viernes, 3 de junio de 2022

J'adore

    J'adore (literalmente “adoro” en francés, pero se traduce mejor al castellano como “me encanta”) es un perfume femenino -para mujeres- de la casa Dior, que es 'una oda a las mujeres, a su audacia, a su belleza'. Buscando información sobre el agua de colonia de esa casa me encuentro con esta literatura: “Un torbellino interminable de flores liberadas exhalando su perfume hasta el infinito: la rosa centifolia, el jazmín sambac, el ylang-ylang y el nardo de la región de Grasse se cincelan con los acentos amaderados de un sándalo cremoso”. Y la siguiente y sugerente foto con el lema Infinitely woman: mujer infinitamente donde se sugiere que el frasco que contiene la odorífera esencia es la mujer misma.


    El frasco representa el cuerpo sinuoso de la mujer, que es la destinataria del perfume, como se ve en la imagen, donde para resaltar esta idea publicitaria la modelo lleva un collar anillado y dorado al cuello como el recipiente del perfume siendo su cabeza el tapón. El cuerpo de la rubia modelo es, no podía ser de otra forma, dorado, como el frasco. 

  

    El perfume ha sido presentado con el eslogan "Future is gold", material que rodea a la bellísima actriz jolivudense Charlize Theron durante todo el spot dirigido por Jean Baptiste Mondino, en el que aparece luciendo un espectacular vestido dorado y trepando por un telón dorado en un salón cubierto de oro (el salón de los espejos de Versalles, que representa el papel de la mujer subordinada al patriarcado históricamente) para llegar a romper el techo de cristal de su empoderamiento, a través del cual accede a una ciudad repleta de oro también donde se levantan altos rascacielos.

    El empoderamiento de la mujer no es ningún logro social como nos lo presenta el anuncio publicitario porque supone la equiparación de la mujer al hombre en lo peor que este tiene, que es precisamente el poder, lo que lejos de destruir el patriarcado actual existente viene a reforzarlo haciendo que el sexo sea indiferente como requisito para desempeñar el mando. En ningún momento se cuestiona el Poder establecido, sino que se defiende el derecho de la mujer a ejercerlo como el varón: tanto monta, monta tanto Isabel cómo Fernando, sus católicas majestades. Lo cual, lejos de derrocar la monarquía, la consolida.   

    El anuncio de Dior nos va diciendo en la lengua del Imperio: "The past can be beautiful / A memory, a dream / But´s no place to live". Se alude a la belleza del pasado, que no es un lugar donde actualmente se pueda vivir. Y sigue: "And now is the time / The only way out is up / It´s not heaven / It´s a new world / The future is gold". Ahora es el momento de emprender el camino hacia arriba, no hacia el cielo paradisíaco, sino al Nuevo Mundo: una ciudad de fálicos rascacielos. "El futuro es oro" es precisamente el título del filme publicitario. 

 

    Al toparme por la calle con este panel publicitario en una parada de autobús urbano no he podido dejar de asombrarme, y he tomado la foto que publico, donde el frasco que hemos visto que representaba el cuerpo de la mujer recuerda también, a la vista de esta imagen, el ofrecimiento del sexo femenino, el coño abierto bajo la boquita cerrada de unos sensuales labios. Si procedemos a la anatomía o despiece, las manos constituirían los labios vaginales (mayores y menores), el tapón el clítoris, debajo del clítoris se adivina el orificio uretral en forma de punto y, más abajo, en el hueco abierto entre las manos se abriría la vagina dorada. La garganta de la mujer donde aparece la inscprición Life is Gold (la vida es oro) sería en esta imaginería el Monte de Venus.  ¿Pornográfico? No, erótico. La publicidad no suele recaer en pornografía. Pero sí que de alguna forma lo hace porque presenta a la mujer como un coño, lo que recuerda a aquel otro eslogan publicitario de hace unos años "Toda tú eres un culito", ante el que protestaron muchas feministas argumentando que las mujeres eran algo más que "un culito". Nos hallamos aquí aunte una forma más sofisticada de decir algo parecido: "Toda tú eres un coñito".




   La inscripción "Life is gold" (la vida es oro) recuerda al dicho castellano: El tiempo es oro, o, también en inglés, time is money (la vida es dinero). La casa Dior sustituye el término time por life, el tiempo por la vida, una vida que se desarrolla en el tiempo y que se computa como tal. El anuncio protagonizado por Charlize Theron lo dice al final: El título del filme es "The Future is Gold". El futuro es oro. El dorado perfume no podía ser barato. Desde 76 euros el frasco más pequeño. 

jueves, 2 de junio de 2022

¿Filántropos o filárgiros? Da igual, es lo mismo.

    A multimillonarios como Bill Gates, Georges Soros y Charles “Chuck” Feeney suelen calificarlos generosamente los locutores televisivos y los periodistas como “filántropos”, o sea, “amantes de la humanidad”. Digo que es una calificación generosa por no decir que gratuita, y sin mucho fundamento. Su amor a la humanidad, su filantropía, se traduce en realidad en  una firlargiria o amor al dinero mismo. Son filárgiros, amantes del vil metal, sólo que en su fuero interno identifican el oro, el dinero, con el ser humano. Los hombres son para ellos recursos humanos, o, siguiendo la metáfora de la que se hace eco el poeta griego Píndaro, dinero. Si aceptamos la ecuación, definirse como amante de la humanidad sería lo mismo que definirse como amante del dinero: filantropía sería filargiria y viceversa.

    Las fortunas que han amasado estos magnates milmillonarios son fruto de expropiaciones de lo común: sus apropiaciones,  sus fortunas, son expropiaciones. Por mucho que luego quieran limpiar su mala conciencia, es decir la conciencia de que han cometido un robo, con generosas donaciones humanitarias para blanquear su dinero negro, la denominación de filántropos les cae gordísima, muy grande. En realidad son filárgiros. Lástima que nuestra docta Academia no recoja todavía este término, de origen griego, como filántropo, formado sobre phílos, «amigo» y árgyros «plata» o sea «dinero». En portugués está atestiguado el término, que se define como aquel que muestra filargiria (definida como una preocupación excesiva por el dinero cuando no por avaricia o codicia). 

    Dejando aparte a Bill Gates, que muestra su filantropía queriendo reducir gracias a las vacunas el número de habitantes del planeta para que haya más sitio para los que queden con la mejor intención del mundo porque nadie hace mal a sabiendas,  o destinando fondos millonarios para crear leche materna artificial, y centrándonos en  otro multimillonario, George Soros, hay que denunciar su intervención en el Sínodo de Davos para «alertar» de la importancia que tiene derrotar a Rusia de manera urgente. Según Soros, de lo contrario, podríamos encontrarnos ante el inicio de la Tercera Guerra Mundial y nuestra civilización «podría no sobrevivir». Curioso que para evitar la Tercera Guerra Mundial tengamos que comenzarla... si no la hemos comenzado ya.   Según su muy errado punto de vista, la invasión de Ucrania por Rusia se produjo en medio de la lucha entre dos sistemas de gobierno diametralmente opuestos entre sí: una sociedad abierta y una sociedad cerrada. Evidentemente, para Soros, Rusia encarna la sociedad cerrada y Occidente, es el estandarte de sociedad abierta. ¡Qué sencillo y fácil de entender, no hacen falta más que dos neuronas, pero qué maniqueo y qué falso! Su filantropía, además, excluye a los rusos del resto de la humanidad.


    El otro milmillonario, Charles “Chuck” Feeney, ha dejado de serlo por voluntad propia a sus noventayún años de edad, en el umbral de su vida, recién cumplidos, y ha decidido enfrentarse a la Parca “arruinado”. Ha regalado su fortuna que ascendía a ocho mil millones de dólares a obras benéficas, universidades y organizaciones de todo el mundo a través de su fundación Atlantic Philanthropies. Con este gesto alienta a los multimillonarios como él a donar su dinero en vida para controlar mejor su destino. Es la idea que él ha patentado de 'Giving While Living', o sea de dar mientras se vive... no vaya a ser que luego venga Hacienda y se lo lleve. 

miércoles, 1 de junio de 2022

"Como la hoja seca..."

    La Vagantenstrophe o Vagantenzeile, como se llama en alemán, la estrofa goliárdica, propia de la lírica medieval latina tanto religiosa como laica, está compuesta por cuatro versos largos de trece sílabas, formados cada uno de ellos por dos hemisquios: uno de siete sílabas ( + - + - + - +) y otro de seis (+ - + - + -) , donde el signo “ +” representa el golpe de la marca rítmica y el signo “-” la sílaba no marcada. Cuando se dice sílaba marcada rítmicamente se quiere decir en principio que lleva el acento de palabra como marca rítmica, aunque pudiera no llevarlo eventualmente y sentirse como tal, arrastrada por el ritmo general. Asimismo, cuando se dice no marcada se dice sílaba átona o carente de acento de palabra en principio, aunque podría llevarlo eventualmente y no percibirse como tal marca rítmica, cayendo a contratiempo, lo que podría dar un énfasis especial a la palabra dentro del verso. 


     Un ejemplo conocido es el célebre himno tabernario de la Confesión del Archipoeta (siglo XII): Meum est propositum / in taberna mori, // ut sint vina proxima / morientis ori. // Tunc cantabunt letius / angelorum chori: // "Deus sit propitius / huic potatori." Como puede comprobarse hay rima consonante en -ori: mori, ori, chori, potatori. Una traducción aproximada que mantiene el ritmo y rima podría ser: Mi propósito es morir / en una taberna // donde el vino cerca esté / de mi calaverna. // Cantarán los ángeles / con su voz muy tierna: // “Tenga de este bebedor / Dios clemencia eterna”. La estrofa tiene algún parecido lejano con la cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo de nuestro mester de clerecía: cuatro versos alejandrinos -catorce sílabas- con rima consonante entre ellos, partidos en dos versos heptasílabos. Sirva como ejemplo esta estrofa (784) del Libro de buen amor del Arcipreste de Hita: “¡Ay viejas pitofleras, malapresas seades! / El mundo revolviendo, a todos engañades: / mintiendo, aponiendo, deziendo vanidades, / a los nesçios fazedes las mentiras verdades”.

    Del Archipoeta, precisamente, me apropio de un verso: folio sum similis de quo ludunt uenti, que traduzco: igual que hoja seca soy / con que juega el viento, que me recuerda a las feuilles mortes de Prévert, y me lanzo a la carrera.

Soy como hojarasca yo

con que juega el viento,
siempre a la ventura voy
y es que no escarmiento,
culo inquieto, aquí y allá, 
soy de mal asiento,
dando tumbos por ahí
sin conocimiento.

Como arenas de la mar,

mis penas sin cuento.
Triste, pero alguna vez
loco de contento.
Húndase por mí, ojalá,
todo el firmamento;
yo a toda velocidad
marcho a paso lento.

martes, 31 de mayo de 2022

Tres gorilas positivos

    La máquina de producción incesante de noticias para consumo informativo del que quiere saber lo que pasa sin enterarse paradójicamente por eso mismo de nada de lo que está pasando saca la noticia de que tres de los siete gorilas que viven -si eso es vida y puede denominarse como tal- en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Cantabria) tienen COVID, sí, sí, covid, no viruela del mono, sino covid, o, mejor dicho: no es que lo tengan propiamente hablando, sino que han resultado positivos en las pruebas que se les realizaron al efecto a petición del veterinario de los simios. 

    El responsable de los animalejos se mosqueó al comprobar que varios de los gorilas tosían y tenían más mocos de lo habitual. Al parecer, habían perdido, además, el apetito y se mostraban cansados. Y se le ocurrió que, habiendo como hay una pandemia de coronavirus desde hace algo más de dos años, los gorilas podían estar también ellos contagiados y enfermos, pobrecitos. Loable que se preocupe de la salud de los animales que están a su cargo, pero la ocurrencia no deja por ello como poco de ser disparatada, y falsa la alarma desatada.

 
Escultura de gorila de Cabárceno
 

    Así que puesto al corriente el Director General de Salud Pública de la taifa cántabra, el señor Reinhard Wallmann, ordenó que se hicieran pertinentes los análisis.  No les metieron a los gorilas el palitroque por las narices para hacerles la PCR dichosa, ni les tomaron muestras de saliva o de sangre, sino que analizaron sus heces que era lo que más a mano tenían después de recoger muestras copiosas. Analizados los excrementos en el laboratorio, tres de los siete gorilas resultaron positivos en coronavirus, aunque una de las dos hembras afectadas con una carga viral muy baja. 

Gorila de Cabárceno con una zanahoria en la boca.
 

    Al parecer, según la prensa local de campanario, los tres se encuentran ya mejor, prácticamente asintomáticos. En mi visita al parque como reportero aficionado que además está exento de pagar los 32 euros que cuesta la entrada de adulto por vivir en uno de los términos municipales en los que se halla el parque temático, pude comprobar que los siete gorilas están aparentemente en perfecto estado de salud. Han recuperado el apetito y el humor y tienen un comportamiento normal. «Probablemente ha influido que ninguno tenía una carga viral reseñable», y no solo una de las dos hembras, como se dijo al principio.

    Dado que los animales viven en un recinto cerrado tanto interior, donde una gran cristalera los separa del público, como exterior, donde se levantan unos altos muros con el mismo fin, se sospecha que la vía de contagio han podido ser los cuidadores, por lo que fueron sometidos a las pruebas todos aquellos que en las últimas semanas se han ocupado de los animales para seguir la pista y detectar cuál sea el genoma del virus. Los cuidadores resultaron negativos, quizá porque como suele suceder hayan pasado la enfermedad del virus sin enterarse.

Gorila de Cabárceno a la sombra de una palmera.

    «Necesitamos saber qué variante es porque hay que descartar todas las posibilidades», afirma el Consejero de Sanidad y Director General de Salud Pública. Podría tratarse de una variante desconocida hasta el momento que haya sido capaz de saltar con facilidad de humanos a animales. No sería la primera vez que sucede. «Existe una publicación de hace un año donde ya se constató un caso de gorila infectado en un zoológico de California» añade.

    «Esto es algo que se piensa que puede ser habitual aunque no esté muy estudiado. Hace tiempo que se está tratando de entender cómo el virus ha sido capaz de mutar tan rápido para dar lugar a las variantes que conocemos en tan poco tiempo. Y una de las hipótesis más compartidas es que ha estado viajando de los animales a los humanos continuamente», explica el epidemiólogo. Pero ahora parece que según eso se estaría cerrando el círculo, y rizando el rizo, como suele decirse, y el virus estaría regresando de los humanos a los animales, esos antepasados nuestros.

 

     ¿No podía haberse tratado de un catarro común?¿No podría haber sido un resfriado corriente? Parece que esta hipótesis no se contempla, y que descartada como está se piensa en la existencia de un contagio como única explicación, y por lo tanto hay que identificar el vector de dicho contagio y poner en marcha el rastreo. En todo caso no ha sido necesario aislar a los gorilas positivos del resto confinándolos ni ponerles mascarillas que probablemente hubieran durado menos que un suspiro en sus bocas. Habida cuenta de que no hay un tratamiento específico, y la poca carga viral de los tres afectados, sólo se le aplicó medicación a Nicki.

    Como puede comprobarse por noticias como esta, que han saltado enseguida a toda la prensa nacional y a la televisión -durante mi visita, TVE estaba entrevistando al veterinario que dio la voz de alarma-, si no se trata de mera propaganda turística del parque, que no vive en sus mejores momentos después de algunos incidentes como el incendio del cubil en el que murieron  tres jirafas hace unos años, seguimos inmersos en la ya larga y cansina narrativa covidiana porque interesa seguir con la ficción de la pandemia, porque algunos están interesados en el relato que impide que no nos enteremos de verdad de lo que pasa.

lunes, 30 de mayo de 2022

Vidas ejemplares: Martín de Tours desenmascara al diablo (y II)

    Con ochenta discípulos fundó Martin de Tours un cenobio, es decir, un convento apartado del mundanal ruido donde vivieran en comunidad y retiro los monjes, y donde no existía la propiedad privada (nemo ibi quicquam proprium habebat) por lo que todas las cosas se ponían en común (omnia in medium conferebantur).

    Allí no había dinero que valiera, que había quedado abolido, porque no estaba permitido ni comprar ni vender nada (non emere aut uendere... quicquam licebat). Puso en práctica el santo varón la comunidad de bienes y la abolición efectiva del vil metal, lo que podría considerarse algo imposible, una utopía, que, sin embargo, contra lo que dice la etimología de la palabra, tuvo lugar y se llevó a cabo. 

    Podemos considerar que se trata de un hecho histórico, dada su verosimilitud, que, de ser cierto, y parece que lo es, viene a desmentir que sea una quimera imposible vivir sin dinero y sin la propiedad privada que el dinero proporciona. 

    La utopía tuvo lugar, al menos, históricamente en el monasterio medieval que fundó Martin de Tours en los alrededores de Poitiers, donde se estableció con sus discípulos y fundó el monasterio de Ligugé, que se considera el primero de la Galia cristiana, lo que ha venido a confirmar la arqueología al hallarse vestigios de ocupación en época galo-romana, por lo que pasa Martín de Tours por ser uno de los creadores del monacato primitivo en el país vecino. 

 Doble claustro de la abadía San Martín de Ligugé (Vienne, Francia)

     Martín de Tours fundó, además, según su hagiógrafo Sulpicio Severo, más iglesias y monasterios por doquier, intentando borrar siempre la huella preexistente del paganismo, tal era su fanático empeño: nam ubi fana destruxerat, statim ibi aut ecclesias aut monasteria construebat. 

    A menudo el diablo, nos dice la crónica, intentó burlar a Martín adoptando numerosísimas formas, no sólo masculinas como la de Júpiter o más a menudo la de Mercurio, el mensajero de los dioses (in Iouis personam, plerumque Mercuri), sino también femeninas transfigurándose ante él con los rostros de Venus y de Minerva (Veneris ac Mineruae... uoltibus). Él siempre se protegía de estos fantasmas diabólicos haciendo la señal de la cruz. 

    Pero el diablo, en otra ocasión, se presentó ante el santo varón en vuelto en una luminosidad purpúrea (luce purpurea), ataviado con un rico ropaje propio de un monarca (ueste etiam regia indutus) y con una corona de piedras preciosas y de oro (diademate ex gemmis auroque redimitus), de forma que pareciera cualquier personaje menos el que en realidad era, el mismísimo diablo. 

    Le dijo incluso al santo, mintiéndole: Christus ego sum. Yo soy Cristo. Y volvió a repetírselo. Pero el santo le dijo que no lo creía, que Cristo no podía presentársele así nunca, con esa arrogancia (in eo habitu formaque), sino mostrándole las huellas de su sufrimiento, los estigmas de la cruz (crucis stigmata). Ante lo cual, la imagen se desvaneció como el humo (ut fumus euanuit) y dejó en la celda del santo tal hedor (cellulam tanto foetore compleuit) que estaba claro que era el mismísimo demonio y no Cristo quien se le había aparecido, lo cual, dice Sulpicio Severo, el hagiógrafo de san Martín, es decir, el que convirtió a Martín en un santo al escribir su vida (uitam illius scribere), no debe ser juzgado fabuloso o ficticio porque él lo supo de boca del propio Martín (ex ipsius Martini ore cognoui). 

    Sin embargo, la noticia carece de todo rigor histórico. Aunque Sulpicio Severo la haya oído de labios del propio Martín, y se trate de un testimonio oral directo, no podemos considerar que haya sucedido dado su carácter sobrenatural; debe tratarse, más bien, de alguna alucinación crónica del propio Martín al que se le presentan en su imaginación, en primer lugar, las figuras de los dioses paganos que estaba empeñado en destruir, en forma de remordimientos de conciencia, y finalmente la del propio Cristo, que es un trasunto como descubre enseguida Martín del mismísimo Belcebú o, si se prefiere, Lucifer, que se desvanece como el humo cuando se descubre su identidad y deja un olor fétido, probablemente a azufre y huevos podridos en el aire. 

 San Martín desenmascarando al diablo

domingo, 29 de mayo de 2022

Más mensajitos

 Hay una viruela del mono asintomática y potencialmente grave que no presenta erupciones cutáneas ni síntomas característicos, pero que es altamente contagiosa. 

 

 Los influyentes influencers captan como pescadores a sus followers en sus redes sociales diciéndoles como Jesús sígueme (follow me en la lengua del Imperio). 

Perpetuamos nuestra condición de espectador y opinador pasivo dentro de la caverna de Platón colaborando en la reproducción en sesión continua del espectáculo.  

Si hay algo en lo que tanto la izquierda como la derecha políticas se ponen de acuerdo es en que el trabajo es bueno, adictas como son a la maldición de Jehová. 

"No me importa que me controlen, no tengo nada que ocultar". El problema no somos los controlados, sino los controladores. ¿Quién controla a los controladores?

 La mayor parte del trabajo que hay o es totalmente inútil o es solo útil para absorber como esponja una proporción cada vez mayor de nuestro tiempo y energía. 

La única razón principal de la existencia de la mayoría de las industrias que hay es convencernos de que hay alguna razón principal que justifica su existencia. 

Lo importante es la plena ocupación, que no haya desempleo y todo el mundo tenga un trabajo a ser posible inútil como, por ejemplo, el caso de Ícaro y su roca. 

 

Tu televoto puede ser decisivo en el eurofestival a la hora de elegir la canción ganadora, que nunca será la mejor porque no hay ninguna buena en ese palmarés. 

El trabajo de cualquier profesor se complica con la exigencia administrativa burocrática cada vez mayor de papeleo de programaciones y redacción de memorandos. 

No son nuestros placeres los que están destruyendo el planeta, sino el sentimiento culpable de que tenemos que sufrir para merecer nuestros efímeros placeres. 

La obsolescencia programada es la razón principal de la superproducción industrial que hay, diseñado como está todo para no durar y dejar pronto de servirnos. 

Los fabricantes son perfectamente muy capaces de fabricar teléfonos, lavadoras, bombillas... que no se averíen; pero si lo hacen se acaban pronto sus negocios. 

El virus coronado pandémico que arruina la vida de la gente, esencial para el sostenimiento del sistema político y económico, es, adivina, adivínalo, el dinero. 

Siguen interesados en la gestión a largo plazo de la vacunación, dada la nula protección con el paso del tiempo y la persistencia de la enfermedad coronavírica 

El Gobierno de la U.E. prepara el lanzamiento de su campaña de la temporada otoño-invierno de (re)vacunación de Covid-19 y la extensión del Certificado Digital.

Era “segura y eficaz” según sus propias palabras, pero no para combatir la enfermedad, sino para progagarla, haciendo dependiente nuestro sistema inmunitario. 

El jefe del laboratorio farmacéutico se comprometió en el Foro de Davos a vender sus vacunas a precio de coste a los países pobres, un favor flaco que les hace. 

El dinero apareció cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso y condenados a reproducirse y ganarse con el sudor de su frente la vida, echándola a perder. 

Dinero es Dios padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, fundamento ontológico de todas las cosas, incluidas, claro está entre ellas, las personas. 

 

“Mienten siempre. Están mintiendo ahora mismo. Saben que están mintiendo. Saben que sabemos que están mintiendo. Pero siguen haciéndolo y no dejan de mentir”. 

 En lo que se vende como poesía (se vende poco y se lee menos, pero se vende) importa más la prosa que el verso, el fondo que la forma, la letra que la música.

sábado, 28 de mayo de 2022

Vidas ejemplares: Martín de Tours (I)

     Escribe Sulpicio Severo entre los siglos IV y V de la era cristiana una biografía de Martín de Tours,  o más propiamente hagiografía, es decir una crónica literaria de la vida... de un santo: una santificación de una vida, la de san Martín. 

     Martín era un soldado romano de caballería que sirvió bajo las órdenes del emperador Juliano, el que sería luego conocido como el Apóstata. Cuenta  Sulpicio Severo que el padre de Martín, que llegó a ser tribuno militar de una legión romana, dado su ardor guerrero y fervor marcial, deseó para su hijo una brillante carrera de armas. Así pues, cuando nació le puso el nombre al niño de Martín, derivado del nombre del dios de la guerra, Marte.

    Se cuenta que Martín, mozo ya, disponía de un caballo y de un esclavo, que lejos de hacerse servir por él, era él quien le servía cuando comían juntos, y hasta le limpiaba las sandalias, lo que no dejaba de alimentar las bromas de sus camaradas, pues Martín, en lugar de comportarse con su escudero como con un esclavo, se comportaba con él como si fuera un hermano. Por otra parte, no se le conocían amoríos mujeriles.
    En el capítulo tercero nos cuenta la anécdota que ha hecho universalmente famoso a este personaje: En mitad de un invierno (media hieme) más riguroso de lo habitual, se encontró Martín, a la sazón joven soldado romano, en las puertas de la ciudad de Amiens en el norte de Francia, a un mendigo desnudo (pauperem nudum). que tiritaba de frío y pedía limosna. Martín no tenía ropa que ofrecerle para cubrir sus vergüenzas así que decidió compartir la capa militar con la que estaba revestido con aquel indigente: no tenía ninguna otra propiedad encima (nihil praeter clamydem, qua indutus erat, habebat). Desenvainada la espada (arrepto ferro), partió el manto por la mitad (mediam dividit), y le dio una parte al pobre (partemque eius pauperi tribuit), quedándose él con la otra mitad, de forma que protegiera sus cueros del crudo invierno, lo que provocó las risas de no pocos al ver al militar romano  entrar con media capa de esa guisa después en la ciudad.   La mitad de la capa le pertenecía a él –y él pertenecía al Imperio Romano- pero la otra mitad se la cedía al joven mendigo. 
San Martín y el mendigo, El Greco (1597-1599) 
    El Greco ha inmortalizado la escena: Martín, vestido como un anacrónico caballero medieval, con una armadura damasquinada típicamente toledana, cabalgando sobre un elegante caballo blanco, comparte la mitad de su capa con el mendigo desnudo. Son dos hombres jóvenes, bellos: contrasta la desnudez del limosnero que está de pie, a la izquierda de la composición, con la uniformidad de Martín, figura armoniosa y proporcionada, que monta a caballo, y que ha partido su capa verde con su espada desenvainada. Al fondo aparece el inevitable paisaje toledano, un cielo envuelto en tormentosas nubes.
    Una curiosidad filológica: el lugar donde se conservaba en Tours la capa de san Martín se hizo tan popular –de hecho en la Edad Media, junto a Roma, Santiago o Jerusalén– era el cuarto lugar de peregrinación, que la capella o capilla, esto es, la pequeña capa, por alusión al pedazo de su manto que San Martín había dado al pordiosero y al oratorio donde se conservaba dicha reliquia, ha dado lugar al término capilla para designar un edificio pequeño destinado al culto. 
 
 
  San Martín y el mendigo, Gustave Moreau (1882)
 

     De cappella deriva además de capilla, capellán. Y de cappa nos vienen también: capear, capeo, caperuza, capirote, capote, y, por lo que parece, también el verbo escapar, que procede, según el maestro Corominas, del latín vulgar *excappare, con el significado de salirse de un estorbo, derivado de cappa "capa", porque la capa, además de protegernos del frío,  embaraza el movimiento. En vano tratará Martín de escapar, nunca mejor dicho, de los honores que le aguardaban.
    Cuenta el hagiógrafo, que habiendo muerto el obispo de Tours y habiéndose divulgado la hazaña de Martín, los habitantes de la ciudad francesa pensaron en él para nombrarlo obispo, pero él, que era un hombre humilde que rechazaba esos honores, decidió esconderse. Quería, de alguna forma, pasar desapercibido por sus conciudadanos. No se sentía llamado a la carrera de los honores eclesiásticos, ni en rigor tampoco a la de las armas, como luego se constatará. Por eso se escondió en la ciudad en un corral. Los habitantes de Tours lo buscaron en la noche con sus farolillos encendidos, pero no lo encontraban, hasta que el griterío indiscreto de los gansos lo delató: una vez descubierto por la delación de las ocas, fue nombrado obispo de Tours.

 "Por traidor va el ganso al asador"
    Existe la tradición, sobre todo en Alemania y en Austria, por lo que se nos alcanza, de sacrificar un ganso el día de San Martín, que es el 11 de noviembre según el santoral cristiano. También ese día los niños construyen farolillos y los encienden por la noche para buscar al santo… Son pervivencias populares de una leyenda que se hunde en la noche medieval de los tiempos: el pueblo reconoce la valía del hombre que se niega a los honores y al ejercicio del Poder, el pueblo valora su humildad, y, de alguna forma, castiga a los gansos por su delación sacrificándolos y comiéndolos ese día. En efecto, por su cacareo delator el santo fue descubierto y no pudo pasar desapercibido como quería
    Alrededor de diez millones de gansos acaban sus días en el asador el 11 de noviembre. Una leyenda en torno al obispo de Tours, el buen San Martín, lo explica: “Sie haben Sankt Martin verraten, drum musen sie jetzt braten” lo que significa que traicionaron a San Martín y por eso deben ser asados.  Por traidor va el ganso al asador.
    En España la fecha del 11 de noviembre coincide con la tradicional matanza del cerdo, por lo que se populariza el dicho de que “a cada cerdo le llega su San Martín”. 

San Martín, con aureola de santo y cruz, renuncia a las armas  
 
    Cuenta Sulpicio también, que cuando los bárbaros se disponían a invadir las Galias, el emperador Juliano solicitó los servicios de Martín, que le contestó: Christi ego miles sum: pugnare mihi non licet. Soy soldado de Cristo: no me está permitido luchar. El emperador, la víspera de la batalla, lo acusó de cobardía y de que rechazaba el ejército no por escrúpulos religiosos de objeción de conciencia, sino por miedo a la muerte y amilanamiento, reprochándole también el mal ejemplo que daba a la tropa. Martín entonces dijo que no era un pusilánime y como prueba de ello afirmó que acudiría al día siguiente a la primera línea de combate completamente desarmado, iría al encuentro del enemigo sin armas ofensivas pero defensivas tampoco. Al día siguiente los bárbaros enviaron emisarios a pedir la paz: se entregaban ellos mismos y todas sus posesiones al emperador romano porque no les cabía la menor duda de que la victoria sería para aquellos que se atrevían a luchar sin armas, así que se rendían.

viernes, 27 de mayo de 2022

Ergo bibamus

    Corvus corax (que es el nombre latino del cuervo común) es un grupo alemán de música neomedieval que ha puesto música  en su disco "Cantus Buranus" a las canciones de los clérigos, estudiantes y goliardos alemanes encontradas en el cancionero del monasterio de Beuern (como también hiciera Karl Orff en su cantata Carmina Burana), queriendo rescatar, para devolvérnosla, la música pagana de la Edad Media, con sus danzas de la muerte y sus cánticos tabernarios. Como muestra de su trabajo, un botón: el Ergo bibamus:  "Por lo tanto bebamos". Así dice la letra en latín: 

 


Ergo bibamus, / ne sitiamus, / vas repleamus! /
Quisque suorum / posteriorum / sive priorum /
sit sine cura! / Morte futura, / re peritura. /
Ergo bibamus!


Una traducción rítmica, conservando algunas rimas consonantes o totales,  y aproximada en todo caso, como son todas las traducciones, podría ser la siguiente:

¡Conque bebamos, / sed no tengamos, / y repitamos! /
¡Nadie cuidado / de su futuro / tenga ni apuro /
por su pasado! / ¡Muerte que llega, / todo lo anega! /
¡Conque bebamos!
 
oOOo
 Otra versión de la letra:

Ergo bibamus, ne sitiamus, vas repleamus,
vas vacuemus, dilapidemus, quidquid habemus.
Morte gravabimur,
expoliabimur.

Conque bebamos, sed no tengamos, y repitamos,
vaso vaciemos, dilapidemos lo que tenemos.
Muerte nos va a aplastar,
nos arrebatará.

jueves, 26 de mayo de 2022

Jean-Luc Godard, sin miedo

    Jean-Luc Godard ya no tiene miedo de nada. Dicen que es la ventaja de una edad avanzada, noventayún años,  en la que uno puede decir lo que piensa y decirlo bien alto sin arrepentirse de ello ni tener que rendirle cuentas a nadie. Por eso este director de cine, a diferencia de sus colegas, es uno de los pocos que se ha atrevido a alzar la voz en contra del discurso monolítico imperante, sobre la intervención vergonzosa del ubicuo Zelenski, el presidente de Ucrania, ese pésimo actor e histriónico hipócrita, en la ceremonia de apertura del festival cinematográfico de Cannes.
 
    Quizá Jean-Luc Godard tenga problemas por lo que ha dicho a la hora de financiar su próxima película, pero es libre y la libertad de expresión es mejor que la genuflexión ante la mano del que paga. 
 
Jean-Luc Godard
 
     El cineasta francés se ha pronunciado contra el veto a la cultura rusa en general y al cine de ese país en particular: Ser ucraniano no debería permitirle a nadie negar la cultura rusa. Nos ha sorprendido la intolerancia sectaria de los representantes del cine ucraniano que exigen la exclusión de todas las personalidades rusas del festival de Cannes y se oponen a la presencia del director ruso Kirill Serebrennikov en la competición.
 
    Y ha declarado más aún: La intervención de Zelensky en el festival de Cannes salta a la vista si se mira desde el ángulo de lo que se llama "puesta en escena": un actor malo, un comediante profesional, bajo la mirada de otros profesionales de su propia profesión. ...Así que ha hecho falta la escenificación de otra guerra mundial y la amenaza de otra catástrofe para que la gente sepa que Cannes es un instrumento de propaganda como otro cualquiera...  Darse cuenta no es gran cosa, pero es algo. La verdad de las imágenes avanza lentamente. Ahora imagine usted que la guerra misma es esta estética desplegada en un festival mundial, cuyos actores son Estados en conflicto, o más bien "en interés", emitiendo representaciones de las que todos somos espectadores... usted y yo. Oigo utilizar mucho el término "conflicto de intereses", que es una tautología. Sólo hay conflicto, pequeño o grande, si hay interés. Bruto, Nerón, Biden o Putin, Constantinopla, Irak o Ucrania, no ha cambiado mucho, salvo la masificación del asesinato.
 
 
    Jean-Luc Godard ha roto la uniformidad del discurso que reina actualmente en Europa, donde nadie cuestiona la responsabilidad de la OTAN/NATO en la invasión de Rusia a Ucrania, y donde todo el mundo, como hizo en su momento el parlamento español poniéndose en pie para ovacionarle, le rinde pleitesía.

miércoles, 25 de mayo de 2022

Más mensajería breve

Tras la viruela del simio vendrán más pestes: paperas del erizo, sarampión del sapo, escarlatina del camello... Se frotan las manos Úrsula y los laboratorios.
 
Si la cárcel es el espacio dentro del que uno permanece recluido privado de libertad a lo largo tiempo, yo soy el presidiario y soy, a la vez, el carcelero.
 
 
 El culto a la personalidad es característico de nuestra sociedad capitalista e individualista, que diviniza a al hombre que se ha hecho a sí mismo y realizado. 
 
Lograr los laureles del éxito y la victoria no deja de ser un fracaso cuando debajo de la máscara personal late un corazón amordazado que aspira a la libertad.
 
 En los versos de Luzán “de la pálida muerte / el bárbaro cuchillo” se dejan intercambiar fácilmente los adjetivos: “de la bárbara muerte / el pálido cuchillo”. 
 
Luzán evoca, con guiño a Horacio, la pálida Muerte que llama de una patada con el mismo pie a las puertas de los palacios reales y a las chabolas de los pobres. 
 
Bárbaro el cuchillo porque sólo sabe clavarse en la carne y dar rienda suelta a la sangre con un farfullar de barbaridad y barbarie en su lenguaje sin palabras. 
 

 
La farmacopea capitalista nos convierte en drogadictos que precisan fármacos para todo: tranquilizantes, excitantes, antidepresivos, somníferos, afrodisíacos...
 
Igual que hay comida basura también hay poesía basura, fast poetry, poesía light, de compromiso, de usar y tirar, de quita y pon, “prêt à porter” y de ocasión. 
 
La anestesia del capitalismo narcótico sumerge a sus pacientes en un sueño inducido a fin de liberarlos de todo lo que les impide funcionar, o sea trabajar.
 
 Un chef rebautiza la ensaladilla, ya no es rusa sino ucraniana; al aceite de colza lo renombran ahora de nabina: idéntico perro con otro collar y denominación. 

En Alicia en el País de las Maravillas una benévola Morsa invita a unas ostras a un banquete del que serán comensales y pitanza: el plato principal del festín.

 
 
 
Ucraniofilia y rusofobia son dos caras complementarias de la misma moneda, un delirio de histeria colectiva aguda muy similar a la paranoia del virus coronado.
 
Una campaña del Ministerio de Interioridades nos espetaba antaño: “Identifícate”, tuteándonos, ya ni siquiera tratándonos de usted con el respeto que se debe. 
 
Nos marearon con la guerra al belcebú viral, y ahora nos sermonean con el espíritu sacrificial contra el lucifer ruso. Dos eventos diversos y una única visión. 
 
MVTAVR NE VARIEVR : Cambia para no variar. Se produce la mudanza para no cambiar, un cambio de gobierno para que siga habiendo dominio, gobernantes, gobernados. 
 
Según Ambrose Bierce, el conservador es el político enamorado de males existentes, diferente del político liberal, que desea reemplazarlos por males novedosos.