martes, 5 de enero de 2021

Pan y güifi

"Pan y wifi" es la actualización adecuada como anillo al dedo a estos tiempos pandémicos del viejo tópico de Juvenal "panem et circenses" (pan y circo). 
 
 

Veamos un poco el contexto del literario latinajo. Se trata de unos hexámetros (78-81) de la sátira X de Juvenal, en la que por cierto también aparece otro de los célebres tópicos del poeta (el mens sana in corpore sano) junto con la clásica mención de los dos filósofos presocráticos que se harían proverbiales del pesimismo y el optimismo: Heraclito, llorando y Demócrito, riendo respectivamente. 

...effudit curas; nam qui dabat olim / imperium fasces legiones omnia, nunc se / continet atque duas tantum res anxius optat, / panem et circenses:  ... (el pueblo) perdió su interés. Pues si antaño otorgaba / mando y poder, las fasces, legiones, todo, ahora / se desentiende y sólo desea ansioso dos cosas: / pan y circo. 

¿Quién es el sujeto elíptico u omitido de ambas frases? ¿Quién es, como diría un gramático, esa tercera persona del singular, que en la Roma republicana otorgaba con sus votos el poder, y aun en el principado de Augusto, hasta que el emperador Tiberio suprimió todos los comicios, de forma que los ciudadanos ya no tenían a quién venderle su voto? ¿Quién es ese sujeto, nunca mejor dicho lo de subiectus (=sometido), que ahora sólo se conforma con dos cosas, el pan y el circo? No hay que imaginar mucho. El propio Juvenal lo menciona un poco antes. El sujeto es un singular colectivo: populus: el pueblo, al que más arriba se ha referido como turba Remi, que podríamos glosar con dos términos despectivos como "la chusma o el populacho de Rómulo y Remo", es decir, el pueblo romano, fundado por los gemelos amamantados por la loba.  
 


Ha habido a lo largo de nuestra historia otras actualizaciones como la cañí "pan y toros", la franquista "pan y fúzbol", y ahora la democrática, neotecnológica y progresista "pan y güifi", que así deberíamos escribirlo  en la lengua de Cervantes, como lo pronunciamos, y que en la de Shakespeare y del Imperio, por cierto, no se dice así, sino /waifai/, o sea, guaifai. 
 
Pan y güifi gratuito, pues, como el pan y las carreras de cuadrigas y combates de gladiadores que costeaban y regalaban los emperadores al pueblo para que estuviera contento con un mendrugo que llevarse a la boca y con espectáculos públicos que lo redujeran al pasivo papel de espectador -hoy hay que anteponer el prefijo tele, que indica alejamiento social, al espectáculo y al espectador: telespectáculo y telespectador, a diferencia de la antigüedad, donde el evento se vivía en vivo y en directo.

"Cebados de pan y güifi" es una buena pincelada descriptiva de los españoles acorralados -cada gallo en su corral, reza el refrán- en sus propios y dulceamargos hogares durante el año 2020 de la era cristiana: hartos de ir a buscar comida a la fresquera y atragantados hasta el aburrimiento de tanto entretenimiento serial televisivo y de tanto exceso de información tóxica para que no nos demos cuenta de lo que pasa y no nos revolucionemos. Por cierto ¿qué es lo que está pasando sin que nos demos ni cuenta? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario