Recupero un poema de César Vallejo (1892-1938) que llega a mi conocimiento por la traducción y reelaboración en italiano que ha realizado de él Giorgio Agamben, quien publica en su página su versión peculiar de “¡Cuídate, España, de tu propia España!”, incluido en la obra póstuma del poeta “España, aparta de mí ese cáliz” (1939). Así dice la versión de Agamben en versión original italiana:
Guardati Italia dalla stessa Italia
Guardati Italia dalla tua propria
Italia
guardati dalla croce senza Cristo
guardati dal martello
senza falce
Guardati dal vicino senza volto
guardati
dal boia con la maschera
guardati da chi brucia il tuo cadavere
Guardati dalla quarantena senza peste
e
dalla peste senza quarantena
guardati da chi ti separa dai tuoi
giorni
Guardati dal teschio senza
tibie
guardati dalle tibie senza il teschio
Guardati da chi
conta le tue morti
Guardati Italia dai tuoi nuovi potenti
guardati da chi osserva l’obbedienza
guardati Italia dalla
stessa Italia
oOo
Traduzco la versión de Agamben al castellano devolviéndole el vocativo “España” que Agamben ha sustituido
por “Italia”, respetando el hendecasílabo y restituyendo los signos de puntuación que el italiano evita.
¡Cuídate, España, de tu propia España! / ¡Cuídate de cruz que no tiene Cristo! / ¡Cuídate del martillo sin la hoz!
¡Cuídate de tus vecinos sin rostro! / ¡Cuídate del verdugo enmascarado! / ¡Cuídate del que quema tu cadáver!
¡Cuídate de cuarentena sin peste / y de la peste sin la cuarentena! / ¡Cuida del que te aparta de tus días!
¡Cuida de la calavera sin tibias / y de las tibias sin la calavera! / ¡Cuídate de aquel que cuenta tus muertes!
¡Cuídate de tus nuevos poderosos! / ¡Cuídate del que observa la obediencia! / ¡Cuídate, España, de la misma España!
oOo
He aquí el poema original de César Vallejo que acaba con un dramático "¡Cuídate del futuro!" y tres puntos suspensivos:
¡Cuídate, España, de tu propia España!
¡Cuídate, España, de tu
propia España!
¡Cuídate de la hoz sin el martillo,
cuídate
del martillo sin la hoz!
¡Cuídate de la víctima a pesar
suyo,
del verdugo a pesar suyo
y del indiferente a pesar
suyo!
¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,
negárate
tres veces,
y del que te negó, después, tres veces!
¡Cuídate
de las calaveras sin las tibias,
y de las tibias sin las
calaveras!
¡Cuídate de los nuevos poderosos!
¡Cuídate del
que come tus cadáveres,
del que devora muertos a tus
vivos!
¡Cuídate del leal ciento por ciento!
¡Cuídate del
cielo más acá del aire
y cuídate del aire más allá del
cielo!
¡Cuídate de los que te aman!
¡Cuídate de tus
héroes!
¡Cuídate de tus muertos!
¡Cuídate de la
República!
¡Cuídate del futuro!…
César Vallejo
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