jueves, 12 de septiembre de 2024

¿Puede existir un mundo sin dinero?

    Se pregunta el BBVA si puede existir un mundo sin dinero. A mí lo primero que se me ocurre es que existir, lo que se dice existir en la realidad, seguro que no puede, porque la esencia de la realidad y del mundo es el dinero. Pero el BBVA en esta página nos invita a hacer el ejercicio de imaginar por un instante que el dinero desaparece de la faz de este mundo por arte de magia para siempre. ¿Qué pasaría? 
 
    Sin duda el hecho de no disponer del dinero como medio de pago universal provocaría una completa transformación de la sociedad, y, quizá -¿quién sabe?- nosotros -'las personas' dice el BBVA-, olvidando la existencia del vil metal, viviríamos en un mundo idílico de felicidad y despreocupación, sin ese vínculo que nos subyuga.
 
 
    ¿Volveríamos al trueque? Analizando el sistema de cambalache de una cosa por otra, la susodicha entidad bancaria llega a la conclusión de que no es un sistema perfecto, puesto que quienes carecen de bienes en propiedad no podrían participar de esos trapicheos. 
 
    Un mundo donde no existiera el dinero tendría que ser un mundo feliz y despreocupado, aunque también podría ser -¿quién sabe?- una pesadilla, abriéndose un panorama terrorífico tras su desaparición repentina y efectiva, volviéndonos absolutamente incapaces nosotros de  intercambios. 
 
 
  Pero tras un somero análisis de los distintos tipos de dinero habidos y por haber, el BBVA llega a la conclusión de la trascendencia del dinero en nuestra vida ('en la vida de las personas' dice literalmente), porque “con dinero, compras comida, medicamentos, ropa, aparatos electrónicos, libros, entradas de espectáculos y una infinidad de bienes y servicios adicionales. Por eso, es necesario contar con el dinero como sistema de pago universal e instrumento para fijar el precio de las cosas, y así poder comparar unas con otras”.
 
  La conclusión a la que llega el banco después de este ejercicio de imaginación es que la desaparición del dinero "ocasionaría inconvenientes y contratiempos”, de donde se deduce que es preferible que no desaparezca y, para eso, lo mejor es que esté protegido y disponible "para cuando lo necesites", es decir, para el futuro. Por eso el BBVA, aquí interrumpe la ensoñación y da paso a la publicidad, nos ofrece no solo "la tranquilidad de pertenecer a un gran banco" sino también "las últimas innovaciones en digitalización -no faltaba más, hay que estar con los tiempos-", que agilizan y simplifican la gestión de nuestras finanzas, permitiéndonos controlar nuestros gastos allá donde estemos, ya sea de día o de noche, tanto en jornada festiva como laboral,tanto en lunes como domingo, gracias a la aplicación de nuestro inseparable teléfono supuestamente inteligente y aplicado. 
 
 
    ¡Vaya chasco! Después de habernos invitado a imaginar un mundo sin dinero y hacernos soñar, resulta que el Banco nos echa un jarro de agua fría de realidad en las sienes y viene a decirnos, impregnándonos de realismo, que pongamos nuestro dinero a buen recaudo en su caja fuerte, donde está bien seguro y custodiado. Además, claro, ¿qué sería del BBVA y demás bancos y entidades bancarias en un mundo donde no existiese el dinero? Tampoco existirían los bancos, que son los recintos sagrados donde se deposita el dinero y se rinde culto a la Religión del Capital.

1 comentario:

  1. Si no hubiera bancos, la usura y el robo sistemático y organizado, con la garantía del Estado, lo tendrían más dificil para seguir explotando la ingenuidad y ese intercambio de vida por endeudamiento en los individuos que se realizan a través del crédito.

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