Un hombre irrumpió con una pistola en un bar y descerrajó cuatro tiros al televisor. No era un desequilibrado mental, era alguien cuerdo que sabía lo que hacía.
Se ha hecho proverbial entre nosotros el estúpido dicho de que hay que hacer algo “sí o sí”, en lugar de “sí o no”, con lo que se anula la disyuntiva negativa.
Según una macroencuesta, el setenta y siete por ciento de los españolitos estaría dispuesto a vacunarse tantas veces como les digan las autoridades sanitarias.
El nuevo juguete navideño de venta en farmacias, el predictor de Papá Noel, poco importa si falso o verdadero, ha reforzado las medidas sanitarias totalitarias.
El villancico más hermoso que escribió Ferlosio: Nazca el niño negativo: / nadie, nunca, nada, no. Su estribillo resuena en mis oídos como alegre campanilla.
Los no vacunados de 60 a 79 años tienen 20 veces más riesgo de fallecer que los vacunados, según la Ministra de Sanidad, inexperta en cuestiones sanitarias.
El presidente del gobierno celebra el logro del objetivo: noventa por ciento de inoculados con pauta completa, y crece vertiginosamente el número de contagios.
Ni oro ni incienso ni mirra. El don más precioso de los Reyes Magos al Niño fue la revelación de que no existe la Sagrada Familia, que es la verdadera epifanía.
El oficiante con su equipo impoluto de protección individual hurga con el palitroque ritual en la nariz del paciente: le da la comunión de la hostia consagrada.
Hazte tu propia prueba todas las veces que quieras y participa de la paranoia colectiva. Vaya negocio que se han inventado, me cago en el dios de las farmacias.
Los niños vuelven a la escuela con mascarilla tras la pausa navideña a aprender las lecciones que les servirán para nada en la vida con rutinaria mansedumbre.
Los libros de caballerías que sorbieron los sesos a don Quijote son los artículos científicos que dan cuento y cuenta de una realidad falsa como pérfida moneda.
Sócrates sólo albergó por lo que se sabe una sola creencia positiva: el daimon, un espíritu o genio divino que cuando se manifestaba siempre resultaba negativo.
oOo
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.
Si amanece la arrogancia
de la fuerza y el valor,
niño débil y cobarde,
niño noche y deserción.
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.
Si relumbran los fusiles
de la blanca afirmación,
niño oscuro, niño inerme,
niño niebla y evasión.
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.
Si los médicos prescriben
la alegría y la salud,
niño triste, niño enfermo,
sin niñez ni juventud.
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.
Si en el quicio de la carne
la palabra se escindió,
niño niño, niño niña,
niño luna, niño sol.
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.
Si a la luz de la justicia
toda culpa se aclaró,
niño bueno, niño malo,
sembrador de confusión.
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.
Si la lógica decide
de la verdad y el error,
niño cierto, niño falso,
blanco de contradicción.
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.
Si entre la carne y el verbo
imposible fue el amor,
niño nadie, niño nunca,
niño nada, niño no.
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