El célebre grabado de Goya “El sueño de la
razón produce monstruos”, que pasa por ser un ataque al
racionalismo, muestra, por el contrario, que cuando la razón
—representada por una figura durmiendo sobre un libro— abandona
la vigilia, surgen los monstruos engendrados por la superstición, la
ignorancia y el fanatismo.
El propio Goya escribió en 1797
sobre Los Caprichos: “El autor, soñando. Su intento sólo
es desterrar vulgaridades perjudiciales, y perpetuar con esta obra de
“caprichos” el testimonio sólido de la verdad”.
Los Caprichos
y las pinturas negras de la Quinta del Sordo suelen ser
interpretados como una forma de irracionalismo prerromántico, pero
Goya no es un romántico, ni siquiera un prerromántico, sino un
afrancesado e ilustrado, un amigo de la diosa Razón, que sufrió
persecución por ello en una España oscurantista.
Resulta curioso
a más de significativo cómo se ha impuesto la interpretación irracional, en lugar de la
racionalista más propia de Goya. A ello ha colaborado, sin duda, la
polisemia de la palabra española “sueño”, que recoge por un
lato el hecho de dormir –sommeil, sleep, somnus, hypnos-, a lo que
alude Goya, que nos muestra una razón desfalleciente, modorra, que ha bajado
la guardia, que se ha adormecido, y por otro el acto de soñar –rêve,
dream, somnium, oneiros-.
Morfeo, Jean Antoine Houdon (1769)
En
la mitología griega Hipno personifica el sueño, es hijo de la Noche
y hermano gemelo de la Muerte (Tánato), puede adormecer a los dioses
y a los hombres. La diosa Hera lo invoca en la Ilíada de Homero
(XIV, 233) para rogarle que adormezca a Zeus después de haberse
unido con él, y no huya de su lecho en busca de aventuras de otras amantes, así:
Ὕπνε
ἄναξ
πάντων τε θεῶν πάντων τ᾽
ἀνθρώπων,
(hýpne
ánax pántoon te theôon pántoon t' anthróopoon, es decir: Sueño,
señor de todos los dioses y todos los hombres...) y
es el padre de Morfeo, dios que trae los sueños y ensoñaciones a los mortales.
Morfeo, pues, es una divinidad onírica, hijo de Hipnos y de la
Noche, según unos, por aquello de que los sueños suelen presentársenos durante el reposo nocturno, cuando la razón ha bajado la guardia, y según otros es uno de los mil Sueños
engendrados por la noche sola.
Morfeo (detalle), Jean Antoine Houdon (1769)
Suele
representárselo con alas que baten rápida- y silenciosamente, que
le permiten volar. Para presentarse a los mortales, se transofrma en
seres queridos, de ahí que su nombre Morfeo, derive de μορφή
(morfé, “forma” en griego), por las formas que adquiere. Su nombre ha dado nombre, valga la redundancia, a la morfina, por
el poder soporífero de esta droga. Por otra parte, la expresión "caer en brazos de
Morfeo" se utiliza como sinónima de “dormir” y, por consiguiente de "soñar".
No hay comentarios:
Publicar un comentario