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viernes, 11 de abril de 2025

Parada de postas

¡Piense en su futuro, la muerte, y hágase un buen seguro de decesos que alivie a sus deudos del estrés financiero y emocional que supone un servicio funerario!
 
 ¿Cómo puede ser que haya alguien o algo que sea siempre lo que es y que tenga una identidad definida e idéntica, si todo cambia en este mundo y nada permanece? 
 
 Una conocida marca de automóviles reconoce que el futuro no es el coche eléctrico, que deja de fabricar, sino el tanque, y se pone a producir carros de combate.
 
¡Trabajadores del mundo, no trabajéis más, dejad vuestros puestos de trabajo y de darle cuerda al reloj del orden establecido, y olvidad de paso el calendario! 
 
 ¡Viaje a Tecoluca (El Salvador) y visite su nueva atracción turística: el centro penitenciario de máxima seguridad, donde los presos no salen nunca al exterior!
 
 
 La Junta de Andalucía promueve que se arranquen olivares en Jaén para instalar en su lugar paneles solares, que se consideran más ecológicos que los olivos. 
 
 No le deseo a nadie nada malo, líbreme Dios, por lo que -gloso mi deseo- no le deseo a nadie una identidad personal real ni digital, ni desde luego nacional. 
 
No buscamos en los medios de comunicación que informen de lo que nos pasa, sino que confirmen lo que nosotros creemos que pasa. ¿Información? No: confirmación.
 
 Cuando yo era niño se decía que, si llegaban a gobernar las mujeres algún día, otro gallo cantaría bajo su matriarcado; llegado el día, se reveló como falso.

  El negocio de la vivienda asegura la vivienda del negocio: la bajada de alquileres no es el fin del alquiler ni de la propiedad y la especulación inmobiliaria.

  Cierto que el dinero metálico, físico o efectivo tiene un uso más libre que el digital, pero la libertad del uso del dinero no nos hace más libres a nosotros. 
 
 Adapto el verso “Pues libre no hay ninguno salvo el propio Zeus” del Prometeo Encadenado de Ésquilo así: “Pues libre no hay ni Dios”, en mi libérrima versión.
   
  La enseñanza pública, convertida en educación de buenos modales y adoctrinamiento en valores políticos, se ve por ese mismo procedimiento privada de calidad
 
Nefelíbatas o practicantes de acrobáticas nefelibacias somos todos en la realidad virtual, ajenos a la tierra, caminando por la nube en el reyno de los cielos. 
 
Nos hipnotizan, mesmerizados ante las pantallas, viendo vídeo tras vídeo, serie tras serie, a fin de entretenernos, de distraernos y, sobre todo, de abducirnos.
 
 

martes, 30 de junio de 2020

Guerras cántabras

Sacaba Correos a comienzos del año en curso un sello conmemorativo de las guerras cántabras. Y un periódico digital, en su edición local y de campanario, se hacía eco de la noticia con este titular en cántabru, ese engendro regresivo que el señor Raúl Molleda, que escribe en dicho periódico, se sacó un buen día de la chistera: El sellu de Correos deicáu a las ‘Guerras Cántabras’ se apresenta esti juevis en Los Corrales. Se acompañaba, por si hiciera falta, la traducción al castellano para los legos: El sello de Correos dedicado a las ‘Guerras Cántabras’ se presenta este jueves en Los Corrales. 

La tirada era de 180.000 ejemplares.  Buena noticia para los aficionados a la filatelia, si todavía queda algún amante de los sellos, y si quedan coleccionistas de estos raros objetos que son los timbres estampados que se pegaban en los sobrescritos de las cartas. Y si queda gente que escriba cartas y las lea.


El sello presenta en primer plano una imagen del Monumento al Cántabro de Ramón Ruiz Lloreda de Santander, y, junto a él, dos de las famosas estelas cántabras, una de ellas, la de Zurita.

La página de Correos, además, publica al respecto una reseña sobre el sello y sobre los cántabros: Eran magníficos jinetes y al combatir, entonaban cantos de guerra siendo considerados hombres especialmente valientes y brutales, así como letales... Su valentía y dotes para la guerra impresionaron a los romanos y a otras culturas, existiendo vestigios de guerreros romanos (es errata, debería decir mercenarios cántabros) en lugares tan lejanos como Palestina, Britania o el Danubio. 

Hay una inexactitud histórica imperdonable, que aumenta la falsa leyenda de que los cántabros fueron invencibles, engordando el globo del mito que revienta fácilmente, cuando fueron vencidos y sojuzgados por la Loba romana: Los romanos tardaron diez años en hacerse con el control de las tierras cántabras, e incluso, no se puede decir que lo lograran por completo (sic, por la negrita que resalto yo). 

Correos quiere sin duda, como reconoce, "rememorar este hecho histórico que manifiesta el carácter de estas tierras cántabras", un carácter de resistencia heroica, si se quiere, a la dominación romana, pero una resistencia sometida al fin y a la postre no sin mucho esfuerzo por el Imperio, cosa que a menudo olvidan los que celebran estas efemérides.

Algún ingenuo se preguntará si acaso nos hemos vuelto todos los antaño llamados montañeses y hoy cántabros nacionalistas. No, claro que no. No nos hemos vuelto nacionalistas porque siempre lo hemos sido en una muy amplia y aplastante  mayoría: el que no es nacionalista periférico suele definirse como central: el que no es nacionalista catalán, vasco, gallego o cántabro, para el caso, es nacionalista español. Y viceversa. Muy pocos a la sazón nos declaramos antinacionalistas. No nos libramos fácilmente de la lacra pestilente de las banderas y naciones.