martes, 27 de octubre de 2020
Treinta y dos mensajes breves
lunes, 26 de octubre de 2020
Jaicus otoñales
Un jaicu otoñal: / hoja seca que al caer / muerta echó a volar.
Un frío glacial / ha comenzado a roer / mis huesos sin fin.
En la noche, heló / y la helada congeló / el río otra vez.
Sopla el vendaval, / y entre los árboles hay / vuelo de hojas mil.
Jaula abierta, y no / quiere el pájaro salir: / no sabe volar.
Hombre recto, igual / que una vara de bambú, / muy poco de fiar.
¿Soy feliz? No sé. / Creo que lo fui una vez, / hace tanto que...
Embozado, ¿a quién / vas, o te va, a contagiar, / solo como vas?
Tu sonrisa ¿quién / va en tus labios a leer, / velándonosla?
Se ha echado a gemir / de pronto el viento del Sur, / susurro autumnal.
¿No oyes el runrún / del viento murmurador, / hablando sin voz?
Hojas secas mil / pisándolas sin querer; / estremecedor.
Del viento el rumor, / barriendo hojarasca está / que me avienta a mí.
Del agua al beber, / escuchando la canción / en el manantial.
A la venta está / ya en el centro comercial / otra Navidad.
Mordaza y bozal, / no se puede respirar; / mascarilla, adiós.
Siempre carnaval. / El vestido es el disfraz; / máscara la faz.
¿Quién va a detener / en prisión al huracán / hijo del monzón?
¿Credibilidad? / Digna de confianza no es / ni hay ninguna fe.
No sé qué iba a hacer / yo sin mí, pudiera así / ser tal vez feliz.
Floreció en mitad / del invierno, a la sazón, / el espino albar.
Volverá la flor / del endrino a blanquear: / no he de verla yo.
¿Quién gobierna aquí? / ¿Soberano el pueblo es? / ¡No! Reina el reloj.
La alcancía ya / llena de dinero está / sin ningún valor.
Un espejo y yo / no me reconozco en él: / ese no soy yo.
Un don Nadie soy. / Nada menos, nada más. / Otro igual que yo.
Viejo verde, en pos / de dorada mocedad, / joven sesentón.
No me olvida a mí / un recuerdo que olvidé, / ni me deja en paz.
(a Iván Illich) Es la Educación / nueva y religiosa fe / laica, universal.
(A Tomás Ibáñez) ¿Tomar el Poder? / Nunca tomas el Poder: / Él te toma a ti.
La primera nuez / cayó, pregón de que ya / otoño llegó.
Tú lo olvidarás / pero no te dejará / su recuerdo en paz.
Un rayo de luz / de la luna llena entró / por el ventanal.
¿La felicidad? / ¡Ah, qué más
quisiera yo! / ¡Ya no vive aquí!
Un espejo, en él / veo a otro como yo: / mi otro que eres tú.
Hay rebajas ya, / última oportunidad, / saldos de ocasión.
La sonrisa, así, / tras la mascarilla, no / se perfila ya.
A un charco cayó, / entre nubes de algodón / la luna otoñal.
Alfileres mil / por la espalda me clavó / el acupuntor.
No hace falta rey, / ni tampoco que haya ley / ni sumisa grey.
En el lago está / la luna bañando allí / sin ningún pudor.
Chupando el pezón, / niño pequeño ojalá / fuera yo otra vez.
Navideño sol, / ha nacido el astro rey, / viejo niño Dios.
La noche cayó. / Hay toque de queda. El sol / no puede salir.
domingo, 25 de octubre de 2020
SI VIS PACEM, PARA BELLVM
sábado, 24 de octubre de 2020
Hojas secas (II)
El sedicente pensamiento positivo ha creado la falsa ilusión (falsa es epíteto de ilusión) de que la felicidad es una meta realista que todos deberíamos lograr.
Abderramán III, el califa de Córdoba, vivió veinticinco mil quinientos cincuenta días, y calculó que sólo había sido feliz catorce de ellos, y no consecutivos.
Predican que dejemos de convivir con los demás, guardando distancias, si queremos sobrevivir. Pero ¿quién, en medio de ese sinvivir, va a querer sobrevivir?
viernes, 23 de octubre de 2020
Hojas secas
Verso otoñal de Goethe: In dürren Blättern säuselt der Wind. Susurra el viento en la hojarasca, o en las hojas secas o feuilles mortes, que dicen los franceses.
Las autoridades sanitarias justifican su existencia sembrando la hipocondría, preocupación angustiosa por la salud que vuelve a la gente paranoica.
Niegan lo que nos dice a todos y cada uno el sentido común imponiendo el delirio de la histeria demencial y colectiva del llamado relato o narrativa oficial.
Inmolamos a los demás y nos autoinmolamos en sacrificios humanos, chivos expiatorios que somos, en la época más sangrienta de la historia, que es la actualidad.
Han entrado los ladrones en casa y la han desvalijado pero la cuantía del botín arrebatado no es comparable a lo rapiñado año tras año por el Seguro del Hogar.
Inoculan en la población el nocebo del pánico con mensajes traumatizantes de un virus terrorífico y letal que en realidad es la gripe de todos los inviernos.
El "cogito ergo sum" cartesiano se ha sustituido por el "credo ergo sum": el “pienso” por el “creo”; soy fruto de las creencias e ideas que me impiden razonar.
La pandemia es una pantomima de falsa información que engendra miedo a la enfermedad, miedo a la muerte en definitiva, que se ha vuelto virulenta y contagiosa.
La Organización Mundial de la Salud, aguijada por empresas farmacéuticas y una sedicente fundación filantrópica, hace enfermos crónicos a todas las personas.
¿Erradican enfermedades las vacunas o son la herramienta perfecta para inocularlas, propagarlas y que persistan, habida cuenta de sus intereses económicos?
Se atribuye a Mark Twain la lúcida constatación de que es más fácil engañar a la gente que convencerla de que ha sido engañada, logrando así que se desengañe.
Tienen tanto miedo a enfermar y a morir que ni siquiera quieren salir de sus domicilios, que se han convertido en sus nichos. Han perdido la alegría de vivir.
jueves, 22 de octubre de 2020
Breve mensajería antisistémica
Nos embarga a veces la ilusión y afán de poseer algo que nos falta, cuando la mayor satisfacción a nuestro alcance sería librarnos de lo mucho que nos sobra.
La psicosis sin precedente desencadenada por el virus de Dios ha llegado hasta el último rincón del planeta enmascarado, y nunca mejor dicho: se ha viralizado.
Creemos que somos dueños y señores de “nuestras” ideas cuando, en realidad, son ellas las que se apoderan de nosotros avasallándonos: no las usamos, nos usan.
Frente a la pareja, algunas personas optan por la sologamia, y se casan consigo mismas: mal matrimonio. Ser fiel a uno mismo es traicionar a los demás.
Si te quieres mucho a ti mismo acabarás como Narciso, traicionando a la ninfa Eco y a todos los demás, y ahogado en la ciénaga autocomplaciente de los selfis.
Los psicagogos (psicólogos y psiquiatras, popularmente loqueros) quieren volvernos locos para encerrarnos en un manicomio y ponernos una camisa de fuerza.
Ningún creyente -y lo somos todos, con independencia de nuestro credo- se sustrae a la llamada del almuédano a la oración no cinco sino muchas más veces al día.
La única noticia verdadera de la que no informan los medios de comunicación, la única unfake new de verdad, es que la realidad, siendo real como es, es falsa.
Almas cándidas, creían que reencontrarían en la Red viejos amigos perdidos, sin darse cuenta de que si los habían perdido era porque no apreciaban su amistad.
DOCTA IGNORANTIA: (Nicolás de Cusa): “Así, pues, a ningún hombre le sobrevendrá nada más perfecto en la doctrina que saberse doctísimo en la ignorancia misma.”
El objetivo de psicólogos y psiquiatras es que aceptes la realidad, que tragues: si no lo haces, te estigmatizan enseguida con el diagnóstico de enfermo mental.
Propagan ideas sin discutirlas, expresan opiniones personales sin ninguna continencia, idiotismos y majaderías, inflación de información siempre falsa.
Einmal ist keinmal. Una vez no es ninguna vez. Para que una vez pueda considerarse una entre varias y no única tiene que haber, por lo menos, dos veces.
El niño vacío y el niño lleno. Frente a la pedagogía que considera que el niño viene al mundo vacío y hay que llenarlo, la antipedagogía propone lo contrario.
La "buena educación" enseña que para conseguir algo bueno hay que tolerar un sufrimiento directa- y perversamente proporcional a la bondad que perseguimos.
Mal necesario: La mayor, más dañina y nefasta mentira que sostiene al Régimen es la aceptación del "mal" como necesario: no hay ninguna necesidad del mal.
La pérdida de la fe en el premio al trabajo remunerado, al sufrimiento lucrativo y retributivo sería, paradójicamente, nuestra mejor y mayor ganancia.
No se desconecten, permanezcan atentos a sus micropantallas a fin de que puedan realizar mejor su función abotargadora de la poca sensibilidad que les queda.
Estamos acostumbrados ya sin duda alguna a la zafiedad irrespetuosa y a la estupidez más chabacana y ordinaria como la cosa más natural y normal del mundo.
Mientras nos entretenemos mirando y pasando pantallas, no vemos lo que tenemos delante y resulta que es evidente: seguimos inmersos en la caverna de Platón.
¿No es extraño que proliferen tantos libros de autoayuda, auténtica bazofia pedopsicagógica, y tantísimos manuales de espiritualidad y misticismo tibetano?
Se fomenta que el individuo soporte estoicamente el peso del mundo, como el gigante Atlas, gozándose en la exaltación narcisista de sí mismo y de sus selfis.
La estrategia de la dominación hegemónica es la idiotización de toda la sociedad, el arma más poderosa de destrucción masiva que jamás se haya esgrimido.
Nos aborregan retransmitiendo el entretenimiento pasivo y espectacular del balompié que para más sarcasmo se llama foot-ball con innecesario anglicismo.
Nos inculcan desde pequeños en la escuela que la realidad es la verdad. Si así fuera, saltaría a la vista la evidencia y no sería necesario el adoctrinamiento.
miércoles, 21 de octubre de 2020
Una vida infernal (Acherusia uita)
martes, 20 de octubre de 2020
Homenaje de Cataluña a Orwell
Si
George Orwell escribió "Homage to Catalonia", Cataluña le rinde ahora
un homenaje póstumo al autor de "1984" dedicándole una plaza en la
ciudad de Barcelona: la plaça de George Orwell, en pleno Barrio Gótico,
distrito de Ciutat Vella.
La fotografía adjunta, tomada de la Red, muestra cómo el vaticinio de Orwell, que nunca pretendió ser un profeta, se ha cumplido sin embargo. Al lado del letrero de la plaza, qué paradoja, tenemos un panel del Ajuntament de Barcelona que nos advierte en catalán, pero se entiende en castellano, de que nos hallamos en una zona videovigilada en un radio de 500 m.
¿Quién nos vigila? Sin duda ninguna, el Big Brother o Gran Hermano, que es, para los que no lo sepan, algo más que el nombre de un infame concurso televisivo: es el Gran Dictador (y no estamos hablando sólo de los personajes históricos como Stalin, Hitler, Mussolini o Franco, que son agua pasada), sino de los regímenes democráticos y totalitarios que padecemos en la actualidad, Gran Dictador que pretende controlar todos y cada uno de nuestros pasos "por nuestra propia seguridad y nuestro propio bien".
Orwell, que no era un profeta, como decíamos, lo clavó sin embargo en su novela 1984, escrita treinta y cinco años atrás, describió la sociedad totalitaria del control audiovisual del futuro que ya está aquí instalado entre nosotros desde hace mucho tiempo. Cumplido ese plazo con creces, pues hemos entrado ya en el siglo XXI, podemos comprobar en el cartel instalado en la plaça que le dedica el Ajuntament de Barcelona que la videovigilancia es un fenómeno global no sólo desde el sector privado sino desde el público, como demuestra la fotografía. Y no se puede decir que haya aumentado objetivamente nuestra seguridad, ni siquiera nuestra sensación subjetiva de seguridad, sino sólo nuestro control por parte del Estado y el Capital, tanto monta... ¡Si Orwell levantara la cabeza...!
lunes, 19 de octubre de 2020
Batería de artillería política de mensajes breves
domingo, 18 de octubre de 2020
¿Dónde fueron a parar?
Publico aquí una versión rítmica de cosecha propia en castellano de la preciosa canción de Pete Seeger Where have all the flowers gone? (¿Dónde fueron todas las flores?) No es propiamente una traducción literal la que presento porque dejo algunas cosas en el tintero habida cuenta de lo imposible que resulta decir en castellano con el mismo número de sílabas lo mismo que en inglés por el carácter prácticamente monosilábico de esta lengua, pero tiene la ventaja de que se puede cantar con la misma melodía.
La canción se pregunta en la primera estrofa de una forma tan sencilla como encantadora dónde fueron a parar todas las flores de ayer, actualizando el tópico clásico del ubi sunt, y se responde que las cogieron las jóvenes, para preguntarse a continuación dónde están esas muchachas y responderse que se han casado ya con sus novios, respuesta que da pie a la siguiente estrofa y pregunta consiguiente por sus esposos..., formando una especie de composición en anillo, dado que la respuesta a la última pregunta nos retrotrae a las flores del principio como si de un círculo vicioso se tratase.
A la letra original le he añadido aquí una última estrofa, contando con la benevolencia infinita de Pete Seger y siguiendo una
sugerencia de un contertulio, que se pregunta dónde fueron a parar los besos de ayer, y hace un alegato en contra de la imposición obligatoria de las mascarillas
que padecemos.
Acompaño la traducción de dos interpretaciones en inglés muy distintas: la de Marlene Dietrich, quien aunque no tenga una bonita voz realiza una magnífica y soberbia interpretación, y la del grupo Almost Irish, que le da a la canción americana un aire melódico irlandés. Hay muchas otras versiones disponibles en la Red, además de la del propio Pete Seeger, pues son muchos los grupos y solistas que han hecho versiones de esta estupenda canción.
¿Dónde fueron a parar tantas novias? / ¿Dónde fueron a parar, tiempo hace ya? / ¿Dónde fueron?, ¿dónde están? / -Todas se han casado ya. / Ay, ¿cuándo lo entenderán? / Ay, ¿cuándo lo entenderán?
¿Dónde fueron a parar sus maridos? / ¿Dónde fueron a parar, tiempo hace ya? / ¿Dónde fueron?, ¿dónde están? / -Fueron al frente a luchar. / Ay, ¿cuándo lo entenderán? / Ay, ¿cuándo lo entenderán?
¿Dónde fueron a parar los soldados? / ¿Dónde fueron a parar, tiempo hace ya? / ¿Dónde fueron?, ¿dónde están? / -En sus tumbas cada cual. /Ay, ¿cuándo lo entenderán? / Ay, ¿cuándo lo entenderán?
¿Dónde fueron a parar tantas tumbas? / ¿Dónde fueron a parar, tiempo hace ya? / ¿Dónde fueron?, ¿dónde están? / -Entre flores por doquier. / Ay, ¿cuándo lo entenderán? / Ay, ¿cuándo lo entenderán?
¿Dónde fueron a parar tantos besos? / ¿Dónde fueron a parar, tiempo hace ya? / ¿Dónde fueron?, ¿dónde están? / -Tras la máscara mortal. /¿Cuándo lo hemos de entender? / ¿Cuándo lo hemos de entender?