La consigna nacionaliega "El país cántabru pa'l pueblu cántabru" equivale a "¡Santiago y cierra, Cantabria!" y vale lo mismo que "España pa' los españoles".
El gobierno democrático encarna la soberanía popular, pero el pueblo no existe, es un invento y entelequia del propio gobierno que así justifica su existencia.
Que nadie se llame a engaño: la democracia es el sistema perfecto de dominación del pueblo con su consentimiento y colaboración, la pluscuamperfecta dictadura.
Una cosa es el pueblo, que no existe y es un invento del gobierno, y otra cosa son las naciones, que sí existen, como los gobiernos, y que son cárceles humanas.
De Theocrito Syracusano
Bucólico e idílico son términos que evocan un paraje ameno lejos del mundanal ruido, donde malenamorados pastores cantan y conjuran así las heridas del amor.
¿Qué cantan los pastores de Teócrito de Siracusa? Cantan cual roncas cigarras, porque así espantan el mal de amor, la recurrente y monótona canción del desamor.
"El cabrero, al ver sus cabras, cómo copulan, / baña sus ojos en llanto, porque él no es macho cabrío" -una idílica y erótica escena de Teócrito de Siracusa.
De sancto Hieronymo
(San Jerónimo) Sagitta in lapidem numquam figitur, interdum resiliens percutit dirigentem. La flecha nunca se clava en roca, a veces hiere de rebote al arquero.
La flecha nunca se clava en la roca, a veces rebotando hiere al que la dispara, volviendo al origen cual bumerán, por la resiliencia de la flecha y de la roca.
Varia uariorum
Una vez alguien me dijo: Sé tú mismo. Yo le respondí: De acuerdo, pero ¿quién soy yo mismo? ¿Cómo serlo desconociendo como desconozco de verdad mi identidad?
El famélico asno de Buridán, no sabiendo cuál de los dos montones equidistantes de heno elegir, se quedó paralizado y de resultas de ello falleció de inanición.
Todo soldado lleva un bastón de mariscal en su cartuchera, porque cualquiera puede aspirar, haciéndose a sí mismo, al sueño americano de la más alta graduación.
¡Senectud, divino tesoro! Plateadas ya las sienes, la frente surcada de arrugas, la papada colgando del mentón como la de los bueyes, y las cosas... olvidadas.
Miles de turistas peregrinan a la Ciudad Eterna no para visitarla, conocerla o admirarla, sino para retratarse en ella y publicar sus fotografías en las redes.
Escribe Samuel Butler en "Erewhon" que la mayoría de los que comúnmente se dice que han muerto no han nacido nunca, -no han logrado vivir, hay que interpretar.
Hay un virus patógeno más virulento y viral que ningún otro: el miedo vírico, que hace que cunda el pánico y se viralice a través de los mass media y de la Red.
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