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domingo, 19 de mayo de 2024

L' ammalato magginario, de Belli

    Se hace eco aquí Giuseppe-Gioachino Belli de la burla popular que recae sobre el enfermo imaginario, haciendo un guiño a Molière. El poeta da consejos a un amigo hipocondriaco basados en el sentido común: que coma, que beba, que salga a tomar el aire y a pasear, y el consejo explícito y cómico de que se saque el enema, lavativa o clisma que se ha introducido en el recto y el colon a través del ano "para curarse". En los tercetos finales del soneto le anima a que deje de tener miedo a la enfermedad (y a la amenaza de muerte que conlleva), y de que viva con alegría, no apesadumbrado, para lo que debe tirar al río y deshacerse de todas las medicinas que toma, porque el tratamiento, o el remedio, como decimos nosotros,  es peor que la enfermedad. 


L' AMMALATO MAGGINARIO

 
Lo crederò pperché mme lo ggiurate
c'un antro po' nnun ve trovavo vivo.
L'aspettito però mmica è ccattivo:
io ve vedo com'erivo st'istate.

Volete guarì ssubbito? Maggnate,
bbevete quarche bbon ristorativo,
levateve dar culo er lavativo,
e usscite in ste bbellissime ggiornate.

Fora, fora: un po' d'aria de campaggna:
quello sce vò ppe vvoi: moto, alegria,
e ppoi ggnente pavura de magaggna.

Sù, a ffiumaccio spezziale e spezziaria.
L'omo campa cquaggiù dde quer che mmaggna;
e 'r curasse è la peggio ammalatia.

5 settembre 1835

 


 El ENFERMO IMAGINARIO

Le creeré porque jura y perjura

que a poco más y no lo encuentro vivo.

Pero no tiene aspecto llamativo:

viendo yo su veraniega figura.

Coma bien si quiere rápida cura,

bébase un buen tónico digestivo,

sáquese del ojete el lavativo

y salga a disfrutar de la natura.

Fuera, y tome el aire de la campaña;

lo que necesita: alegría, andar

y no le tenga miedo a la guadaña.

¡Botica y boticario al río al par!

El hombre vive de lo que rebaña,

y el curarse es peor que el enfermar.

 

miércoles, 23 de marzo de 2022

Enfermos aprensivos



    Cabe preguntarse, después de lo que hemos vivido durante dos años consecutivos de matraca sanitaria, si las autoridades de ese gremio del Estado no nos han matado, considerándonos a todos enfermos en potencia aristotélica, es decir, enfermos imaginarios, convirtiéndonos en muertos en vida, con encierros, confinamientos, hospitalizaciones, cuarentenas, toques de queda, imposición de mascarillas y distanciamientos sociales, prohibición de reunión y de movimiento, soledad forzosa para muchos y campañas de inoculación experimental para todos a fin de obtener un salvoconducto que permitiera desplazamientos, y un sinfín de medidas irracionales como la prohibición de besos y abrazos, tendente todo ello a no dejarnos morir en paz.  
 
       
 
    Escuchemos, si podemos, mejor que leamos este fragmento del diálogo entre Argán y Beraldo, dos personajes de la escena 3ª del acto III de El Enfermo Imaginario de Molière:  

ARGAN. -(...) pero tú dirás qué es lo que debe hacer uno cuando está enfermo. 

BERALDO. -Nada. 

ARGAN. -¿Nada? 

BERALDO. -Nada... Guardar reposo y dejar que la misma naturaleza, paulatinamente, se desembarace de los trastornos que la han prendido. Nuestra inquietud, nuestra impaciencia es lo que lo echa todo a perder; y puede decirse que la mayoría de las criaturas mueren de los remedios que les han suministrado y no de las enfermedades. 

 

OoO 

    Un aforismo de Lichtenberg: Hay enfermedades mortales; hay otras que no matan pero provocan padecimientos y se diagnostican sin mucho análisis; por último, hay otras que sólo se conocen por el microscopio y se manifiestan espantosamente después de ser diagnosticadas. El microscopio es una suerte de hipocondría. Si los hombres se dedicaran a estudiar a fondo las enfermedades microscópicas, tendrían la satisfacción de enfermarse a diario. 

    Donde Lichtenberg dice 'microscopio' debemos sobreentender hoy no sólo 'electrónico', que todavía no se había inventado en su época, que era el siglo XVIII, sino 'pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa de Transcripción Inversa' (rtPCR en la lengua del Imperio), dado que algunos víruses, como el SARS COV2 que causa el síndrome de la COVID 19, están formados por ARN que debe transformarse en ADN antes de crecer y multiplicarse por sucesivas amplificaciones. 


     La PCR, diríamos actualizando a Lichtenberg, es una suerte de hipocondría, que la docta Academia española define como: Afección caracterizada por una gran sensibilidad del sistema nervioso con tristeza habitual y preocupación constante y angustiosa por la salud. Y la enfermedad hipondríaca se manifestará espantosamente después de ser diagnosticada con dicha técnica  y arte fraudulenta. 

    Gracias al estudio de las enfermedades microscópicas, como dice Lichtenberg, tendremos la satisfacción de enfermarnos a diario, e incluso de considerarnos y que se nos considere enfermos y consecuentemente,  si somos trabajadores asalariados, se nos dé la baja laboral.