Ya está
aquí, en sazón,/ la alergia primaveral; / ¡qué contrariedad!
Me di la inyección / y adquirí la inmunidad: / puedo ya morir.
El endrino en flor: / otra vez, igual que ayer, / aunque nunca igual.
¡Con qué envidia ve, / enjaulado, el ruiseñor / volar al pardal!
Bajo el abedul / susurraba el viento, mil / palabras de amor.
¿Otra vez está / llamando a la puerta Abril? / No hay segunda vez.
Una bala aquí /directa y derecha entró, / en el corazón.
Yo no sé quién soy. / Si te digo la verdad, / mintiéndote estoy.
Falsa información / ¿Quién la verificará? / Falsa, sí, y real.
Viendo un cuadro yo / entro como sin querer / a perderme en él.
Primavera ya: / un reclamo comercial / en la World Wide Web.
¡Espectacular / el almendro -mira- en flor! / Se lo digo ¿a quién?
Huella carmesí / de unos labios sin bozal, / rojo de pasión.
Un rayo de sol / entra por el ventanal / a alegrarme a mí.
Ven, cuéntamelo: / cómo todo ya cambió y / cómo sigue igual.
Late el corazón / igual que una codorniz / en jaula y corral.
Miedo no lo hé, / que él me embarga y tiene a mí / clavándoseme.
¿Me liberaré / de todo, incluso de mí / mismo yo también?
La pregunta es flor / que tiene que florecer / aun sin responder.
Oviedo, ciudad / que amo y que no existe ya, / que conservo aún.
Niño, pregunté: / ¿Tiene techo el cielo azul? / Nadie respondió.
Vuelven a anidar / negras golondrinas hoy / en mi corazón.
Suelta cada cual / su opinión particual / cual ventosidad.
Muchos años yo / tengo encima, y muchos más / desengaños ya.
Urna electoral, / que es sarcófago, ataúd / y orza funeral.
No hice voto yo / de obediencia, mas me lo han / impuesto a pesar.
Libre creo ser / y hago lo que manda hacer / el ordenador.
Canta el mirlo un son: / llega el día ya a su fin / de hoy sin conclusión.
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