viernes, 17 de mayo de 2024
Armados hasta los dientes (y II)
sábado, 20 de abril de 2024
Bombas buenas y malas
Dependiendo de su nacionalidad y el uso
que se haga de ellas, bombas buenas hay y... malas.
No son iguales todas ni meterse pueden
en el mismo saco todas juntas y mezcladas,
igual que no se deben churras y merinas
cruzar ni confundirse, aun siendo ovejas ambas.
Las bombas occidentales son las bombas buenas
a más de tecnológicamente avanzadas
e inteligentes como solo ellas saben,
pacíficas, democráticas, humanitarias;
su razón de ser, la lucha contra el terrorismo;
jamás ofensivas, son disuasorias, necesarias;
instrumentos siempre de defensa. Se diría
que no son bombas explosivas, nunca estallan
en los países donde suelen producirse,
sino en lejanos escenarios de batallas
en donde los derechos humanos no se cumplen,
según afirman, como si se respetaran
en alguna parte, pero así se justifican;
cuya fabricación reactiva, malparada,
la economía y crea puestos de trabajo;
benditas sean por lo tanto, bombas y armas
benéficas además de buenas, mientras que otras,
las otras, no occidentales, son perversas, malas,
intrínsecamente criminales, terroristas
que causan en nuestras filas lamentables bajas,
sembrando el pánico y la muerte de inocentes:
malditas sean, sanguinarias, inhumanas.
miércoles, 6 de diciembre de 2023
Mensajes a la contra (I)
¿No es sorprendente encontrar en esta sociedad tan agnóstica el mismo espíritu de sacrifico que exigía antaño la Iglesia bajo capa ahora científica ecológica?
oOo
John Kerry, el zar del clima, dijo que diez mil millones de humanos al ritmo que vamos en el año 2050 no son sostenibles para el planeta. A buen entendedor...
oOo
“Los pedagogos rara vez amplían el acervo mundial de conocimientos; mucho más a menudo se oponen a su aumento de manera violenta e implacable.” (H.L. Mencken)
oOo
La cuestión de la existencia de Dios (o del virus, que viene a ser lo mismo) no puede negarse realmente: existen, pero su realidad -ideal- no implica su verdad.
oOo
sábado, 17 de junio de 2023
¡Qué buenos son nuestros ministros y ministras!
Por su parte, el entonces Ministro de Asuntos Exteriores don Josep Borrell afirmó, sin que tampoco se le cayera el rostro de vergüenza ni le temblara siquiera la voz, que las armas que España vendía a Arabia Saudí sabían a quién tenían que matar... Él no lo dijo con estas palabras exactamente. Dijo, astuto como es, algo así como que eran unas armas "inteligentes", tanto que nunca se equivocaban en el blanco... ¡Qué maravilla! El problema de esta definición políticamente tan correcta es que, como le advertía doña Lidia Falcón en una valiente carta abierta, donde se avergonzaba como ciudadana española, como mujer y como feminista, dirigida al señor ministro, y de paso al alcalde de Cádiz y a los trabajadores de Navantia: "Pero lo que no nos ha dicho usted es cuál es el blanco".