viernes, 4 de noviembre de 2022

Re-negaciones.

 No al confinamiento, en realidad arresto domiciliario, que duró 99 días y 99 noches.

No a las cuarentenas.

No al Estado en general y al de Alarma en particular, declarado anticonstitucional. 

No al cierre de los espacios públicos.

No a la intoxicación informativa.


No al metro y medio de distancia de seguridad con el prójimo, -el próximo cada vez más lejano.

No al toque de queda, ridículamente denominado entre nosotros para que no nos resonara a la guerra civil  “restricción de movilidad nocturna”.

No a la claque de aplausos, la cita del día, a las ocho desde ventana o balcón, al ritmo del himno “Resistiré”.

No al “Quédate en casa, salva vidas”.

No a la policía parapolicial de los balcones y los visillos, y no a la policía policial.

Que biene (sic) el Coco, Goya (1799)

 No al terrorismo del lobo, del coco, del virus siempre futuro que viene.

No a las máscar(ill)as.

No al pasaporte falsamente sanitario o certificado covid.

No a las inoculaciones experimentales, que no han salvado ninguna vida, cuyos efectos perniciosos están comenzando a salir a la luz.

No al terrorismo de Estado alimentado por todos los medios dedicados al amasado de individuos. 

No a la ley del silencio.

No a la etiqueta #ViajaCalladoEvitaContagios impuesta a los usuarios del transporte público.

No a la digitalización.

No al dinero digital y no al dinero físico.

 
(Al "cita" de Forges sólo le falta el adjetivo "previa" para estar de plenísima actualidad).
 

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