home again. /
Don’t break the heart of this child, / don’t let your tears
drive you wild. / Don’t break the heart of your child, / don’t
let your tears drive you wild.
Y una traducción: Suelta
esa pistola, chico, / no arruines tu vida. / Vamos a necesitar que tú
/ logres pasar el día. / Te lo metieron a ti , / te lo metieron en
la cabeza, / te hicieron creer que / estarías mejor muerto. / Pero
no rompas el corazón de tu niño, / no dejes que el miedo te vuelva
loco. / Perdimos el amor de un hombre / que yo estaba orgulloso de
conocer. / Te encerraron, chico, / e hicieron llorar solo. / Apaga la
televisión, / tira tu teléfono. / ¿No recuerdas / lo que tu padre
solía decir? / No rompas el corazón de tu niño, / no dejes que tu
miedo te vuelva loco. / El dolor que sientes / me cala hasta los
huesos. / Estoy a tu lado, chico. / Nunca estarás solo. / Hay
alguien más aquí, / alguien que no puede quejarse. / Ella no sabe
si vas / a volver a casa. / No rompas el corazón de esta criatura,
/ no dejes que tus lágrimas te vuelvan loco. / No rompas el corazón
de tu criatura, / no dejes que tus lágrimas te vuelvan loco.
Tal vez El Pais, diario muy “educado” y dependiente del mañana y del que ha dependido el curso mito-maníaco de la democracia en el Reino de España, no deje de proyectarse cuando dice: «Cómo un mito se ha convertido en un tipo desagradable». En su caso muy fácil: vendiéndose, como antes, al mejor postor, ahora a Bill Gates y a BlackRock, y si le desagrada no disponer de todas las estrellas del rock para ilustrar la ofensiva corrupta y mortífera a la que sirve y encumbra será por su arrastrada predisposición al consenso y cánticos agradables e ilustraciones culturales para sostener el poder del Dinero que "non olet".
Tal vez El Pais, diario muy “educado” y dependiente del mañana y del que ha dependido el curso mito-maníaco de la democracia en el Reino de España, no deje de proyectarse cuando dice: «Cómo un mito se ha convertido en un tipo desagradable». En su caso muy fácil: vendiéndose, como antes, al mejor postor, ahora a Bill Gates y a BlackRock, y si le desagrada no disponer de todas las estrellas del rock para ilustrar la ofensiva corrupta y mortífera a la que sirve y encumbra será por su arrastrada predisposición al consenso y cánticos agradables e ilustraciones culturales para sostener el poder del Dinero que "non olet".
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